Era un día de muchas alegrías para el Bosque Encantado ya que había nacido la princesa de ese reino, y futura reina, la hija de el Rey David Charming y la Reina Nieves Charming. Muchos nobles de diferentes reinos habían ido al Bosque Encantado solo para conocer a la princesa.
La Reina Nieves se encontraba en su cama con su bebé recién nacida en brazos. Al lado de ella se encontraba su esposo admirando a su hija.
-¿No es preciosa, David?- pregunta Nieves acunando a su hija en sus brazos. No se podía describir que tan feliz se encontraba la reina con el nacimiento de su hija. No paraba de sonreír y su alegría era contagiosa ya que muchos sirvientes sonreían solo de verla feliz ya que hacía tiempo que no lo era.
Desde que murió su madre, Nieves se sintió solitario y viajaba con su padre de un lugar a otro hasta que su padre se volvió a casar con una mujer llamada Zelena. Al principio, Nieves admiraba mucho a Zelena y se sentía feliz de tenerla como madre. Sin embargo, Zelena envidiaba a Nieves y la odiaba porque ella era amada por todo su reino. Con la muerte de el Rey Leopoldo, Zelena asumió el trono completamente y desterró a Nieves del reino pero ella nunca se fue sino que se pasó escapando una y otra vez de los guardias de la reina. Todo cambio cuando conoció a David y se enamoraron. Juntos destronaron a Zelena y asumieron el trono. Pero Nieves no fue capaz de matar a Zelena así que la encerró en una torre lejos de la gente, una prisión especial en la cual no podía usar magia.
-Sí, Nieves, es realmente hermosa como tu- responde David y la sonrisa de ella aumenta, si es posible, mientras colocaba a su hija cuidadosamente en su cuna. Luego, se da vuelta y rodea a su esposo con sus brazos, besándolo.
-Te amo- dijeron los dos al mismo tiempo. Realmente no iban a aguantar tanta felicidad, nunca se habían sentido tan felices y ahora toda su felicidad guardada explotó con el nacimiento de su hija.
-Por cierto, ¿cómo la llamaremos?- pregunta David observando a su hija, quién movía sus manitos tiernamente en su cuna.
-¿Qué te parece Emma?- sugiere Nieves- significa "entero" y ella fue la completo nuestra felicidad.
-Me gusta, de verás...Ella tiene cara de Emma- dice David y Nieves ríe ante su comentario. De pronto, son interrumpidos por alguien que entra la habitación.
-¡Oh! Es realmente hermosa la niña, ¿cómo se llama?- pregunta un hombre castaño con el pelo bien peinado hacía atrás. Sus ojos eran claros y era hermoso. Tenía puesto la clásica ropa de rey y su corona. A su lado se encontraba una hermosa mujer de cabello negro que estaba suelto y le llegaba hasta la mitad de la espalda. Tenía un vestido celeste claro de manga larga y caída dejando al descubierto sus hombros. Sus ojos eran marrones. Eran el Rey Daniel Cassidy y su esposa la Reina Regina Cassidy, reyes de Storybrooke.
-¡Daniel! ¡Regina! Que bien que han venido- dice Nieves emocionada y abrazando a ambos. Regina era su mejor amiga y la hermana menor de Zelena pero eso no le importaba a Nieves pues sabía que Regina no era como Zelena.
-También estamos felices de estar aquí, Reina Nieves-dice Daniel formal ya que por más que el fuera rey, Nieves era la reina de el Bosque Encantado, es decir, que el estaba en su territorio.
-Por cierto, se llama Emma...Emma Charming- dice Nieves respondiendo a la pregunta que Daniel le había hecho antes. Detrás de Regina salió un niño de 2 años.
-¡Oh! Baelfire también vino- dice David feliz ya que él era el padrino del niño. David le hizo una seña para que Baelfire se acercará a la cuna y él obedece. Cuando llega a la cuna, David le muestra a Emma.
-Seguro que serán grandes amigos- dice Regina feliz al ver como Baelfire jugaba con la bebé Emma.
-Seguro que sí- dice Nieves también feliz.
-Rey David, Reina Nieves, me gustaría proponeros un trato- dice Daniel y los mencionados lo miran hasta Regina que estaba sorprendida.- Me gustaría pedir la mano de vuestra hija recién nacida, la Princesa Emma Charming de el Bosque Encantado, para mi hijo, el Príncipe Baelfire Cassidy de Storybrooke.
David y Nieves se miran preguntando la opinión del otro con la mirada. Sabían que eso sería un buen acuerdo ya que así el Bosque Encantado y Storybrooke se unirían por siempre. Pero, por otro lado, ellos querían que su hija se casase con alguien que amase.
-Daniel, nos parece un buen trato, de verás, pero nos gustaría que Emma se casase con quién amase- dice David.
-Entiendo perfectamente, Rey David, pero mi oferta queda en pie por si cambia de opinión. Si quiere ellos estarán comprometidos pero cuando crezcan pueden romper el compromiso si quieren.
-Está bien, aceptamos. Nuestra hija estará comprometida con vuestro hijo pero ellos podrán romper el compromiso si lo desean- dice David y estrecha su mano con la de Daniel en señal de trato.
