EL PODER PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD, EL AMOR LA MEJORA.
He aquí el primer fic que publico en esta pagina, este es el resumen.
Lord Voldemort ha ordenado a Draco Malfoy una nueva misión: espiar a una chica muggle para ganarse su confianza y después matarla. Nuestro protagonista pensara que esta tarea es pan comido, pero su encuentro con la muchacha cambiara todos sus planes, ¿Será capaz Malfoy de realizar esta misión?
Mirando las oscuras paredes de su mansión, un muchacho rubio, de piel pálida y aspecto arrogante llamado Draco Malfoy, tarareaba una monótona cancioncilla que había oído en la gran radio mágica situada en su habitación. Tumbado en la cama, pensando en que era lo que debía hacer por su señor, que peligrosa misión tendría que realizar. Daba igual si aquello era peligroso, se había ofrecido a su señor pasara lo que pasara, hasta la muerte.
Llamaron a la puerta, era su madre, Narcissa, una mujer con el pelo largo y rubia y cara asqueada. Entro y le dijo a su hijo:
Draco, cielo, El Señor Tenebroso desea verte- y se fue, dejando la puerta entreabierta.
Ya voy madre- respondió el muchacho.
¿Qué querrá ahora? Se preguntó, "No hagas preguntas y ve" le respondió una vocecilla en su cerebro. Salió de la habitación y bajó por las enormes escaleras que conducían al más enorme todavía salón de su mansión, abajo le esperaban dos encapuchados. Secuaces de Voldemort: Rabastan y Rodolphus Lestrange, al aparecer Malfoy se saludaron enseñando la marca tenebrosa. Draco preguntó.
¿Qué es lo que quiere el señor oscuro de mí?
No hagas preguntas y ven con nosotros- dijo Rabastan.
El chico obedeció, se despidió de su madre y salió con los dos mortífagos de allí. Éstos le condujeron a un castillo, ruinoso y abandonado, lleno de cuadros de brujas y magos que, por la pinta, no debieron tener muy buena reputación. Siguieron caminando por el pasillo, cada vez hacía más frío, al fin llegaron a la sala más grande, había cuatro antorchas en cada esquina, todas ellas prendían una débil llama que hacían que esa habitación fuera extremadamente lúgubre. En círculo, unas veinte figuras encapuchadas rodeaban un círculo presidido por el mago más tenebroso y malvado de los últimos tiempos: Lord Voldemort.
Malfoy se aproximó al centro del círculo, y al encontrarse cara a cara con su amo, hizo una profunda reverencia y pronunció las siguientes palabras:
Aquí Malfoy para servirle, mi señor, mándeme cualquier misión, por peligrosa que sea y le complaceré como usted se merece.
Tus palabras me conmueven Draco- habló con una voz tan fría que helaba la sangre- Me enorgullece que seas tan…decidido. Te voy a ofrecer una misión, no es muy arriesgada.
Usted dirá señor- dijo Draco.
El señor ordenó a uno de sus mortífagos a darle una fotografía, en ella había la imagen de una muchacha de pelo rizado y rubio, indudablemente muggle. Draco miró la foto extrañado y preguntó.
¿Quién es ella?
Ella es una muggle, una apestosa muggle, se llama Isabella Adams y tu misión será acabar con ella.
¿Eso es todo?- preguntó el rubio.
No, antes tendrás que ganarte su confianza, hacerte amigo suyo, para ello y creo que esto no te va a agradar mucho, deberás hacerte pasar por el nuevo alumno de su instituto. Una vez que consigas su confianza y cuando la pilles desprevenida, ya sabes lo que tienes que hacer.
Como usted guste mi señor.
Draco salió de aquella habitación, fuera le esperaba su padre Lucius.
Así que te han mandado matar a una muggle espero que no te tiemble el pulso ¿verdad hijo?
Por supuesto que no padre- dijo el muchacho- sacó la fotografía y la miró- Isabella Adams.
¿Me dejas ver la foto?- le preguntó Lucius a su hijo.
Tenga padre- y se la ofreció.
Mm.- Malfoy padre se quedó pensativo- Dirás que estoy loco hijo, pero esta chica es bastante guapa para ser muggle.
Prefiero no pensar en que es guapa, no me gustaría enamorarme de ella- se quedo callado- Que tontería mas grande he dicho ¿Yo? Draco Malfoy, miembro de una de las más prestigiosas familias de sangre limpia enamorado de una muggle- y se rió a carcajadas, su padre sonrió.
Estoy orgulloso de ti, tienes la mente tan clara y tus ideas tan despejadas, si señor maneja tus impulsos, le debes lealtad al Señor Tenebroso.
Llegaron a su mansión, Draco entro en su cuarto y se tumbó en su cómoda cama. Y se puso a pensar en la misión, sacó la fotografía y dijo para si mismo "Cierto, mi padre tiene razón, eres guapa nena, pero eso no te va a servir de nada" Y se quedó dormido con una sonrisa malévola en su pálido rostro.
