DEL ODIO SE PUEDE LLEGAR AL AMOR.

(por Uialwen)

Cap. 1.

Soledad

En la habitación de un chico de un rubio platino, alto y ojos grises, en la cama, estaba, acostado en un intranquilo sueño que continuamente le llevaba a soñar en cosas horribles. Pero de pronto unos ojos de un esmeralda le observaban con un intenso odio que no paraban de mirarle atentamente e intentaban escrutar lo que él en esos momentos estaba pensando. De esos ojos esmeralda pasaba a ver la figura de una chica de pelo enmarañado, castaño y cuando ésta se daba la vuelta, observaba esos ojos miel que le estaban volviendo loco. No podía dejar de soñar con aquella muggle y comenzar a pensar con el corazón, pero a la vez, le habían enseñado a despreciar a los muggles y no podía defraudar a sus padres.

Pero él no quería eso, él deseaba poder decir lo que sentía y esperaba que aquella persona sintiera por él lo mismo.

Esa chica hacía ya dos años que le traía por el camino de la amargura, desde que ésta le metió un bofetón por una de sus típicas burlas hacia su enemigo, Harry Potter.

La chica de la cual se había comenzado a enamorar era Hermione Granger, puesto que ella era una bruja de padres muggles.

Draco se despertó de repente con el claro amanecer que se estaba levantando allí en el horizonte. Se levantó de la cama, se vistió con su túnica preferida (era de un color azul claro y algo de gris) y bajó a la cocina, en donde Yutui, el elfo doméstico cocinero estaba haciendo el desayuno para el único Malfoy que aún quedaba en la casa.

Draco comió poco y subió de nuevo para ir a su habitación, recoger los libros de Pociones y de Transformaciones para hacer los deberes que le dieron en el curso anterior.

Mientras estaba recogiendo varios pergaminos, su pluma de águila y el tintero de tinta negra, una lechuza entró revoloteando por la ventana y se le posó en el hombro levantando su pata derecha para que él le retirara el correo.

Era la carta que contenía los resultados en los T.I.M.O.S y eran muy esperado, porque eso podía significar su futuro en el mundo mágico.

En Pociones sacó un Extraordinario (E), en Transformaciones un Supera las expectativas (S), en Encantamientos sacó un Extraordinario (E), en Defensa Contra las Artes Oscuras que sacó un Extraordinario (E), en Historia de la Magia sacó un Supera las expectativas (S), en Artimancia sacó un Aceptable (A), en Cuidado de las Criaturas Mágicas un Aceptable (A), Herbología con un Aceptable (A) y Astronomía con un Extraordinario (E).

Entonces se puso contento porque podía ser que entrara en las expectativas de Auror y eso le puso contento ya que sus padres no podían saber a qué se quería dedicar su querido hijo que tanto habían intentado educar para ser como ellos, un mortífago cercano al que no debe ser nombrado.

Estaba tan contento que cogió los libros y se fue a la terraza a hacer los deberes. Poco después, otra lechuza se posó en la mesa. Era también de Hogwarts y supuso que eran las cosas que debía comprar para el próximo curso. La abrió y leyó el contenido:

            Estimado señor Malfoy:

  Le comunicamos que un nuevo curso en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y que éstos son los materiales y libros que va a necesitar para éste curso que como cada año va a comenzar el 1 de septiembre y que deberá coger el Expreso de Hogwarts a las 11 am en el Andén 9 y ¾.

  Éstos son los materiales y libros:

      LIBROS:

- Transformaciones nivel 6.

- Defensa Contra las Artes Oscuras Avanzadas por Jerónimo Shepkins.

- Pociones y antídotos para E.X.T.A.S.I.S, por Frank Nipkerins.

- Artimancia, repercutoria para 6º.

- Maleficios y contramaleficios de todo tipo, por Nereida Hopkins.

- E.X.T.A.S.I.S para alumnos.

     MATERIALES:

- Caldero de peltré medida 20cm³.

- Rollos de pergamino.

- Plumas de águila, gavilán y gorrión.

- Tinteros de tinta: azul, negro y rojo.

- Túnicas del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

- Lechuza obligatoria.

- Guantes de piel de Dragón propios.

  Esto es lo que en el nuevo curso que anteriormente le hemos reinformado del inicio y que deberá coger sin falta el 1 de septiembre.

  Esperamos su asistencia. Hasta entonces y gracias.

Profesora Minerva

McGonagall,

Subdirectora del

Colegio Hogwarts

de Magia y Hechicería.

" Fantástico" repuso Draco, "otro curso más. Pero esta vez espero que sea mejor que el anterior ya que por fin puedo dedicarme en lo que realmente quiero ser en mi mayoría de edad, ser un excelente auror" pensó éste y dejó la carta encima de la mesa. Draco estuvo pensando en lo que estaría haciendo en un par de semanas en Hogwarts y con eso se quedó embelesado. Solamente salió de ese trance cuando Yutui fue a avisarle que la comida estaba lista para ser servida. Entonces Draco recogió los libros y entró en la gran mansión Malfoy. Dejó la mochila en el salón y pasó a la cocina en donde Yutui le sirvió un poco de viandas y esperó a que Draco terminara de comer para lavar los platos.

Draco comió un poco y cuando tenía el plato a la mitad lo apartó de él decidido a no poder probar ni un bocado más en esos momentos.

Se fue al salón y cogió uno de los grandes libros sobre las Artes Oscuras que su padre tan celosamente tenía en los estantes del salón y lo hojeó. Le parecía terrible todo lo que allí contaban, pues mayoritariamente estaban escritos por su padre sobre las barbaridades que realizaban a los pobres muggles y a los magos mestizos.

No podía soportar mirar ni una página más y volvió a dejarlo en donde lo había encontrado y cogió el libro de pociones, el tintero, la pluma y se fue a la mesa que estaba en el salón. Allí se puso a seguir haciendo los deberes encomendados por Severus Snape y cuando encontraba un párrafo que le pudiese servir para el trabajo sobre los antídotos reductores de entrañas y comenzó a pasar la pluma por encima del párrafo y cuando tuvo más o menos la idea idónea para plasmarla al papel, mojó la pluma en la tinta y escribió en el pergamino que ya tenía un metro y medio:

" En la historia de los antídotos contra la reducción de las entrañas hay varias teorías interesantes, pero ninguna está comprobada por completo..."

Draco paró de escribir, tenía dolor de cabeza, no podía concentrarse bien ya que aún tenía en su mente aquellas horribles palabras escritas por su padre sobre la tortura de un mago mestizo a quien intentaban obligar decir dónde escondían a un tal Geremmy Hopkins. Decidió entonces entretenerse haciendo otra cosa, pero, ¿qué?

No sabía qué podía hacer para pasárselo bien. Se sentía sólo. No tenía a nadie que fuera su verdadero amigo. Quizá el cabeza rajada tuviera razón en las palabras que le dijera en el primer curso, antes de que comenzara la ceremonia de selección cuando le dijo que no tendría amigos en un futuro y que llegaría a sentirse solo. Pero con el afán de no decepcionar a su padre entró en Slytherin porque toda su familia ya había sido de aquella casa durante generaciones. Puede que hubiera sido un error decirle al Sombrero Seleccionador que no quería ir (a toda costa) a Gryffindor cuando éste le había dejado bastante claro que las expectativas que él poseía eran las de un verdadero Gryffindor y no un Slytherin... Así pensando se quedó dormido sobre la mesa. Una mano fue la que le despertó de aquel sueño en el que él pertenecía a la casa Gryffindor y formaba parte del grupo de Harry Potter y que se lo pasaba en grande a su lado. Entonces volvió a la realidad y ésta era que él pertenecía a Slytherin y que querría no pertenecer a aquella casa porque no tenía verdaderos amigos con los cuales contar en esos duros y aburridos momentos. Pero el que le había despertado había sido el propio Snape quien le observaba algo arisco y molesto por lo que parecía.

- ¡Pro... profesor Snape! ¿Qué hace usted aquí?- preguntó atónito Draco.

- He venido porque deberé acompañarte para ir a comprar tu material en el Callejón Diagon, Draco.

- Oh, claro.

- ¿Estás listo para irnos para allá?

- Sí, cuando quiera. Podemos llegar mediante los polvos flu.

- Será mejor que vayamos en un traslador que el Ministerio me ha proporcionado. La chimenea de tu casa está controlada por los aurores por si tus padres intentaran llegar a tu casa.

- Oh, claro, claro- dijo Draco. Así Snape sacó un objeto envuelto por un pañuelo y lo desenvolvió. Un reloj de muñeca apareció mohoso y oxidado. Los dos a la vez lo tocaron y a Draco le invadió la sensación de que lo agarraban por el estómago y lo succionaban hacia dentro. El suelo desapareció y todo comenzó a girar. Tan de repente como despegaron, aterrizaron en medio del Callejón Diagon en donde los estudiantes y sus familiares iban de un lado a otro para hacer sus compras de los materiales para el curso que en dos semanas ya se iniciaba.

  Snape le dijo que sería mejor que comenzara a ir a comprar las cosas y que quedaban al cabo de hora y media en el Caldero Chorreante.

  Draco partió primero hacia la librería Flourish y Blotts para la compra de sus libros y después iría a la tienda de tinteros, plumas y pergaminos a comprar las provisiones necesarias para el curso.

  En la tienda de Madame Marlkin se encontró con el odiado Harry Potter a quien comenzaba a envidiar por la suerte de tener tantos y tan buenos amigos, pero no le dedicó palabras burlonas ni intentó molestarle. Se limitó a observarle mientras éste le lanzaba furtivas miradas de odio contenido. Cuando las medidas de Draco fueron tomadas, madame Marlkin con un movimiento de varita hizo que varias telas comenzaran a ser cortadas y cosidas.

  Al cabo de poco, Harry, salía de la tienda ofreciéndole una extrañada mirada sin comprender el comportamiento de Malfoy y se fue.

  Draco salió cinco minutos después y se dirigió a la tienda de Mascotas Mágicas para comprarse una lechuza. Escogió una lechuza con unos preciosos colores grises y con la parte delantera del pecho de un blanco tacado con manchas negras, preciosa.

  Después fue a comprarse el caldero de peltré y los guantes de dragón nuevos.

  Como aún faltaba media hora para reencontrarse con el profesor Snape, decidió ir a comprarse un helado y pasar lo que le quedaba de tiempo hojeando los nuevos libros y observó que el libro de ese año de Defensa Contra las Artes Oscuras era más interesante que nunca y que requería practicas obligatorias. Puesto que el curso anterior con la profesora Umbridge había sido bastante desastroso, y que había sacado bastante buena nota dentro de lo que cabía en el T.I.M.O.

  Cuando se dio cuenta de la hora que eran faltaban apenas dos minutos para la hora acordada de reencuentro entre él y Snape, recogió todas sus cosas y se encaminó a través del arco que conducía hasta el patio interior que daba en el Caldero Chorrante. Allí encontró a Snape hablando con lo que parecía un viejo amigo. Snape le vio de reojo y se despidió de ese viejo mago y se dirigió hasta él y le dijo:

- Por fin, he estado esperándote. ¿Listo? ¿Lo traes todo?- le preguntó éste.

- Sí profesor. Ya lo he comprado todo.

- Muy bien, volvamos pues.

  Otra vez aquella sensación le envolvió y tan pronto como comenzó terminó. Snape se desapareció y Draco fue a colocar sus cosas en el baúl para tenerlo todo listo para dos semanas después sólo tener que repasar el baúl.

****************

Hola!

Vuelvo a ser yo y os traigo otro fict, espero que éste pueda segurilo puesto que el otro lo tengo en el ordenador de mi casa que está estropeado y de momento no podré seguirlo.

Siento dar esta mala noticia, pero como bien se dice "no hay mal que por bien no venga".

He estado leyendo varios fics y me parece genial que pongan a Draco Malfoy tan inocente y yo no podía ser menos.

Le he comenzado a coger afecto a este peculiar personaje puesto que creo que en el fondo, Draco odia lo que hacen sus padres y que no es que odie a Voldemort sino que simplemente no le gusta la manera en que lleva todo eso de la sangre mestiza de los magos.

Y para añadidura, él mismo se está enamorando de Hermione Granger, a quien considera una sangre sucia (y sin ánimos de ofender a nadie^_~).

Espero que os guste el fic y que me dejéis reviews por favor. Dadme vuestra opinión y también vuestras sugerencias.

Gracias por leer el fic!

Besos,

Uialwen