Una mañana en una de las calles del pacifico pueblo de Karakura, se encontraba caminando apresuradamente Karin Kurosaki hacia su primer día de segundo año de la preparatoria. No podía creer que fuese a llegar tarde ¡el primer día! Todo por culpa de aquella estúpida reunión "social" que su padre había organizado (que termino bastante tarde porque al parecer se quedaron las intrusas amañadas en la habitación de Yuzu, mientras la pobre de la dueña de esta misma les cocinaba) para que ella pudiese hacer amigas, no entendía cómo era posible que el estúpido de Ishin quisiera que ella entablara una amistad con aquellas niñas estúpidas y huecas que solo piensan en maquillaje y que sabrá el demonio de donde las habría sacado. Y que al final no hacían más que tirársele encima a su hermano, mientras ella pasaba el rato viendo videos de futbol en su celular.

Al llegar a la institución, se apresuró a correr como si su vida dependiera de ello por los pasillos, esquivando con agilidad a cualquiera que se interpusiera en su camino, hasta que al cruzar por una esquina tropezó con algo, o más bien alguien, lo que la hizo retroceder un poco y alzar la mirada para ver a quien se había metido en su camino. Frente a ella se encontraba un chico una cuarta más alto que ella de cabellos lacios color negro que a la luz del sol traslucían un tenue tono morado cayendo alrededor de su rostro en una suave melodía que acompasaba con sus hermosos ojos color miel que la miraban con leve sorpresa, ella rápidamente se disculpó mientras se apresuraba a seguir corriendo sin prestarle mucha atención a la pequeña interrupción, el chico volteo al verla seguir corriendo sin esperar una respuesta y esbozo una pequeña sonrisa de lado.

Luego de unos pasos volteo instintivamente para verlo marchar y hasta ese momento se dio cuenta de que aquel joven estaba acompañado, lo que la intrigo fue que quien lo acompañaba tenía un despeinado cabello blanco que le dio una extraña sensación de familiaridad, pero aquello era imposible… ella nunca había conocido a nadie, al menos a nadie joven con el cabello de aquel color.

Ya frente a la puerta de su salón entro abriéndola de par en par haciendo que todas las personas dentro de esta miraran al acto a la chica con falda larga, una media arriba y otra abajo, cabello precariamente amarrado en lo que se suponía era un moño alto y con surcos morados bajo sus ojos que respiraba agitadamente. Los murmullos comenzaron a escucharse junto con una que otra risilla.

-silencio- sentencio el profesor con voz grave hacia el salón, haciendo que las voces menguaran- señorita Kurosaki ¿que son estas horas de llegar?

-e-ehm- ¡mierda! Iba tan apresurada que no se había detenido a pensar que diría cuando llegase, aun guardaba la esperanza de llegar a tiempo- me quede dormida…- acepto mientras agachaba la cabeza un poco esperando que el profesor explotara.

-¿tan pronto quiere empezar a cometer las mismas faltas del año pasado?- cuestiono el profesor con un deje reprobatorio en su voz, lo que hizo que ella lo mirara sorprendida, así no era como el respondía comúnmente- espero y esta sea la primera y última vez que esto ocurra joven, tome asiento- dijo mientras se giraba hacia al pizarrón para seguir con la clase.

Al escuchar esto a la azabache le regreso el alma al cuerpo, decidida entro cerrando la puerta tras de sí camino aun con las miradas de todos puestas sobre ella, mirándola como si fuese un alíen o una extraña forma de vida. hasta llegar a su puesto del año pasado el cual era en el penúltimo lugar de la hilera a mano izquierda junto a la ventana, respiro aliviada al ver que estaba desocupado… ese era su lugar favorito, podía ver todos los campos de la escuela y gran parte del pueblo desde allí. Y como siempre el puesto a su lado se encontraba vacío.

Las primaras 3 horas de clase pasaron volando y aún más para ella que sin saberlo se había quedado dormida en su silla con la cabeza recostada en la ventana, el timbre de la escuela sonó haciendo que Karin se despertara de golpe mirando hacia todos lados y único que vio era como todos sus compañeros se apresuraban por salir del aula platicando animadamente los unos con los otros acerca de que habían hecho en sus vacaciones; sin pensarlo mucho se levantó de su silla saco su bento de su mochila y camino a paso lento a la salida del aula aun con sueño…

-Kurosaki- se detuvo al escuchar la voz del profesor- acércate un momento por favor.- Camino hacia el profesor sabiendo ya de lo que quería hablar.

-¿diga?

-enserio no quiero que se repita la situación del año pasado- dijo el profesor suspirando cansadamente mientras acomodaba sus gafas con el dedo de en medio de su mano izquierda, - así que por favor pon de tu parte también- dijo alzando la cabeza para encontrarse con la mirada de la chica, el profesor Alfonse tenía unos 28 años, era alto, delgado de cabello castaño y de ojos del mismo color, con un aire intelectual que le daba la chaqueta marón con parches que siempre solía traer junto a una bufanda de lana tejida verde militar.

-no le puedo prometer nada– respondió indiferente. A lo que el profesor no hizo más que esbozar una leve sonrisa de melancolía.

-por lo menos dime que lo intentaras.

-sí, si… -respondió Karin con los ojos cerrados y las manos en la nuca

-te puedes retirar- dijo mientras volvía la cabeza a los papeles… la chica tendría que adaptarse por sí sola, él no podría seguir ayudándola como antes lo hacía.

A esto Karin respondió con un asentimiento con la cabeza. Odiaba, realmente odiaba como todos parecían ponerse de acuerdo para encajarla en un molde como si ella fuese un líquido, cuando por el contrario era demasiado solida su personalidad como para que fuese amoldada al gusto de los demás… suficiente tenía con el tratar de recordar algo antes de los 8 años cuando (según su padre) había tenido un accidente que la había dejado con parcial pérdida de memoria y todo lo poco que podía recordar eran momentos extraños y aun así borrosos, el único recuerdo grato que tenía era una sonrisa, y para el colmo de sus pesares, no podía ver de quien era esta sonrisa que tanto le llenaba el alma de calidez.

-KAAAAAAARIIIIIIIIIIIIIIIIINNN-CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN – una chillona voz la saco de su ensimismamiento, alzo la cabeza y vio como Ami venia corriendo hacia ella con los brazos abiertos lo que hizo que por acto de reflejo ella se diera la media vuelta y empezará a huir de ella, empezando una de sus típicas y extrañas persecuciones que se daban todos los lunes de todas las semanas, de todos los meses, desde donde ella podía recordar.

Unos minutos después…

Al fin Ami se cansó y dejo de correr apoyando sus manos es sus rodillas y arqueando el cuerpo respirando agitadamente y levantando una mano dramáticamente hacia donde Karin simulando atraparla y se dejó desfallecer en el suelo cual actriz en un teatro. Ante aquello a Karin se le resbalo una gota de sudor por la cabeza, su amiga no perdía las viejas costumbres… como siempre camino hasta ella y se agacho mirándola.

-oh valla, parece que ha muerto- dijo mientras simulaba mirar tristemente su bento- es una pena tendré que comerme el bento de ella también.

Ante esto la muchacha reacciono inmediatamente y abrazo su bento mientras miraba a Karin como un perro cuando otro le trataba de quitar su hueso favorito. Mientras un aura negra parecía rodearla.

-levántate ya del suelo, tonta- dijo mientras le daba la mano para que se levantara de entre los muertos.

-¿pero no te comerás mi bento?- dijo con desconfianza

-claro que no, y ¡apúrate que ya no estas empezando a ver aún más raro de lo que ya lo hacían!- dijo Karin alzando la voz, la rubia estaba acabando con la poca paciencia de la que disponía luego de aquel jueguecito.

-pero…! Eres cruel!- le respondió haciendo un mohín y poniendo cara de cachorro abandonado.

-y tu una babosa, levántate ya- dijo Karin haciendo caso omiso a lo sus palabras.

Cuando Ami ya se había levantado del suelo se quedó viendo a su amiga con cara de shock.

-p-pero Karin-chan… ¡estas hecha un desastre! – dijo reparándola de pies a cabeza.

-a-ahh… ¿esto?- dijo Karin mirando hacia sí misma- es que me desperté tarde jeje- rio forzosamente mientras con una mano se sobaba la parte de atrás de la cabeza y veía a otro lado, ella sabía que a su amiga no le gustaba que ella anduviese por ahí mal arreglada y se podía decir que hoy no estaba muy bien.

-tú, yo, baño A-HO-RA – decía con aura asesina mientras arrastraba de la mano a Karin que se oponía con todas sus fuerzas, pero ya sabía que cuando ella entraba en ese estado de "te-arreglare-hasta-que-quedes-mas-que-presentable" era imposible de detener.

Ya en el baño Ami comenzó a arreglarle la falda, las medias y el cabello en contra de su voluntad haciendo que la puerta del cubículo en la que estaban encerradas las dos se moviera de forma sospechosa mientras las chicas desde afuera la miraban horrorizada pensando en sabrá Jesús que cosas.

Mientras lo hacía no ahorraba el tiempo para regañar a Karin por andar siempre como si nada además que el futbol le importase.

-pero enserio no sé qué hacer ya Karin- decía en tono serio mientras la miraba con el ceño fruncido- eres tan bonita y aun así te comportas como si no te importase.

-lo hago porque en realidad no me importa- respondía esta misma mirando hacia otro lado con el ceño fruncido de igual manera, Ami al ver su actitud suspiro con cansancio mientras salían del baño, ya habían acabado.

A Karin le molestaba un poco la idea de que quisieran convertirla en algo que no es… ella no es una chica que usa vestidos, ni piensa en chicos y maquillaje todo el tiempo, tampoco está loca por la ropa como se "supone" que deben ser las chicas a su edad… ella solo quería vivir haciendo lo que le gustaba sin importarle lo que los demás tuvieran para opinar al respecto, pero no podía molestarse con Ami, ella sabía que su amiga solo quería lo mejor para ella y aunque la chica fuese bonita y por fuera pareciese un poco tonta Karin había descubierto que ella a diferencia de las otras era una persona con quien puedes hablar de lo que sea y siempre estará ahí para ti.

Al salir como de costumbre entraron al salón de Ami quien estaba un año arriba que ella (lo que la hacía su sempai pero ni loca la iba a llamar así) le daba un poco de tristeza el saber que era el último año que compartiría con ella, ella siempre había estado a su lado desde que entro a la secundaria, cuando se ofreció para mostrarle las instalaciones o hacer el "the tour of Karakura institute" como lo llamaba la loca, y aun así recordó también lo sola que se sintió el año en que Ami había pasado a la preparatoria antes que ella.

Al llegar ambas se sentaron en el escritorio de Ami que al ser de la presidenta estudiantil era del tamaño de uno normal pero para ella sola, uno de los beneficios más de tener aquel cansino puesto.

-A ver a veeeeeeeer- canturreaba Ami mientras se preguntaba que habría traído su bento de hoy- oh! Alcachofas hervidas en agua de pepinos cubiertas con lentejas y salsa de camarón!- exclamo alegre mientras a los pocos que estaban en la sala se le caían una gota de sudor por la cabeza, por la mente de Karin no pudo evitar pasar la imagen de Orihime cocinando aquella barbaridad.

-¿qué hacen?- pregunto una amable voz femenina a las espaldas de Karin, esta giro un poco para ver a quien había hablado, y se encontró con una chica castaña con un moño alto cubierto con una tela y el fleco que caía por su rostro destacando sus bellas facciones, que ahora tomaban forma en una sonrisa. La única palabra con la que podría describirla era "encantadora". Eso hizo que Karin apartara la mirada con indiferencia y se centrara nuevamente en su bento, era común encontrar a personas de ese tipo.

-estamos a punto de comer nuestro bento!- dijo sonriendo de gran manera Ami… siempre se le veía feliz cuando estaba a punto de comer, Karin hasta podía asegurar que ese era su momento preferido del día.- ¿te gustaría comer con nosotras?

-¿no os molesta?- pregunto la chica al parecer un poco avergonzada.

-claro que no, como se te ocurre- dijo aun sonriendo Ami- y así aprovecho para presentarte a la chica de la que te había hablado antes.- Esto hizo que Karin alzara la cabeza sorprendida… ¿Qué se suponía que habían hablado de ella? Por ende dirigió su mirada a Ami y se limitó a levantar una ceja, quien al advertir su mirada se apresuró a aclarar- cosas buenas obviamente Karin-chan.

-mucho gusto- dijo la joven inclinando un poco la cabeza hacia Karin- Hinamori momo.

-Kurosaki Karin- respondió la misma- igualmente.- dijo respondiendo la leve inclinación.

Dicho esto se sentaron las tres a comer mientras charlaban acerca de sus vacaciones, Ami platicaba como había ido a la casa de verano de sus padres y se la había pasado genial y Hinamori hablaba solamente de un tal Toshiro Hitsugaya y de cómo juntos habían convivido, mientras Karin solo las escuchaba en silencio mientras se comía su bento con cara de pocos amigos, aunque generalmente esa era su cara estable por lo que la gente lo pasaba por alto como algo normal.

-y ¿tu, Kurosaki-san?

- ¿Karin-chan?—preguntaron al unísono las dos mirando a Karin expectantes,

- no mucho…- dijo, a lo que las chicas la miraron un poco decepcionadas- aunque si insisten… aprendí una nueva técnica de control del balón en el aire que es súper cool, y me vi el campeonato completo del sesenta y ocho de seguido, jo… fue épico, el futbol actual no tiene comparación. además de que les patee el trasero a unos chicos que no me querían dejar jugar por ser mujer en el campo hace un par de di…- y así siguió hablando orgullosamente de sus hazañas futbolísticas con un codo apoyado en el pupitre y con su mano libre tenía una salchicha de pulpo entre los palillos desde que había comenzado a hablar mientras que las chicas se miraban entre ellas… compadeciéndose, y Karin parecía no advertirlas así como tampoco advirtió cuando dos jóvenes se posaron detrás de ella y momo que estaban sentadas una al lado de la otra-y su capitán termino llorando- termino partiéndose de risa mientras golpeaba la mesa con una mano y con la otra se agarraba el estómago.

-ohhhhhhhhhhhhhhhh- exclamo sorprendido uno de los chicos a las espaldas de Karin mientras agarraba su hombro- así que fuiste tú la chica de la que me platicaron los chicos, valla paliza que les diste- termino de decir con una sonrisa, mientras Ami con cara de fantasma pasaba su mirada desde el sonriente rostro del chico, a la mano que tenía puesta en el hombro de Karin, hasta la ensombrecida cara de esta misma, repitiendo esta acción innumerablemente en el cabo de un minuto, ya sabía lo que seguía.

Lentamente Karin se levantó extrañando los tres presentes excepto a Ami que no podía quitar la cara de espanto mientras también se alejaba de el pupitre, Karin subió ambas manos hasta alcanzar la mano de aquel joven que miro atónito como la chica de espaldas a él dejaba lentamente una mano arriba de su antebrazo y subía la otra a su brazo un poco más bajo de su hombro, aquello lo hizo sonreír pícaramente, no se esperaba lo que sucedería…

Lo siguiente ocurrió de manera rápida, Karin echo sus caderas un poco hacia atrás mientras abría un poco las piernas hasta entrelazarlas con una de las del para desequilibrarlo y halar de su brazo hacia adelante haciéndolo caer boca arriba sobre el pupitre volteando las tazas con comida que terminaron en el suelo.

-¡NO ME TOQUEEES!- grito mientras realizaba su maniobra.


Hola, queriditos.

bueno, este es el primer fanfic que escribí, espero sea de su gusto... comienza tipo comedia pero conforme va pasando la historia verán que se pone mucho mas serio, tengo alrededor de 5 capítulos ya escritos, mas largos que este por lo que estaré actualizando seguido. no es el típico UA de solo amor escolar aunque obviamente debe haberlo... después de todo es un HistuKarin. use los personajes originales y también algunos creados por mi como Ami y otros que aparecerán mas adelante.

cualquier duda, critica, opinion, si les gusto o no, dejen su hermoso review que siempre motiva

se despide