Retomando un diario personal

Todo un año ha pasado desde la ultima vez que vi a aquel chico que durante mucho tiempo me tubo completamente enamorada de el, pero desafortunadamente algo diferente estaba escrito en nuestros destinos y por ello nuestra relación nunca funciono (de hecho nunca comenzó)….muchas cosas han pasado…….muchas, muchas cosas.

Se los contare desde un principio, desde la vez que me dejo esperanzada con su regreso, el cual nunca sucedió. Durante meses me mantuve en contacto con el, ya saben, lo típico : algunas llamadas por teléfono, una que otra carta y en algunas ocasiones nos conectábamos al internet para conversar mas a gusto (pues como no, siempre que el me llamaba mi hermano no se despegaba de mi), en fin, con el pasar de los meses aquella comunicación empezó a escasear , para cuando se cumplió un año nuestra comunicación prácticamente había desaparecido; yo estaba muy triste , me había sumergido en una profunda depresión de la cual casi no salgo viva de no ser por mi enorme poder mágico y por el apoyo incondicional de mi querida mejor amiga.

Por culpa de aquella absurda depresión perdí todo mi entusiasmo por la vida. Todo mundo estaba muy preocupado por mí: mi padre, mi hermano, mis amigas y mis queridos kero y yue. Estaba prácticamente irreconocible; nadie podía creer que yo "sakura kinomoto" ama y dueña absoluta de las cartas mágicas mas poderosas de mundo, la niña mas alegre y energética que cualquiera pudiera conocer; estuviera reducida a nada mas que un ser vivo que vivía en la apatía y en la soledad. En la secundaria yo estaba inscrita en cada uno de los clubes deportivos e incluso fui elegida como capitana en varios de ellos, pero al adentrarme en la depresión de mi primer amor real, deje cada uno de ellos y también deje de asistir a las clases, ya nada me importaba, solo quería sufrir en silencio la desdicha que sentía mi corazón (fui una tonta, debí pedir ayuda a alguien). Creí que lo mejor para todo mundo seria el dejar que las cosas sanaran poco a poco, sin ayuda de nadie (pero que equivocada estaba), pero esto no ayudo en nada, con forme el tiempo fue pasando, mas me sumida en la depresión; me encerraba en mi cuarto sin abrirle a nadie durante días, no comía, no bebía e incluso no dormía, lo único que asía era llorar y lamentarme de mi desdicha. Se preguntaran como salí de mi depresión, no fue nada sencillo; cuando ya no pude aguantar mas toda esa tristeza decidí salir de mi cuarto en la noche e ir a visitar a la única persona que no sabía nada de mi estado emocional. El viaje fue largo, cruce miles de kilómetros para llegar a mi destino, pero no me importaba lo cansada que estaba, lo único que quería era verla a ella, a mi mejor amiga en el mundo y la única persona que podría ayudarme en un momento tan desesperado como ese "Tomoyo Daidouji". Ella se había mudado poco tiempo después de que shaoran regreso a hong kong, cuando yo aun estaba inmersa en el éxtasis de la felicidad; su madre tenia muchos asuntos que resolver durante todo un año en Londres, su compañía se estaba expandiendo por todo el mundo y lo mas conveniente es que ella y su familia se mudaran.

A lo lejos pude divisar el gran big ben, de ahí en adelante solo faltaban algunas cuantas cuadras para llegar a la gran residencia Daidouji; tomoyo me había mandado una hermosa fotografía de su nuevo hogar en Londres, yo creí que reconocería la casa de inmediato pero el cansancio y el hambre asían estragos en mi cuerpo, cosa que no había dejado de notar desde ya asía muchas horas. Estaba muy cansada y el sueño me estaba venciendo, la carta del vuelo poco a poco comenzaba e perder poder, lo que significaba que mi cuerpo estaba en las últimas. Creí que lo mas conveniente seria descansar un poco, bajé velozmente rumbo a un gran balcón que se encontraba cerca, todo estaba completamente obscuro y muy difícilmente pude ver el lugar en el que había aterrizado, además había una terrible neblina tan densa que incluso llegue a creer que aun estaba volando entre las nubes, al poco de haber tocado mis pies descalzos el suelo frio de la loza sentí como un terrible escalofrió recorría mi cuerpo. El clima era tan frio que prácticamente me estaba congelando e incluso podía ver mi propio aliento salir de mi boca como humo blanco. Tenia mucho frio, ya no tenia las fuerzas suficientes para convocar a alguna de mis cartas para que me sacaran del apuro, como es que se me avía ocurrido salir de repente de mi alcoba vestida únicamente con mi pijama color rosa. Por detrás mío escuche como una puerta se abrió, me asuste tanto que casi salte desde el balcón a la piscina, de no haber sido por aquel peculiar aroma que llego a mi nariz tal vez lo habría hecho. Camine ciegamente por aquel lugar buscando a la dueña de ese perfume tan exquisito que me estaba volviendo loca, ya quería verla, quería sentir sus brazos rodeándome mientras yo solo me relajaba en su pecho mientras soltaba cada lagrima de dolor; nunca abia tenido la necesidad tan grande de estar cerca de esa persona, era verdad que la extrañaba mucho pero nunca me detuve a pensar en cuanto la necesitaba, ella siempre estuvo ahí para mi cuando mas lo requería, siempre con su sonrisa encantadora y con las mas acertadas palabras de aliento que necesitaba en los momentos mas críticos, y además, estaba su mirada, aquella mirada inconfundible que siempre tenia al verme a los ojos. Tenia que verla, tenia que estar cerca de mi mejor amiga costara lo que me costara, incluso habría dado mi vida tan solo por ver su hermosa sonrisa en sus tan perfectos y rosados labios. Apresure el paso para por fin ver el rostro de aquella perdona que estaba delante de mi, me paralicé de inmediato al reconocer aquella figura femenina de cabellera corta, aquel ser no era mas que "Sonomi Daidouji" la madre de tomoyo a la que también le había regalado el mismo perfume que a su hija.

Ella tenia una taza de chocolate caliente en la mano que de inmediato soltó al verme justo enfrente de ella de la impresión que le cause (pues como no, díganme que rayos podría estar asiendo yo en su casa a esas horas y con mi pijama puesta o mejor aun, como es que llegue a ese lugar), aun estando inmersa en su confusión me abrazo tan fuerte como si tuviese miedo de perder algo muy preciado, yo solo le devolví el abrazo y espere a que reaccionara. Poco después me invito a pasar a su recamara (si, había aterrizado en el balcón que daba a su recamara). Platicamos por horas, por fortuna de lo emocionada que estaba se olvido de preguntarme como es que había llegado desde tan lejos; me pregunto una infinidad de cosas que ya ni recuerdo. Cuando ya eran cerca de las seis de la madrugada sonó el reloj despertador que estaba en su mesita de noche y se sonrojo, no había parado de hablar de quien sabe que cosas durante mas de 4 horas y pronto debía irse a la oficina para realzar sus labores empresariales.

Me dejo dicho que podía quedarme en la habitación de alado, que ahí habría ropa que seguramente me quedaría y que mi estancia seria como estar en mi propia casa. Durante el desayuno me comento lo rebelde que se había vuelto tomoyo, eso me impacto, yo no podía creerlo pero la seguí escuchando atentamente, me dijo que poco después de haber llegado a Londres conoció a una bola de pandilleros que siempre la buscaban por las noches y no la regresaban hasta muy altas horas de la madrugada, que había dejado de asistir a la escuela y que en algunas ocasiones notaba cierto olor a cigarros y a alcohol en sus ropas, eso me dejo estupefacta, sentí como todos mis problemas se esfumaban dejando paso a una preocupación absoluta por el bienestar de mi mejor amiga, pronto mi rostro que anteriormente mostraba asombre cambio drásticamente mostrando un profundo enojo, me levante bruscamente de la silla y le pedí a la señora sonomi que me dijera donde se encontraba tomoyo, ella dijo que seguramente a esa hora ya abría llegado y que se encontraría durmiendo en su habitación de lado derecho de donde yo me había bañado y cambiado. Me disculpe por mi comportamiento resiente con la madre de tomoyo y enseguida me dirigí al cuarto de mi mejor amiga, mientras subía por los escalones de madera solo podía pensar en una cosa, en regañar severamente a tomoyo por su actual comportamiento y ayudarla a salir del tan grabe estado emocional en el que seguramente estaba como para andar en malos pasos. Cuando por fin llegue a su alcoba me introduje en ella tan ruidosamente que muy seguramente me abrían escuchado azotar la puerta de la habitación desde el comedor, pero no me importo, tomoyo por su parte solo se retorció entre las grandes sabanas de su cama y se tapo la cara con una enorme y mullida almohada, esto me enfureció aun mas, con pasos decididos me acerqué a la cama, agarre las sabanas por el lado hacia donde tomoyo daba la espalda y tire de ellas tan fuertemente que por poco me caigo con ellas al piso, pero esto no termino ahí, tomoyo solo se volvió a retorcer en la cama mientras daba un gruñido de fastidio, cosa que a mi ni me importo, me subí a la cama a horcajadas y aprisione el cuerpo de tomoyo entre mis piernas mientras que le quitaba la almohada de la cara, ella aun se resistía a abrir su ojos y ver a su agresora así que la tome por las muñecas, dejándola totalmente inmóvil mientras comenzaba a regañarle muy duramente por lo que había hecho durante todo el año en el que año le había visto.

Al escuchar mi voz su cuerpo comenzó a temblar, y sus ojos se abrieron tan repentinamente que me asuste y termine soltándola de las ataduras que eran mis manos mientras me levantaba un poco y la miraba de cerca, sus ojos estaban rojos y llorosos, y en su cara podía verse una profunda tristeza mesclada con felicidad. Ella se levanto y me miro fijamente, y comenzó a tocarme con la yema de sus dedos, mis orejas, mis ojos, mi nariz, mis mejillas y por ultimo mis labios. Dejo sus manos en esta ultima zona por unos cuantos minutos, sus ojos estaban amenazantes al llanto, fue entonces que tome sus mano y la lleve hacia donde estaba mi corazón; al hacer contacto con la zona destinada ambas nos sonrojamos ella por tocar una parte muy privada y yo por sentir este contacto en esa zona, aun estando completamente nerviosa por lo que acababa de hacer pude formular algunas palabras, " Ya estoy contigo, nunca mas te dejare" esas fueron mis palabras, al escucharlas ella se abalanzo asía mi, tirándome en la cama mientras su llanto emergía despreocupadamente. Tomoyo sollozó durante horas las cuales yo ni me separe de su lado hasta que ambas nos quedamos profundamente dormidas por el cansancio. La señora sonomi había subido poco después de haberme oído azotar la puerta del cuarto de tomoyo pero al ver a su hija llorando sinceramente en mis brazos supo de inmediato que las cosas cambiarían desde ese momento, ella muy cortésmente cerró la puerta silenciosamente para que ningún ruido nos molestara y pidió a la servidumbre que nos dejaran solas asta la hora de la comida si era posible.

Las horas pasaron rápidamente, ambas nos despertamos al mismo tiempo, yo tenia que avisarle a mi familia donde me encontraba y cuando regresaría pero decidí dejarlo para después. Tomoyo se levanto muy a su pesar, al parecer no quería separarse ni un minuto de mi, y la situación en la que nos encontrábamos era demasiado placentera como para que se arruinara demasiado rápido, un extraño rugidito salió de mi estomago, ya era hora de la comida y pese a que había desayunado muy bien no tenia en cuenta que no avía ingerido alimentos desde asía algunos días y era algo obvio que un desayuno no lograría quitarme el hambre que ya traía desde ase días, tomoyo se burló de mi un poquito, el verla sonreír era lo mas placentero que podía existir en el mundo para mi, así que deje que se burlara de mi todo lo que quisiera. Después de un rato ambas nos encontrábamos comiendo el su habitación, tomoyo se había duchado y cambiado la ropa tipo roquera que antes traía, eso me agrado mucho ya que algunos de sus artículos eran demasiado ostentosos y prácticamente me daban miedo. Conversamos de muchas cosas sin sentido, hasta que llego el momento de la verdad, por alguna razón mi depresión se había esfumado completamente, ya no me importaba nada con referente a la familia Li o con el heredero de este clan, lo único que me importaba era el bienestar de tomoyo y su felicidad, por otro lado al contarle el por que estaba ahí con toda la tranquilidad del mundo solo me trajo una gran reprimenda de su parte, lo mismo que había hecho yo con ella cuando aun estábamos en la cama. Pero su tono de voz conforme iba hablando se iba suavizando, esto lo note de inmediato, ella nunca se atrevería o mas bien nunca podría enojarse conmigo por mas de un mísero minuto y mucho menos yo con ella. Para cuando llego la tarde ambas aun permanecíamos en su habitación, no queríamos que nada ni nadie nos interrumpiera en medio de nuestra dicha, pero aun así fue inminente el hecho de que yo debía hacer algo desde así ya muchas horas, "llorar" pero esta vez seria por otras razones, no por las que eran desde que inicie el viaje, esta vez lloraría por no haber podido ayudar a la persona que mas quería en el mundo cuando ella mas lo necesitaba, llore en su regazo por mucho tiempo, le pedí perdón tantas veces que esa palabra se quedaron grabadas en mi corazón junto con aquel sentimiento de agonía desesperante y esa impotencia absurda que comenzaba a aflorarse en mi corazón nuevamente, pero ella solo se limitaba a acariciar mi cabeza que en ese momento se encontraba en su regazo, mi llanto ceso repentinamente al verme metida en problemas muy serios, entre mis sollozos recordé que me había fugado de casa desde la media noche y que muy seguramente mis familia estaría muy preocupada por mi y lo que es peor aun, mi hermano incluso podría haber ido donde la familia Li solo para buscarme y matar a la fuente de mi sufrimiento. Pedí prestado el teléfono y marque de inmediato a mi casa. Dicho y hecho, todos estaban muy preocupados por mi, mi hermano ya casi estaba a punto de salir por la puerta principal con un hacha en mano rumbo a Hong Kong pero afortunadamente entre yukito y kero pudieron detenerlo, papa ya había mandado a llamar a la policía y todos lo vecinos y mis compañeros de clase e incluso los de los clubes deportivos me andaban buscando, papa fue el que respondió el teléfono y en cuanto escucho mi voz su semblante de preocupación desapareció, pero al darse cuenta mi hermano que era yo al teléfono se lo quito de las manos a mi padre y me regaño tan fuerte que tuve que separar mi oído del teléfono o me rompería el tímpano, lo ultimo que me dijo antes de colgar fue "moustro desconsiderado, mas te vele que no estés con el mocoso chino, y haber si ya te vienes de donde quiera que estés que ya me tenias muy preocupado "

Recibí una muy buena regañisa de mi hermano que duro por mas de media hora, ni siquiera me dejo decirle donde estaba, ni que die o a que hora regresaría, solo podía suspirar mientras esperaba a que su palabrería clásica terminara, cuando por fin alguien le pudo quitar el teléfono sentí un gran alivio, pues ya podría hablar yo, quien tomo el teléfono fue mi padre, le dije que había salido a buscar a tomoyo puesto que tenia muchas ganar de verla, el me pregunto sobre como le había hecho para viajar miles de kilómetros sin dinero y vistiendo únicamente mi pijama pero solo me limite a responderle una pocas palabras antes de despedirme y colgar "Desde ase mucho tiempo he querido contarte algo papa, ese algo te responderá muchas preguntas, pero, lo sabrás en cuanto regrese ". Mi padre se sorprendió al igual que tomoyo. Era algo que ya debía hacer, contarle a mi padre de mis poderes, de kero y de yue, del mago clow y de mis queridas cartas sakura.

Me quede unos días mas en la mansión de la familia Daidouji, con el pasar de los días me di cuenta de algo curioso, mis poderes mágicos habían regresado mas rápidamente de lo normal e incluso llegue a creer que habían aumentado así que para sacarme de la duda una noche en compañía de tomoyo convoque algunas cartas mágicas pero estas seguían teniendo el mismo poder de siempre, por otro lado mi báculo estaba mas radiante que de costumbre y debo admitir que al convocar a mis cartas su energía me parecía mucha mas brillante, incluso tomoyo pudo notarlo. Quería saber si lo que sentía era verdad, quería saber si mis poderes mágicos realmente habían aumentado y quería saber que tanto lo habían hecho, pero no savia como, hasta que recordé, había una carta que necesitaba mucha energía mágica para poder ser controlada "The time".

Lo que sucedió me sorprendió tanto que no savia que hacer, al convocar esta carta todo se congelo de inmediato pero no solo eso sino que yo estaba consiente, algo que jamás había logrado en mis años anteriores, siempre caía desmayada después de unos segundos, pero ahora ni siquiera me sentía cansada, las cosas se pusieron mucha mas extrañas al tocar a tomoyo quien de inmediato pudo moverse en aquel tiempo suspendido, ella jamás había visto tal cosa en su vida y al verse en esa situación lo único que izo fue dejar caer su cámara de video y abrazarme lo mas fuerte que pudo.

Como ya lo he dicho, con el pasar de los días las cosas se ponían mas extrañas, para el tercer día ya podía sentir la presencia de todo ser vivo en un radio de 50 kilómetros a la redonda, podía oír mas allá de lo inimaginable y mi vista estaba al 600 por ciento, era toda una locura, mis poderes aumentaban cada día y no sabia cual seria su limite. Debo admitir que esa semana fue de lo más terrible, una experiencia escalofriante que espero nunca mas sentir. Para cuando se cumplió el día séptimo aquel despliegue de poderes mágicos inesperados seso.

A por cierto, desde mi llegada tomoyo a dejado de ver a aquellos chicos pandilleros, pero como la amenazaron tuve que salir a defenderla y ponerlos en su lugar, se que usar la magia con estos fines no es muy bueno pero ellos se lo buscaron al meterse con mi linda tomoyo, en fin, por otro lado la señora sonomi estaba muy contenta de que su hija por fin había dejado el mal camino y ahora se portara como una chica normal de secundaria, aunque aun no regresaba a clases por que no quería estar ni un minuto separada de mi, ya hasta incluso dormíamos juntas, la señora sonomi noto el gran afecto que tomoyo me tenia y también que cuando yo llegue de improviso e ese lugar es cuando tomoyo comenzó a sonreír sinceramente. Durante todo el día de mi partida de regreso a Japón no pude ver ni a la señora sonomi ni a tomoyo, al parecer estaban teniendo una platica de madre a hija, se me olvidaba comentar que la señora sonomi me había reservado un vuelo a Japón en uno de sus jet´s privados, cosa que no necesitaba pero al ignorar ella el que yo tenia poderes mágicos no pude negarme.

Salí de la gran mansión completamente acongojada, no pude despedirme de tomoyo ni de la señora Daidouji, subí al avión completamente resignada por este hecho y me senté sin gana s en uno de los múltiples asientos, ni siquiera abrí los ojos al subir al avión, y tan triste estaba que ni sentí la presencia de alguien mas en ese lugar.

Al sentir uno labios tocar mis mejillas y oler aquel perfume tan exquisito supe de inmediato que tomoyo-chan estaba en es lugar, algo confundida abrí mis ojos y la mire, ella solo sonrío y me dijo "Nunca mas me separare de ti". Me puse tan contenta que solo pude abrazarme a ella tan fuertemente como mis brazos me lo permitían, durante todo el vuelo nos la pasamos conversando de viejas anécdotas de la infancia, pero ella procuraba no mencionar al joven Li, yo lo note de inmediato y le deje muy en claro que shaoran ya no me importaba en lo mas mínimo y que su preocupación era en vano. Hubo un momento en el avión en el que yo me quede dormida pero con el resiente crecimiento de mis poderes aun estando entre mis sueños podía escuchar el ruido a mi alrededor, y aun mas el armonioso canto de tomoyo-chan, quien me arrullaba con sus melodías como si yo fuese un tierno bebe que dormía entre sus brazos. Pronto deje de oír su hermosos canto y me moví un poco acomodándome mejor en sus piernas que con anterioridad había tomado como almohadas, ella rio encantada y susurro algo al aire creyendo que yo nunca escucharía, "Te amo Sakura Kinomoto, te he amado desde el momento en el que te conocí, quisiera poder tenerte a mi lado por siempre", diciendo esto serró sus ojos y dio un gran suspiro.

Yo no quise abrir mis ojos, tenia miedo de verla y tener que responderle en ese preciso momento, dude por un segundo, pero lo icé, me levante de entre sus piernas y la mire directamente a los ojos, ella sintió como yo me había levantado bruscamente y busco mi mirada. Estaba decidida, ella me amaba y yo a pesar de no saber muy bien lo que asía en ese momento acorte nuestras distancias lo mas que pude, la abrase y le susurre al oído "Yo también" fue lo único que alcance a decir antes de que mis acciones nos tomaran por sorpresa a ambas.

Hoe !!!!, no lo puedo creer, aun me sonrojo cuando lo recuerdo, mi primer beso con mi dulce tomoyo, fue una experiencia única en la vida que cada vez que puedo trato de repetirla, no me importa lo vergonzoso que puede llegar a ser, mi amor es mas grande y mi deseo no se queda atrás.

Bueno me despido, hoy es nuestro primer día juntas en la escuela y no quiero llegar tarde, cosa que ahora es casi imposible, ahora soy 300 veces mas veloz que antes, todo gracias a mi gran poder mágico. Hasta la próxima, mi querido diario personal.

Asi es como sakura kinomoto, la niña que todos conocemos ha comenzado a madurar tanto física como emocionalmente. Solo bastaron unos minutos a lado de tomoyo para que ella comprendiera lo que significaba el amor verdadero.

Nuevas aventuras les esperan a todos y esto apenas es el comienzo.

Les agradezco que leyeran este fic, se que no es muy bueno, pero que puedo decir, era algo que ya tenia ansias por postear, tengo pensado en un mínimo de 10 capis, pero eso dependerá si les gusta o no, porfa, sus comentarios son muy buenos para mi, soy nueva en esto y quiero saber como voy.

Atte: sakura-kine