Disclaimer: Que yo sepa desde la última vez que me miré al espejo ni soy Kirkman ni trabajo para la cadena AMC o la serie de The Walking Dead así que los personajes no me pertenecen. Únicamente robé a los personajes temporalmente para este... experimento.
Cosas como están acaban saliendo tras arrastrar ideas rarunas durante muuucho tiempo, ideas que finalmente ven una salida al comentarlas con más gente. Otra de esas ideas espero ser capaz de terminar escribiendo a modo de Crossover, of course. ¿Qué sería de la vida sin los crossovers y AU's? jajaja No me hagáis caso.
Advertencias: Creo que ahora le llaman Fluff, monería a mansalva, ganas de achuchar, niños a los que les comerías los mofletes sin contemplaciones, menciones de violencia, lenguaje... Como dice el sumario esto es un AU o UA, no lo olvidéis.
Hilos musicales durante la escritura: Dead Island Theme Trailer de Giles Lamb entre otras.
Su cuerpo frágil y diminuto temblaba entre las sábanas de dibujos de su cama. Sus manos sudorosas se aferraban a la almohada, queriendo empapar la tela con el sudor de su frente alejando el calor de su cuerpo. Pero no había manera, no lograba deshacerse de ese calor insoportable, que rayaba el dolor por momentos.
Clavó sus uñas en el colchón al voltearse sobre el mismo y fijar su mirada en el cielo. Un gemido de dolor, casi como el gimoteo de un cachorro, escapó de entre sus labios colocándose de lado en la cama en posición fetal.
Se mordió los labios obligándose a guardar silencio, a no sacar ruido a esas horas de la noche; no cuando el sonido del televisor funcionando aún llegaba a sus oídos. No podía quejarse, tenía que aguantar el calor y el dolor como fuera. Si llegaba a saborear la sangre en su boca, por voluntad propia, podía sentirse afortunado esa noche.
Apartó la sábana húmeda de su cuerpo y la arrastró con los pies hasta el límite del colchón. Se sentó con movimientos temblorosos en mitad de la cama y aferrando los bajos de la camiseta, se la sacó por la cabeza lanzándola al suelo. Se tocó el pecho sintiendo el sudor pegar su mano a él, el calor emanando como oleadas de aire seco de un maldito desierto.
Volvió su vista hacia la ventana y escuchó en silencio el zumbido del televisor encendido. Una gota de sudor descendió desde el nacimiento de su pelo por mitad de su frente hasta saltar de la punta de su nariz a sus piernas dobladas.
Necesitaba agua, refrescarse.
Sus ojos aterrizaron sobre el cuerpo adormilado de su hermano, cubierto con la sábana y la manta. No entendía cómo podía estar así…
Daryl se escurrió hacia la orilla del colchón y con sigilo apoyó los pies sobre el suelo de madera. Miró por encima de su hombro a la par que se levantaba de la cama, apretando los labios queriendo así silenciar el ruido de los muelles. Dio un paso tentativo sorteando su camiseta y un par de juguetes que había olvidado guardar antes de acostarse.
Pegó su mejilla a la pared y entreabrió la puerta ligeramente lo suficiente para comprobar que la luz casi fantasmagórica del televisor, iluminaba gran parte del pasillo. Sopesó la idea de ir a la cocina pero aquello le acercaba demasiado a la sala de estar. La opción más segura era el baño.
Contuvo la respiración al escuchar las bisagras chirriar ligeramente, pero nada más pasó. Un paso tentativo sobre el suelo del pasillo y después otro. Daryl se deslizó por la casa como un auténtico fantasma.
Mantenía los brazos abiertos, rozando con la yema de sus dedos la pared a medida que avanzaba hacia el baño. Se coló en el interior del servicio sin molestarse en encender la luz.
Alcanzó el taburete sobre el que su madre se afanaba en subirle para enseñarle a limpiarse los dientes en condiciones, y se colocó de puntillas sobre él. Alcanzó el interruptor de la pequeña luz sobre el espejo y lo presionó. Se tapó los ojos con el antebrazo mientras éstos se ajustaban a la incipiente luz.
Parpadeó molesto varias veces y finalmente giró el grifo del agua dejando que un fino de agua silencioso saliera de él. Metió sus manos bajo la fría agua, sonriendo aliviado por el contraste de temperatura. Se mojó la cara, la nuca, la frente. Se refrescó el pecho pero la espalda… El calor que irradiaba de ella era insoportable.
Se mojó la mano derecha y aferrándose al borde del espejo, alzó el brazo hasta alcanzar con su mano sus omoplatos.
Daryl sintió la sangre congelársele en las venas. Segundos después todo pareció acelerarse al igual que él. Tan pronto había estado subido al taburete como se encontraba en el suelo, con el taburete caído entre sus pies y la respiración acelerada que no lograba llenar sus pulmones de oxígeno.
La puerta del servicio se abrió de golpe y sus gemidos de sorpresa se convirtieron en unos de miedo al ver la expresión sombría de su padre en el hueco.
- ¿Qué cojones estás haciendo levantado?- Daryl tartamudeó una excusa pero estaba aún demasiado asustado como para hablar con normalidad.
Will entró en el baño, apartó el taburete de un manotazo y le agarró de un brazo poniéndole en pie con violencia, golpeándose con el lavabo en el codo. Siseó de dolor ganándose un apretón más fuerte en su extremidad.
- Yo me encargo.- Daryl miró con lágrimas en los ojos a su madre quien había aparecido de forma repentina. – He dicho que yo me encargo.- Dijo la mujer con vehemencia obligando a Will a salir del baño mientras ella se acercaba a su hijo para secarle las lágrimas.
- Si lo sigues tratando como un maldito niño nunca va a crecer.- Le espetó el hombre con sarcasmo saliendo de allí de vuelta hacia la sala de estar para ver el combate.
Mary Anne sonrió a su hijo menor y le besó la frente, arrugando el ceño en cuanto sus labios entraron en contacto con su piel.
- Estás ardiendo… Cariño, ¿te encuentras bien?- Daryl apretó los labios negando con la cabeza, un par de lágrimas se escurrieron de la comisura de sus ojos por sus mejillas.- ¿Qué te pasa, mi vida?
- No… No lo sé, mamá…- Daryl se abrazó a su madre con fuerza olvidándose que no llevaba su camiseta encima y que ella vería lo que él había sentido instantes antes.- Duele mucho.- Sollozó contra su camisón, aferrándose a él mientras sentía el roce suave de las manos de su madre en la piel de su espalda.
Daryl pudo sentir el latir acelerado del corazón de su madre contra su mejilla, cerró los ojos con miedo a lo que la mirada de Mary Anne pudiera reflejar.
- Tranquilo, cariño.- Dijo la mujer con voz entrecortada acunándole contra su pecho sin poder evitar que las lágrimas también brotaran de sus ojos.- Estoy aquí. Todo saldrá bien, no te preocupes.- Le prometió ella sin titubear besando el pelo de su hijo, acariciándoselo, dejando que el pequeño llorara entre sus brazos.
No sé exactamente cuánto se va a alargar esto pero no demasiado. Tengo ya un poco adelantado la siguiente parte así que espero no tardar en actualizar. En el próximo capítulo sabréis con exactitud qué es lo que se cuece en la "mansión" Dixon.
¡Gracias por leer a quien se haya atrevido! Cualquier comentario, sugerencia, idea, bufido dicho con educación claro, será más que bien recibido.
Gracias Cass por animarme a subir esta fumada de crack ;)
¡Nos leemos!
