Capítulo 1:

Advertencias


Fleur sintió el aire escapar de su pecho y el mundo se le detuvo en un segundo. La pequeña taza de té que tenía en la mano se tambaleó, amenazando con caerse y hacer estragos en la mesa y en su ropa. Bajó la taza sin tacto, lo que fuera que su hermano mayor hubiese querido decir murió en su garganta. Ambos pares de ojos azules se dirigieron hacia la zona este del patio, donde una figura bien conocida se acercaba montando.

Fleur trataba de procesar lo que estaba ocurriendo, hace un segundo estaba discutiendo con su hermano pacíficamente y sin preocupaciones la fiesta del fin de semana y ahora, frente a ellos se acercaba de manera lenta pero peligrosa la persona menos esperada: Hermione Granger.

El hermano de Fleur se levantó ofendido se su asiento, haciendo alarde de su estatura y musculatura, se cruzó de brazos mientras observaba a la joven acercarse a ellos- ¿Te has perdido Granger? ¿O es que acaso los tuyos han perdido toda dignidad? Digo, no es que les quedara mucho

-Cállate Fernán -Hermione detuvo a su semental frente a la mesa que ambos hermanos compartían- Sabes muy bien porque estoy aquí

- ¿Quién te dejó pasar? -Preguntó el hombre- Tal parece que los peones no saben dónde yace su lealtad

La castaña rodó los ojos y se acomodó el sombrero de paja- Digamos que, no tuvieron mucha opción -Hermione sonrió- En fin, sabes porque estoy aquí -La castaña mantuvo contacto visual con el hombre pero Hermione seguía sin escuchar lo que deseaba y se apresuró- Tu maldita cerca en el manzanar… parece que te has equivocado de terreno

-No, no, ese es MI terreno -El hombre de ojos azules permaneció retadoramente

Fleur observó a la chica y después a su hermano, observó que la ceja de la castaña se contraía lentamente y supo lo que seguía, conocía muy bien ese rostro, esa facción la había vito muchas veces a lo largo de su vida y la había memorizado de una forma casi asombrosa.

Hermione se humedeció los labios con la lengua y observó fijamente al chico Delacour- Te doy hasta el anochecer de mañana, ese es tu límite para levantar esa maldita cerca de mi terreno

Y ahí estaba, la tenue amenaza que Fleur predijo. Pero también sabía que Hermione Granger sabía cumplir con sus amenazas y lo hacía muy bien, su mente quiso viajar 3 años atrás pero se obligó a mantenerse atenta al intercambio de miradas y palabras

Fernán Delacour se acomodó el impoluto saco y dio un paso al frente- ¿Te atreves a venir a mi casa y amenazarme? Te podría sacar a patadas en cualquier momento, te podría sacar en una ambulancia

Los labios de la castaña se curvaron en una sonrisa- Como si pudieras hacer eso… estás advertido Fernán -La castaña tomó las riendas de su caballo y comenzó a andar. Se alejó un par de metros, se giró e intercambio una fugaz mirada con un par de ojos azules antes de seguir su camino y alejarse a toda prisa por el sendero.

Y nuevamente Fleur se paralizó, cuando creyó que todo había acabado, la joven la miró, no con la mirada que le otorgaba al resto de su familia, no con la mirada que hace segundos había tenido, era una mirada diferente y que inconscientemente erizaba la piel de Fleur.

- Estupida Granger -Fernán se sentó nuevamente, evidentemente malhumorado

Fleur se vio obligada a alejarse de sus pensamientos y recordó la acusación anterior- ¿Es cierto? ¿Cambiaste la ubicación de la cerca? -Fleur no necesito una respuesta cuando Fernán le desvió la mirada- ¡Por dios! -Fleur se tapó la boca- ¡Acaba de morir su padre!

- ¿Y qué? -El joven se veía herido- ¡Por dios Fleur! Compórtate como una Delacour… El viejo Granger muere y todos están ocupados, era el momento perfecto… Esas tierras son nuestras

Fleur se levantó de su asiento- Sabes muy bien que esas tierras ERAN nuestras, Henry Delacour la perdió hace 47 años, ahora son de…

- ¡DE NOSOTROS! -Fernán se levantó de su asiento, era ligeramente más alto que Fleur y era algo que siempre aprovechaba para intimidar a su hermana- Toda esa parcela es de nosotros, no importa lo que las malditas escrituras digan, esas tierras son de nosotros

Fleur tomó asiento nuevamente- Sabes que…

- Que no tienes el valor -Fernán permaneció de pie- Que eres débil… Eres una Delacour, compórtate como tal

Fleur no tuvo oportunidad de réplica, su hermano mayor se alejaba con dirección a la casa, Fleur se sintió incapaz de regresar a su desayuno. La guerra entre Delacour y Granger había existido mucho antes de que ella naciera, mucho antes de que su abuelo naciera. Una constante batalla entre familias, Fleur había sido criada desde pequeña para odiar y destruir a todo Granger. Desde que tenía uso de razón había sido inculcada en los mejores colegios, con los mejores modales y una alta ética y moral, pero si había un Granger de por medio, todo eso se iba al caño. Porque cualquier persona con sangre y apellido Granger era un blanco seguro para un Delacour y no importaban los recursos o las técnicas que fueran necesarias si el fin era destruir a uno. Fleur dejó salir un gruñido de frustración mientras maldecía su suerte.


Hermione desmontó de su caballo y le dio unas pequeñas palmaditas al animal antes de dejarle las riendas a su peón.

- Ahora sí que te has deschavetado

Hermione le sonrió a su amiga pelirroja- Que gusto verte por aquí

- ¡Una tontería! ¡Una completa falta de sentido común! -La pelirroja ignoró la bienvenida de su amiga- Ir a los terrenos Delacour es casi entregarles tu cabeza

Hermione rió- No seas paranoica, Fernán no es tan idiota para hacerme daño, yo solo quería hacerle saber que quiero la estúpida cerca de nuevo en su lugar

Ginny rodó los ojos- Entonces llama al oficial y que lo arresten, es ilegal cercar en el terreno de otros, te está robando tierras

Hermione rio- Bueno, solo lo detendrán si al caso unas horas y lo dejarán libre, me interesa que quite la cerca, no que vaya a visitar la delegación -Hermione sonrió pícaramente- Aunque, tengo un plan si él no llega a quitar la reja y dudo que le vaya a gustar

-Hermione -Ginny se acercó a ella- Creo que hay asuntos más importantes ahora que poner a un Delacour de vuelta a su sitio -La pelirroja se rascó la ceja- La situación financiera de la hacienda no es la mejor y

- Lo sé -Hermione la cortó, su tono de voz se había vuelto grave- Conozco muy bien las condiciones económicas que mi familia atraviesa

- Lo lamento amiga, pero ahora la responsabilidad es tuya… sabes que estoy para apoyarte -La pelirroja se acercó y abrazó con fuerza a su amiga. Su familia era de procedencia humilde pero siempre fiel a la familia Granger, El padre de Ginny había estado llevando la contabilidad de la familia por años. La pelirroja conocía muy bien la crítica situación.

Hermione dejó salir un suspiro- Me bañaré e iré a ver a los del banco, están preocupados por los créditos ahora que mi padre ha muerto

- ¿Venderás?

Hermione negó- No, jamás podría hacer eso… debe de haber una forma de salir de esta situación, hallaré una forma -La castaña comenzó a alejarse cabizbaja

Ginny sonrió tristemente a su amiga, sabía la gran responsabilidad que había heredado, toda una familia y apellido que salvar. Sabía que los bancos y algunos acreedores estarían ansiosos por despedazar a trozos lo poco que le quedaba a los Granger. Sabía lo ansiosa que estaba su amiga por poder evitarlo- Hermione -Ginny la llamó, la castaña ya se había alejado varios metros pero al escuchar su nombre se giró- Hermione -Repitió Ginny para estar segura de tener su atención- ¿Cómo está?

La castaña tensó la quijada, sabía muy bien a quién se refería su amiga, era una especie de pregunta y respuesta cómplice que mantenían- Más hermosa -Respondió quedamente

Ginny apenas alcanzó a escucharlo pero la respuesta era siempre la misma, Ginny preguntaba lo mismo y Hermione respondía lo mismo todas y cada una de las veces. Después Hermione desviaba la mirada y cambiaba de tema o se alejaba, como estaba haciendo justo ahora.


- ¿Crees que encuentre mujer esta noche, hermana? -Fernán miró su reflejo en el espejo por décima vez, mientras acomodaba un mechón de pelo

- ¿Mujer? Si te refieres a una dispuesta a casarse contigo, estoy segura que hay al menos 10 afuera deseando ser parte de la familia… si te refieres a un mujer pasajera, creo que hay 20 afuera, al menos -Contestó desganada

Al parecer el poco animo de Fleur paso desapercibido por su hermano, quien soltó una sonora carcajada- Siempre eres muy buena con los números

-Entonces quizás debas dejarme a cargo de algunos asuntos de la empresa -Soltó la rubia sin ninguna esperanza

Fernán gruñó- De nuevo con ese tema… sabes que no es posible, el mando del imperio Delacour pasa al hijo mayor

- Si, pero no implica que la hija menor no deba formar parte

Fernán arrugó la frente- Tienes una jugosa mensualidad, no pidas más… además, organizar fiestas se te da muy bien, Fin del tema

- ¿Ha quitado la cerca? -Fleur le tapó el paso a su hermano para evitar que se fuera

-La respuesta es la misma que hoy en la tarde… NO -trató de salir pero Fleur se puso frente a él

- El plazo vencía hoy

Fernán empujó con fuerza a Fleur-Yo no sigo ordenes de una Granger

La rubia se tambaleó pero la pared la salvo de una caída, observó con molestia a su hermano. Intuía que Hermione Granger no iba a dejar pasar esa ofensa, intuía que esa misma noche, Fernán desearía haber quitado la cerca.


Fleur saboreaba el vino mientras veía a lo lejos a su madre conversar con unas amigas, a su hermano coquetear con varias chicas, ella estaba rezagada en una esquina, tratando de no llamar la atención y pasar desapercibida. Porque lo que fuera a pasar esa noche, y que estaba segura que pasaría, no sería agradable y Fleur no quería verse implicada en ello.

Fernán nunca había retado a Eduardo Granger, ni una sola vez en sus 5 años al mando del imperio Delacour había osado retarlo. Fleur creía que la razón era muy sencilla: miedo. Fernán temía al viejo Granger, no importaba que la familia Granger se estuviera desmoronando económicamente, que el apellido perdiera fuerza y estuviera en condiciones óptimas de ser acribillado por el imperio Delacour, no importaba porque Fernán no haría ningún movimiento turbio para acelerar su derrota.

Fernán había enfrentado con su padre a Eduardo Granger e incluso había aportado a la bancarrota de la otra familia, pero cuando su padre falleció, Fernán no fue capaz de hacerle frente al viejo Granger. Quizás era porque era mayor, porque tenía mayor experiencia, porque su aspecto y presencia eran intimidantes, no importaba la razón, Fleur podía ver el miedo de Fernán al pensar siquiera en amenazar al patriarca. Pero ahora, su hermano se veía muy diferente, se veía más seguro de sí mismo.

Fleur sabía con seguridad que Fernán pensaba que Hermione Granger era un blanco fácil de abatir, sabía que la situación económica de la familia Granger era irremediable y que pronto, con un empujoncito, él podría al fin acabar con la familia Granger, después de 143 años de rivalidad, Fernán Delacour se llevaría el estandarte de victoria.

Fleur rió ante la idea, la situación era en extremo difícil para la otra familia, pero ella conocía a Hermione Granger mucho mejor que su hermano y ella no subestimaba el poder de la castaña. Fleur había aprendido de mala gana a tomar en serio las amenazas de la castaña.

Fleur detuvo abruptamente sus pensamientos cuando los murmullos en la fiesta cesaron y todas las miradas se dirigieron a la entrada. Podía ver al oficial de policía avanzar en la fiesta con un par de compañeros, se dirigían a donde estaba su hermano.

La multitud le impidió ver lo que ocurrió a continuación pero pudo ver a su hermano salir con los policías escoltándolo. Vio que su madre seguía a su hermano soltando improperios. Fernán no decía nada, salió del jardín en silencio sin mirar a nada ni a nadie.

Fleur podía sentir un nudo en la garganta, de todas las posibles venganzas que Hermione Granger pudo haber elegido, escogió la peor para Fernán Delacour: La humillación pública. Ella estaba segura que su hermano no pasaría en la delegación ni un par de horas y que la gente hablaría por un día quizás y que su madre se encargaría de acallar a todos. Pero también estaba segura que este hecho quedaría pegado de por vida en el orgullo de su hermano, que todo el mundo lo olvidaría menos él.

Fleur también daba por sentado que con esto Hermione Granger no ganaría el respeto de su hermano, que por el contrario, Fernán querría devolverle el golpe con más fuerza, querría humillarla, hacerle pagar. Pero con Hermione Granger no se podía jugar a las patadas sin salir muy lastimado.

Fleur miró con tristeza su copa de vino sin acabar y se dirigió hacia la casa en busca de su bolso, le tocaría ir a sacar a su hermano de la delegación.