Summary: -Nadie es aquí quien debería ser ¡Te ordeno que me digas ahora que demonios pasa aquí Cullen! ¡Ahora!- grite desesperada -Bien, si eso es lo que quieres…
La autora dice: Wola espero que le guste la historia, es mi primer fic, así que no me golpeen mucho, vale??? Pórtense mal.
Aclaración: Los personajes no son mios, son de la magnánima y asombrosa Stephanie Meyer (que es tan cruel por no terminar Sol de Media Noche!!!!) Si fuesen míos los personajes, le hubiera puesto a la protagonista mi propio nombre y que el vampiro viviera a lado de mi casa XD
PRIMERA PARTE
Aquella noche, cuando todo inició
"Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos"
Camine dos cuadras para llegar a mi casa, el frió de la noche casi me congelaba ese 1º de Diciembre, pero el abrigo que me regalo mi hermana en navidad ayudaba mucho. Dos parejas a lo lejos se abrazaban, entrelazando sus labios y me sentí completamente sola. ¿Por qué yo no podría tener eso?
Llegue a casa rápidamente y busque las llaves dentro de la mochila, al girar la perilla me encontré con mi abuela sentada en su silla delante del comedor. Se veía cansada, desde hace tres meses había estado tomando una nueva medicina que parecía no funcionar. Me tenía muy preocupada, había bajado de peso y siempre estaba cansada. Le bese la frente y subí a mi cuarto.
La luna se asomaba en el cielo negro cuando salí al balcón a respirar aire fresco, llene mis pulmones hasta que ardieron. Había veces esta clase de noches, en que me sentía sola, a pesar de estar rodeada de gente que me amaba. Acaricie el barandal de hierro negro y mire la lejanía. La luz del astro reflejaba una belleza interna en el bosque que colindaba con mi casa.
-¿Ya llegaste? –pregunto mi hermana
-No Alice, aun estoy en la escuela –la bromee
-Ja Ja Ja –imito una risa sarcásticamente con su voz cantarina – ¿la abuela ya se durmió?
-Mmm… supongo que esta en eso, me dijo que solo estaba esperando a que me fuera a dormir, ¿porque? –mi pequeña hermana tramaba algo, la conocía mas que a nadie en el mundo
-Por nada, ¡Eres tan desconfiada! –me saco la legua mientras tomaba el suéter azul de mi armario
-Alice, no me mientas –le dije
-No miento Isabella Jones, lo juro –prometió con la palma derecha, como cuando éramos niñas
-Si, claro –eso también fue sarcasmo
-A ver señorita "desconfiada" ¿porque lo dices? –se sentó y vio la hora en el reloj a lado de mi cama
-Bien, ya sabes que se me da esto de ser intuitiva –cuando me convenía claro estaba –prueba A) traes puestos los zapatos flats azules a tono con el suéter que acabas de sacar –la señale con el dedo –prueba B) ¿para que preguntarías por mi abuela si no tramas algo?
-Pues…-trato de defenderse
-Aun no termino. Prueba C) Tenias el espejo detrás de ti cuando cruzaste los dedos pequeña tramposa –rió por el nerviosismo –y la ultima, haz mirado ese reloj al menos tres veces desde que llegaste
-Bueno lo admito deberías ir a CSI MIAMI, si que eres buena
-Lo se-me reí con ella –y bien, me dirás que tramas
-Solo saldré con Eliott, me invito al cine y antes de que me digas un sermón, te digo que apenas son las ocho. Y Eliott me dijo que regresaríamos a las diez y media, así que no habrá problema con mi abuela
-Mmm…, no lo se
-Oh vamos Bella, no seas así –rogó con sus ojitos de gatito de Shreek
-Controladora, bien ve
-Yes –cerró su puño en forma de ganadora y salio de mí cuarto
-Espera, no llegues tarde. Nada de alcohol y drogas. Me llamas cuando estés allí y llevate el celular. Estaré esperándote y…
-Bella, respira por Dios –me tomo de los hombros –a veces pareces mas abuelita que Doña Marie Jones
-Ja Ja Ja- la imite
Corrió por sus llaves en cuanto vio en el pórtico a Elliot con su carcachita negra. Era un buen chico, conocía a su madre, su casa y lo mejor…el teléfono de el jefe de policía. Así que Alice no corría peligro estando con el. Pero aun así, me sentí ansiosa cuando saco la mano fuera del coche para despedirse.
Me recosté en la almohada con el cuerpo de costado, para poder apreciar la fotografía que estaba en el buró de mi cuarto. La sonrisa de mis hermanos en aquella ocasión era inmensa, Emmett llevaba el chaleco militar que le había regalado Alice en navidad. Alice con su pequeña blusa tejida, por mi abuela, que había cortado un poco para que se viera mas "moderna", cosa que a Emmett no le pareció, ya que según el se le veía un poco el ombligo. Estábamos abrazados delante de la reserva de La Push, en donde casi siempre pasábamos los veranos. Sonreí al notar que Emmett me traía cargada en brazos porque según el: no podría llegar a la orilla sin caerme. Lo extrañaba tanto, había veces que me ponía su suéter (que me quedaba gigante) para poder oler su colonia. Parecía que se había ido hace siglos y solo había pasado un año en la facultad de ingeniería. Suspire por segunda vez en el día.
Talvez si estas exagerando Bella, me dije. Prendí la televisión que estaba en mi cuarto, tratando inútilmente de dejar de ser tan preocupona. Pero había siempre en este tipo de noches algo que me inquietaba, me sentía triste a veces sin razón, podía pasar por deprimida o algo así, pero sentía que era algo mas. No seas tonta Bella Jones, estas volviendo a ser una viejita.
Toc Toc, toque en el cuarto de mi abuela. Doña Marie Jones (como le llamaba Alice) estaba viendo su programa de la noche, con un café a lado del buró impregnaba toda la estancia.
-¿Abuela? –la llame -¿quieres que te traiga tus medicinas?
-No querida, gracias –toco mi mejilla con su arrugadita mano – estaba pensado en ti ahora mismo. Sabes, eres la mas madura de tus hermanos. A pesar de que eres la melliza de Alice, son tan diferentes –suspiró –Y ese Emmett tan grandullón y celoso con sus hermanas
-Si, ese es Emmett –le sonreí
-Debes cuidarlos, cuando yo ya no este –no me miro, pero su voz estaba llena de dolor
-No abuela, no digas esas cosas- le tome la mano –tu siempre vas a estar, eres inmortal ¿recuerdas?
Hace 13 años….
-No quiero, no quiero que vallas abuela
-Pero mi pequeña Bellota, solo será un momento, pronto estaré en Forks –me consoló entre sus brazos
-Es que… no quiero –solloce
-Se que es difícil mi Bellota, pero debo ir en el avión para poder regresar prontísimo con ustedes, ¿sino quien te dacha tu leche especial de la abuela?- me suplico
-Pero…pero abuela y si- solloce –te vas a cielo como mis papas –llore en su hombro al abrazarla –ellos se fueron cuando estaban en el avión y ya no regresaron –aferre mis manos a su blusa
-No, te lo prometo, no pasara nada –me miro a los ojos – es mas –dijo suavemente –¿te cuento un secreto?-yo asentí –pues, no puedes decírselo a nadie ehh –negué con la cabeza- pues así como me ves, soy inmortal y nunca me alejare de ustedes
-¿Inmortal abuela?, como en las historias de vampiros de Emme
-Si como esos, soy una vampiro –sonrió mostrando los dientes blancos que no parecían muy afilados –pero de los buenos y siempre voy a estar con mis pequeños
Fin del recuerdo…
-Si claro mi Bellota, soy inmortal –sonrió con esos ojos azules, los mimos que Emmett poseía –ahora ve a cenar algo, me dices cuando llegue Alice –me sorprendí, pesaba que ella no notaba cuando mi hermana salía de noche –Y no pongas esa cara, que los vampiros lo sabemos todo
Le sonreí y salí de su habitación
Cinco horas mas tarde…
-¿Bueno? –conteste el teléfono
-¿Isabella Jones? –contesto una señorita
-Si, soy yo –dije nerviosa
-Buenas noches señorita, hablamos del Hospital "Clallam Country", su hermana esta internada
-¡¿Qué?!
