Capitulo 1

Hay algo en este mundo que todavía nadie ha visto, es algo amable y muy dulce. Y si has podido fijarte en ello, entonces, lo desearías. Por eso el mundo lo ha escondido, para asegurarse de que no cualquiera pueda ponerle la mano encima.
Esa persona que se supone lo encontrará, es también la que será capaz de encontrarlo. Así es como es.

Kurt se levantó como cada día, fue al baño y se apoyo sobre la pica mientras se miraba al espejo y jugaba con sus mechones de pelo intentando peinarlos cuando se encontró con una revista nueva que parecía ser de Finn, su hermano, era la típica que Kurt leía y sabia que todo era mentira pero que a Finn le encantaba leer.

Parecia que Kurt no se había levantado con buen pie porque al deshacerse de la revista y tirarla a la papelera acabó tirando todo lo que había en su interior por el suelo, y por si eso fuera poco, acabó encontrando en una esquina de la pared: moho, del cual había intentado deshacerse toda la semana limpiando la casa. Estaba algo obsesionado con la limpieza desde que Carol y Burt casi no estaban en casa y tenia que encargarse de todo porque Finn especialmente no sería el que haría este tipo de trabajos.

Kurt acabó de limpiar el moho de la esquina de la pared cuando se dedico a acabar de recoger la casa olvidándose de sus rituales de belleza y el tener que arreglar su pelo. Fue hacia el salón y se encontró con Finn durmiendo en el sofá y habiendo dejado un montón de ganchitos por el suelo, suspiro y fue a destapar la jaula de Zazu, un nuevo pajaro que le compró Burt antes de que el y Carol empezarán a faltar frecuentemente en casa.

Finn habia decidido dejar el instituto para ponerse a trabajar y poder ayudar en casa mientras Kurt acababa su ultimo año en el instituto y llevaba mayormente las tareas de la casa.

"Vaya, no se te ve muy motivado para ser tu ultimo año de instituto" - Dijo Finn rascándose los ojos aun tumbado en el sofá y mirando a Kurt con los ojos entrecerrados.

"Será porque tengo que ocuparme de todo en esta casa y ni siquiera he tenido tiempo para arreglarme" - Dijo Kurt con la voz cansada.

"Si claro, ¿Puedes abrir las cortinas?" - Murmuro Finn desde el sofá quitando importancia al comentario de Kurt

"Estan abiertas" Dijo Kurt señalando la ventana donde parecía que el nuevo bloque de pisos de al lado había terminado sus obras y había eclipsado totalmente la ventana del salón, sin dejar ni un rayo de luz entrar por la ventana.

Finn miró hacia la ventana y se sentó en el sofa mientras se estiraba - "Parece que todo el verano que hemos pasado fuera se han dedicado a hacer el nuevo apartamento de al lado"

"Me pregunto qué clase de vecinos tendremos" - Dijo Kurt soltando un suspiro mientras cogía su ropa para vestirse.

Tras un rato arreglándose el pelo y acabándose de vestir, Kurt salio por la puerta mientras oía a Finn quejarse de que Kurt le estaba "abandonando"

"Te he preparado la comida, esta en la nevera" - Añadió Kurt a las quejas de Finn antes de cerrar la puerta.

Caminó hacia la escuela perdido en sus pensamientos sobre como irían las clases hoy y preocupado por si Finn se las apañaría sin él en casa.

Cuando se dio cuenta ya había llegado a la escuela y un montón de alumnos se reunía fuera intentando ver en que clase les había tocado este año, Kurt se acercó y visualizo la lista hasta encontrar su nombre en ella, en ese mismo momento una mano alcanzó su hombro.

"Yep" - Dijo Blaine con una sonrisa ¿Volvemos a estar en la misma clase no?

"Eso parece" - Kurt sonríó de vuelta y ambos caminaron hacia su clase.

Blaine era el mejor amigo de Kurt, siempre que Kurt se veía metido en líos Blaine estaba ahí para ayudarle, sobretodo desde que se cambio de instituto y decidió dejar Dalton, el chico llevaba dos años en el Will McKinley y este era el segundo que iban a estar en la misma clase, cosa que a Kurt le aliviaba ya que no le gustaba empezar las clases sin conocer a nadie.

"¡Kurt!" - Dijo una voz a lo lejos que a Kurt le sonaba muy familiar.

Kurt se giro y no pudo evitar notar sus mejillas sonrojadas al ver a un chico rubio de ojos verdes con labios carnosos acercarse a el y sonriendo de lado, era Sam, un chico que le gusta desde hace tiempo y que siempre que lo ve hace que a Kurt se le sonrojen las mejillas y no pueda formular bien sus palabras.

"Hey Sam" - dijo Blaine cuando lo vio - "Este año vamos otra vez los tres juntos ¿Que buena noticia no?"

"¡Si lo es! ¿Te acuerdas de mi verdad, Kurt?" - Dijo el chico de ojos verdes acercándose más a Kurt haciendo que no pueda evitar sentir un escalofrío que le recorría todo el cuerpo y que sus mejillas se sonrojaran más.

"¿Sam Evans, verdad?" - Intento formular la pregunta aún sonrojado y intentando no mirar a Sam a los ojos ya que el chico cada vez estaba más cerca con su sonrisa encantadora y sus ojos verdes vidriosos.

"Vaya parece que te acuerdas incluso de mi apellido, Kurt" - Dijo sin perder la sonrisa y guiñandole un ojo a Kurt amablemente.

Kurt sentía que quizás se había sobrepasado al decir también el apellido de Sam, ya que nunca habian tenido una conversación lo bastante extensa como para parecer amigos como lo era con Blaine, pero se desvió la atención del tema cuando Sam empezó a correr por los pasillos, despidiéndose con la mano y añadiendo un - "nos vemos en clase" - se le veía emocionado por empezar las clases, cosa que para Kurt era verdaderamente extraño ya que él hubiese preferido quedarse en casa.

Al poco rato un silencio incomodo se hizo en el pasillo del McKinley, solo se escuchaban unos leves pasos y un murmullo de gente hablando en susurros, Kurt aprovechó la situación y decidió ir al baño a mojarse la cara para disimular sus mejillas rojas, se despidió de Blaine y caminó por el pasillo lentamente nublado por sus pensamientos hasta que accidentalmente se chocó con alguien, un chico alto de ojos verdes, delgado y con una sonrisa burlona que se desvaneció al chocarse con Kurt, los murmullos iban cada vez a más cuando ambos se chocaron, el chico parecía enfadado y a la vez su mirada era solitaria, no entendía muy bien como había llegado a esa conclusión pero así lo parecía.

"Seb-" Kurt no pudo acabar de decir el nombre cuando recibió un empujón que lo apartó del camino de Sebastian y pudo observar como se alejaba lentamente.

Sebastian Smythe es un chico que el año pasado estaba estudiando en Dalton, un instituto que para acceder necesitas tener dinero y una gran reputación, por lo que a Kurt le extrañaba bastante que el chico se encontrara en su instituto ya que era de los más accesibles económicamente y probablemente perdería su gran reputación. Supuso que los murmullos se crearon porque Sebastian no tiene muy buena fama en este instituto ya que ha tenido más de un encontronzado con varios alumnos del McKinley.

Kurt analizó todo esto mientras se mojaba la cara en el baño y respiraba profundamente antes de dirigirse a su clase y saber que volvería a ver a Sam.


Pasaron varias clases y Kurt ya estaba cansado, probablemente era normal ya que hacia mucho que no estudiaba por las vacaciones.

Estaba sentado en su mesa arreglándose el pelo cuando se dio cuenta que Sebastian estaba sentado en la misma mesa que Sam hablando de sus cosas y parecía que se conocían de toda la vida, cosa que Kurt no entendía ya que Sebastian no era amable con nadie y parecía que Sam le había caido bien. Por otra parte no le sorprendió que Sam estuviera con el ya que el chico era muy amable con todo el mundo y pocas veces, por no decir ninguna había tenido problemas con alguien.

"Así que el temido Sebastian cara ardilla ahora era amigo de Sam" - Murmuró Kurt para si mismo

"¿Estás bien?" - dijo Blaine mientras se acercaba a la mesa de Kurt

"Si supongo" - Dijo Kurt con un tono no muy convencedor.

En otras mesas se podía oir un murmullo de gente hablando del encontronazo que habían tenido Kurt y Sebastian en el pasillo y comentaban que podrían tener más ya que al parecer, Sebastian no solía hablar muy bien de Kurt y ahora iban a estar en la misma clase.

En la mesa en la que estaban Sebastian y Sam se podía observar a Sam hablando eufórico sobre algun tema que parecia no importar mucho a Sebastian ya que el estaba mirando atentamente a Blaine.

"Sebastian ¿Que miras?" - Dijo Sam dandole un toque a Sebastian en el hombro cuando lo vio mirando fijamente a Blaine.

"N-Nada" - Murmuro Sebastian sin sonar muy convincente - "Es solo que ese Kurt Hummel no me da buen rollo" Dijo con un toque engreído y sonriendo de lado con su sonrisa burlona y mirando de nuevo a Sam.


Kurt no tenía muy claro que hacer al acabar el instituto, quería ir a la famosa escuela de arte de NYADA pero a la vez quería ir a una escuela de diseño de moda, pero ambas parecían lejos de su alcance así que la directora se pasaba el día llamándolo para saber si ya había tomado su decisión pero eso solo hacia que Kurt se liara más y no tuviera nada en claro.

Acabó de hablar con la directora y fue a buscar sus pertenencias cuando un fuerte ruido vino de dentro de la clase, Kurt entró y miró a su alrededor viendo varias sillas tiradas por el suelo y al fondo en una esquina estaba Sebastian sentado encima de una mesa luciendo con su ropa elegante y con una sonrisa bulona pero a la vez se le veia algo nervioso, sus ojos verdes casí no se podían apreciar porque se encontraba mirando al suelo. Kurt rodó los ojos al verle sin entender muy bien que había pasado pero decidió ignorarlo, se acerco a su mesa y cogió su mochila cuando escuchó un gruñido que provenía probablemente de Sebastian.

"¿Que estas haciendo?" - Dijo Sebastian con un tono seco mientras se levantaba de la mesa.

Kurt se giró y miro al chico que parecía algo nervioso aunque su tono no lo era para nada.

"Simplemente entré a por mi-" Intentó decir Kurt antes de ser cortado por Sebastian.

"¿Esa es tu mochila? ¿Tu asiento no era ese?" - Dijo el chico señalando otra mesa que no era suya aún con un tono seco y despectivo, pero Kurt pudo notar algo de nerviosismo en ese tono. - "Eres peor que una pesadilla Hummel" - Sebastian se acerco a Kurt y intentó quitarle la mochila.

"¿Pero por que quieres mi mochila?" - Dijo Kurt tirando del otro extremo para que Sebastian no pudiera cogerla.

Sebastian suspiro, soltó la mochila sonriendo sarcásticamente a Kurt y retrocedió hacia la puerta de salida empujando las sillas que habían tiradas en el suelo alejándose de el sin articular palabra.

"Seb-" - Intento decir Kurt antes de que se fuera pero de nuevo, Sebastian le cortó

"¡Idiota!" - Gritó Sebastian cerrando la puerta de un portazo.

Kurt rodó los ojos y suspiró sin entender nada, cogió sus cosas y fue camino a casa. Cuando llegó a casa vio que Finn no estaba y probablemente sería porque estaría trabajando así que cogió algo para picar y subió a su habitación para hacer sus deberes aunque no estaba muy centrado con todo lo ocurrido.

Mientras hacia los deberes se acordó que tenia que rellenar el cuestionario que le dio la directora para decidir que quería hacer después del instituto así que se levantó, abrió su ventana para airear un poco el cuarto y fue a por su mochila buscando el cuestionario.

"¿Que es esto?" - Murmuró Kurt para si mismo al encontrarse con un sobre en el que ponía "Para Blaine Anderson" en la parte delantera y en la trasera "De Sebastian Smythe". Era un sobre bastante serio y elegante así que pensó que sería algo de la escuela pero Kurt no pudo evitar soltar una leve risa y empezar a bromear con el sobre como si fuera una cara de amor de Sebastian para Blaine pero obviamente, no la iba a leer y mucho menos pensaba que era una carta de amor así que decidió dejar el sobre en su mesa de estudios, pudiendo ver por la luz de la lamparita que el sobre estaba vacío, Kurt le quitó importancia y preparó la cena dejando algo para Finn en la nevera antes de irse a dormir.


Eran las 2 de la mañana cuando Kurt empezó a escuchar sonidos raros en la casa y por la hora no sería Finn ya que tenia el horario de noche, se asustó al ver que había dejado la ventana abierta, miro a su alrededor asustado y vio una sombra que se acercaba a el con mala intención. Kurt encendió rápidamente la luz y pudo ver a Sebastian con un rostro palido y enfadado.

"¡Sebastian!" - Grito Kurt enfadado y asustado a la vez "Se puede saber que-" No pudo acabar la frase cuando Sebastian lo acorraló contra la pared con ambas manos alrededor de la cabeza de Kurt.

"Voy a tener que matarte por ver lo que has visto, así que olvídalo" - Dijo con un tono muy ironico y enfadado mientras miraba a Kurt a los ojos

"Ah esa cart-" - Kurt intentó articular palabras pero se vio más presionado contra la pared al mencionarlo

"¡Te he dicho que lo olvides!" - Gritó Sebastian de nuevo

"Pero como lo voy a olvidar" - Dijo Kurt sin entender muy bien la reacción de Sebastian y dudando que la carta no fuera una carta de amor.

"Callate, simplemente la has leido ¿no?" - Dijo Sebastian de nuevo pero ahora algo sonrojado

"Yo intentaba decirte qu-" - Kurt no pudo acabar la frase

"Tienes que olvidar que yo quería darle esa carta a Blaine" - Gritó de nuevo sonrojado y apartándose de Kurt mientras se daba la vuelta y Kurt pudo notar que esa carta tenía mucho significado para Sebastian.

"Solo quería decirte que el sobre estaba vacio" - Dijo Kurt con tono de frustración y suspirando tranquilamente al ver que Sebastian se había alejado de el

El chico dio un puñetazo a la pared y su rostro se volvió más rojo y enfadado que antes, Kurt intentó acercarse pero antes de eso, Sebastian cayó al suelo quedando sentado en el suelo y se podía escuchar la leve voz del chico diciendo - "Vacia..." - lucia pálido y un sonido salia de su estomago cuando Kurt enseguida lo relaciono con la posibilidad de que Sebastian tuviera hambre.

Kurt sacó la comida de la nevera de Finn y le sirvió la cena sin entender muy bien porque se estaba comportando así con el, pero a Kurt siempre le ha podido el ver a alguien sufrir así que no iba a dejar a Sebastian pálido, tirado en el suelo y con el estomago sonando cada vez más fuerte. Se sentó junto a Sebastian y pudo obserbar como el chico empezó a engullir la comida como si nunca hubiese comido antes y Kurt no podía dejar de observar la escena sin entender nada.

"Que hambre tienes..." - Susurró Kurt con el miedo de lo que pudiera decir Sebastian.

"Estoy cansado de comprar en el 'mini super'" - Dijo Sebastian aún con comida en la boca y sin mirar a Kurt

"¿Mini super? Si tu vienes de una familia millonaria y de alta reputación" - No pudo evitar una leve risa al escuchar lo que dijo Sebastian y verlo lleno de comida por toda la cara.

"Es una larga historia y que precisamente no le contaría a la peor de mis pesadillas" -Sebastian cogió una servilleta indignado por la risa de Kurt y lo fulmino con la mirada después - "Esto no habría pasado si no hubieses puesto tu mochila donde no tocaba"

"Todavía tienes comida por la cara" Añadió Kurt rompiendo a reír durante un rato hasta que se le pasó al ver a Sebastian rojo y avergonzado. "Una carta de amor no es nada embarazoso, simplemente espera" - Kurt se levanto para salir de la habitación pero antes de salir añadió. "Bueno, quizás de Sebastian Smythe si que es algo vergonzoso" - Sebastian se puso más rojo, esta vez ya no era de vergüenza si no de rabia pero no pensaba moverse ya que pensaba devolvérsela a Kurt cuando volviera.

Kurt llegó con una caja llena de cds y libretas, Sebastian miro la caja sin entender nada y luego miro a Kurt extrañado.

"Quieres saber que es ¿Verdad? Es una lista de canciones que le cantaría al chico que me gusta si se me diera la oportunidad" - Sebastian seguía sacando cosas, esta vez un cd - "Y ese sería el CD que pondría en el coche si viajo con el, que por cierto, no tengo carnet de conducir así que todo esto se haría realidad probablemente en años pero yo ya lo tengo todo planeado y como no tengo la suficiente valentía de decírselo pues aquí esta todo guardado, tienes que tener valentía y decírselo a esa persona así que confía en ti mismo"- Kurt ni siquiera sabía porque estaba diciéndole todo eso a Sebastian pero supuso que al verlo tan indefenso le pareció bien dar un consejo.

"Te ofrezco esto a ti Sam Evans.." - Dijo Sebastian leyendo algo que había en la caja

"si algo-" Kurt no pudo acabar la frase cuando se dio cuenta que Sebastian había cogido uno de los cds que tenia pensado dar a Sam como un regalo de cumpleaños, no pudo evitar ponerse muy rojo y quitarle el CD de golpe

"Asi que te gusta Sam" - Dijo Sebastian como si no le sorprendiera nada y con un tono bastante seco.

"¡Pero serás idiota, deja eso Sebastian!" - Kurt se abalanzó hacia el para quitarle el CD pero no pudo y Sebastian seguía leyendo lo que ponía en ese CD.

"No te me acerques, porcelana que todavía eres capaz de romper tu horrible cara de mujer" - Dijo Sebastian apartándose de Kurt pero Kurt no pudo evitar darle con el puño en el hombro a Sebastian bastante enfadado.

"Y ahora, es tarde, largate a tu casa y dame el CD" - Dijo Kurt aún enfadado y con un rostro neutro pero sus ojos azules brillaban por frustración - "Tenemos el mismo dilema así que tu no digas nada y yo no diré nada ¿Suficiente?"

"No" - Dijo Sebastian sin mirar a Kurt.

"¿Como que no? Te he dado de comer y todo así que largate" - El rostro de Kurt se descompuso al escuchar el no del chico y le miro alzando una ceja "Finn va a llegar enseguida así que vete, por favor" Dijo sin muchas ganas de discutir más.

"De ninguna manera, no te creo además creo que lo de las cartas de amor es más vergonzoso, es horri-" - Dijo Sebastian cabizbajo antes de ser cortado por Kurt.

"Mira, te ayudaré mañana con el tema de Blaine pero ahora déjame tranquilo, ya has molestado suficiente" - Soltó Kurt sin saber muy bien que estaba diciendo.

"¿Me ayudaras?" - Dijo Sebastian mientras miraba a Kurt de reojo.

"Lo haré, pero te lo repito, es tarde" - Kurt añadió llevándose una mano al pelo sin saber que más decir para que Sebastian se fuera de casa

A Sebastian se le cambio la expresión enseguida cuando añadió - "Así que serás como mi perro, y me obedecerás" - El chico río sarcásticamente y luego miro a Kurt - "No sabes donde te has metido Hummel."

Antes de que Kurt pudiera añadir algo Sebastian ya había salido de la casa y Kurt se sentía exageradamente cansado después de tantos sucesos en un día así que recogió todo y se fue a dormir sin querer pensar en el lio que se había metido porque ese chico que parecía indefenso y que pedía su ayuda solo era el Sebastian Smythe del que todo hablaban haciendo las suyas.