Bueno, esta es mi primera historia de Once Upon a Time. Espero que os guste y solo os digo una cosa, este no me costó nada hacerlo, me encanta la pareja.
Si lo leéis, decirme que os parece y si queréis más, solo pedírmelo ¿de acuerdo?
P.D. He cambiado algunas cosas porque me he equivocado con el color de los ojos de Emma. ¡Son verdes no azules!
Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, porque si me perteneciera… Ay si me perteneciera…
Feelings
Estaba sentado en el camarote del Jolly Roger, mirando por la ventana. Maldita Zelena, maldita su suerte, maldita Swan, por robarle el corazón que había negado vehementemente poseer por varios siglos…
Pero a quien negar, aunque estaba hechizado, sus sentimientos seguían ahí. Sabía que esos días cuando tenia a la rubia a su alrededor su humor empeoraba, pero era por culpa de esa bruja a la que ahora tenia en su lista negra, incluso por encima del cocodrilo.
Recordaba cada una de sus sonrisas, el brillo de emoción en sus ojos verdes cuando le mostraba cualquier progreso con su magia, las miradas de tristeza al ver a sus padres y su hermano no nato y pensar en todo lo que había perdido. Conocía esa pequeña costumbre que tenia de entornar los ojos con exasperación cuando el decía alguna tontería, sabía que adoraba a su hijo con locura y sabía que ella aun no recordaba su promesa… la cual el cumplía cada día desde que se la hizo.
Se levanto y subió a cubierta, respirando el aire puro… Pero no se la saco de la cabeza, ya que el mar le recordaba tanto a ella. Los dos eran indómitos, imprevisibles, bellos…
Alto Killian… se dijo a si mismo…
¿Por qué iba a negarlo?
Se había dado cuenta hacia mucho tiempo, casi no podía saberlo con certeza, que la princesa había removido los cimientos de su vida de pirata, volviendo a sacar al joven teniente que tenia escondido desde la perdida de su hermano.
Pensó en cada momento que había vivido con ella. En apariencia tan dura, pero por dentro tan frágil. Tenía un alma limpia, tan reluciente y brillante que casi le dolían los ojos. Por eso trataba de alejarse de ella. No se sentía ni digno ni merecedor de los sentimientos que profesaba por su princesa.
¿Desde cuando eres un cobarde Killian? Murmuro enfadado… sin saber que había alguien mas mirando sus pasos meditabundos por la cubierta del barco.
