::NOTAS INICIALES:: ¡Hola! Este es mi primer fic de Yugi-Oh! Que hago y espero que les guste y no les moleste el trío. Ji-ji-ji es que me gusta mucho este trío y decidí escribirlo. En fin Yugi tendrá que aprender mucho sobre el amor pero en especial a no dejarse atraer por el placer aunque ese amor sea de un antiguo enemigo, mientras que Yami luchara por él. En fin espero que les guste la introducción y por favor dejar reviews…ahora sheken.

::MIEDO EN EL CORAZÒN::

::CÂP.Nº1: HECHIZO::

…Domino…

Habían pasado muchas cosas desde que Yami ahora vivía mas tranquilo con Yugi. Ahora él dormía junto a el pequeño en la misma habitación pero en distintas camas.

Era ya de noche y se podía ver una suave y silenciosa lluvia que se impactaba en la casa-tienda de videojuegos, el Faraón aun seguía despierto algo le incomodaba, barajeaba con gran destreza unas cartas de tenia en la mano, mientras miraba las calles por la ventana, siempre con su mirada seria.

Luego miro al chico de piel blanca, en la cama durmiendo tan pacíficamente; se acerco a su cama y lo observo por algunos momentos, se sentó junto a él, mientras colocaba su baraja en la pequeña mesa que estaba cerca.

No lo dudo ni un segundo y acaricio la mejilla del chico con ternura, sin despertar al durmiente. Se quedo pensando unos momentos, asía unos días que Yugi se comportaba muy extraño con él y eso lo tenia preocupado, de pronto noto que el pequeño empezó a mostrar una cara de desagrado, de molestia.

-Mmmm…¡no lo hagas, por favor!-Murmuro el joven con mucha molestias, moviéndose en la cama, apretando sus ojos.

Yami se sobresalto intrigado, paresia que Yugi estaba soñando algo malo por lo que percibía.

-¡¡Yugi!!...¡¡Yugi!!-El duelista no lograba despertar a su amigo.-¡¿Qué tienes?! ¡¡Despierta!!-Le volvió hablar.

-¡Todo esta oscuro!...¡¡ALEJATE!! ¡¡NO, NO!!-Se movió violentamente el chico con agitación.

-¿Qué ocurre?¡¡Yugi por favor abre tus ojos!! No temas.-Le dijo Yami tratando de sacarlo de esa pesadilla.

El joven de cabellos tri-colores dejo de hablar dormido y de nuevo la habitación quedo en profundo silencio, solo afuera de la casa se oía el pequeño ruido de la lluvia. El faraón quedo con mucha intriga, ¿Qué era lo que había soñado su Hikari?

-No…te bayas…¡Yami!-Sollozo suavemente el pequeño.-…-El pequeño Yugi se incorporo con rapidez en la cama con los ojos muy abiertos y respirando con agitación.

-…-Eso sorprendió mucho a Yami al escuchar como el pequeño le había suplicado en sueños que no se fuera de su lado.

-Yugi, te encuentras bien?-Le pregunto el duelista de ojos serios, pero hoy sus ojos estaban llenos de preocupación

-…-Yugi miraba a Yami con mucha sorpresa.

-…Si.-Murmuro el pequeño con la cabeza gacha y su mirada ensombrecida.

-¿Dime, que soñabas? Estabas muy inquieto y angustiado-Preguntaba el faraón a su Hikari.

-…-Yugi no respondió siguió con su cabeza gacha pero esta vez con los ojos muy abiertos.

-No tengas temor; yo estoy con tigo-Le reconforto Yami acercándose a él y abrazarlo a su pecho.

-…si, tú estas con migo.-Susurro Yugi abrazado al pecho de Atemu con protección.

-¿Por qué dudas?-Volvió a preguntar Atemu cerrando sus ojos suspirando.

-…-De nuevo Yugi no respondió solo ahogaba sus sollozos agobiantes en silencio.

-¿Ya no confías en mi?-Pregunto el mas alto.

-¡Claro que si confió en ti?-Respondió rápidamente Yugi a su amigo.

-Entonces, ¿Por qué no me dices lo que has soñado?-Le pregunto con preocupación el Faraón.

-…No, no puedo.-Tartamudeo Yugi con sus mejillas levemente sonrojadas, separándose del abrazo del Faraón y bajar su rostro para que este no notara su sonrojo.

-Yugi…-Susurro con resignación el joven Atemu.

Un profundo silencio se prolongo. Yami miraba atento a su Hikari pero este paresia no querer responderle sus suplicas, para así poderle ayudar, hacer que ese temor ya no moleste su corazón, pero solo lo lograrían juntos, como siempre lo han hecho.

-¡Por favor, no vuelvas a preguntarme sobre esto!-Le dijo Yugi mostrando sus ojos con lagrimas, mientras apretaba con fuerza las sabanas de su cama.

-…-Atemu lo miro serio.

-¡Ha! Esta bien. No te preguntare más.-El chico mayor de cabellos tri-colores con un poco de tristeza se alejo de la cama del mas pequeño y en silencio se acostó en su cama dándole la espalda a Yugi.

El pequeño duelista se recostó de nuevo en la cama. Se arrobo de pies a cabeza, mientras que las lagrimas le ganaron la batalla; lloraba en silencio. Le había dolido mucho haberle dicho eso a su amigo; pero es que no podía decirle que no solo fue una pesadilla, fue su peor temor; soñar en que la persona que amas no te corresponde y solo una sombra oscura intentaba hacerle olvidar aquel sentimiento, aquel que lo une con Atemu.

-.+.+.-

La noche transcurrió y con ella, unos ojos color morados no podían conciliar el sueño, algo le molestaba aun. Se incorporo en la cama y miro asía la persona que no le permitía dormir. Miro a Yami aun dormido dándole la espalda, pero no tenia su sabana para cubrirle del frío que asía por la lluvia.

Se levanto con cuidado tratando de no despertar a su Atemu y le coloco su sabana para cubrirle, lo miro solo moverse un poquito y él sonrió, le encantaba ver a Yami dormido; paresia tan tranquilo. Suspiro hondo tocándole la mejilla al Faraón con suavidad. Si que deseaba estar con él en esos momentos, sentir de nuevo sus fuertes brazos abrasarle con protección de que nada le pase.

Pero es que estaba tan confundido que si sabía que le dijera a Yami sobre sus sentimientos por él de seguro lo rechazaba o lo peor lo odia y ya no lo viera como su amigo, como nada…

Mejor se alejo de él y se dirigió fuera de la habitación ya que necesitaba tomar algo, el llorar no le asentaba muy bien.

-.+.+.-

Al sentir que el pequeño se marcho. Los otros ojos morados se abrieron con lentitud, había estado despierto ay que al igual que Yugi el no podía dormir; y era por Yugi. Toco su mejilla la cual Yugi había acariciado con tanto cariño y por unos momentos pensó, mientras esperaba paciente el regreso de su Hikari. Pero decidió esperarlo afuera de la habitación.

-.+.+.-

Yugi estaba en la oscuridad de la cocina, sentado junto a la mesa, pensando y nada mas que en su pesadilla, sentía que alguien lo llamaba con insistencia, un poder muy intenso que lo atraía sin su consentimiento, queriéndolo alejar de la realidad.

-"Ven"- Los ojos de Yugi se abrieron de para en para al oír de nuevo esa voz infernal.

-¿Quien eres?-Reclamo el pequeño.

-"Ven"-

-¡Alto! ¡Ya basta, muéstrate!-Yugi se estaba molestando, no miraba a nadie.

-…-No se oyó ningún ruido mas que la respiración agitada de Yugi, quien luego se coloco la mano en la frente.

-¿Qué me pasa?-Se decía así mismo Yugi sin entender; esa voz lo estaba molestando.

Suspiro resignado, tal vez ya se estaba volviendo loco. Se marcho de la cocina directo a su habitación.

-.+.+.-

De una esquina de la cocina donde la oscuridad era fuerte, una sombra salio a dar entre los finos rayos de luz que marcaban un poco el lugar y claramente en el rostro de aquel sujeto de capa oscura, mostró una sonrisa malvada dibujarse en los labios.

-Pronto serás mió pequeño Yugi-Susurro con maldad, desapareciendo del lugar.

-.+.+.-

Yugi restregaba sus ojos grandes ya cansado de tanta cosa, sin siquiera notarlo choco con el Faraón quien se le puso enfrente para detenerlo.

-¡Aah! ¿Quién eres?-Se asusto Yugi, tratando de defenderse.

-Ja-ja-ja-ja, solo soy yo.-Dejo salir Yami una pequeña risita al ver el aspecto gracioso de su Hikari.

-¿Yami?-Levanto una ceja.

-Si, solo soy yo.-Respondió relajado el duelista.-Te tardaste mucho y decidí esperarte.-Le dijo sereno.

-Que bien.-Sonrió Yugi sonrojándose un poco y asiendo sonrojar levemente a Yami por su acción. –Perdóname por lo de ase rato, estaba un poco confundido.-Le suplico.

-No te preocupes.-Le respondió con una leve sonrisa y Yugi sonrió igual.

Yami lo supo, sabia que sentía ese algo por Yugi desde hace mucho, pero ¿Yugi lo aceptaría? Tomo a el pequeño de la mano y lo empezó a jalar hasta la habitación que compartían juntos.

-¡A donde vamos Yami?-Le hablo con inocencia el pequeño parpadeando sin entender.

-Solo sígueme-Le dijo con una sonrisa en su rostro el Faraón.

-…-Yugi se sonrojo por la respuesta de Yami.

Ya no siguió preguntando y se dejo conducir por los impulsos de su Hikari, sabiendo que lo estaba llevando a su habitación Pero lo que no sabia era lo que el faraón pretendía decirle.

Y si fue entraron a ella. Atemu soltó a su Hikari y lo miro frente a frente. Yugi se sobresalto por la cercanía de Yami y se sonrojo un poco jugando con dos de sus dedos.

-Yugi…-Empezó a hablar Atemu con seriedad.

-Si.-Respondió nervioso Yugi viendo como el Faraón se acercaba a él.

-…-Yami no pudo contenerse mas y tomando a Yugi por su cuello, lo beso en la boca con mucha pasión, a lo que el pequeño se sorprendió asustándose por las acciones de su Hikari. Yami metió su mano por la camisa de Yugi que por cierto era pijama la que andaba; suavemente levanto la camisa del joven tocando su pecho caluroso.

El pequeño duelista se sonrojo con mucha violencia y apretó sus ojos fuertes sin creerlo, era su anhelado deseo; apretó con fuerza sus piernas al sentir la mano traviesa de su Hikari tratando de tocarle su miembro. Atemu se separo de Yugi con lentitud viendo al tímido chico, quien se preguntaba que estaba pasando.

-Yugi yo…-Yami se apeno de sus repentinas acciones y se alejo del pequeño sentándose en su cama.

-Yami…¿Qué-que fue e-eso?-Preguntaba Yugi con la cara del color de un tomate de la pena y Yami lo imito.

-Perdóname…es que creí…que me amabas y pues…yo si te amo Yugi.-Le confeso Atemu con serenidad.

-O)))ô-Yugi se sorprendió mucho, baya que si.-Tú…tú me amas?-Pregunto al duelista mayor.

Esa era su oportunidad de decirle, de confesarle sus sentimientos que eran correspondidos por igual, se acerco a Yami, hasta donde estaba sentado, con seguridad y valor, tomo a Atemu por su mejillas y con lentitud cerrando igual sus ojos unió sus labios con los del Faraón. Este tomo al pequeño por su abdomen y lo acerco mas a él profundizando el beso, dejándose caer de espaldas en la cama con Yugi encima de él.

-Yo también te amo mi Koibito.-Le respondió Yugi separando un poco sus labios de los de Yami, pero aun rozándolos.

-.Yugi…puedo?-Pregunto Yami tocándole el trasero al chiquillo.

-Si, hazlo-Le respondió Yugi volviéndolo a besar.

-.+. FINALES:: ¿Qué les pareció, eh? Mas o menos verdad, bueno espero que no se hayan asustado mucho, al próximo capitulo, Yami le demostrara a Yugi que en verdad lo ama, en cambio Yugi tendrá una repentina aparición en un solitario callejón, mientras que el presentimiento crece. Bueno dejen reviews si quieren que lo continué…Salù. (Adiós).