Hola! He vuelto despues de mucho tiempo a FanFiction! He decidido volver a continuar escribiendo por aqui, del momento publicare de poco a poco lo que he subido a mi cuenta de Wattpad. Por si lo notaron me cambie el nombre de usuario, ahora me llamo Blackheart1454! En fin aqui dejo una historia de Ayano x Megamo (version masculina de Megami). Me obsesioné con la pareja desde que YandereDev subió a su canal la intro de los rivales masculinos, y como llevó de largo siguiendo a Koumi-senpai (en deviantart) quien fue que los diseñó, no pude evitar esta pareja, es una de mis parejas favorita de Yandere Simulator. En fin, la historia se basa en una teoría en la que creo yo con respecto al juego. En esta ocasión Megami es la única rival que va a tomar el rol de hombre, el resto son mujeres. Disfruten la historia!
-Ayano-san, no tienes idea de lo mucho que me gustas.-
-¿Lo dices enserio senpai?-
-Llámame Taro, tu eres la única chica que puede llamarme por mi nombre. Como te iba diciendo, te amo Ayano Aishi, y quiero que tú seas solo mía.-
-Yo también te amo Taro Yamada.-
La alarma de un fastidioso despertador interrumpió el sueño de Ayano Aishi, quien dormía tranquilamente y tenia un sueño el cual era que Taro Yamada, su senpai y el único amor de su vida, le confesaba su amor y se daban un beso debajo del árbol de cerezo. Ayano se sentó en su cama mientras apagaba su despertador con un bostezo. Luego, se coloco sus pantuflas celestes y fue hacia el santuario que había hecho para su senpai. Tomo la fotografía de un chico, la cual se hallaba debajo de unos boxers.
-Buenos días Taro-senpai- dijo Ayano dándole un beso a la fotografía enmarcada, y luego la coloco en su sitio.
Ayano se quito su pijama para ponerse el uniforme de la escuela, el cual era una blusa blanca, una chaqueta negra, al igual que su falda y sus medias que le llegaban a cubrir casi todas sus piernas. Un moño rojo se encontraba atado en su cuello. (Es el quinto uniforme, ese es mi favorito). Bajo a la cocina, para prepararse un rápido desayuno, el cual era una barra de granola, con relleno de una crema sabor a fresa y un jugo de naranja. No contaba con mucho tiempo para preparar un desayuno más decente, ya que sus padres se habían ido por un tiempo a dios quien sabe dónde, y le enviaban dinero para que pueda pagar todo lo que necesitaba. Después de haber comido, Ayano subió al baño y se lavo los dientes con el cepillo que se había robado de la casa de Taro. Por último, cogió su mochila y salió de su casa para dirigirse rumbo a la escuela. Fue deprisa, ya que estaba ansiosa con ver pronto a su senpai, además tenia que asegurarse de que no había ninguna amenaza cerca de él. Por amenaza se refería a las 9 perras que estaban tratando de robarse a su senpai. Esas eran, Osana Najimi, la tsundere. Amai Odayaka, la cocinera que piensa que se puede ganar a un hombre llenando su estómago. Kizana Sunobu, la odiosa y arrogante himedere. Oka Ruto, la rara de la escuela. Asu Rito, la muy energética, Muja Kino, la torpe enfermera. Mida Rana, la perra profesora sustituta. Osoro Shidesu, la líder de los delincuentes. Y Hanako Yamada, la detestable hermana menor de senpai. Ayano ya había formulado un plan de como eliminar a todas las rivales. Solo tenia que encontrar los momentos exactos.
Pocos minutos después, Ayano llego a la escuela, y fijo la vista de inmediato en Taro, quien estaba en compañía de Osana y de Hanako. De la información que había obtenido por Info-chan, Osana, era la mejor amiga de Taro desde la infancia. Taro le tenia bastante cariño a pesar de ser mandona y dura con él. Hanako, es su hermana menor, quien estudiaba en otra escuela, pero se cambió para poder estar con su hermano la mayor parte del tiempo que se le fuera posible, además tiene que asegurarse de que su hermano no consiga novia nunca, Osana es una excepción. Otro factor que le revelo Info-chan es que Osana, tiene planeado confesar su amor un viernes, en el árbol de cerezo que estaba ubicado en la parte de atrás de la escuela, cerca de la piscina. Osana, es un blanco muy fácil, lo único que tenia que hacer era sabotear su plan para enamorar a Taro, pero en cuanto a Hanako, esa era un blanco difícil, ya que Taro adora a su hermanita con todo el corazón, y seria capaz de perder la cabeza si algo malo le ocurría. Pero aun había tiempo para pensar en un plan maestro, Ayano iba a eliminar a la competencia una por una.
Ayano estaba tan enfocada en sus pensamientos, que, sin darse cuenta, choco contra alguien mientras camina, haciéndola caer en el piso. Levanto la mirada, y vio a un chico quien detestaba en lo mas profundo. Este chico tenía el cabello corto y de color plateado, ojos grises y piel blanca. Usaba el uniforme de la escuela, aunque este era diferente para representar la autoridad que tenía, el uniforme era una chaqueta, camisa de botones y pantalones de color blanco, usaba una corbata roja y unos guantes grises que tenían costuras rojas, además llevaba la banda roja de liderazgo. Se trataba de Megamo Saikou, el presidente del consejo estudiantil y el chico mas guapo y perfecto de toda la escuela, quien había regresado de estar mucho tiempo ausente de la escuela. Ayano lanzo una mirada de enojo lo cual Megamo se la regreso de inmediato.
-Es bueno volverte a ver Saikou-senpai- dijo Ayano con una sonrisa evidentemente falsa.
-No puedo decir lo mismo de ti Aishi-san- dijo Megamo y extendió su mano para ayudar a Ayano a levantase, quien lo rechazo.
-¿Qué ha estado haciendo el presidente tanto tiempo ausente de la escuela?- pregunto Ayano mientras se levantaba.
-Asuntos personales que no te incumben- respondió Megamo cruzando sus brazos.
-Me sorprende que hasta ahora no te hayan echado del consejo estudiantil- dijo Ayano.
-El hecho de que me ausente bastante tiempo, no significa que haya dejado a un lado mis responsabilidades como presidente de esta escuela- dijo Megamo.
-Tan responsable como siempre- dijo Ayano. -En fin tengo que ir a clases, y me estas retrasando.-
-Te estaré vigilando Ayano Aishi- dijo Megamo y con eso Ayano entro al edificio sin decirle nada más.
Megamo siguió con la mirada a Ayano, la vio cambiarse de zapatos y luego la perdió de vista. Megamo soltó un suspiro y siguió haciendo su ronda por la escuela. Megamo era la única persona que tenia conciencia del tipo de persona que Ayano en realidad, o al menos lo sospechaba hasta que su teoría sea comprobada. Megamo, se ausento por el motivo de su entrenamiento como líder, ya que estaba decidido que Megamo seria quien herede la empresa de su padre. Aunque claro, tenia que completar con sus estudios, por lo que no podía darse el lujo de faltar a la escuela. La razón principal de su regreso que ya estaba enterado del incidente que ocurrió en 1989. Sabía que Ryoba Aishi, la madre de Ayano, se había salido con la suya y se había apoderado de ese hombre inocente. El padre de Megamo, quien, en ese tiempo, fue el presidente del consejo estudiantil, había fracasado en su labor de mantener a salvo a los estudiantes, sobre todo a esa chica que fue cruelmente asesinada. Megamo estaba decidido a cumplir lo que su padre no pudo, quería evitar que tal tragedia se vuelva a repetir. Megamo, tenía la teoría de que no solo debía acabar con la tradición Aishi, sino que también tenia que acabar a Info-chan, a quien encontraba como la mayor amenaza de la escuela.
Megamo dejo salir un suspiro y se dirigió a su clase, la cual ya estaba llena por los estudiantes que tenían la vista enfocada a sus celulares hasta que la profesora venga. Megamo se sentó en su asiente que se encontraba justo alado de Taro Yamada, y saco su plateado teléfono, Megamo miro su teléfono por unos minutos y vio que había recibido un mensaje por parte de su padre.
-Megamo, espero que tengas un buen día en la escuela. No olvides que cumplir con tus obligaciones, son de tu primera prioridad-
-Si, padre. No te preocupes por eso- le respondió Megamo.
Justo después de que Megamo enviara el mensaje, la puerta de la clase se abrió, mostrando a Mida Rana, su profesora suplente. Su atuendo era parecido a la de la consejera de la escuela, solo que esta era un poco más provocativa, y en provocativa me refiero a que mostraba mucho los senos.
-Buenos días a todos- dijo con voz seductora dirigida a todos los hombres (menos en Megamo), quienes tuvieron un sangrado nasal al verla.
-¡Buenos días Rana-sensei!- dijeron emocionados los chicos, cosa que provocó muchos celos en las chicas.
'Esta si va hacer una clase larga' pensó Megamo apoyando sus codos sobre la mesa.
