El Reino Hope estaba tranquilo este día, el cielo estaba tranquilo y los ciudadanos hacían sus tares cotidianas para el día.

Estaba todo muy tranquilo, el aire ondulaba tranquilamente, sin signos de tormenta.

Es decir, hasta que paso algo muy extraño.

Tres rayos verdes brillantes cayeron a la tierra causando un estruendo que sacudió la tierra y a sus ciudadanos, que algunos habían caído el suelo por tremendo temblor.

En el castillo, las cosas eran exactamente iguales, todos estaban alarmados por el estruendo.

La familia real estaba en un balcón cuando sucedió. Ahora estaban levantándose despues de caer por el temblor.

- ¿Qué fue eso? -pregunto Towa despues de levantarse-

-No lo sé, querida -respondió el Rey también levantándose-

- ¿De dónde vienen esas columnas de humo? -pregunto la Reina mirando tres columnas de humo desde la distancia-

El Príncipe Kanata miro las columnas y su dirección, el palideció.

-Creo que vienen de los Templos.

La familia real se alarmo al oír eso, los Templos eran los sustentos de su reino, si algo les pasaba, estarían desprotegidos.

El Rey miro en la dirección y ya sabía de dónde venían las columnas, que lentamente desaparecían.

-Vienen de los Templos de las estrellas, los mares, y las flores -declaro el Rey-

- ¡Tenemos que verificar los Templos! ¡Iré al de las estrellas! -declaro Towa sin signos de querer cambiar de opinión-

-Entonces, iré al de las flores -fue la declaración de Kanata-

El Rey y la Reina se miraron y asintieron.

-Muy bien, nosotros iremos al de los mares, sin embargo, llevaremos unos cuantos guardias y equipo medico por si hay heridos ¿De acuerdo? -instruyo la Reina-

-Si, Madre.

Tan pronto como todo estaba listo, la familia real se fue a investigar sus respectivos Templos.

Kanata estaba junto Aroma caminando hacia el Templo de las flores, no sabía porque, pero sentía que lo que encontraría, cambiaria completamente la vida de su familia, más específicamente la suya.

-Kanata-sama, roma -llamo Aroma en su forma de pájaro-

-el Príncipe salió de sus pensamientos- ¿Si, Aroma?

-Parece que la columna vino de detrás del Templo -informo el mayordomo-

-Muy bien, gracias Aroma.

El Príncipe se dirigió detrás del Templo seguido de su mayordomo, algunos guardias y un médico.

Al llegar detrás del Templo, todos se sorprendieron de ver un cráter bastante grande, pero no lo suficiente como para no ser arreglado, en el suelo en medio de todas las flores.

El Príncipe se acercó con cautela al cráter, al llegar al borde, sus ojos se ensancharon y casi dejo su mandíbula caer.

En medio del cráter, dormida pacíficamente como si no sintiera la situación en la que estaba. Había una castaña con tres mechones rosados. Tenía una chamarra negra y pantalones negros juntos con zapatillas negras. Sus ropas estaban rasgadas en casi la totalidad de su cuerpo, pero cubrían sus partes íntimas, pero lo que alarmo al Príncipe, eran las heridas que tenía su cuerpo, incluso noto como la sangre comenzaba a manchar la tierra del cráter.

No ayudo que reconociera a la chica.

- ¡Haruka! -exclamo y rápidamente bajo al cráter para verificar el estado de su "amiga"-

- ¿Haruka, roma? -se pregunto el mayordomo hasta que se asomó al cráter- ¡Haruka, roma! -rápidamente voló junto a su maestro- ¿Qué le paso, roma? -pregunto con alarma al ver las heridas de la Princesa de las flores-

- ¡No lo sé! ¡Dile al medico que prepare vendas y medicamentos para sus heridas! ¡No podemos dejar que pierda mas sangre! -ordeno Kanata mientras cargaba a Haruka, mientras que el hada rápidamente cumplía lo que le ordenaron-

Kanata, cargando a Haruka, salió del cráter y rápidamente se dirigió al carruaje donde estaba el médico. Todo el tiempo con un solo pensamiento.

- ¡Por favor, quédate conmigo, Haruka! -rogo al sentir como la sangre manchaba su traje-

Towa estaba en un traje muy parecido a su traje de Precure estándar, por si acaso se encontraban con algo peligroso, y el hecho de que era difícil subir una montaña con vestido, incluso si tenía escaleras.

-Princesa Towa -llamo un guardia y ella volteo a verlo- El humo pareció venir desde detrás del Templo.

-Gracias por informarme, por favor, manténgase detrás de mi -el guardia dio una reverencia y rápidamente dio la orden al resto-

Towa, los guardias, junto con el médico, se dirigieron detrás del Templo y vieron el cráter.

La Princesa, valientemente, se dirigió hacia el cráter y cuando vio lo que estaba dentro, sus ojos se ensancharon más allá de lo que debería haber sido posible.

- ¡Kirara! -exclamo, rápidamente bajo al cráter y se arrodillo junto a su amiga y acuno su cabeza en su regazo mirando su estado- Oh, Kirara ¿Qué te ha pasado?

El cuerpo de la castaña estaba lleno de heridas que goteaban sangre hacia el suelo, tenia esas ropas deportivas negras algo destrozadas que permitían ver la gravedad de sus heridas. Towa puso una mano en la mejilla de su amiga, donde vio que también tenía una pequeña herida en su mejilla. También noto que su flequillo tenía dos franjas rojas, así como Cure Twinkle.

-Oh dios mío, tenemos que tratarla rápido -dijo en voz temblorosa Towa- ¡Guardias! -los guardias rápidamente se acercaron al cráter, sorprendiéndose al ver la escena- ¡Carguen a la joven y llévenla rápidamente al médico! -se mordió el labio para evitar gritar el nombre de Kirara, tenía que mantener la etiqueta, pero eso no cambio la preocupación que tenía-

Los guardias cumplieron las ordenes y cargaron a la castaña, a lo cual Towa tuvo que contenerse el mantenerse apegada a ella, pero sabia que no era el momento, no era necesario ser un experto para saber que la vida de Kirara estaba en peligro en este momento.

Ella puso sus manos juntas y miro al Templo.

-Por favor, estrellas resplandecientes, protejan la vida de su Princesa.

Ella no sabia que las estrellas harían exactamente eso.

Los Reyes estaban caminando hacia la parte de atrás del Templo, pero en vez de ver un cráter, solo vieron como una joven estaba flotando en medio de un pequeño hundimiento en el agua, sin embargo, la Reina noto como el agua tenia un pequeño tinte rosado.

- Oh dios mío -jadeo al darse cuenta de lo que significaba, rápidamente se dirigió a la joven seguida de su Rey y ambos contuvieron un jadeo al ver el estado de la chica-

Ella tenia heridas en sus brazos, piernas, su estomago y algunas en la cara. Tenía el cabello azabache claro y unas tres franjas de color morado claro en su flequillo.

No hace falta decir que la sangre goteaba al agua.

- ¡Guardias! ¡Carguen a la joven y llévenla rápidamente al médico! -ordeno el Rey-

Los guardias obedecieron, cargaron a la joven y rápidamente se dirigieron al médico.

Los Reyes se dirigieron al carruaje para irse rápidamente al palacio para atender mejor las heridas de la joven. Subieron al carruaje y se dirigieron rápidamente al palacio.

El Rey noto que su esposa estaba pensativa con un ceño preocupado, él puso una mano en la suya, causando que la Reina lo mirara.

- ¿Qué te tiene tan pensativa, mi Reina?

-La chica…Me parecía familiar…Y… -ella jadeo al finalmente hacer la conexión-

- ¿Qué ocurre? -pregunto el Rey preocupado por la expresión de su esposa-

-La chica…Estuvo aquí antes… Es una de las amigas de Towa…Cure Mermaid -explico la Reina-

El Rey contuvo la respiración ante lo que dijo su esposa, su mente hizo la conexión, la chica era mas grande que la ultima vez que la vieron, pero definitivamente era ella.

Eso le recordó la condición en la que estaba.

-Sus heridas…Algo la ataco… -reflexiono el Rey-

-Aunque hay algo raro aquí, ¿Cómo llego?, la única manera debería ser por la puerta del palacio -dijo pensativa la Reina-

Ambos reyes pensaron profundamente, hasta que pensaron en la ultima actividad extraña, que en realidad fue la causante de todo.

-Los rayos… -murmuro el Rey-

- ¿Pero como es posible? Pensé que los humanos no tenían conocimiento de la magia para saber viajar entre mundos, mucho menos un método tan extraño como ese -señalo la Reina-

-Solo hay alguien que puede darnos las respuestas… Y es Cure Mermaid -declaro el Rey-

La Reina asintió pensativamente, hasta que jadeo al darse cuenta de otra cosa.

-Había tres rayos…Y se dirigieron a los Templos de las estrellas, mares y flores… -murmuro con una mirada entre la preocupación y la alarma-

-Querida ¿No estarás pensando…? -dejo la pregunto inconclusa el Rey-

-Debe ser, querido, las amigas de Towa, las Grand Princess de las estrellas, mares y flores, han regresado.