Words that i can say
-Estoy cansada de siempre pasar por lo mismo...- cerro su celular y elevo su vista, su cabeza topo contra el asiento del auto, dolía... pero no iba a llorar, no otra vez. Él siempre se las ingeniaba para humillarla en público, abusaba de su amor y ella se lo había permitido, ¿por qué?, solo porque lo amaba... ese era el único motivo.-
El auto se detuvo y ella salió sonriendo, saludando muy elegante y hermosa, la más bella mujer del mundo, eso se repetía en la cabeza pero en su corazón sabía que no era cierto. Cuando comenzó a caminar por la alfombra roja sentía que sus pies se hundían era un desgraciado, le había dicho que estaba ocupado con sus grabaciones pero en las fotos se le veía muy empalagado con esa chica, la pobre niña no tenía idea del tipo de lobo que era él. Siguió caminando intentando lucir perfecta como siempre, la mujer cuyo corazón otra vez estaba siendo pisoteado por su tormentoso amante.
-estoy muy feliz de estar aquí... con mis fans, con todos ustedes...- les dijo mirando el mar de personas que la aplaudían ahora el premio parecía vano, algo que no alcanzaba a llenar el vació que su cuerpo.- le agradezco a mis compañeros de reparto, a todos quien me han ayudado a crecer...- pero su mente se atormentaba con su novio, abrazando a esa mujer. Limpio sus ojos, que no lloraban de emoción estaban llorando por la traición - muchas gracias...- dijo finalmente aguantando toda esa carga emocional.-
Disappear
Cuando el evento término se quito los pendientes y los arrojo lejos, estaba cansada… estaba dolida, solo quería un poco de paz, algo de silencio… algo para olvidarse de todo y que nada la molestara. Se tomo la cabeza a dos manos, mañana la prensa la acosaría y todo por culpa del idiota de Alan, ¿Por qué era tan cruel?... se miro al espejo y vio su rostro derrotado, era hermosa, talentosa… todo lo que un hombre desearía y no podía tener al único hombre que amaba. Se quito el maquillaje y se coloco unas gafas negras, si iba a enfrentar los errores de su novio lo haría lejos de la cuidad… viajar… eso necesitaba.
Paso al lado de su manager y levanto su mano para que permaneciera callado, no necesitaba sus consejos, gracias a él estaba enredado con ese tipo, el con su magnífica idea del romance. Se metió a su auto y encendió la radio, subió el volumen lo más alto posible y apretó el acelerador, esta vez iba a hacer algo por ella. La carretera se veía delante de ella, los autos, las luces, todo lo que tenía una cuidad… pronto todo eso se fue apagando dejando ver el cielo negro, las estrellas… ¿hace cuanto no recorría el campo, la playa?... su vida solo era trabajo, más trabajo.
Llevaba un par de hora conduciendo y no le importaba que su teléfono sonara y sonara, no iba a responder, seguro se trataba de él. Lo dejaría sufrir un poco y como mañana no tenían ningún compromiso hoy podría desaparecer del mapa y sentirse en paz. Pero la noche se alineo con sus sentimientos y comenzó a llover, la lluvia solo la hacía sentir peor, ahora quería gritar mientras cantaba. Al principio parecía solo una tormenta como cualquiera pero en vez de calmarse siguió en aumento, la lluvia parecía caer a baldes, y no la dejaba ver. Un poco asustada del clima se estaciono en mitad de un puente, no tenía idea de donde estaba o hacia donde iba. Intento mirar por el vidrio pero nada… dudo si salir o no pero quería ver si el puente era seguro de cruzar con su auto. Tomo el bolso y su chaqueta, cuando abrió la puerta se mojo entera, el agua no daba tregua, seguía cayendo como si estuviera en una carrera. Empezó a caminar lento porque llevaba tacones y era difícil moverse, pero siguió recorriendo el puente, era corto y seguro por lo visto. Intento mirara a través de la noche pero no vio nada, solo más negro y agua cayendo. Se acerco al borde del puente y escucho un ruido… se giro a ver que era y crujió, el puente crujió y se movió… corrió a la orilla sintiendo que el puente se caía. Él ruido fue grande, su auto, el puente… el rio se había desbordado, se llevo todo a su paso. Lis miro asombrada la destrucción, tenía todo en el auto, su tarjeta, su teléfono… todo. La lluvia siguió fuerte y ella no tenía idea de que hacer, pero no tuvo que pensar. Estaba caminando por el borde del camino, evitando dejar la carretera por si alguien venia, pero no pensó en que el suelo estaba demasiado húmedo. Piso y todo se vino a negro, solo sintió el olor a tierra mojada y la viscosidad en su piel.
Se quejo un poco le dolió la espalda por un salto, ¿pero cómo era posible?... ¿Qué había pasado?, entre abrió los ojos y apenas miro el cielo… ¿cielo?... como es que se veía el cielo desde su cuarto. Intento ponerse de pie pero no pudo, solo el esfuerzo de moverse la hacía volver a gemir de dolor.
-no debería moverse…- le dijo una voz.- tiene el pie derecho malo, y seguramente la caída le dejo muchos moretones.-
-¿Qué caída?...- le pregunto suavemente mientras intentaba mover su cabeza.-
-anoche con la lluvia se cortaron los caminos, creo que la tormenta nos pego fuerte, el puente quedo destruido…-
Entonces recordó poco a poco… cierto, anoche estaba en el puente cuando todo se vino abajo, pero… luego camino y entonces. Se llevo la mano a la cabeza y estaba toda cubierta de barro, lo que paso… eso negro, fue ella cayendo.
-Ah…- gimió al intentar levantarse.-
-le dije que no lo haga…- soltó la cuerda del caballo y se giro levantando la cabeza de la mujer.- está muy herida para hacer esfuerzos.-
-¿Dónde estoy?...- le pregunto llorando por el dolor.-
-Antae…- me dijo.- no se preocupe… pronto llegaremos a mi casa y podrá descansar.-
No tuvo más opción que esa, dejar que él extraño la ayudar. Mientras estaba recostada en la carreta vi el cielo, luego de la lluvia el cielo era más celeste que nunca, ¿desde cuándo no se daba el tiempo para mirar el cielo?, solo mirarlo sin necesidad de pensar. El viaje fue relajante exceptuando uno que otro salto, podía incluso decir que fue lindo. Cuando el movimiento se detuvo giro un poco la cabeza para ver quien la estaba ayudando. Una gran sonrisa apareció en el rostro de un hombre joven, aunque su piel era bronceada se veía bien.
-listo… voy a moverla y le va a doler un poco.- le dijo acercándose a su cuello y pasando el brazo por debajo de ella.- a la cuenta de tres…- paso la otra mano por debajo de la rodilla.- uno…-sintio como la sujeto.- dos…- su corazón se acelero al tenerlo cerca.- tres…- dijo y el dolor la recorrió desde la cabeza hasta los pies.-
-¡AH!...- se quejo mientras empuñaba su mano.-
-lo siento…- le dijo disculpándose.-
Movió la cabeza, no era su culpa, él estaba haciendo lo posible para ayudarla. La dejo sobre su cama y otra vez la escucho quejarse, se había golpeado muy fuerte. Pero desde ese ángulo podía verlo, se movía de un lado a otro rebuscando entre los frascos y demás cosas. Cerró los ojos un momento para descansar.
-¡hey!...- le dijo para despertarla.- no te duermas…- le pidió arrodillándose a su lado.- voy a ponerte esto…- le dijo moviendo algo en un pote.- son unas hierbas, te ayudaran con el dolor y luego de eso puedes dormir…-
-ok…- le dije mientras dejaba de respirar. Me sentía extraña al ser tocada por un extraño, pero tenía que admitir, esa cosa servía, apenas la llevaba puesta unos segundos y el dolor se estaba quitando.-
-voy a… -movió sus manos y la miro un poco incomodo.- tengo que quitarte… la ropa.- le dijo mientras miraba hacia el lado.-
La idea de que un extraño la viera desnuda era por lo bajo molesta… pero no había opciones, necesitaba dejar de sentir dolor, lentamente asintió con la cabeza.
-bien… espera…- le dijo y se levanto para sacar una sabana y cubrirla.- así esta mejor…- le dijo quitándole la ropa sin mirar su cuerpo. Sabía que las mujeres cuidaban mucho su cuerpo así que no iba a incomodarla.-
Le llevo un poco de tiempo pero le puso ungüento para el dolor en casi todo su cuerpo, lo único que faltaba por tratar era su pie, estaba hinchado. Se fue a lavar las manos y la cara para cocinarle algo a su inesperada visita. Miro la casa y soltó un cansado suspiro, ese día sí que fue complicado… ir a dejar a la hija de su amigo al puente no fue nada comparado con encontrarse a la desconocida. Por suerte para ella su perro la encontró, estaba muy escondida entre las ramas de un árbol, además de metida en el lodo, a simple vista ni se notaba… meneo la cabeza y se dio ánimos, la pobre no tenía la culpa del clima y de su mala suerte. Cuando entro, ya estaba dormida… seguro que estaba muy cansada para seguir despierta.
Rebusco un poco y decidió hacer una sopa de verduras, no tenía carne o pollo para darle, menos pescado… suponía que con eso recuperaría un poco el ánimo y las fuerzas. Una vez que tuvo todo listo lo sirvió y se lo llevo, estaba caliente pero era mejor para su cuerpo.
-hey… despierta…- le dijo sacando unos cabellos de su rostro.- es hora de comer…-
-hmm…- se quejo mientras abría los ojos.- ¿Qué hora es?...- le pregunto reconociendo el rostro del extraño.-
-alrededor de las 3 de la tarde…- le sonrió y acomodo la almohada de ella.-
-no tengo hambre…- sentía su boca seca y nada de apetito.-
-tienes que comer…- le dijo metiendo la cuchara en la sopa.-
Lo miro fulminándolo, estaba muy agradecida con él pero esto de ser el enfermero la estaba cansando… ¿acaso no la reconocía?, ella no era una pobrecita niña perdida en el mundo, ella era Lis, actriz, modelo y cantante… ¿Por qué no la trataba con un poco más de respeto?. Apretó los labios, no deseaba comer.
-no me digas que eres una niñita…- le pregunto entre risas.- ¿sabes que los niños hacen berrinches para comer?...- le cuestiono por su actitud.-
-no quiero comer…- le dijo.-
-si comes un poco te dejo en paz.- levanto su mano libre.- lo prometo.-
No le quedo más que abrir la boca, el tipo era insistente y no dejaba de mirarla con esos ojos amables… ¿Qué era?, una especie de filántropo caritativo, que iba a por el mundo recogiendo animalitos para cuidarlos. Luego de comer se volvió a ir, Lis se quedo mirando el techo y comenzó a picarle la nariz pero tenía miedo de moverse… ya era mucho la comezón y se llevo la mano a la cara, sorprendentemente no le dolió.
-ese tipo…- se sonrió viendo que el ungüento había servido.- veamos…- dijo haciendo un esfuerzo para levantarse un poco.-
-¿Qué haces?...- le dijo tirando lo que llevaba en las manos.-
-quiero sentarme…- le respondió mientras se enderezaba.- y bañarme…- lo miro aguantando el dolor.-
-está bien… solo espera…- le dijo mientras la ayudaba a sentarse.- estaba preparando un poco de agua para ti…-
Espero alrededor de media hora sentada. Y cuando la puerta se abrió el venia con las manos en la cadera y respirando agitado.
-está listo…- sonrió animoso.- ven… vamos a que limpies.-
-¿A dónde?...- le pregunto inquieta.-
-al baño…- le dijo tomándola en los brazos.- suerte que eres ligera.- bromeo al levantarla.-
Salieron de la casa, el sol estaba en alto y por más que busco no encontró el baño hasta que el se detuvo. Lo miro extrañada… ¿Dónde estaba el baño?.
-¿Dónde está?...- le pregunto al ver que seguía sonriendo.-
-esa…- le dijo señalando con el mentón.-
¿Era una broma?, estaba hablando de esa cosa de madera.
-¿ese es el baño?...- le pregunto casi sintiendo nauseas.-
-no… en realidad es el estanque de Bee.- hizo un ruido con sus labios y apareció un caballo color caramelo.- pero improvisamos un poco…- volvió a sonreírle.-
-¿te bañas ahí?...- le cuestiono incrédula.-
-jajaja… no, la ducha está detrás de la casa pero tú no puedes ducharte así que me puse a buscar donde… y Bee me dio la idea.- el caballo relincho.- ahora…- le dijo bajándola.- es hora del baño.-
-espera…-
Le pidió, pero muy tarde, la dejo reposando en el agua y al contrario de lo que creía, no estaba fría. Lo miro y le sonrió, el agua tibia tenía un aroma muy tentador, noto que había trocitos de hojas flotando y comenzó a jugar un poco quitándose el barro y el ungüento.
-esto ayudara con tu pie…- le dijo agachándose…- voy a ir dentro para que puedas bañarte y si necesitas ayuda… solo grítame…- le dijo amablemente.-
-gracias…- movió su cabeza y le sonrió apenas.-
El agua estaba muy relajante, jamás había tomado un baño al aire libre, aunque llevaba esa sabana encima se sentía desnuda. Lo bueno es que se quito todo el lodo y su pie se sentía menos hinchado, incluso lo podía mover un poco y no le dolía. Vio que el agua se había ensuciado y que sus dedos estaban arrugados como los de una anciana.
-señor…- le grito.- ¡señor!...- le volvió a gritar.-
Espero un poco y la puerta se abrió, el salió sacudiendo su cabello y sonriendo, ¿acaso no se cansaba de sonreír?. La escucho mientras leía sus anotaciones, ya se había tardado en llamarlo. Se le acerco despacio y cargando en una mano una toalla para ella.
-¿señor?...- le pregunto amablemente.- cierto… creo que se nos olvido presentarnos.- me llamo Jung Yunho, pero me gusta solo Yunho. ¿Y cuál es tu nombre?...- le dijo mientras estiraba la toalla para envolverla.-
Lis se quedo helada… ¿estaba hablando en serio?, era poco probable que la reconociera con todo ese lodo encima, pero ahora que el agua había hecho su trabajo y que su piel blanquísima quedaba a relucir, él… no la reconocía. Pestañeo un poco y se cuestiono… ¿Qué hacer?, ese extraño no la conocía… ni siquiera parecía tener idea de que era una actriz… un ídolo. Y la idea más loca que hubiera pensado salto… ¿Por qué no tomar un descansó?... aquí… tomarse un tiempo para relajarse.
-¿Qué pasa?...- le pregunto extrañado.-
-es…- estaba pensando mientras hablaba.- que no recuerdo…- le dijo de manera inocente.-
-¿jajaja qué?...- le pregunto pensando que estaba bromeando.- ¿no me digas que no sabes cuál es tu nombre?
-no lo sé…- le dijo haciendo gala de sus dotes de actriz.-
-no lo puedo creer…- le dijo borrando la sonrisa.- ¿y no tienes tus documentos?…-
-solo tengo la ropa…- le reconoció, lo demás estaba en su auto que fue arrastrado río abajo.-
-vaya…- meneo la cabeza.- bueno, no te preocupes… ya veremos cómo solucionamos esto…- le reconforto, debía ser horrible olvidarse de todo.- vamos adentro antes de que cojas un resfriado.-
La levanto del agua y ella sonrió por dentro, le gustaba esta idea… desaparecer del mundo por un tiempo, esconderse en un lugar poco frecuentado y más porque Yunho no tenía idea de quién era ella. Era como volver a nacer, con la ventaja de que podía regresar a su antigua vida cuando se cansara.
La prensa estaba enloquecida, el representante de Lis se frotaba las manos y sudaba… no podía creer lo que ocurrió. La policía se despidió de él, pero quedaba la peor parte… enfrentar al público. Su teléfono comenzó a sonar y vio de quien se trataba, claro… ahora que ella no estaba el muy imbécil decidía preocuparse por ella… corto la llamada y levanto el rostro, al mal tiempo darle paso. Salió y las cámaras, los flash, los micrófonos, todo se le vino encima… intento llamar a la calma pero todos estaban desesperados y los entendía.
-¿Qué hay de cierto con los rumores?...-
-¿Sr. Park que porque estaba la policía?...-
-Sr. Park…-
-por favor…- les dijo levantando las manos.- necesito un poco de silencio.-
La prensa se calmo pero no bajaron sus micrófonos, estaban ardiendo por saber la noticia.
-Los rumores acerca de la muerte de la Srta. Kim no se han confirmado.- hizo un silencio.- aunque actualmente sigue desaparecida y no se descarta… su posible fallecimiento.-
Los periodistas comenzaron a gritar sus preguntas, esta noticia iba afectar a toda la industria, pero ya no podían ocultarla… el auto de ella se encontró destruido y todas sus pertenencias estaban desparramadas por el largo del río.
