tulo: Dicotomía

Rating: K

Spoilers: si se escudriña bien, puede verse algo del final.

Genre: General, angst.

Disclaimer: Esta obra es producto de John Logan, Stephen Sondheim y la versión cinematográfica del genial Tim Burton.


Para Benjamin Barker la vida siempre había sido de un tono matizado. La bondad y la maldad pueden coexistir, son después de todo necesarias para darle sentido a la realidad.

(Mientras mira a su hija, Benjamín puede dar fe de ello.)

Para Benjamin Barker el mundo siempre ha tenido días soleados y días nublados. Las estaciones hacen variar el clima, después de todo. El sol siempre sale al final de una tormenta, el mundo es demasiado hermoso como para no ser alumbrado.

(Mientras pasea con su esposa e hija, Benjamín puede dar fe de ello.)

Para Benjamin Barker, no hay personas que quieran hacer daño a los demás. No tiene cabida el pensamiento de que existan seres sádicos, que destruyan felicidad ajena. No existen. La vida, el mundo, son demasiado… para que existan personas así.

(Mientras descansa pacíficamente en su hogar familiar, Benjamin realiza eso).

Para Sweeney Todd, la vida sólo tiene dos colores; negro y rojo. La muerte, la repugnancia, la escoria que acarrea toda la falta de luminosidad concluyendo en el sombreado negro, y el sensual rojo de la limpieza, el palpable carmesí de la vida que escapa de todos los males que pueblan el mundo.

(Mientras degolla una garganta, Todd puede dar fe de ello.)

Para Sweeney Todd el mundo siempre ha sido oscuro, nunca ha tenido luz. Es demasiado asqueroso como para poder reproducir claridad, está demasiado contaminado como para poder respirar en él. El sol ya es sólo un vago espejismo de lo que nunca fue.

(Mientras la luna se refleja en su navaja, Todd puede dar fe de ello.)

Para Sweeney Todd sólo existen las personas que no merecen la vida. Nadie debería estar vivo –incluyéndole-, los seres humanos son demasiado mezquinos, demasiado malditos como para tener el privilegio de respirar. No existen personas que valgan, no existen. La vida, el mundo, son demasiado… para que existan personas así.

(Mientras la sangre cae por su propio cuello, Todd lamenta eso.)

Notas de la autora: He flipado con la película, es tan… burtoniana y Sweeney es tan adorable –de un modo retorcido y macabro, claro está-.