Hola este es mi segundo fic y si, es Ichihime ya que estamos de aniversario jajajaja Espero les guste y perdonen los errores.

(Tuve algunos problemas con la pagina y lo he intentado subir como 5 veces jajaja)

Es un fic Ichihime pero es AU, aqui los personajes no tienen poderes ni se habla sobre shinigamis ni nada parecido.

Si no te gusta el Ichihime por favor NO LO LEAS :)

Advertencias: Tiene OoC,contiene lemon y puede contener lenguaje fuerte. No apto para menores. Mini lemon primer capítulo.

Disclamer: Bleach y sus personajes son propiedad de Tite Kubo. La historia es mía.

Sin Derecho A Tus Besos

Capítulo 1

¿Primer Encuentro?

Mordía su labio inferior como señal de nerviosismo. Convenciéndose a sí misma que lo que en pocos minutos iba a ocurrir en una de las habitaciones del Hotel más prestigioso de Karakura era la mejor opción para salir de deudas.

Una vibración en su bolso la hizo abandonar sus pensamientos, escarbo de forma nerviosa entre la maleta, cuando encontró el móvil leyó el nombre de su ahora jefe y amiga, decidió contestar pero antes respiro tres veces para tratar de sonar lo más tranquila posible.

-hola Rangiku-san.

-¿Niña dónde estás? ¿No me digas que te arrepentiste?

-No, solo era el tráfico. Ya estoy en la puerta del Hotel justo iba a entrar.

- Ok, apúrate el Doctor Kurosaki te está esperando hace 10 min.

-Ohh, ya veo. No te preocupes todo está bien, ya estoy aquí.

-Bien, ya sabes Orihime usa tus encantos. Aunque seas virgen puedes ponerle algo de picante a la noche, el doctor Kurosaki pago muy bien por ti. Niña, recuerda todos los consejos que te di.

-Si, lo recuerdo todo. ¿Le dijiste acerca de mi única regla?

-... En realidad, lo olvide, pero no creo que se enoje. Buena suerte Orihime y actúa natural.

La peli naranja se tragó grueso, guardando el celular en su bolso. Camino hacia la recepción donde un chico de ojos verdes y bástate pálido la miró fijamente a sus orbes grises antes de anunciarla, aumentando su nerviosismo.

-.-.-.-.-

-Bien, Orihime no puedes dar vuelta atrás. ¡tú puedes!- Se dijo así misma.

La peli naranja dio dos firmes golpes en la puerta para luego de escuchar un "adelante"decide gira la perilla y pasar a una lujosa habitación. La luz era tenue, pero se podía ver lo enorme y lujosa que era.

Con su boca abierta y sin dar un paso de la puerta estudiaba el lugar, la habitación era enorme con un ventanal de pared a pared donde se podía ver la ciudad iluminada, una cama doble que a simple vista se podía deducir que las sábanas eran muy costosas, la decoración era fascinante cuadros abstractos y arreglos florales con un estilo minimalista, pero lo que más le llamó la atención fue el aroma era un olor a canela, ese aroma la hizo relajarse un poco y olvidar porque estaba en esa habitación.

-¿No piensas seguir?-

La peli naranja busco al dueño de esa voz y lo vio, estaba sentado en el sofá, al lado del ventanal tomando un trago mientras la estudiaba con la mirada.

Realmente era un hombre apuesto, su cabello naranja y esa mirada chocolate tan penetrante, lo hacía ver muy atractivo además se veía joven, tal vez no de la misma edad de la peli naranja, pero si más joven de lo que ella pudo imaginar, sus brazos se veían fuertes con un torso firme. Se sentía sonrojada ante la imagen de un hombre tan varonil y misterioso.

-¿Por qué un chico tan guapo buscará los servicios de una prostituta? ¿Dije guapo? Por DIOS Orihime tienes novio y lo amas... ¡No lo olvides!-

-Lo siento mucho Doctor Kurosaki, el tráfico a esta hora aún es pesado.- Decía la peli naranja mientras se deshacía de su abrigo.

El peli naranja solo sonrió algo divertido quitándole importancia a las disculpas, dio ligeros golpes en sus piernas indicando a la peli naranja que se sentara en ellas.

La chica acomodó su bolso y abrigo en una mesita de la entrada, ajustando el cabello que llevaba perfectamente alisado detrás de sus oídos camino hacia su apuesto cliente, cuando llegó frente a él, alisó un poco la falda de su ajustado el corto vestido negro.

Los ojos grises y los chocolates se fundieron en una extraña mirada, la peli naranja no se iba a intimidar por su apuesto y primer cliente, y él no iba ceder frente a una mujer nuevamente... menos una prostituta.

-Quítate el vestido.-

-...¿Qué?-

-Hermosa, lo que vamos hacer... se puede disfrutar si lo hacemos sin ropa, así que no te hagas de rogar. Estoy seguro que no eres virgen, aun que te hagas la inocente para justificar tu valor. No te preocupes, eres muy linda, apuesto que desnuda te ves mejor.

En ese momento la peli naranja quiso correr, no podía creer lo idiota que resultó el "apuesto doctor" soltando el nudo que se ajustaba en su cuello empezó a bajar el vestido pidiéndole ayuda con el cierre a su ahora "cliente", gustoso la ayudó mientras acariciaba su espalda con sus dedos.

La peli naranja solo quería que eso fuera rápido, se quitó el vestido, se sentó en las piernas de su cliente cubriéndose un poco los pechos con su cabello y brazos, esperando que el peli naranja actuará.

El peli naranja gruño un poco al sentir el trasero su bella acompañante sobre sus piernas, tomó un poco más de su Whisky Johnnie Walker Blue Label, con la mano que tenía libre acarició desde la mejilla hasta el hombro de la peli naranja, mientras más la detalla, más fascinado se sentía por su belleza. Se acercó un poco más a su rostro y noto que estaba muy maquillada, eso no le gusto ya que lo hizo pensar que era muy joven y ese maquillaje era para verse mayor.

-Dime hermosa ¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes?- le pregunto dándole un beso en el hombro y luego lo mordió un poco.

- Inoue Orihime, 18 años.- respondió sin mirarlo.

-Te ves nerviosa ¿Por qué haces esto?-

-Señor, creo que eso no le incumbe. Viene aquí porque tenemos un negocio por así decirlo... Así que haga lo que tenga que hacer. No necesito que finja que le interesa mi vida.-

Esas palabras sorprendieron al peli naranja, realmente si se sentía interesado, más porque esa chica le recordó a su madre, su rostro era muy angelical y esa mirada de tristeza solo demostraba que no estaba cómoda con lo que iba a pasar.

El peli naranja le ofreció un poco de su Whisky diciendo –Toma un poco, estas algo tensa... un Johnnie Walker te ayudará a relajarte.– pasando el vaso y guiñandole un ojo como señal de seguridad.

La peli naranja aceptó probar un poco, el licor pico en sus labios, al sentirlo en su paladar fue un sabor ahumado y al tragarlo sintió cómo quemó su garganta, hizo un gesto de disgusto al sentir como ardió en la boca de su estómago.

-Perdón hermosa Orihime, me gusta sin hielo.-

El peli naranja la tomó del mentón y mirando esos labios carnosos, trago grueso, los acarició con su pulgar, cerró la distancia y cuando estaba a punto de probar esos tentadores labios, sintió como la peli naranja bruscamente desvió el rostro.

-Doctor Kurosaki, Rangiku-San olvidó explicar que tengo una regla.-

-Te escucho preciosa. - Dejando el vaso vacío en el suelo, con sus brazos le rodeo la cintura y se dispuso a poner atención.

-Pues veras... Puedes hacer lo que quieras, lo único que no puedes hacer es besar mi boca.

-Supongo que... si pregunto la razón, no me vas a decir. Pero está bien hermosa, sin besarnos.-

El doctor besó el mentón de la peli naranja, jugando con la única prenda que aun tenía, unos pantis de encaje color negro.

Los suspiros no tardaron en llenar la habitación, la peli naranja empezó a desabrochar la camisa de su amante, pero este la interrumpió con una pregunta que le creó conflicto. –¿Hermosa, tu puedes besar mi cuerpo y mi cara?- La peli naranja no supo qué contestar. Así que el peli naranja le propuso que siguieran. –Si en algún momento sientes que lo quieres hacer, no lo dudes por favor.- Fue la propuesta del peli naranja antes de seguir explorando el cuerpo de diosa que tenía en sus brazos.

Después de la sesión de caricias y besos, se dirigieron la cómoda y suave cama. Terminaron de retirarse lo último que les quedaba de ropa, el peli naranja se puso arriba mirándola fijamente. –¿Enserio eres virgen?– Pregunto muy dudoso mirando el rostro y los desarrollados pechos de su compañera. Ella solo asintió con vergüenza. –La primera vez de una chica debe ser con amor, yo Kurosaki Ichigo, te voy hacer el amor O-ri-hi-me.– Estas últimas palabras susurradas en el oído de la peli naranja hicieron que su virginal zona se humedeciera, debía aceptar que el Doctor Kurosaki sabía cómo tocar su cuerpo, la forma en cómo besaba su piel, esa es la forma en la que ella siempre soñó que su novio lo hiciera. ¿Estaba bien esa sensación que Ichigo despertó en ella?

El peli naranja hizo un camino de besos desde su cuello hasta sus pechos, era demasiado gentil, la forma como succionaba sus pechos, le robó más de un suspiro a la peli naranja. Las caricias eran suaves y lentamente fue bajando hasta la intimidad, acarició la suave piel de su entrepierna sintiendo la humedad. –Me alegra que lo estés disfrutando, hermosa. - Inserto dos dedos sintiéndose confiado por la humedad de la zona mientras con el pulgar acariciaba el clítoris hinchado de la hermosa peli naranja, se perdió en ese rostro sonrojado y en sus inocentes gestos, era toda una obra de arte ver cómo sus ojos se humedecen y su cuerpo se retorcía por los espasmos de su primer orgasmo.

Esa imagen realmente incrementó un dolor en la parte baja del doctor Kurosaki, sentía como su sangre caliente viajaba a su erección haciéndola palpitar, suspiro tratando de calmar ese deseo de penetrar como una bestia a la virgen vagina que tenía entre su mano pero el licor no ayudaba mucho a su autocontrol, además que la chica era hermosa.

Retiró su mano de la intimidad de la peli naranja y probó su dulce néctar, su mente quedo en blanco -¿Cómo es posible perder el juicio por alguien que acabo de conocer?- esa pregunta rondó por su mente, mientras tomo a la peli naranja de las caderas y abrió sus piernas para probar ese néctar directamente del paraíso.

El peli naranja era todo un experto, exploró con mucho erotismo la intimidad de su amante, haciendo que de los pequeños labios carnosos se escaparan varios gemidos, gemidos que eran música a los oídos del doctor.

La peli naranja se sentía muy confundida, todo lo que su "cliente" le estaba haciendo, no era exactamente lo que su amiga Rangiku le contó. Realmente no fue necesario pensar en otra cosa, cerrar los ojos o fingir gimiendo para hacerle creer a su cliente que estaba disfrutando.

Ella en realidad lo hacía, en verdad disfrutaba del Doctor Kurosaki, sus caricias, los besos sobre cada parte de su cuerpo la hacían arder. ¿Este sentimiento la hacía una mujer mala? Ella siempre soñó un momento así con su amado novio, pero en este instante no podía ni siquiera recordar su nombre o rostro. Su mente y cuerpo solo pertenecían a un hombre en ese momento, Kurosaki Ichigo.

-Ahhh Kurosaki-S-San- Esa fue la única frase que salió de la peli naranja al sentir su segundo orgasmo. El peli naranja levantó su rostro mientras lamia sus propios labios, se declaró internamente adicto al dulce sabor de aquella chica. ¿Por qué él no era 7 años menor?, ¿Por qué tenía ella que dedicarse a la prostitución? Y ¿Por qué no la conoció en otro momento? Esas eran preguntas que el doctor se hacía al ponerse sobre la peli naranja, beso sus mejillas, su nariz y acarició esos hermosos cabellos naranja que se encontraban algo húmedos.

-Hermosa Orihime, esto va doler un poco, si te duele, me dices para ir más despacio pero no me voy a detener, no voy a poder detenerme. Lo siento.-

El doctor con su mano derecha se apoyó en la cama, con la mano izquierda puso su miembro en la intimidad de su acompañante, intento penetrala poco a poco, pero la peli naranja era tan estrecha que expulsó el miembro del peli naranja.

Las mejillas de la peli naranja se tiñeron de rojo al ver la cara del doctor, si, ahora estaba seguro que realmente era virgen, el doctor empezó a respirar con dificultad, estaba demasiado excitado, su erección dolía montones y las ganas de sentirla suya eran insoportables.

-Lo siento hermosa, ya no puedo ser más gentil.-

Esas palabras en vez de intimidar lograron aumentar la excitación en la peli naranja, pasó sus manos torpemente por el marcado pecho del doctor y con sus ojos llenos de lágrimas le rogó que la hiciera suya. Se sentía sucia pero ese sentimiento la hacía mujer, una mujer deseada por alguien, aunque ese alguien no fuera el hombre que ella decía amar.

El tacto de la peli naranja era torpe e inexperto, pero aun así lograba estremecer cada fibra de su piel. Sin más él la tomó fuerte de las caderas y la penetro. Un grito ahogado por parte de la peli naranja y un fuerte gruñido por parte del doctor, luego fue silencio.

Después de unos minutos el peli naranja sintió como el cuerpo de su inexperta amante se relajaba, empezó a con unos movimientos suaves pero según pasaba el tiempo las embestidas se hacía cada vez más rápidas y profundas.

Estar dentro de esa chica era lo mejor que le había pasado hasta ese momento, deseaba besarla pero tenía claro la regla, así que beso y mordió ese blanco cuello con tal desesperación que las marcas se hicieron visibles de inmediato.

Su mayor placer era sentirse dentro de ella completamente desnudo, sin ningún tipo de protección, lo que venga lo solucionaría después además que él era un hombre sano y su amante era una inocente virgen.

Al paso de los minutos la peli naranja sintió unas desesperadas ganas de orinar, pero era tanto el placer que solo se aferraba a la espalda del doctor tan fuerte que sus uñas rompieron esa perfecta piel bronceada. Cada embestida era tan placentera haciendo que su cuerpo se entregará cada vez más a esa nueva sensación.

El doctor sentía como la intimidad de la peli naranja se contrae sobre su miembro ya estaban cerca del orgasmo, un par de movimientos y sintió a la peli naranja humedecer las sábanas, esa reacción lo hizo elevar su ego de hombre, excitándose mucho más así que dejo salir su semilla en el interior de su amante.

El peli naranja tratando de recuperar su aliento, apoyo su frente en la de la su amante, abrió los ojos para verla y lo que sus ojos captaron fue lo más hermoso que pudo ver, las mejillas de la peli naranja estaban rojas con rastros de lágrimas, su gesto aunque tímido reflejaba satisfacción.

Beso esa pequeña nariz halagandola por la maravillosa experiencia. La peli naranja no respondió nada, estaba tan avergonzada, gimió tanto, marcó la espalda del doctor y se había "orinado" según ella.

-Hermosa Orihime ¿Pasa algo? ¿Aun te duele? Sé que fui algo brusco pero la primera vez duele.-

-No, Doctor Kurosaki estoy bien. Lamento las marcas que deje en su espalda, su esposa o novia se va a molestar.-

-¿Mi novia o esposa? Jajajaja mi hermosa Orihime, yo soy soltero, por las marcas no te preocupes, valieron la pena.-

La peli naranja se sonrojo y trato de apartarse del doctor, pero este le impidió moverse de la cama, quería hacerla suya una vez más, quería marcar todo su cuerpo excepto sus labios que estaban prohibidos para él.

-.-.-.-.-

Eran las 3:52 am la peli naranja se dirigió al baño para limpiar los restos de sangre en sus piernas, quería salir de esa habitación lo antes posible aprovechando que su "cliente" se durmió.

Estaba cansada, las piernas le temblaban, le dolían músculos que ni siquiera sabía que tenía. Definitivamente el doctor Kurosaki era excelente amante, habían hecho "el amor" como él lo llamó, una tres veces más esa noche.

La peli naranja entró a la ducha dejando que el agua tibia relajara todo su cuerpo, pasaron unos quince minutos, cuando salió de la ducha, se dio cuenta que había olvidado su ropa en el bolso, limpio mejor su rostro frente al espejo retirando todo rastro de maquillaje hecho por su jefa Rangiku, cuando las vio, las marcas que su amante había dejado sobre su cuello y clavícula ¿ahora qué le diría a su novio? Su respiración se aceleró un poco, lavó nuevamente el área esperando que desaparecieran, pero no fue así.

-Bueno Orihime, relájate, primero salgamos de aquí y luego resolvemos estos moretones. Afortunadamente este hombre pago por anticipación, así que no tengo por qué cruzar palabra con él, nunca más lo volveré a ver. Voy a pagar la matrícula de mi universidad, salir de deudas y mi vida seguirá como si nada, me casare con mi amado y tendremos hermosos bebes peli naranjas con ojos azules.-

La peli naranja enredó una toalla en su cuerpo y salió para buscar ropa limpia que llevaba en su bolso.

-¿Ya te vas hermosa Orihime?-

Si, Kurosaki Ichigo había despertado. Estaba de pie junto a la ventana, disfrutando de la vista de la ciudad mientras fumaba un cigarrillo.

-Quédate un rato más, por lo menos hasta que amanezca.

La peli naranja vio las sábanas manchadas de sangre y luego lo miro. –Lo siento, tengo que irme ya. Lo de las sábanas... también lo siento. –

-No te preocupes hermosa, si me cobran sabanas nuevas no me importa. Pero no quiero que te vayas, es muy tarde puede pasarte algo, yo no quiero que te pase nada malo.-

El peli naranja empezó a caminar hasta llegar frente a la hermosa figura de la peli naranja en toalla, acercó a su rostro y vio las suaves pecas que tenía en su nariz y mejillas, eran iguales a las que tenía en los hombros y pecho.

Se veía tan sexi, sin maquillaje, en toalla y aun con rastros de humedad en su cuerpo, con esas delicadas pecas en su piel que la hacían ver tan inocente.

-Hermosa Orihime, amo tus pecas. Siempre quise tener una chica como tú. - Decía el peli naranja mientras la abrazaba por la cintura y besaba sus hombros, luego hizo un caminos de besos desde mejilla derecha pasando por su nariz y terminado en la mejilla izquierda, básicamente beso la franja de pecas en su rostro.

El corazón de la peli naranja comenzó a latir con mucha fuerza, su labio inferior empezó a temblar y poco a poco, sintió como un frío invadía todo su cuerpo. Esto no pasó desapercibido por el peli naranja que la ayudó a sentar en la cama, reviso su pulso y sus ojos.

-Hermosa, tienes un poco acelerado el pulso, pero debe ser que estas agotada. Oh y perdón por las marcas, te voy a recetar una pomada para que se borren pronto.

Eso alivió un poco a la peli naranja, al parecer el doctor Kurosaki era considerado, se puso de pie para buscar su bolso, sacó su celular, abrió las notas y le pido que le escribiera el nombre de la pomada mientras ella se cambiaba en el baño.

El peli naranja rápidamente escribió el nombre de la pomada y de unos anticonceptivos. Abrió los contactos y se agregó como "Mi Príncipe Naranja", luego se timbro a sí mismo, registrando el contacto como "Mi Hermosa Hime", dejo el celular en la pantalla de inicio pero antes de eso elimino el registro de la llamada y lo dejó en la mesa de noche.

Cuando la peli naranja salió del baño con un suéter blanco, unos jeans negros, vio que el peli naranja se estaba terminado de vestir también.

El doctor quedó muy sorprendido al ver a esa tierna peli naranja, le dijo que así le gustaba más.

-Bueno Doctor Kurosaki, me tengo que ir, que descanse.-

-Hermosa espera, tengo que decirte algo... verás en la nota te deje el nombre de pomada y unos anticonceptivos. Olvide usar condón, lo siento.-

La cara de la peli naranja se deformo –¿Q-que dijiste?- Los ojos grises reflejaban rabia llenándose de lágrimas.

-Te prometo que soy un hombre sano, es la primera vez que pago por sexo y estaba tan excitado que no pensé. Hermosa, mira te pagaré lo de las patillas y la pomada, también te daré para que te agás unos exámenes si no crees en mí.- Le extendió 300 dólares. –Si necesitas algo más, por medio de Rangiku te daré lo que me pidas.-

La peli naranja respiro profundo, le dolía la cabeza, se sentía tonta. Recibió los 300 dólares se puso su abrigo, guardó su vestido negro en su bolso, salió de la habitación lo más rápido que pudo. El ascensor estaba dos pisos abajo pero no quería esperarlo, corrió por las escaleras, nunca en su vida había bajado 16 pisos, sus piernas le dolían aún más.

Por fin estaba fuera del hotel reviso la hora en su celular 4:37am, abrió Line y le envió un mensaje a Rangiku.

-Hola Rangiku, ya estoy fuera del hotel voy camino a casa. Necesito hablar contigo urgente.

-Hola Hime, wow ¿Hasta ahora sales? Al parecer el Doctor aprovechó muy bien lo que pagó jajajaja.

- No estoy de humor ¿A qué horas puedo pasar por Haineko?

-¿Paso algo malo linda?

-Pues... no lo sé, necesito hablar contigo, quiero tu opinión.

-¿Te enamoraste? :O

-Rangiku Matsumoto... deja tus bromas ¿sí? :I

-jajaja ok, ven a las 5:00 pm ("3") besos.

-Gracias, nos vemos.

La peli naranja guardó su móvil y se estiró un poco, correr 16 pisos abajo no era lo más recomendable después de perder la virginidad con un loco, por que así lo veía ella, ese romanticismo no era normal en un cliente.

Rangiku le dejó muy claro la diferencia de tener sexo con alguien que se tiene sentimientos y con alguien que solo quiere "follar como bestia" palabras de su adorada jefa.

Su paz se acabó cuando ve a quien tenía al frente, con una sonrisa deslumbrante, de brazos cruzados y recostado sobre un CHEVROLET Camaro color plata.

La peli naranja intentó correr, pero sus piernas aún le dolían por la estupidez de bajar corriendo todos esos pisos, cuando sintió que el peli naranja la tomó de los hombros comenzó a llorar como resultado de lo desesperada y confundida que la hacía sentir la actitud del doctor, él solo le limpiaba las lágrimas inclinándose para unir sus frentes.

-¿Q-qué quieres de m-mi?- Preguntaba entre llantos.

-Llevarte a tu casa, solo eso.-

-Déjame, puedo irme en un taxi.- Se retiró con brusquedad del peli naranja.

-No quiero hacerte daño, solo quiero saber que llegaste bien a casa. Eres joven, hermosa y algo ingenua. Independiente de lo que pasó en la habitación, yo te respeto. No quiero que nadie se aproveche de ti y te hagan daño... me siento responsable, ¡Te quite la virginidad!, no quiero dejarte en la calle como si no fueras nada.-

-¿Hablas enserio? No deberías portarte así conmigo, no necesito tu lastima.¿Por qué lo haces?-

-Ya te dije hermosa, me siento responsable. Es todo.-

La peli naranja sin más opciones entro al auto, estaba demasiado cansada y ya era muy tarde. El doctor le encargó buscar buena música para el camino a casa, el recorrido fue tranquilo definitivamente se comportó como un caballero, hablaron un par de trivialidades de la cuales se rieron a carcajadas, él le contó que tenía 2 hermanas que eran mayores que ella, la peli naranja entendió el sentimiento protector del doctor, se ofreció que si algún día tenía algún problema de salud podía buscarlo, también le contó que su padre era algo intenso, sobre todo con sus hermanas mellizas que aún vivían con él, hasta que por fin habían llegado a casa de la peli naranja.

-Bueno hermosa Orihime, hemos llegado a tu casa, cumplí mi promesa sana y salva.-

-Gracias Doctor Kurosaki.-

-Dime Ichigo, ¿Te puedo hacer una propuesta cero sexual?-

-Bueno de hacerla, la puedes hacer, yo veré si la acepto- Bajo la mirada un poco sonrojada.

-Jejeje amo como te sonrojas y justo donde tienes esa lindas pecas- Decía el peli naranja acariciando la larga cabellera naranja.

-No me cambies el tema, ¿Qué quieres? - Decía la peli naranja entre cerrando los ojos.

-Bueno, mira sé que te sonara raro, pero quiero ser tu amigo.-

-Lindo auto, siempre me han gustado el Camaro, ¿Qué modelo es este?

-Camaro SIX SS 2017, lo compre hace poco... Pero no me cambies el tema, si aceptas ser mi amiga te puedo recoger todos los días.

-Lo siento Ichigo-San, no puedo salir con clientes, además sería raro.

- ¿Raro? Hermosa, raro sería que no quiera conocerte y no lo digo por lo que pasó, lo digo porque eres una buena chica, necesitas alguien que te quiera y hablo de tus sentimientos. Mira hermosa, ¿tú crees que todos los hombres van a ser como yo? No sabes los casos que he visto de prostitutas que llegan con lesiones hechas por sus clientes, tú no perteneces a ese mundo, tu eres un ángel.-

-Ichigo-San tengo gente que se preocupa por mí, enserio muchas gracias, pero no puedo.

-Hermosa Orihime, piénsalo, nos podemos comunicar a través de Rangiku. Te diré una última cosa. No soy tonto tengo 7 años más que tú, una jovencita que pasa una noche fuera de casa y nadie llama ni se angustia por su paradero no es normal. Yo antes de llegar al hotel a verme contigo me asegure que mis hermanas estaban en casa, así que espero que evalúes bien a esa "gente" que se preocupa por ti.

Se hizo un silencio incomodo, la peli naranja abrió la puerta del auto, pero antes de salir, se giró y miro al peli naranja que tenía la mirada en el volante con frustración, se acercó a su rostro varonil y respiró ese aroma maderoso mezclado con el picante sudor que desprendía el doctor, besó su áspera mejilla y se despidió con un -Gracias Ichigo-san.-

El peli naranja quería salir tras ella y comerla a besos pero su cuerpo no se movía, se sintió como un tonto adolescente, trago grueso mientras veía como la hermosa peli naranja entraba a su apartamento, luego se puso en marcha a su casa, necesitaba dormir un rato o por lo menos intentar dormir.

-.-.-.-.-.-

La peli naranja en pijama frente al espejo se veía aun sonrojada, no podía creer que había besado la mejilla del Doctor Kurosaki, luego imágenes de esa noche llegaron a su mente, como halago su cuerpo y esas gentiles caricias, se miró aún más roja, recordando esos besos sobre sus pecas ¿En serio le habían gustado tanto? Su novio siempre le decía que se maquillara, que esas pecas la hacían ver desaliñada, sobre todo cuando la llevaba a reuniones familiares donde su suegro a duras penas le dirigía el saludo.

-Que afortunada la chica que sea novia de Ichigo-San, es muy gentil y se ve que tiene una familia genial por lo poco que me contó, además me dijo que era la primera vez que hacía esto ¿Por qué lo habrá hecho?, ¿Tendría curiosidad? o tal vez lleva mucho tiempo sin novia. Bueno me voy a dormir tengo que ir más tarde a comprar las dichosas pastillas y la pomada, sobre todo necesito hablar con Rangiku-San.-

La peli naranja intento dormir, pero aun sentía sobre su cuerpo los besos y las caricias del doctor, dio vueltas en la cama hasta que pudo conciliar el sueño, un sueño donde Kurosaki Ichigo estaba presente.

-.-.-.-.-

El peli naranja entró a su apartamento tirando las llaves sobre la mesa del recibidor, sintió como Kon, un pequeño perro de raza Löwchen lo saludaba con efusividad para luego intentar hacerle el amor a su zapato, así era siempre que llegaba, a ratos le irritaba tener un perro con ese lívido a pesar que era castrado. Pero el pequeño Kon no podía vivir sin él, desde que lo rescato de las calles no se despega ni un segundo del peli naranja cuando está en casa.

-Oye Kon cuando traiga a Orihime, espero que no intentes hacerle esto. ¿ok?-

El pequeño perro solo ladeo la cabeza.

-¿Qué dices?¿Que quien es Orihime? Pues la futura madre de mis hijos.-

El pequeño Kon solo lo miraba fijamente, mientras el peli naranja se ponía en cuclillas para acariciar su cabeza.

-Sí, mi pequeño y feo amigo, la encontré, me regalo la mejor noche de mi vida.- Le contó suspirando.

Kon empezó a mover la cola.

-Gracias amigo. Pero no te contaré detalles, solo te diré que beso mi mejilla y me hizo el hombre más feliz del mundo.-

El pequeño perro empezó a oler las manos del peli naranja para luego lamerlas mientras movía la cola.

-¡Oye! ¿Qué te pasa pervertido? Orihime es solo mía, me voy a bañar, aunque no quiero que su aroma se vaya de mi cuerpo, pero si no lo hago vas a violarme como a todos los juguetes que te he comprado.-

El peli naranja se ducho mientras pensaba en lo lindo que fue ver a Orihime, sintió como el jabón ardió en su espalda, recordó los suspiros y gemidos de su Hime mientras él la tomaba como suya, todas esas imágenes lo pusieron duro de nuevo, obligándolo a atender su erección mientras pensaba en la hermosa Orihime y él haciendo el amor bajo la ducha.

Esa mañana el Doctor Kurosaki durmió acompañado como siempre por su "feo y pervertido perro" como él le decía, pero también lo acompañaba mucha tranquilidad, tranquilidad que no tenía desde el día que su prometida se fugó con su amante, dejándolo solo en el altar.

-.-.-.-.-

3:00 pm Hospital de Karakura.

Un sonriente peli naranja tomaba un café en la cafetería del hospital antes de iniciar turno, estaba algo agotado pero feliz, tan feliz que sabía que podía soportar la larga jornada que le esperaba.

-¿Y esa sonrisa? ¿Tan bueno fue?-

El peli naranja levantó la mirada para ver de quien provenía esa voz, su alto y pelirrojo amigo, que lo miraba expectante por información.

Abarai Renji era amigo del Doctor Kurosaki desde el colegio, él y su esposa Rukia más conocida como "La enana", estaban muy preocupados por cómo su amigo tomó todo lo ocurrido el día de la fallida boda "Kurosaki y Dokugamine", después de ese día el Doctor cayó en depresión, donde pasó tres semanas sin salir de su departamento, no volvió a su trabajo, y si no fuera porque Uryuu Ishida intervino ante su padre el director del hospital de Karakura, hace rato estaría desempleado por no presentarse durante casi 2 meses.

-Hola Renji ¿Qué haces aquí? ¿Te sientes mal?-

- ¿Qué yo qué hago aquí? ¿TU QUE HACES AQUÍ? Rukia y Uryuu me llamaron, porque te vieron volver a trabajar después de casi dos meses y con una sonrisa de idiota enamorado.-

- ¿Tanto se me nota Renji? - pregunto para luego beber un poco de café.

-Pues amigo, volviste a trabajar, tus ojos brillan y no dejas de sonreír. Nos estas asustando y sobre todo a Rukia porque ella no tiene ni idea de la chica que te pagamos Uryuu y yo.-

-Renji, la chica de ayer era Orihime, ella al parecer no me recuerda, con ella vivimos algo especial en el pasado, fue mi primer beso.

- ¿QUE? No estoy entendiendo nada. Pensé que Riruka había sido la única mujer en tu vida, eran novios desde que tenías 21 años y jamás te vimos con otra chica, siempre fuiste un ñoño en el tema de salir con chicas. Además, la chica de ayer ¿No era virgen? Rangiku me dijo que tenía 18 años.-

-Así es Renji, Orihime tiene 18, soy su primer beso, su primer hombre y quiero ser el único.-

-Ichigo, creo que cometimos un error, no debimos pagarte esa chica.-

-Renji, ella es diferente.-

-Eso dijiste de Riruka y mira... Pero ok, digamos que te creo, "es diferente". ¿De dónde se conocen?-

- Te contaré, ¿Recuerdas que hace como 5 años íbamos a montar bicicleta, pero yo no fui? Pues ese día yo atropelle a Orihime, se golpeó muy fuerte y se quebró su brazo.
Ella tenía 13 años, la lleve a la clínica de mi papá, estuvo internada una semana, pero nadie iba por ella, los dos primeros días estaba inconsciente porque también tuvo una lesión en la cabeza, nada grave pero mi papá la tuvo sedada para trabajar mejor la inflamación.

No me despegué de ella ni por un segundo, era ver a mi mamá cuando estaba pequeña, con mi papá hablábamos del sorprendente parecido, hasta pensamos en que si nadie iba por ella la íbamos a adoptar.

Al tercer día despertó y me enamore, no lo tomes a mal, quería que fuera mi hermanita. Le daba de comer, jugaba con ella, dibujamos juntos. Fue la mejor semana de mi vida, esos ojos grises tan tiernos me tenía cautivado. Me sentía tan culpable por quebrar su bracito.

Un día le pregunté por su familia, me contó que tenía un hermano llamado Sora, estaba de luna de miel, ella no quería que lo llamara, porque él se iba preocupar y no iba a disfrutar el viaje que tanto planeó con su esposa. ¿No es una ternura?.

Cuando mi padre le dio de alta yo me hice cargo 2 semanas más de ella, le llevaba comida, la recogía del colegio, le lavaba su ropa, era su esclavo. No sabía qué hacer para recompensar que tenía su brazo roto.

Una noche mientras le leía un cuento, ella me declaro sus sentimientos, la verdad me causo mucha ternura, me hizo prometerle que la iba a esperar hasta que fuera mayor de edad para poder ser novios y esa noche nos dimos un beso, fue algo tierno, solo fue un pico corto para sellar la promesa.

La cosa es que yo le lleve flores y un pequeño peluche rosa al día siguiente, ella me entregó una carta donde decía que yo era su príncipe Naranja y que cuando tuviera 15 años tal vez Sora podía aceptar que fuéramos novios.

La visite una semana más donde la llenaba de regalos, no nos volvimos a dar besos, tenía claro que ella era una niña y la verdad el único sentimiento que ella despertaba en mí era ternura, la quería proteger, es todo.

La semana siguiente su hermano recibió una oferta importante en una firma de abogados, se la llevó. Nunca más la volví a ver hasta anoche.

La verdad fui a ese hotel con la clara idea de decirle a esa desconocida que se fuera, que tomara el dinero y se retirara de ese mundo, ofrecerle mi ayuda y ya.

Pero cuando vi a Orihime cruzar la puerta, de inmediato supe que era ella, su cuerpo ya está muy desarrollado pero aún conserva esa cara de angel, le hice un par de preguntas para cerciorarme que era ella y mi corazón se quería salir del pecho, volvió a mí, el destino me la trajo de vuelta.

Ella no me recordó, pero estoy seguro que le guste, aún se sonroja cuando la miro fijo a hermosos ojos grises y tiene esas tiernas pecas, recuerdo que me contaba como la molestaban por su cabello naranja y sus pecas, ¿Sabes? ella es una muñeca inocente, no tiene idea la envidia que despierta en otras chicas.

No te diré muchos detalles, pero hicimos el amor casi hasta el amanecer. Ella me dio esa razón por que volver a luchar, hoy pienso que la relación con Riruka fue una estupidez, jamás debí enamorarme de una mujer tan superficial y menos una mujer presentada por Uryuu Ishida.

-Zanahoria ¿Tu primer beso fue los 20 con una niña de 13?-

-No lo veas así Renji me haces sentir mal. Ahora ella tiene 18, ya es diferente.-

-Lo que más me aterra es que fue a tus 20, Rukia y yo nos dábamos besos desde los 10 jajajaja.-

-jajajajaja y muchas veces tuve que quemar las sabanas de mi casa, sin saber qué cochinadas hacían ustedes cuando se quedaba a dormir y mi papá de celestino, ese intenso nunca va a cambiar ¿Qué pensará cuando le presenté a mi Hime?-

-Que eres un lolicon.-

-¡Ja! Mira quien habla, por lo menos mi Hime ya tiene 18 y cuerpo de mujer, pero Rukia con 25, una hija y aun con cuerpo de niña de 10 años, es que ni la estatura le ayuda. Cuando Ichika tenga 15 años, Rukia va parecer la hija jajajaja.-

-Bueno amigo mas respeto para la mamá de tu sobrina, sabes que Ichika tiene apenas un año, pero te adora y a ese feo perro que tienes en casa.-

-Tienes razón, ya quiero que Hime los conozca. Pero hay algo que no entiendo, ella y yo lo hicimos anoche pero no me dejó besarla en la boca, eso me inquieta un poco.-

-Tal vez tiene novio.-

-La voy a investigar, necesito saber que es de su vida, afortunadamente tengo la dirección de su casa, así es más fácil para el investigador que pienso contratar.-

-jajaja ¿Estas bromeando verdad?-

-No, Renji. Hablo muy enserio, quiero saber de su vida y que este bien, no sé por qué ya no vive con Sora y si está en la prostitución es porque tiene problemas, aunque ella ya no me ame o no me quiera aceptar, la pienso ayudar.-

-Ok, recuerda muy bien esas palabras que tú mismo acabas de decir. ¡No te quiero ver de intenso tratando de que esa chica se enamore de ti!-

El par de amigos hablaron un rato más, el pelirrojo prometió ayudarlo y guardar el secreto por lo menos hasta que todo estuviera claro, a menos de que su amigo cometiera una estupidez con la chica que "acababa de conocer". El peli naranja le contó con más detalle cosas muy puntuales que vivió con la pequeña peli naranja en el pasado, su princesa favorita, color favorito, materia favorita, el nombre de sus amigas, comida y sabor favorito, el gran amor que sentía por su hermano, las 5 profesiones que iba estudiar cuando se graduara del colegio. Todos esos datos y la cara iluminada del peli naranja, cautivo a Renji.

-Bien zanahoria feliz, la chica es especial, te ayudare. ¿Pero cómo piensas ayudarla? Es muy probable que esta noche ya tenga otro cliente.-

-Eso es ya lo tengo pensado, amigo rábano.-

El peli naranja tomó su celular busco entre sus contactos y marcó el botón de llamar, acercó el celular al oído esperando respuesta. El pelirrojo solo lo observaba curioso.

-¿Hola?

-Hola Rangiku-san. Soy Kurosaki Ichigo ¿Cómo se encuentra esta tarde?

-Ohhh, Doctor Kurosaki, que alegría escuchar tu voz. Dime ¿A qué se debe tu llamada paso algo ayer? ¿O quiere conocer a otra de nuestras chicas? Tengo chicas muy lindas, tal vez no como Orihime pero sí mucho más expertas y juguetonas- Se sentía el tono juguetón en la voz de la Rubia.

-No te preocupes Rangiku-San todo estuvo más que perfecto ayer. No estoy interesado en conocer alguna chica, no dudo que deben ser hermosas pero no me interesa. Iré al grano, mi llamada de hoy si tiene que ver con Orihime.

-¿Qué hizo es niña?- su voz cambió drásticamente a una de preocupación.

-Tranquila, solo llamo para hacerte una propuesta, quiero negociar la absoluta exclusividad con la hermosa Orihime Inoue.

-.-.-.-.-

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¿Qué les pareció? Si tienen alguna sugerencia con tranquilidad pueden dejar una Review. Les tengo un par de preguntas pero antes de eso les comento que no tengo muy claro qué rumbo tomará este fic ya que lo quiero escribir de forma improvisada, lógicamente va ser Ichihime, pero a lo que me refiero es que quiero ir creando la historia a medida que la vaya publicando así que si tienes alguna idea para este fic con gusto la tendre encuenta, eso si, la pareja final es Ichihime y lógicamente tengo claro la base de la historia, pero si tienen una idea la puedo agregar :)

ahora si las preguntas:

¿Quien crees que es el novio de Hime?

¿Y por qué crees que dejaron a Ichigo plantado en el altar?

¿Qué crees que pasará en el siguiente capítulo o que quieres que pase?

No olvides dejar Review para saber si te gusta la historia un beso ("3")

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V