N/A: Estoy en racha la verdad. Esta vez me he aventurado con un personaje que me gusta mucho pero al que a la vez odio y me encanta ver sufrir, Cersei. A parte de que me parece un personaje de lo más complicado, pero creo que he conseguido captar un poco de la forma retorcida de ser que tiene. Aunque solo sea un poco.
Disclaimer: Sigo a la búsqueda y captura de un review divertido y original que diga en una frase que no soy GRRM.
Aviso: Este fic participa en el Reto#42: oye mi rugido del foro Alas negras, palabras negras.
Era una noche calurosa como lo había sido la noche anterior, y como lo sería la noche siguiente. La única diferencia era que a la noche siguiente no estaría ahí. No sentiría la humedad como una segunda piel. Ni las gotas de sudor bajando cual río por su agrietada piel debido al paso de los años.
Se moría. Y no necesitaba mirar a la cara de la-ya-no-tan-jóven-reina-dragón para comprobarlo. Lo sabía incluso antes de su llegada. Ninguna de las dos había hablado.
Cersei Lannister había dicho todo lo que tenía que decirle a Daenneris de la Tormenta hacía muchos años y no había pronunciado palabra desde entonces. Y no le veía el sentido a hacerlo ahora.
Cerró la boca emperrada en su cabezonería de no tomar la leche de amapola. Si no iban a darle suficiente para morir, entonces no probaría nada. No tenía fuerzas para vivir, pero tenía suficientes seguir jorobando un rato más.
¿Reviews?
Mitsuky Sakurai.
