Enferma

Parte 1

La lluvia caía fuertemente por todo Nerima y Akane estaba apoyada en la ventana de su cuarto, viendo como las gotas se chocaban contra su cristal y se resbalaban por ella, suspiró trágicamente ante esto. Paso delicadamente su mano por ella, esperando notarlas, pero sin conseguir su propósito.

La tos le ataco y se tuvo que tapar, estaba realmente resfriada y a causa de eso, no vería la lluvia de estrellas que está noche iba a caer. Se dejo caer en la silla y apoyando su rostro en ella, siguió contemplando el panórama, toda la familia se iría y ella tenía que quedarse sola, esperando el regreso de todos. Gruñó con rabia al maldecir su estúpido resfriado, podía haber venido mañana, no hoy.

Tocaron a la puerta y se giro para ver como Kasumi entraba con un bol de sopa bastante humeante, la mayor de las hermanas Tendo sonreía ampliamente y depositándolo en la mesa, tocó suavemente la frente de su hermana pequeña.

-¿Cómo estás Akane?...-le preguntó curiosa.

-Me duele la cabeza y todo me da vueltas...-le explicó al tomar un sorbo de sopa...-mmm ¡esta rico Kasumi!

-Normal..-volvió a sonreirle...-cuando alguien está enfermo sienta muy bien algo calentito como esto.

Agachó su rostro y gimió un poco, Kasumi apoyó su mano en su hombro y...

-¿Quieres qué me quede?...-propuso, consiguiendo que Akane levantará el rostro sorprendida...-¡les digo a la familia que vayan sin mi y yo me quedo contigo, no sería prudente que estuvieras sola en este estado!.

Akane se mordió los labios, eso deseaba de todo corazón no encontrarse sola con este tremendo resfriado y tenerla a ella a su lado, pero no podía ser egoista, Kasumi se merecia salir y además de Dr. Tofu estaría esperándola, ambos se merecían estar juntos. Aspirando para que las lágrimas no se le escaparan..

-No importa Kasumi, puedo quedarme aquí..

-¿Seguro?...-alzó una ceja con curiosidad...-¡no me importa!

Nuevamente negó con la cabeza, no podía ser así. Una sombra atrajó la atención de las dos hermanas, para ver como Nabiki estaba apoyada en el marco de la puerta viendo la escena.

-Tranquila Akane, por un precio estimable me puedo quedar contigo...-hablo con una sonrisa.

Akane entrecerró su mirada, su hermana no cambiaba siempre seria una pesetera.

-No gracias, no te molestes...-gruño.

-Era una broma..-sonrió Nabiki no convenciendo mucho a su hermana pequeña...-pero enserio si no te encuentras bien, podemos quedarnos las dos contigo.

-Le he dicho a Kasumi que no importa, ya me quedaré yo sola.

Asintieron ante las palabras de Akane, y Kasumi besó la frente de su hermana pequeña para salir de la habitación, Nabiki solo se despidió de ella y la volvieron a dejar sola en su cuarto, tomando sopa caliente, nuevamente clavó su mirada en la ventana para ver partir a su familia a la colina más próxima y poder asistir a la maravillosa lluvia de estrellas de esta noche.

Se colocó la bata y salió de su habitación, ajena a todo lo que pasaba a su exterior.

Ranma llegó cansado y con algunos moratones, hoy se habían puesto de acuerdo todas sus prometidas para pelearse contra él, para saber quién de ellas sería su futura esposa. Entrecerró su mirada, estaba hasta las narices de todo este rollo, a veces le hubiera gustado mandarlo todo a freir espárragos, pero había algo que le hacía desistir de ese pensamiento.

Abrió el pomo de su puerta para contemplar de que todo estaba en silencio, muy extraño.

-¡Hola hay alguien en casa!...-grito Ranma que comenzó a andar por el pasillo sin encontrar la presencia de nadie, abrió las puertas de la salita para ver como Akane estaba sentada y tapada mientras leía un libro...-¿no me has escuchado Akane?.

La joven levantó su rostro con la nariz roja y los ojos hinchados. Ranma se sorprendió.

-Lo siento...-se excusó...-estoy tan resfriada que no me entero de nada..-comenzó a estornudar.

Ranma se sentó enfrente de ella con una revista en la mano y nuevamente le volvió a dar ese ataque de tos, con lo que nuestro joven se protegio de los posibles virus que salían de ese cuerpo enfermo. Akane entrecerró su mirada y sonándose la nariz.

-¡Eres un exagerado!..-exclamó furiosa...-¡no tengo la peste!.

-¡Ya!...-hablo con sinceridad...-pero paso de que me pegues tu asqueroso resfriado.

Esas palabras hicieron enfurecer a la joven, pero no tenía ni fuerzas para responderle con un golpe, así que suspiró y cogió más aire, se estaba ahogando, Ranma separó la revista unos metros de él, extrañado por no haber recibido golpe alguno..

-Realmente estás muy mal Akane..

-Estoy enferma...-le respondió, se tapo más con la bata y se dispuso a levantarse, pero todo le daba vueltas.

-Akane no estas en condiciones de levantarte por ti misma...-le recordó el joven.

Ella le gruñó y con difilcultad se volvió a levantar, sus piernas temblaban y nuevamente la sala le daba vueltas, se colocó una mano en la frente y casi pierde el equilibrio, pero Ranma estaba detrás de ella sujetándola suavemente de la cintura, sus rostros estaban a escasos centímentros del otro, Akane levantó su mirada y se sonrojo, pero rápidamente le giro la cara, estaba horrible, tenía un aspecto espantoso.

Y el joven le dedico una tierna sonrisa.

-¿Quieres qué te lleve a la cama?...-le preguntó suavemente.

-No...-le respondió muy nerviosa...-me encuentro muy sola allí.

-Entiendo...-la cogió más fuertemente y la atrajó más a él...-¿dónde están todos?.

-Viendo la lluvia de estrellas...

Akane seguía mirando el suelo, la vergüenza podía con ella y su corazón temblaba constantemente, tener a Ranma tan cerca era algo extraño y se sentía genial. Su cabeza dejó de darle vueltas y entonces dejó de sentir las manos del joven en su cintura, levantó su rostro para saber cual había sido la causa y vio como Ranma se alejaba.

-¿A dónde vas?...-le preguntó temerosa.

-Con la familia a ver la lluvia de estrellas Akane.

-¿Me vas a dejar sola?...-le preguntó curiosa.

Ranma le miró fijamente, consiguiendo que Akane sintiera miedo de estar aqui sola.

-No quiero estar encerrado mientras aparece esa lluvia, no la volveremos a ver hasta dentro de muchos años y es algo que hay que aprovechar...-apoyó su mano en el pomo de la puerta...-seria conveniente que te fueras a la cama Akane, me gustaría que vinieras pero estás enferma y podrías recaer.

Akane asintió a las palabras del joven, tenía razón, no podía obligarle a que se quedará con ella, la lluvia de estrellas no volvería otra vez a Nerima hasta dentro de un par de años y ahora que podía, tenía que verla.

-Ya me contarás que tal ha sido...-le susurro.

-Esta bien Akane, mejorate..-le guiñó el ojo y se alejó de ella con una sonrisa.

La joven salió dentrás de Ranma y viendolo marchar, cerró la puerta, dejándose resbalar por ella. Toda la casa estaba en completo silencio, no había nadie, exceptuando ella y su tos.

Comenzó a toser compulsivamente, seria mejor volver a la cama.

Se apoyó como pudo y comenzó a andar, siempre sujetándose a la barandilla de las escaleras para no caerse.

Continuará.

Holas! nuevamente vuelvo con otro fic de esta parejita.

Cuando me entra la inspiración sobre esta serie comienzo a escribir para que no se me olvide, así que disfruten del fic y nos vemos en el siguiente capítulo. saludos.