¡Hola!

Aquí estoy otra vez, con una especie de PruHun. Ajá, me encanta esta pareja y me llevaba rondando la idea de dedicarles un two-shot. Mientras recojo ideas para mi fic otro fic de Hetalia, he conseguido sacar esa pequeña historieta.

Para que os situeís, es justo después de que Prusia descubra que Hungría es mujer al palparle el pecho. ¡Disfrutad!

Disclaimer: Hetalia y sus personajes pertenecen a Hidekaz Himaruya, yo solo invento historias sobre ellos sin ningún ánimo de lucro.


¡Una chica!

¡Hungría era una chica! Qué estaba convencida de ser un chico, por cierto, y que además realmente creía que cuando te hacías mayor te crecía...pues eso, ese apéndice del que es exclusivo poseedor el género masculino.

Prusia se agarró y revolvió el pelo, que poco se diferenciaba de la nieve recién caída el día anterior. "Parece que pronto iba a haber una ventisca" pensó mientras caminaba "mejor ordeno a los soldados que se retiren a sus aposentos y resguarden a los animales. Igual es menester mandar a un mensajero al pueblo más próximo para aprovisionarse..."

-¡No, no, no! –gritó frustrado, pateando el suelo helado.- ¡Céntrate Prusia! ¡Eres demasiado impresionante como para dejarte influenciar por la falsa hombría de Hungría! No es como si le hubieses tocado las...

Se puso de cuclillas mientras seguía provocando la tortura del pobre peluquero al que le tocaría peinarle. No lo entendía, no podía comprender el por qué de su turbación. Quiero decir, Hungría es una mujer. Vale, ¿y qué? No es como si él fuese a actuar menos impresionante por eso, al fin y al cabo lo asombroso estaba impreso en todo su cuerpo. Él era la gran Orden Teutónica; no había una sola persona en la tierra que no conociese su nombre, ni que no sintiese como un gran honor el besar el suelo por donde pisaba. Su brillo no iba a ser opacado por los sentimientos que habían aflorado hace mucho en su corazón por...

-¡Señor!

Los ojos rojos de Prusia se posaron sobre el hombre que había interrumpido sus pensamientos y su paseo. Mientras el soldado se cuadraba, aprovechó para recolocarse la capa y adoptar una postura rígida. Su arrogancia estaba implícita.

-¿Qué ha acontecimiento es lo suficientemente importante como para molestar a mi asombroso yo? –el pobre hombre tragó saliva.

-Pues mire señor, resulta que el señor Hungría se ha presentado mojado y medio congelado en el portón de nuestra fortaleza. Nos ha solicitado asilo y queríamos saber si usted lo aprobaba.

¿Hungría? ¿En sus dominios? Y justo cuando había descubierto su verdadero género. ¿Debería decírselo? Pero una noticia así debería conocerse desde su mismo nacimiento. El shock de la verdad le podría provocar un trauma de por vida. ¡No! Él era demasiado impresionante como para poner esa carga sobre los débiles hombros de una mujer, quien encima se creía hombre (que fuese más fuerte que él era irrelevante).

-¿Señor?

Prusia parpadeó, volviendo de sus pensamientos, y clavó sus ojos en el hombre.

-Ordena al servicio que le prepare una habitación y ponga ropas a su disposición. Comuníquele a Hungría que puede quedarse aquí hasta que se recupere y que pasaré en un rato a verle. No se olvide de darle a entender la excepción que mi asombrosa persona está efectuando, y su obligatorio agradecimiento ante mi infinita generosidad.

El soldado hizo un gesto de asentimiento y se retiró tras una leve inclinación de cabeza.


El próximo capítulo lo tengo medio escrito, así que lo subiré en cuanto esté listo. Se aceptan críticas constructivas XD ¿Review?

Besos.