1. Vacaciones.
Habían terminado las clases. Se echaría sin duda en falta, el castillo, los jardines, las fiestas en las salas comunes y la comida, oh sí, la comida. Aunque de eso los Weasley no podían preocuparse. ¿No es cierto?. La abuela les preparaba siempre platos exquisitos. Ese iba a ser un magnífico verano. Todos lo sabían. Las fiestas que se montaban los primos al caer la noche, eran grandiosas. Pero no estamos para hablar de fiestas, bueno sí, pero eso ya lo podréis leer un poco más adelante, os lo aseguro.
Estaban a 1 de Julio, hoy se juntarían todos en La Madriguera y no saldrían de allí hasta el 1 de Septiembre. A eso se le llamaba verano familiar y lo demás, son tonterías. No eran precisamente unas vacaciones 'chorra', como dirían algunos si se tuvieran que reunir con su familia dos largos meses. Ellos, tanto padres, como abuelos, como hijos, estaban encantados de quedarse allí. Se pasaban el día bromeando o jugando, algunos durmiendo y otros tomando el Sol. Podría haber algún ligue de verano, porque siempre acababan conociendo a gente nueva, a decir verdad.
Los primeros en aparecer fueron Percy, Audrey y sus dos hijas: Molly II y Lucy. Los últimos, como de costumbre, fueron Ron, Hermione, Rose y Hugo. Mientras los jóvenes se encontraban en el jardín, los adultos se sentaban en la mesa y entablaban conversación. Todo era normal, todo era como cada verano, más o menos. Los detalles eran los mismos, pero era otra esencia. Era un nuevo año, un nuevo verano.
— ¡Hooooooooola! — Dijo Rose, mientras saludaba a Albus y a Molly, quienes estaban sentados en un banco hablando.
— ¡Pecosa! — Pronunciaron los aludidos a la vez, mientras la miraban. Rieron al instante.
— ¿Qué tal? ¿No tenéis hambre? — Se tocó la barriga, mientras se sentaba al lado de su prima. — Ahora mismo me tomaría cincuenta ranas de chocolate, de verdad.
Louis anda corriendo por los jardines con una cabra, que Bill le había comprado a su hijo por capricho, como hacía normalmente. Se llamaba Alberta y tenía pinta de querer morder a alguien. Victorie y Dominique lucían vestidos coquetos y se acercaban a hablar con el primer ser que se les cruzara en su camino. Tenían sangre veela, se les notaba cantidad, en el aspecto físico y en su propia personalidad. Fred II andaba con James en la escoba volando, mientras Roxy y Lucy se hacían trenzas mutuamente. Lily y Hugo, sin embargo, estaban tirados en el césped, observando el cielo y hablando de Hogwarts. Pasados unos diez minutos, sin saber el cómo ni el por qué, todos acabaron formando una piña.
— Albus, me contaron que tú estabas demasiado tiempo con Violetta... — Dijo Molly II, quien era la reina de los cotilleos, o algo parecido.
— ¡No es Violetta!, os lo prometo. — Pronunció él, nervioso. Estaba saliendo el tema de conversación que siempre quiso evitar. — Tú andas con Narnianos.
— ¡Y Rose con el vendedor de la tienda ''El emporio vibrador''! — Dijo ella misma, riendo.
— ¿Cómo tenéis pageja y yo no?, decigme vuestgo secgeto. — Susurró Dominique, mientras miraba a Victorie.
— ¡A mi no me mires, estoy limpia! — Pronunció su hermana, quien lucía un perfecto pelo color rubio.
— ¿Y tú, James? — Dijo Albus, quien sabía de primera mano lo que su hermano se traía con una pelirroja de su misma casa.
— ¡Te he dicho que no, Albus Severus Potter!, no hay nada... ¡Todavía! — Rió, mientras volvió la vista a todos sus primos.
— Quiero fiesta, por la noche y mucho tacateo. Los mayores no están, podríamos organizar alguna al estilo Weasley. — Se le ocurrió a Fred, todo hay que decirlo.
Todos los presentes asintieron con la cabeza, bueno, a excepción de Louis, Lucy, Lily y Hugo, quienes les miraban arqueando una ceja. Sabían perfectamente lo que significaba fiesta en el vocabulario de sus primos. Al menos, en parte. Obviamente, los mayores les lanzaron miradas asesinas. No hacía falta pronunciar nada, ellos mantendrían el pico cerrado mientras los demás se emborrachaban o simplemente, bailaban al son de la música. Eso tenía muy buena pinta, al menos, debería tenerla.
— ¡A comer! — Gritó una voz a la espalda del gran grupo. La abuela Weasley había hablado.
Los jóvenes se lanzaron entre sí miradas de complicidad y salieron disparados a la mesa. Tenían hambre y al parecer, sus tíos también. Los hombres se encontraban todos agarrados a un buen trozo de pollo, mientras las mujeres, intentaban comer con algo más de formalidad. Los jóvenes, eran incluso más brutos. Se llevaban lo que fuese a la boca, con tenedor o sin él. Normalmente, lo agarraban con las manos. Realmente, esos seres no parecían personas..., parecían Weasleys. Nunca mejor dicho.
— Rose... — Dijo Hermione al ver a su hija mayor, agarrando un buen trozo de carne con las dos manos y llevárselo a la boca, sin usar cubierto alguno.
— Mamá... — Pronunció ella, mientras seguía a lo suyo. Había heredado ese detalle de su padre, Ron, quien le decía que lo estaba haciendo muy bien. De tal palo, tal astilla.
— ¿Qué se supone que haremos por la tarde? — Gritó James a sus primos, mientras se peleaba por un trozo bastante grande de carne con Albus. Siempre hacían lo mismo. — Es mío, bobo. Dame mi trozo. — Dijo, negándose a entregarle su propia comida.
— Podríamos dar una vuelta en las escobas. — Sugirió Molly, mientras miraba a Rose arqueando una ceja, la pecosa seguía comiendo.
— Molls... — Pronunció Albus, mientras miraba a su prima. — El escote... — Al pronunciar esto, dejó sin darse cuenta, que su hermano se apoderase de la carne.
— ¡Yo quiero unas como esas! — Rose miró a Molly, por primera vez en todo lo que llevaban sentados en la mesa, dejó de comer. — ¡Yo solo tengo aceitunillas!, o como las de Victorie o Dominique..., eso sí que son melones.
Todos rieron ante las palabras de su prima. ¿Había dicho aceitunillas?.
— ¡Dejad de hablar de mis virtudes! — Molly se vio obligada a taparse con las manos.
Cuando terminaron de comer, Albus, Rose, James, Molly, Victorie y Fred, cogieron las escobas y salieron a ver los exteriores. El más rápido sin duda era James, había practicado mucho en Hogwarts y al igual que su padre, fue cogido en el equipo de Quidditch en su primer curso. Sin embargo, los demás le seguían también muy de cerca. Estaban colocados en fila india y nadie hizo ningún cambio en el orden, a pesar de que a Fred le costaba estar en tercera posición. Dieron unas cuantas vueltas y volvieron a La Madriguera, tenían que preparar la fiesta y estar completamente seguros de que, ningún adulto, se encontrara por la noche en casa.
Acordaron que estaría bien que fuera Dominique quien le preguntara a Fleur si iban a salir por la noche. Sus dotes interpretativas, a decir verdad, eran bastante buenas.
— ¿Estás segura, segurísima, de que tu madre no sospechará nada? — Preguntó James a Victorie. — ¿Y si se da cuenta?
— Sabe actuar, yo la he visto muchas veces. — Dijo Roxy, mientras se llevaba una mano al cuello.
Al cabo de unos tres o cuatro minutos, Dom, estaba entrando por la puerta del salón. Los adultos estaban aún en la cocina. Su expresión era la misma que cuando llegó, ni buena, ni mala. Era firme y seria. No parecía ella, realmente.
— Saldgán a las once y media. — Pronunció ella, mientras les miraba a todos, toqueteándose el pelo. Ahora sí que era más Dominique.
Eso era perfecto. Podrían darse su propia fiesta, no habría adultos por el medio y todo apuntaba a que iba a ser la mejor noche del verano. O eso parecía al principio, quizás en un futuro crearan más si todo salía bien, porque cabía la posibilidad de que todo se volviera en su contra en el último segundo.
— ¿Y si invitamos a alguien?, venga, sean quienes sean. ¡Seguro que se apuntan! — Dijo James, mientras miraba a Albus, sabía que el pensaba lo mismo.
— ¿No es un poco... arriesgado? ¿Y si se lo dicen a los demás?, a mi no me gusta la idea... — Dominique se negaba.
Los demás se miraron entre sí. Habían tomado una decisión con solo unas cuantas miradas. La fiesta empezaría a la una e invitarían a medio Hogwarts y algunas de Beauxbatons, amigas de Vicky. Se chocaron las palmas y rieron. Aquella noche merecía ser recordada.
Empezaron a mandar cartas, lechuzas, muchísimas. Todas con el mismo mensaje escrito. '' ¡Hola!, quería invitarte a la fiesta más esperada del año. ¿Que quien la organiza?, los Weasley, obviamente. Y nos encantaría que tu aceptaras esta invitación. Hay comida, bolas de discoteca y música. En La Madriguera, que es donde se celebrará, también tenemos exteriores así que si tienes una cita, podrías traerla perfectamente a la fiesta. PD: No le digas nada de esto a tu familia o ellos, se lo dirán a la mía. Estaríamos muertos, tu serías el responsable e iríamos a por ti. Por cierto, responde rápido. '' Y mensaje enviado. Técnicamente cada uno había invitado a las personas que él veía que tendrían que estar en la fiesta. Daba igual al lugar de donde pertenecieran.
NOTA: ¡HALO!
Pretendo deciros que, ninguno de estos personajes me pertenecen. En realidad, son todos obra de mi querida escritora Jotaká. Y que yo nunca empezaría a escribir este relato ( y posiblemente los siguientes ), si no hubiese conocido a las personas que le dan vida a dichos personajes. Ante todo, esto va dedicado a ellos, para que busquen su propio personaje, se identifiquen y que sepan, que tienen un lugar en mí.
Sé que para algunos, esto no tendrá coherencia. Por ejemplo, que, Molly se vea con un Narniano ( Peteh, Peteh, Peteh ... ), Rose con nuestro querido vendedor..., son cosas que nos han pasado así que si no os enteráis mucho de la cosa, pido disculpas, pero todo tiene su historia. Y también os confundiréis próximamente con los personajes que irán apareciendo, esto puede que se centre en los PJs de la nueva generación de Harry Potter, pero..., me es inevitable que aparezcan algunos que no lo son tanto. A los que esto va dedicado, saben de que hablo.
Como podréis ver, no es de extensión larga, puesto como es el 'primero', he pensado en hacerlo un poco más corto. De todas maneras, espero agrandarlos con el tiempo..., esto también tendréis que perdonármelo.
Mil gracias anticipadas por los reviews, si es que me los dais.
Publicaré otro cap. cuando me venga la inspiración..., ¡espero que sea pronto!
