La leyenda cambio, ya no es el Conejo en la Luna sino:
" El Dragón en la Luna"
No eran más que dos jovenes, las diferencias quizas eran que él era mayor y que tenía una posición económica privilegiada y ella ser un año menor a él y vivir comódamente no ser precisamente ni rica ni pobre, se podría decir que era clase media por que con la revista de su padre y el trabajo de ella tenía una vida agradable a la otra diferencia seria que tenían color de ojos diferente, Por que de ahí en fuera los dos eran iguales: unos excepcionales magos, muy buenos en lo que se desempeñaban cada uno, sangre pura, hijos únicos y rubios, si me refiero a...
La leyenda cambio, ya no es el Conejo en la Luna sino:
" El Dragón en la Luna"
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Todo cambia por que así debe ser, el tiempo pasa y las personas al crecer deben madurar, eso nos ayuda a aceptar sentimientos que antes no nos atreviamos a revelar, lean esta pequeña historia que nos narra como personas antes enemigas con el paso del tiempo y con el diario convivir aprenden que para amar no es necesario haber sido siempre del mismo bando, que para amar uno se debe complementar, aún asi sea blanco y negro para formar un rojo lleno de amor.
Chapter 1:
"La Leyenda del Conejo en la Luna"
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Se encontraba esa joven rubia en su despacho leyendo unos pergaminos de culturas antiguas cuando de repente encontro esta pequeña leyenda que le llamo la atención:
La Leyenda del Conejo en la Luna
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, - le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo;
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
Leyenda maya
-Vaya que hermosa historia- le dijo Luna a su compañero de trabajo
-¿A qué historia te refieres Luna?- pregunto el muchacho intrigado, pensando que era algún pequeño relato fantasioso como los que le gustaba leer a su compañera en sus ratos libres.
-A esta- le dijo señalando un manuscrito con unos dibujos muy elaborados reseñando la historia- que encontre entre unos pergaminos de las antiguas culturas de América, creo que es de los mayas. He leído algunas cosas muy interesantes sobre esa cultura.
-Si Luna, creo que ya la he leído o alguna vez mi abuelo me la contó- dijo el muchacho tratando de cortar la platica, por que sabía que despues se haria una gran discusión.
-Recuerdas que el estuvo haciendo mucha investigación por toda América.
-Si, si lo recuerdo,-dijo ella regresando a su escritorio- ya te entendí Rolf, ya voy a seguir con mi trabajo, no te preocupes.
Y dejo el pergamino en su bolsa y continuo con sus labores, no faltaba mucho para que terminaran con su horario.
Al salir de su pequeña oficina y dirigirse al elevador se encontró con una vieja amiga, que de inmediato le hizo señas y corrio a abrazarla, una acción que después de la guerra era muy común en su amiga.
Se vestia como hippie, sin ser tan estrafalaria como la profesora Trelawney. Todavia le gustaban los colores llamativos, en especial el verde limón, el rojo, el naranja y el amarillo, aunque ya tenía un estilo un poco mas definido, generalmente se vestia con esos colores y con ropa muy holgada, que la hacian ver mucho mas menuda de lo que ya era. Cosa que agradecían sus amistades, ya que les facilitaba el encontrarla.
-Vaya Lunita, agradezco que aún te gusten esos colores, por que en verdad me facilito encontrarte entre estas oscuras oficinas- ya que se encontraban en el último piso del ministerio que era donde se encontraba la pequeña oficina que ahora ocupaba esa menuda joven.- le dijo su amiga de ondulados cabellos castaños.
-Hermy, que gusto verte- le contestó con una gran sonrisa.
-igualmente- y la tomo del brazo- pero que haces tan tarde, todavía aquí.
-Ah es que despues de la comida estaba leyendo un pergamino que encontré en mi escritorio, que ya ni me acordaba que tenía y me dispuse a leerlo, lo cual me alegro el resto del día- empezó a hablar con su melodiosa voz tan calmada y parsimoniosamente como siempre, parecía que ella no cambiaba- pero desgraciadamente me atraso un poco de mis labores hasta que alguien me hizo reaccionar- dijo volteando la mirada hacia un joven que pasaba a un lado de ellas, el cuál se limito a sonreir y decirles mientras caminaba.
-Lovegood, Lovegood, sino te hubiera preguntado nada, seguirias pegada a ese manuscrito y tal vez en la mañana te hubiera encontrado aún dilucidando tus extrañas teorías sobre ese relato.- y soltó una ligera carcajada provocando que al mismo tiempo lo hiciera Hermione.
-Hasta luego señoritas, que descansen y - se detuvo y se giro para ver a Hermione a los ojos- Srita. Granger gusto en verla y por favor distraiga a su amiga para que mañana terminemos un poco mas temprano, que tengo cosas que hacer después del trabajo.- se volteo y les hizo un ademán diciendoles adios con la mano.
A lo que Hermione se apresuro a preguntar, aunque no era dificil averiguar o pensar en que se pudo distraer su amiga, ya que casi cualquier cosa la hacia caer en su mundo fuera de la realidad.
-Y de qué se trataba ese pergamino Luna, por que para que Scamander se ponga así- le dijo con una gran sonrisa recordando a ese muchacho de cabello castaño claro y de ojos azul zafiro.
-Nada importante, solo un relato sobre la Luna y un Conejo, que me parecio muy bonito.- y mientras seguían caminando comenzó a buscar en su bolsa el pergamino para enseñarselo.
E inmediatamente Hermy cambio su postura a la que tomaba en Howarts cuando alguien mencionaba algo, la de tipica sabelotodo y comenzo con su palabrería.
- No te referiras a una antigua Leyenda maya que se llama "El Conejo en la Luna", que cuenta sobre Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, un dios que bajo a la tierra en forma humana y ...
Entonces Luna jalo a su amiga que se había quedado parada en medio del oscuro pasillo con el brazo izquierdo sobre su vientre y el otro brazo recargado sobre este y con la mano del brazo derecho en la sien, como si estuviera recordando o pensando, puso un dedo sobre los labios de su amiga interrumpiendola y mostrandole el papel le dijo:
-Hermy, creo que es mas hermoso si lo observas mientras lo lees, no si lo recitas como un texto de memoria que te ha pedido un profesor.
Y su compañera se sonrojo, sabía que tenía razón, pero es que esa maldita necesidad de hablar cuando sabía a lo que la gente se refería.
-Lo siento Lunita, no pude evitarlo, ya sabes yo y mi maldita manía.
-Si te entiendo, pero esto empezó por mi maldita manía de perderme cuando algo me llama la atención.
Y las dos soltaron una sonora carcajada, al ir saliendo ya del se dirigieron a cenar, ya que se les había hecho muy tarde. y después de salir del pequeño restaurante muggle al que fueron se despidieron y cada una se fue a su respectiva casa a descansar.
DISCLAIMER:Todoslos personajes conocidos pertenecen a J.K.R. y los que no les suenen son de mi invención.
Gracias por leer, es mi primer Draluna, así que espero les agrade tal vez esten un poco Ooc, pero creo que esto nos motiva a seguir escribiendo.
Si dejan algún review, estaría muy agradecida, sino también por que se tomaron el tiempo de entrar a leer mi historia. Gracias...
