¿Lo recuerdas, Dean?
Disclaimer: Para mi mala suerte, ni Supernatural ni sus personajes me pertenecen. Solo me divierto un momento con ellos :)
Advertencia: Ligero wincest. Angst. Basado en el final de la temporada 3 y la primera parte de la 4, luego de que Dean muere.
Nota: En serio alguien debería quitarme el teclado! No he hecho nada más que excribir y escribir hoy. Pero mejor aprovecho mientras mi musa está despierta y dispuesta! :D
¿Te acuerdas cuando tenía 9 años, Dean? ¿Te acuerdas que solía despertarme llorando cada noche porque tenía pesadillas? ¿Te acuerdas? ¿Lo haces? ¿Te acuerdas entonces que cada noche, sin importar lo tarde que fuera, tú siempre solías levantarte conmigo? El mismo instante en que el primer grito salía de mi garganta tú estabas allí, a mi lado. Tu mano caliente en mi frente, tus labios suaves en mi mejilla. ¿Te acuerdas, Dean? Solías bromear y sonreías, y tus ojos se iluminaban incluso más, dos esmeraldas en la oscuridad brillando solo para mí. Te acostabas conmigo y me abrazabas fuerte hasta que mi cuerpo dejaba de temblar, me susurrabas al oído que todo estaba bien, que tú estabas conmigo, qué nada me podría hacer daño mientras tú estuvieras a mi lado. ¿Lo recuerdas, Dean?
¿Recuerdas también las veces en que lloraba aferrado a tu cuello porque era hora de mudarnos a otra ciudad? ¿Recuerdas la forma en que me sujetabas, Dean? Fuerte, muy fuerte en un abrazo capaz de romper los huesos, tus brazos rodeando mi cintura, mi cuerpo pegado al tuyo. Parecía como si querías fundirme a ti, como si querías que fuésemos uno solo, como si deseabas esconderme dentro de tu piel, protegerme con ella, escudarme de todo. ¿Lo recuerdas, Dean?
Nunca podré olvidar la primera vez que te lastimaste en una caza por mi culpa, Dean. Nunca podré olvidar la forma en que el bastardo te lanzó por el aire, el sonido que hizo tu cuerpo al golpear la pared está grabado en mi cerebro, Dean. La sangre que emanaba de la herida en tu cabeza te empapaba toda la ropa, mis manos se bañaron en ella, cálida y espesa, roja y abundante. Dios, Dean. ¿Recuerdas la forma en que gritaba? ¿La forma en que luchaba para liberarme de las manos que me mantenían lejos de ti? Y cuando por fin pude escapar, cuando no hubo manera de sacarme porque no iba a dejarte solo ¿Te acuerdas cuales fueron tus palabras? Te abracé fuerte, oliendo el sudor en tu cuerpo y la sangre en tus cabellos, mis lágrimas mojando tu ropa y mis manos recorriendo cada centímetro de tu cuerpo. Tú me dijiste que todo estaba bien, que tú estabas bien, que nunca me dejarías y siempre estarías a mi lado ¿Lo recuerdas, Dean?
¿Lo recuerdas, Dean? ¿Recuerdas que me lo prometiste? Qué nunca me dejarías, que nunca estaría solo, que siempre me protegerías y nada nunca me haría daño porque tú estarías conmigo. ¿Lo recuerdas, Dean? Te necesito, Dean. Te necesito aquí conmigo. Te necesito aquí en el presente. Dios, Dean, no puedo respirar, estoy llorando y temblando. ¿Dónde estás, Dean? ¿Por qué no estás aquí? ¿Por qué no estás conmigo? ¿Quién me va a abrazar por las noches cuando la oscuridad me devore y las pesadillas me gobiernen? ¿Quién me va a proteger de todo? ¿Quién va a abrazarme fuerte y escudarme con su cuerpo? ¿Quién, Dean? ¿Quién?
Te necesito, Dean. Te necesito. Por favor vuelve, por favor. ¿Recuerdas sus promesas? ¿Lo recuerdas, Dean?
