Si, la idea no sé de donde surgió, pero el caso es que me vino cómo una chispa, así que me puse corriendo a escribir sin perder tiempo, mientras la luz de aquella chispita durara. Y aquí está. No sé cuantos capítulos serán, supongo que lo diré mas adelante, aunque creo que no será muy largo. Así que sin mas
Ni Mahou Shoujo Lyrical Nanoha ni sus personajes me pertenecen.
El Diario.
Takamachi Nanoha.
"Nanoha… ¿Oye que es esta libreta?" Me preguntaba ella con aquel cuaderno en la mano, mientras me miraba curiosa.
"Fa-Fate-chan no es nada, dámelo." Intentaba evitar que supiera de qué trataba aquello, con muy malos resultados, ya que lo abrió sin pensar.
"Interesante ¿Veamos… que pone aquí?" Sonreía traviesamente mientras abría la portada. Yo me abalancé sobre ella para arrebatársela.
"¡NO!" Chillé mientras lo cogía en mis manos y me separaba de ella.
"Pero ¿Por qué? Ni que fuera un secreto…" Me miro con otra sonrisa juguetona mientras pasaba un dedo por su barbilla, cómo pensando." No será un diario ¿no?" Rayos, ya lo había descubierto.
"Moou últimamente sales mucho con Hayate-chan ¿verdad?" Me miro sabiendo que lo único que estaba haciendo era evitar su pregunta.
"Esa no es la respuesta a mi pregunta, no me cambies el tema." Se acercó peligrosamente a mí, por desgracia era más alta que yo. Después de forcejear un rato no le costó nada quitármelo.
"Demonios, Fate-chan devuélvemelo" Dije con los mofletes inflados y una de mis famosas caras infantiles de enfado.
"Nanoha… me gustaría poder leerlo si me das tu permiso" Me miraba con ternura, cómo solo ella podía hacerlo, derritiendo mi corazón totalmente atrapado por aquella sonrisa.
"Es que… con esa mirada no me podría negar, pero son cosas un poco personales" La miré algo sonrojada ". L-lo entiendes ¿verdad?, es de… bueno, fue una época algo mala para mi, y creo que para ti también." Bajé mi cabeza apenada, ella se acerco y puso su mano en el marco de mi cara levantándola.
"No te preocupes lo comprendo." Note sus mejillas ruborizadas cuando empezó a acercare a mi rostro y beso mi mejilla. Me enrojeció aquel contacto de sus labios suaves en mi cara.
Terminamos de recoger, pues llevaba unos días ya empaquetando todo lo que me llevaría a nuestra nueva casa en Mid-childa. Hacía varias semanas habíamos acabado el instituto, y nos disponíamos a irnos a vivir a aquel nuevo planeta, donde comenzaríamos a realizar nuestros sueños. Fate-chan recogió unos libros de clase que me había prestado para los exámenes y los guardo en su cartera. Después de ayudarme a terminar con aquellas cosas y varias discusiones por mi parte, ya que no hacía sino coger cosas que no debía, nos despedimos para vernos al día siguiente.
Fate T. Harlaown.
Llegué a mi casa realmente cansada, habíamos estado toda la noche en una pequeña misión y no había podido dormir nada. Después de que Nanoha me insistiera tanto, accedí a ayudarla con las cosas que aún le quedaban por recoger. Esta Nanoha siempre tan desordenada, yo llevaba ya varios días que había acabado de embalar todo lo que me llevaría. Claro que, si por ella fuera se llevaría la habitación entera. Solté mi cartera encima de la mesa de mi cuarto y me tire en la cama. La suave brisa entraba por mi ventana, relajándome hasta quedarme dormida.
Horas más tarde abrí mis ojos a causa de unos ruidos en la sala. Qué raro, llevaba varios días que estaba sola en casa, mi madre y mi hermano estaban en una investigación, así que se suponía que no había nadie más que yo. Me levanté lentamente mientras frotaba mis ojos para comprobar que ruido me había separado de Morfeo. Llegué para descubrir que la puerta que daba a la terraza estaba abierta y la cortina daba contra el sofá. Vaya, que susto me había dado, ya pensaba que alguien se había colado en mi casa, que bueno… lo sé, con 16 años no debería tener esos temores, pero es que si me mosqueo un poco ya me da por sacar a Bardiche y no veáis el desastre que podría ocasionar.
Volví medio dormida a mi habitación, mire la hora, aun ni era hora de cenar, bostecé mirando mi cartera. Los libros debería también meterlos en una caja junto con las cosas de última hora. Si lo sé, soy demasiado organizada, pero no lo puedo evitar. Ya me daban ganas de llorar el pensar cuando tuviera que ayudar a Nanoha a desempaquetar. Aquello podría ser un verdadero infierno. Mientras pensaba en todo esto, iba sacando aquellos libros, cuando el sonido de uno de ellos al caer al suelo me hizo mirar. Aquello no era uno de los libros, era la libreta de Nanoha. Aquello era el diario que no quiso dejarme. Lo recogí y me quede mirando su portada, era negra con unas líneas amarillas. Sonreí curiosamente pensando que aquellos eran los colores que mas me gustaban, no solo por mi ropa de combate, sino por el tono del color que tenía mi magia y de Bardiche.
Llevaba un rato metiendo las cosas de última hora, cómo yo las llamaba, en una caja, pero no hacía sino pensar en aquel maldito cuaderno que me estaba martirizando mi curiosidad. Pero si lo leía seria saber cosas de Nanoha que creo que, necesitaban seguir siendo intimas de ella y nadie más. Pero por otro lado aquellas ganas de abrirla y leerla me estaba matando. Además de que seguramente ella se daría cuenta de que le faltaba, aunque no creo que pensara que yo la había cogido a escondidas. Yo sabía que ella no pensaría así de mí, y antes de actuar siempre me preguntaría.
Cenaba mientras miraba la televisión, pero no podía concentrarme en lo que estaba viendo. Aquella maldita libreta parecía que me estaba gritando. Demonios… y si ¿sólo leo un párrafo nada mas? Solo uno y así seguro que me sentiría culpable y no la abriría más. Al día siguiente se la devolvería y sin problemas. Y estaba segura de que ella me creería si le decía que no había leído nada. No era del todo mentira, solo era la verdad un poco modificada ¿no? Ella ¿me creería? Fate deja ya de darle tantas vueltas.
Me acosté en la cama y me vino el recuerdo de cuando Hayate nos conto cómo se le apareció el libro de las tinieblas delante. Pues igual, en aquel momento aquella libreta parecía que me estaba hablando. Sin poder soportarlo más me levante muy decidida la cogí y me volví a sentar en la cama. Seguro que sólo si leo la primera frase ya me arrepiento y lo dejo. Claro eso era lo que me quería creer. La abrí leyendo el titulo 'Diario de Takamachi Nanoha' la volví a cerrar. Vale ya había leído algo, pero lo malo es que aun sentía más curiosidad. Fruncí el ceño y la volví a abrir, esta vez pasando la página.
'13 de marzo.'
'Hayate-chan me compro esta libreta para poder escribir y así entretenerme durante el tiempo que esté aquí. Así que aquí empieza mi diario, un diario que espero dejar de escribir pronto, pues eso significaría que todo habrá pasado. Curiosamente Hayate-chan me sonreía cuando me la entregó, diciéndome que cuando vio los colores se acordó de mí. Que tonta en realidad eran los colores de Fate-chan, siempre está igual. La verdad es que hace pocos días desperté después del accidente, y debo reconocer que no me encuentro muy bien. No pude evitar llorar después de que los médicos se fueran diciéndome que, posiblemente jamás volvería a caminar. Estoy bastante deprimida, ¿Cómo pude ser tan distraída? Encima he preocupado a mucha gente, personas a las que quiero mucho. Ahora solo seré un problema en sus vidas. Nanoha la paralitica. Me da tanta rabia. No voy a permitir que eso ocurra, jamás me rendiré y conseguiré volver a volar y a caminar cómo siempre. Hoy vino a verme, no pude evitar sonreír cuando apareció en mi habitación. Me parece la persona más dulce que jamás he visto….'
Na-Nanoha… ahora sí que me empezaba a sentir culpable de estar leyendo aquello. No podía ser que yo estuviera violando la intimidad de mi mejor amiga de aquel modo. Un pinchazo se me había clavado en el pecho. Parece que a ella le gustaba alguien en aquella época. Ahora mi curiosidad había creído más. ¿Qué podía hacer? ¿Por qué me tuve que traer este maldito diario conmigo? Me estaba muriendo de la rabia, pero lo había cerrado. Sabía que el nombre de esa persona tarde o temprano aparecería, y entonces… entonces no se qué pasaría. Este maldito cuaderno conseguiría que mi modo de ser con ella cambiara. Demonios me dije repetidas veces, pero no pude aguantar y volver a leer por donde me había quedado.
'me sentía mal por preocupar tanto a esa persona. Yo en realidad me estoy muriendo por dentro. Y ella no lo sabe, creo que no se da cuenta de lo que siento. Ahora que sentiría por mí, ¿lastima? Casi no habló en todo el rato que estuvo y su rostro me ponía triste. Tampoco la expresión de su mirada me decía nada. Siempre que la miraba sus ojos parecían hablarme y decirme cosas que yo quería creer. Pero hoy no dijeron nada. Me duele más eso que todas las heridas que tengo ahora. Bueno… ya es hora de dormir. Supongo que seguiré escribiendo mañana.'
No sé que pensar, está claro que a ella le gusta alguien, pero parece que es una ¿chica? Mi corazón se acelero al pensar aquello. A Nanoha le gustaba una chica, pero ¿Quién podría ser? Con la cantidad de amigas que tiene, vete a saber. Cerré aquella endemoniada libreta. No podía sino pensar en aquellas palabras escritas de su puño y letra. Rayos con lo cansada que estaba y no hacía sino dar vueltas en la cama. ¿Será buena idea devolvérsela? Si se la doy igual se piensa que la he leído y no estaría mal encaminada, maldita Hayate ¿Por qué tendría que ir tanto con ella?, por su culpa ahora se me había pegado esa manía de curiosear lo que no debía.
Me senté en la cama rascando mi cabeza con las dos manos nerviosamente. Demonios parece una libreta hechizada. Volví a mirar la mesa donde esta se encontraba. No hacía sino pensar que a ella le gustaba alguien, me había pasado, desde que me acosté, pensando en todas las amigas habidas y por haber que tenia. Por mucho que lo pensara, ella normalmente siempre solía estar con Hayate y conmigo, aunque eso no tendría nada que ver. Podría querer a esa persona en silencio y verla de lejos de igual modo. Era extraño porque a mí jamás me había comentado nada. No entendía el por qué, ¿acaso para ella era tan doloroso que no supo cómo decírmelo? A lo mejor solo fue un amor pasajero y por eso no dijo nada. Por la manera que lo escribió parecía que hacía poco que sentía aquello. No pude más y me volví a levantar, me plante frente a la mesa mirando aquel cuaderno y pase mi dedo por el borde. No deseaba hacerlo realmente, pero quería leer lo que ponía. No sabía por qué motivo, pero deseaba saber el nombre de aquella persona. De todas formas hacia ya cinco años de aquello. Seguramente ya se le habría olvidado.
Pasé mis manos por mi cara pensando todo y esperando que aquel gesto me quitara el cosquilleo que tenía en el estomago desde que abrí aquel maldito cuadernillo. Lo volví a coger entre mis manos y lo abrí. Volví a mirar la primera página queriéndome arrepentir. Me fijé que alrededor de aquel titulo había dibujado varios corazones, sonreí recordando las video cartas, en algunos de los cd's solía poner también corazones. Sin más volví a sentarme en la cama con aquello en las manos, encendí la lámpara de mi mesita y volví a donde me había quedado.
'14 de marzo.'
'Hoy por fin, después de varias semanas me han quitado algunas de las vendas, me alegré porque a veces me molestaban bastante. Vinieron a visitarme Vita-chan y Signum-san, hablamos durante un rato, y Vita-chan parecía culpable. Le dije que no debía preocuparse que yo estaba bien, aunque los dolores en mi columna en aquel momento me estaban matando. No sabía si estaba disimulando bien, pero ellas tampoco quisieron insistir demasiado.'
Demonios, yo también fui muchas veces a verla, creo que fui la que mas estuvo con ella. Había noches que me las pasaba allí enteras cogiendo su mano para que pudiera dormirse. Me decía que le gustaba sentir mi mano. Sonreí pensando que después cuando se puso bien y venia a dormir a mi casa hacia lo mismo. Cogía mi mano porque decía que a veces le costaba dormir. A pesar de mi tremenda curiosidad tenía miedo de seguir leyendo aquello y no sabía el por qué. Volví a dirigir mi mirada a aquellas letras.
'ella vino a verme después de irse Vita-chan y Signum-san. Sé que intentaba animarme, pero la conozco bien, estaba fingiendo delante de mí para que yo no me preocupara. A pesar de su tristeza en la mirada, estaba preciosa, y me hubiera encantado poder abrazarla, pero aquellas malditas vendas y los aparatos que llevaba enchufados me lo impedían. En aquel momento me di cuenta de que la quería más de lo que pensaba, deseaba sentir su calor más que nada, deseaba que…'
No puedo… no puedo seguir leyendo esto, me está destrozando saber que realmente no es que le gustara esa persona, sino que estaba enamorada. Me dolió saber aquello, pues si estaba enamorada es posible que aun estuviera así, aun pasando tantos años. Me puso triste pensar lo mucho que estaría sufriendo a causa de eso. Si aún seguía así por esa persona, ¿Por qué no me lo contaría? No parece algo superficial, sino más bien profundo. Si de verdad ella seguía enamorada de ella, ¿Por qué motivo fingía estar bien? No lo entiendo. Pase el dedo por aquellas palabras, no sabía por qué me dolía tanto saber todo eso. Y cada vez me daba más miedo continuar leyendo.
'deseaba que ella sintiera lo mismo que yo. Pero estaba segura de que no sería así. Sabía todo aquello y aun así no pude evitar enamorarme, fue algo que jamás había pensado que me pasaría a mí. Sin embargo, prefería seguir teniendo su amistad, al menos poder estar a su lado me hacia feliz. La miraba siempre tan fuerte y tan capaz de todo. Aunque pareciera a veces distante. En fin será mejor que deje de escribir ya es tarde y toca descansar un poco, este maldito dolor me está matando, me han dicho que mañana me quitaran la venda que cubre mi tórax. Así que al menos no tendré tantas molestias. Buenas noches diario.'
Me quedé pensativa por todo lo que contaba. Cada vez me sentía más triste y con menos ganas de seguir leyendo. Y lo peor es que yo mañana, cuando estuviera cerca de ella no podría evitar hacerle preguntas. Ya no sé si querría que se enterara de que cogí aquel diario por error. Dejé aquel cuaderno sobre la mesita que tenía cerca de mi cama y decidí dormirme de una vez. Esperaba que el día siguiente no fuera demasiado duro para mí. Ver su cara y pensar que a lo mejor estaba enamorada de alguien ¿Me dolía porque sabía que no era yo? Fate deja de decir tonterías y duérmete de una vez.
Takamachi Nanoha.
Desde que llego la noto muy extraña, no es la Fate-chan de siempre. Está algo seria y distante, y habla menos de lo normal. Si le ha ocurrido algo me gustaría saberlo, aunque sé que ella no me respondería si le preguntara. Creo que le diré de ir al parque a tomar un helado. A lo mejor así es posible que me cuente lo que le pasa. Nanoha siempre estas igual. Fate-chan ¿por qué no puedo dejar de preocuparme por ti? ¿Es que esto que me pasa contigo jamás se me quitará? Cerré mis ojos unos segundos y cuando los abrí ella me miraba con cara interrogante.
"Nanoha ¿te pasa algo?" Se acercó un poco mas poniéndome nerviosa.
"No… no, estoy bien" Ella afirmó con la cabeza, pero luego la agachó.
"Na-Nanoha… yo… me gustaría saber algo" Bien, puede que se haya decidido a decirme lo que le ocurre.
"Claro ¿Qué ocurre Fate-chan?" Levantó un poco la cabeza para yo ver aquellos asombrosos ojos que tanto me gustaban.
"Tu… etto… ¿A ti te gusta alguien?" Me quede totalmente sorprendida con aquella pregunta. ¿A qué venía aquello ahora? Me sonrojé violentamente.
" Fa-Fate-chan… ¿Y esa pregunta?" Volvió a agachar la cabeza y noté un rubor en sus mejillas.
"Es solo curiosidad, nada más" Me sonrió mientras pasaba una mano por su cabeza, la notaba muy nerviosa.
"Pu-Pues no… claro que no" Esto último lo dije con seguridad aunque no me lo creyera ni yo.
"O-Oh perdóname igual te molestó la pregunta." Reía nerviosa y juraría que cada vez estaba más roja. Aunque no sé quien de las dos lo estaba más.
Era extraño, a que venía aquella pregunta. ¿Acaso vio algo que le llamó la atención en mi comportamiento? A veces Fate-chan me da miedo. No se nunca por donde va a salir, es muy impredecible su modo de pensar. Jamás podría saber en qué piensa. Sin embargo, cuando estamos en alguna misión es cómo si pudiéramos hablarnos sin soltar palabra. Ojalá tuviéramos esa misma complicidad para todo lo demás, al menos, sabría el por qué de aquella pregunta. La miraba de reojo aun con aquellas palabras en mi cabeza, ella estaba mirando por la ventana y se la veía muy distante. Yo no hacía sino pensar en aquello. Y al volverla a mirar esta vez directamente, me quede paralizada al ver que ella me estaba mirando fijamente. No pude evitar avergonzarme y apartar mi cara. Si tenía que preguntarme algo ¿Por qué no lo hacía de una maldita vez? ¿Tenía que quedarse así mirándome? Me puse tan nerviosa que al coger unos cd's se me cayeron todos al suelo.
"Fate-chan…" Ella se había acercado a mí rápidamente para ayudarme a recoger aquello. Estaba muy cerca y mi corazón se puso a mil por hora. Cuando sentí que al agacharse apoyaba su mano sobre la mía. Sé que era una tontería y muchas veces nos cogíamos de la mano, pero es que, en aquel momento después de soltarme semejante pregunta y luego quedarse así mirándome, me había afectado más de lo normal.
"Oh perdón" Cómo si me hubiera leído el pensamiento retiro su mano de la mía rápidamente. Mi sonrojo era tan notable que decidí bajar mi cabeza para que ella no lo notara.
Fate-chan, ¿Qué te estaba pasando?
Espero que os vaya gustando. asi que nada un saludo y hasta el proximo capi
