Hola chicos, ahora mismo no encuentro la inspiración para continuar con el fic "Lucha por la maestría", así que se ha ocurrido hacer una especie de REMAKE de, curiosamente, la historia que precede a esa, recordad que es un remake, por lo que la historia importante en sí es la misma, pero todo será escrito de otra forma, espero que os guste.
Aclaración: Ash y Serena tienen 16 años, Clemont tiene 14 años y Bonnie tiene 8 años.
Pokemon pertenece a sus respectivos creadores, no a mi
Este historia comienza justo después de la trolleada de XY&Z sin que el Team Flare ataque.
Chapter 1: ¿Rendición?
-Todo el esfuerzo no ha funcionado… – musitaba un chico azabache, de nombre Ash, sacando una pokeball y devolviendo a su Greninja caído a esta – he perdido, le he vuelto a fallar a todos los que confiaban en mi – decía mientras empezaban a asomar lagrimas por sus mejillas – mamá, profesor, amigos…. – cada vez más lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas, pensando en lo que pensarían estos de él.
-Pi pika chuuuuu – intentaba animar el pequeño ratón eléctrico zarandeando a su entrenador.
-Pikachu… – susurró, justo para salir corriendo con la cabeza baja y soltando lágrimas, no se fijó en nada ni nadie que se le cruzara, ni tan siquiera cuando los 3 chicos que le habían acompañado durante su viaje aparecieron.
-Ash… - musitó Serena con tristeza mirando como su amor secreto corría con lágrimas en sus ojos, ni siquiera iba con su inseparable Pikachu, el pobre ratón eléctrico le estaba siguiendo pero no conseguía darle alcance a pesar de su gran velocidad, al final acabó dándose por vencido y se quedó con los chicos, que rápidamente se dirigieron en la busca del azabache.
Mientras tanto, Ash había llegado a una parte bastante alejada del estadio, se tumbó en el tronco de un árbol, pensando, y hablando solo, acerca de lo que le acababa de pasar, recordando todas las derrotas que ha tenido en su corta, pero en realidad, muy larga vida.
-¿Qué haré ahora?, nunca llegaré a ser ese gran maestro Pokemon que he querido ser, solo estoy viajando y recorriendo lugares buscando un sueño imposible, lo mejor será que me rinda – y entre esos pensamientos no se dio ni pizca de cuenta de que sus amigos le estaban vigilando, junto a los propios Pokemon del azabache, que, como si fuera parte del destino tiró sus pokeballs cuando pasó al lado de estos.
-Chicos, ¿Qué podemos hacer ahora? – preguntó Serena, una chica de ojos azules, pelo corto color miel que vestía un vestido rosa adornado con un lazo azul y un chaleco rojo encima, debajo del vestido llevaba una camisa negra, además, también llevaba unas medias largas negras y unas botas marrones, todo ello acompañado de un gorrito rosa con una cinta negra, el tono de la chica era entrecortado, debido a la profunda tristeza que le provocaba ver a su amado Ash en un estado de negatividad tan alto que quería romper su propio sueño en pedazos – voy a ir a hablar con él y decirle que luche hasta el final, como él hubiese hecho si nos viese a nosotros en ese estado.
-Espera serena – dijo un chico rubio con gafas de nombre Clemont, mientras la paraba, él chico vestía un mono azul y traía una mochila detrás – no podemos obligar su elección, debe pensar y reflexionar solo durante un tiempo.
-Pero… no puedo dejarlo solo, no en este instante que nos necesita, si le dejamos le demostraremos que vamos a dejarle por ser un perdedor – respondió Serena mientras se le caían algunas lágrimas.
-Serena tiene razón hermanito – decía la pequeña Bonnie, una chica de unos 8 años, pelo rubio y que vestía una camiseta color café acompañada de unos shorts deportivos negros, a su lado, una bolsita amarilla con un pequeño Dedenne dentro.
-Está bien – accedió el joven inventor rubio – solo espero que no acabe peor – Serena ya se fue junto al azabache.
-Ash… - comenzó a hablar sin saber muy bien que decir – "Estupendo Serena, actuar antes de pensar, propio de ti" – se castigó mentalmente la performer.
-Se…Serena, ¿Qué haces aquí?, ¿No tienes otra cosa más importante que estar con un perdedor?, ¿O acaso has venido a reírte? – preguntó irónico el chico, mirando al suelo y, aunque pocas, algunas lágrimas seguían cayendo de sus mejillas, pero su sorpresa fue mayúscula al ver que la chica se unió con él en un fuerte abrazo.
-¿Por qué Ash, por qué?, Tú no eres esa clase de chico que pierde toda la esperanza al perder un combate, por importante que fuese, por qué ese no es el chico del que me ena…, digoooo, ese no es el chico que me ayudó a crecer como performer y persona – argumentaba llorando Serena, que todavía abrazaba fuertemente al azabache.
-No Serena, tú no has crecido gracias a mí, has crecido por creer en ti misma – respondió el azabache de forma seca – y sobre lo de abandonar, tú no vas a hacer que cambie de opinión.
-¿Cómo? – musitó la chica muy sorprendida y triste, debido a esa respuesta de que ella no iba a cambiar su opinión, quizás otra persona sí, pero ella no.
-Lo dicho, no voy a cambiar de opción porque quieras, nadie logra ganar algo solo con ganas y esfuerzo, si no tienes fuerzas acabarás perdiendo otra vez – respondió como si nada.
-Mentira, este no eres tú, reacciona, tu puedes conseguir todo lo que te propongas porque eso es lo que tú mismo me dijiste a mí, luchar hasta el final – la pelimiel empezaba a dudar de verdad de las posibilidades de convencerlo.
-¡Tú no entiendes nada! – gritó furioso ante la insistencia de la chica, pero para su sorpresa se llevó una fuerte cachetada que lo tiró al suelo.
-De acuerdo, no intentaré volver a convencerte, si vas a seguir comportándote de esta forma recuerda que no volverás a verme nunca más – habló la chica enfadada – hasta la vista, Ash Ketchump – después de decir esto se fue corriendo, llorando a lágrima vida.
-Serena… - susurró mirando con tristeza como se iba la pelimiel.
Mientras tanto, tanto los hermanos rubios como los Pokemon del chico escucharon toda la conversación entre el entrenador azabache y la performer pelimiel.
Idioma Pokemon ( cuando los Pokemon hablen pondré esto)
-No puede rendirse, no después de pasar tanto tiempo juntos, ¿verdad? – decía Pikachu, al borde del llanto.
-Todo es mi culpa, si no hubiese gastado tanta energía hubiésemos ganado– decía esta vez Greninja.
-Chicos, somos un equipo, todos tenemos parte de culpa – decía Hawlucha
Fin del idioma Pokemon
Al día siguiente
Serena, Clemont y Bonnie se despertaron y rápidamente fueron a desayunar, los 3 se encontraban hablando acerca del "Tema Ash".
-¿Creéis que entrará en razón? – preguntaba la pequeña rubia preocupada.
-No lo sé Bonnie – le respondió su hermano – esa charla que tuvo con Serena estuvo cargada de tensión, sé que sus palabras no eran realmente las que le dictaba su corazón, sino por las que se dejó llevar en ese instante.
Serena por su parte se encontraba en silencio, pensativa, no sabía qué hacer con esa persona especial para ella, quizás debía irse y dejar que él haga lo que quiera, quizás después de tanto tiempo demostrándole su amor era hora de abandonar y buscar a otra persona.
-Será mejor que recojamos las cosas y nos vayamos de aquí lo más rápido posible – indicó la chica.
-Serena… - susurraron los dos hermanos.
Mientras tanto, en el bosque.
-¿De verdad es lo mejor rendirme? – era la pregunta constante que tenía el azabache en la cabeza, aunque en pequeños instantes le venía el recuerdo de Serena, era la primera vez que se peleaban, y aunque ya se había peleado en varias ocasiones con las chicas que le acompañaron en sus viajes, sintió que el pelearse con la pelimiel era algo que no tendría que haber ocurrido nunca.
Sin embargo, el azabache estaba siendo otra vez espiado.
-¿Qué es eso de que te vas a rendir? – dijo un hombre de pelo azul.
-Nuestro trabajo no sería lo mismo entonces – dijo una mujer de pelo rosa fucsia.
-Si mocoso, si tú te rindes nuestro trabajo será igual de monótono que el de esos reclutas que se quedan esperando a un entrenador en la esquina de nuestra base secreta – dijo un Meowth.
-¿Team Rocket, me estáis pidiendo vosotros tres qué no me rinda? – preguntó atónito el azabache.
-Exacto mocoso, sin ti no seríamos los mismo – gritó el trío Rocket mientras se iban volando en su globo-
-Vale, esto sí que ha sido extraño – se dijo a sí mismo – pero tienen razón, mi vida tampoco sería lo mismo sin los combates Pokemon, sin las medallas, sin las ligas, incluso sin los intentos de esos tres de robar a Pikachu – hizo una pausa y sacó a todos sus Pokemon de Kalos, todos salvo Goodra, que se había ido a cuidar del prado en el que habitaba – chicos, es hora de volver a luchar, unámonos todos y consigamos la próxima liga que nos propongamos, ¿Estamos de acuerdo? – les preguntó a todos, incluso a sí mismo.
-¡Siiiiiiiii! – gritó con el puño en alto, acompañado de Pikachu en su hombro y con los demás siguiendo el grito de su entrenador.
De vuelta al centro Pokemon
-¿Habéis escuchado ese grito? – preguntó Serena confusa – creo que era Ash.
-Vamos a ir a buscarle – dijo Clemont colocándose las gafas – es el momento en el que la ciencia alumbra el camino hacia el futuro.
-Ahí no, otra vez – se quejó Bonnie con una gotita estilo anime al ver la acción de su hermano.
-¡No hay tiempo, vamos a buscarle! – exclamó Serena saliendo del centro Pokemon a toda prisa, su enfado ya era parte del pasado.
Lo que la chica no se esperaba era que al salir del centro Pokemon ese entrenador del cual se había enamorado ya se encontraba en la puerta, con una sonrisa que iluminaría la tarde más oscura en la pelimiel.
-Holaa, ¿listos para seguir? – preguntó como si el día anterior no hubiese pasado nada, los 3 chicos se quedaron mirándole, pero como no podía ser de otra forma, Serena tomó la palabra.
-¿Por qué? – preguntó ella mientras las lágrimas comenzaban a escaparse de sus ojos
-Serena, de verdad…
-¿Por qué me diste ese susto ayer? – preguntó ella interrumpiendo las palabras del chico.
El azabache no sabía que hacer, simplemente corrió y le dio un gran abrazo, igual al que la chica le dio ayer para intentar quitarle la pena – lo siento si te molesté Serena, pero te tengo que estar agradecido por haber estado a mi lado y apoyarme, me hiciste ver que tengo que seguir viajando y compitiendo contra los mejores, de verdad, muchísimas gracias, eres la chica con la que más momentos bonitos he compartido y me gustaría seguir compartiéndolos.
-Ash… - fue lo único que atinó a decir la chica después de escuchar esa revelación.
-¿Seguimos aquí sabéis? – habló Bonnie con una sonrisa pícara, señal de que había visto, y, sobre todo, oído, toda la conversación.
-Esto… chicos…, nos podemos ir ya– respondió el azabache muy nervioso y un pelín sonrojado, después de darse cuenta de las cosas que dijo.
-Si chicos, ya que Ash ha vuelto en sí sigamos con nuestro viaje – siguió Serena las palabras del azabache, hay que indicar que hablaba muy rápido por el nerviosismo y estaba mucho más sonrojada que el chico.
-De acuerdo, vámonos ya –asintieron los dos hermanos siguiéndolos.
"Esto va a ser muy divertido" – pensaba Bonnie divertida mirando de forma pícara a la "pareja".
Bueno, ya sabéis como es la trama importante, pero casi todo va a estar escrito de otra forma, con otros detalles, y seguramente el Amourshipping no va a pasar por los mismos puntos, quizás se alargue más o se acorte, nunca se sabe.
Espero que os guste este Remake mientras continúo haciendo la otra, recordad que hacer esto es ligeramente más sencillo puesto que ya tiene la historia definida, espero que os guste y ya sabéis.
Este historia Continuará…
