Era un día normal en la estación en Tokyo, Japón. Las pétalos de los arboles de sakura cabían sobre el suelo. La sakura florecían durante la primavera. Había un día soleado y la temperatura fue perfecta. Eran 12 del tarde. El ambiente era tranquilo y relajante. Muchas personas caminaban y corrían en todas direcciones. La estación tenía un signo que mostraba las llegadas de los autobuses.

Había una fila de asientos para las personas para sentarse. Los calles estaban llenas con coches y bicicletas.

Había un zorro demonio en uno lado de la estación. Buscaba en cada dirección porque escondía su apariencia de los humanos. Tenía pelo de plata y fue muy larga. Cabía a sus hombros y colgaba suelto y libre en el viento. Sus ojos morados tenía un misterio, vacío y malicia. Su cara era pálido y translúcido. Tenía bolsos en sus manos porque iba al mercado de pulgas. Debajo de su disfrazo, tenía orejas blancas de un zorro y una cola blanca también. Llevaba un kimono morado y sandalias de madera. Se vestía en la ropa de japonés tradicional. Tenía un aire elegante.

Había una chica con su hija al lado del zorro. Ella no sabía que el muchacho fuera un zorro demonio. Tenía grandes ojos marrones con llenos de brillo y vitalidad. Era morena y hacía muecas a su hija pequeña. Sostenía manos con su hija, cuando el autobús llegó, la madre y su hija subieron al autobús. La niña cayó, pero el zorro tomó su cuerpo y la detubo de recibir el daño. La mujer le dio las gracias al zorro y por un momento, él sonrió. La niña sonrío también y lo abrazó. El zorro se sintió feliz y por otro momento, no se sintió incomodo del toque de una humana. La niña le dijo,"Gracias, Señor Zorro." El zorro retrocedió ante su comentario y la miró con curiosidad. Y le contestó "Gracias niña pequeña." La madre y su hija tomaron los asientos al lado de las ventanas. El zorro tomó un asiento al lado de ellas.

El zorro miró la niña crece a una adulta. Años más tarde, la muchacha conoció al zorro. El zorro la miró y vio el signo de deidad en su frente. Fue un signo brillante y brillo. La muchacha le dijo que, "Hola otra vez, Señor Zorro." Ella sonrió y él hizo lo mismo. El zorro respondió "Me llamo Tomoe. No zorro." Ella rió y contestó, "Me llamo Nanami Momozono. Me gustan tus orejas." Alcanzó y tocó sus orejas con una sonrisa. El zorro ronroneó. Después de ese día, Tomoe y Nanami se volvieron amigos. Pero, ellos serían amantes. Por ahora, fueron al santuario y convivieron juntos como la Diosa de la tierra y su familiar, el zorro demonio.

Corrected by: Actriztercaantirosita

Thank you for providing me with the correct phrasing!