Una niña pequeña de cabello negro con una moña roja parecida como una niña bebé de dos años, estaba frente a una tumba en forma de cuadro grande como elevado hecha totalmente de piedra con un nombre inscrito en vertical y en japonés. La pequeña apretaba los puños y en menos de nada sacó una bandana azul oscura con una placa de metal y una hoja inscrita en ella.

La joven chica mostró su bandana de graduación mientras sonreía como nunca aparte de una voz infantil parecida a una niña pequeña como a bebé

-Papi, ¿Ves esto?- Se puso la bandana alrededor de su frente- ¡Desde hoy soy ninja! Me han dicho que iré a misiones con mis profesores y también he entrenado mucho

Hizo una postura a lo Kamina, con los brazos cruzados y mirada desafiante mientras exclamaba con toda seguridad y con total orgullo

-Voy a ser una gran ninja que protegerá la aldea justo como tú, así que no te preocupes por mí, ¿De acuerdo? ¡Obsérvame desde allí!... Ya he crecido mucho

La pequeña niña se iba corriendo probablemente hacia su casa mientras a la distancia otra niña de cabello rojo largo con una moña negra sobre su cabello estaba con una sonrisa llena de determinación mientras otra mujer de cabello rojo recogido estaba vestida con el uniforme correspondiente al de un jounin de Konoha.

La pequeña le mostraba a su madre su bandana azul oscura mientras hacía que sus tiernos violetas brillaran como una luz extraña pero vibrante e impresionante

-Gracias, mamá. Voy a esforzarme mucho para ser una ninja medico como papá- La mujer se inclinó para acariciar el cabello de su hija mientras le dedicaba una sonrisa

-Bien, lo estaré esperando con ansias

-De acuerdo- Respondió la niña mientras de pronto las hojas rosas del sakura como una especie de lluvia rara cubriendo todo a su paso o volando con toda su fuerza mientras que todo a su alrededor se ponía vivo como brilloso como tratar de llenar el vacío de las cosas… Quién diría que esta graduación en la Academia marcaría el inicio de ambas niñas en el mundo shinobi y sus destinos entrelazados hasta ser más que simples rivales y amigas…

20 años después, meses después de la invasión de Orochimaru más del ascenso de Tsunade como Quinta Hokage pero antes de la Traición de Sasuke

Maki Nishikino era una respetada y conocida ninja médico, era líder de la unidad médica de doctores y enfermeros en el hospital de Konoha pero nunca mencionada por parte de Tsunade o Shizune probablemente debido a que su padre había perdido su cargo del mando del hospital a raíz del ascenso de Tsunade al ser hokage.

La doctora miraba un cuadro en su oficina donde ella siendo una niña estaba con otros niños, era la graduación de la academia y otra donde estaba con otras ocho chicas junto a sus sensei dando a entender que eran genin y otra donde había una pequeña mujer pelinegra de cabello recogido de ojos carmines junto a unas pocas chicas, esa mujer era una jounin y esa jounin era su pareja actual.

En aquel entonces solía creer en sus propias habilidades y en su brillante futuro como prometedora ninja médico, llenándose de expectativas sin embargo la dura realidad que afrontaba luego de la destrucción impuesta por Orochimaru y la Aldea de la Arena y la trágica muerte del Tercer Hokage era más parecida a un horrible día de papeleo.

Maki Nishikino fue relegada a recepcionista junto con Kotori la cual le ayudaba con la firma y los sellos, como siempre eran de misiones por mayoría tip como siempre un documento entregado era agradecido como siempre por una sonrisa forzada por parte de la pelirroja, de pronto se sobaba el cuello producto del estresante trabajo que tenía desde hace meses, no era que se quejara de su actual labor pero en sí era agobiante como agotador.

-Maki-chan, ¿Te encuentras bien?- Preguntó Kotori notando la actitud de su kouhai- No has descansado nada

-Ha ha ha- Se rió levemente mientras sonreía algo torpe- Estoy bien, no te preocupes

Miró la foto de la pequeña mujer pelinegra ahora con tres chicas adolescentes, una peliazul oscura, una castañita y una pelirroja de cabello intenso con brillantes ojos verdes, ellas eran las alumnas de la mujer mayor.

-Aunque el trabajo de oficina sea tan aburrido, estoy mejor que otras personas. Con la aldea en estado de alerta y tras lo ocurrido con Orochimaru, no tenemos tiempo para descansar

-Bueno, sí supongo que tienes razón- Razonó Kotori mientras miraba una foto de cierta jounin de cabello azul, ella como aquella pelinegra estaban en una misión desde hace meses con tal de dar con el paradero de uno de los cabecillas de la invasión a Konoha

En menos de nada la peligris encontró un papel con una lista junto a nombres marcados en rojo

-Ah, por cierto Maki-chan, mira esto- Le mostró el papel y en menos de nada los morados de la pelirroja estaban encogidos, cuando estaba así se trataba de ella

-¿Qué es esto?

-La lista de los ninjas en misiones, de jounin a genin- Miró en esa lista cierto apellido, uno en rojo escrito como Sonoda Umi mientras suspiró pesadamente como resignándose a lo peor- No importa como lo mires, no hay forma de que sean suficientes con el número de misiones que hay

Maki buscaba con detenimiento ese nombre: Yazawa Nico pero tal como lo temía desde hace meses desde aquella invasión nunca estaba en las listas oficiales ni siquiera en algunas partes dadas hacia la Hokage en ascenso, en verdad todo esto tenía algo de sentido ya que las misiones que se llevaban a cabo no eran del todo tipo C o D, habían rumores de que habían un alto número de misiones secretas por lo cual era un manojo de nervios en la médico pelirroja.

Justo ahora, probablemente Nico estaría luchando en algún lugar exponiendo su vida junto a Umi y otros jounin y chuunin , Maki alzó la mirada hacia la ventana como siempre era soleado y con vista buena… Si tan solo, si solo ella tuviera la fuerza suficiente para igualar a la de la jounin loli, ¿Sería capaz de protegerla y cubrirla? ¿Sería capaz de estar en el mismo momento y lugar para ayudarla y apoyarla?

Desgraciadamente no, ella era una médico un ninja que debía prevalecer el honor de su familia a raíz de la muerte del Sandaime y el ascenso de la Godaime a lo cual debía controlarse y dejar de preocuparse por cosas banales, en cosas imposibles a lo cual se ha dicho bastantes veces así misma, se golpeó las mejillas sorprendiendo a Kotori la cual miró a su kouhai pero ésta dio su mirada al documento y proseguir su labor.

Como sea, ahora mismo debía pensar en lo que es bueno para la aldea porque lo único que podía hacer por Nico es rezar por su seguridad, bajó la cabeza mientras dedicaba unos ojos lastimeros hacia la foto donde la pequeña pelinegra era ascendida a Jounin y a su lado estaba ella.

"Nico-chan… Por favor, ten cuidado..."

(…)

En un cuarto común y corriente, una mujer pelinegra de cabello suelto estaba acostada como bien abrigada en su cama hasta que un golpe de luz alumbró su rostro. La mujer abrió lentamente sus ojos rojos dando con el techo de un cuarto pequeño y algo vacío y ahora su vista se enfocaba a una figura extraña de chaleco gris sin mangas, vendas en los brazos, sudadera militar negra, descalza, cabello negro largo con broches como un peinado estilo egipcio y una máscara con la cara de un pájaro.

La mujer pelinegra ya conocía a esa figura de hecho era una persona que conoció en el pasado

-Ah, mierda- Empezó a hablar la ojicarmín al mirar a la cazadora Anbu- Mi cuerpo pesa…

-Pues, claro- Respondió la figura que se quitó su máscara mostrando a una joven de piel pálida pero sin llegar a lo blanco tipo zombi, mirada seria como fría con ojos cristal verde brillantes y un pequeño lunar cerca de la comisura izquierda de su boca entre el mentón y el labio, su edad probablemente era entre 16 y 17 años

-Por supuesto, Nico-sensei- Respondió la pelinegra menor con una cara entre preocupación y alivio- ¿Cuántos días cree que ha dormido?

-Lo sé, no tienes que decírmelo, Dia- La jounin loli miró con un pequeño enfado a su vieja alumna la cual estaba sentada cerca de la cama, sonrió levemente mientras veía a la ojicristal que tenía unos ojos aguados, se notaba que la Anbu la extrañaba y se preocupaba mucho por su maestra.

Nico con una mirada seria pero entrecerrada debido al largo sueño dijo de manera ronca a Dia

-Hey, no me llores así. No estoy muerta, ¿Sabes?... Si sigues así me vas a deprimirme mucho

La mencionada se limpió las lágrimas mientras trataba de recuperar la compostura, debía mostrar seriedad como algo de educación, ese tipo de comportamiento sentimental no era propio de una cazadora especial Anbu. La mujer ojicarmín decidió dar unas palabras al respecto basándose en una visita que recibió el día anterior

-Bueno, no esperaba que esa ramera estuviese aquí al despertar- Decía Nico referente a Tsunade que por cierto había oído de que era una apostadora, una alcohólica empedernida, una mujer que contraía deudas hasta tenía fama de ser una lesbiana en potencia. Ese tipo de personas las odiaba y no las consideraba un buen ejemplo ni para la aldea ni para nadie.

-De hecho llegó hace algunos días según lo que me informó mi escuadrón- Aclaró la ANBU de ojos verdes

-He oído que ese maldito asesino la convenció para volver, ¿No?- De hecho se refería a Naruto ya que cuando el Kyuubi invadió Konoha su padre estuvo entre las víctimas mortales de aquel incidente que se llevó la vida del Yondaime, era lógico que Nico como las demás familias le cogieran un odio persistente al pobre muchacho

-Así que esa prostituta es la Gondaime

-Sí

-¿Cuál es la situación de la aldea?

La pelinegra menor suspiró un poco pesada aparte de que su mirada se notaba que la situación no andaba muy bien que digamos desde que Orochimaru invadió la aldea

-Bueno, no ha cambiado mucho desde que usted como su escuadrón fueron atacados por…- Hizo una mirada seria no sin antes mirar lentamente a ambos lados como si fuera en busca de algún sospechoso-… Por Anohito-Susurró

Anohito no era un nombre como tal, era un nombre clave para mencionar de manera indirecta al autor intelectual del mencionado ataque en el que Nico como su equipo designado fueron víctimas, de hecho ese mismo responsable era de la misma aldea de la Hoja como uno de sus personajes influyentes como poderosos, aquel hombre que se rumorea que hizo valer las leyes de Konoha con puño y hierro a través de las sombras hasta una ANBU como Dia sabían perfectamente a que se referían.

Una sola mención a ese individuo aunque sea de sus movimientos haría que ese corrupto hombre tomara cartas en el asunto no solo matando a cualquiera que lo mencionara sino que se encargaría de las personas amadas de sus víctimas hasta los niños o hijos pequeños si se lo proponía, en pocas palabras si Nico abriera la boca ella como su familia hasta Maki terminarían asesinados y con la falsa etiqueta de suicidio masivo o posibles problemas familiares con trágico final.

-Tal parece que ninguno de Raíz o ningún Akatsuki no hicieron acto de volver desde entonces pero seguimos todos en alerta, sobretodo de Anohito

Ambas prefirieron cambiar de tema, por ahora la situación actual tras el ascenso de Tsunade era demasiado importante, sus vidas peligraban si mencionaban a ese hombre corrupto

-Ya veo, es realmente terrible lo que dices. Y encima estamos escasos de ayuda, las peticiones para las misiones llegan una detrás de otra

-Por supuesto- Dia se levantaba con tal de alistarse aunque sea su ninjato, probablemente se encontraría con algún esbirro de "Anohito" pero su corta experiencia le serviría de algo

-Pronto todos los jounin tendrán una reunión con esa vulgar mujer

-¿Cuándo?

-La próxima semana, cuando usted termine de guardar reposo

-Ya veo… Gracias, Dia

-Entonces me voy- La joven pelinegra se puso su máscara y alistó sus cosas para proseguir con su labor en la ANBU pero cuando se iba por la puerta se detuvo para decirle una cosa más a su maestra

-Oh por cierto, Nico-sensei

-¿Hmm?

-Hoy he visto a Maki-sama en la oficina- Eso hizo que Nico quedara de piedra, de hecho eso no quería y temía que ella, su amada pelirroja lo supiera todo. Sobre ese ataque sorpresa del que fue víctima, de que fue salvada por Umi y varios sobrevivientes de su escuadrón y que fue resguardada en su apartamento en secreto estando inconsciente por varios días y a cargo de varios jounin entre ellos cierto colmillo blanco de la Hoja o aquel maestro de la juventud.

Si Maki lo supiera todo tanto su vida como la de la pelirroja estarían en grave peligro y asesinadas a manos de aquel hombre de las sombras, el líder de esa facción llamada Raíz

-No creo que Maki-sama sepa nada de lo que le ha pasado- Algo de alivio para la loli pero había la probabilidad de que alguna manera la médico se diera cuenta de ello

- ¿Qué debo hacer cuando la vea?- La ojicristal en su máscara miraba a su sensei en necesidad de algún favor o recado- De todas formas voy a ir al hospital para ver a Ruby, así que puedo…

-¡No se lo digas!- La jounin se levantó de golpe con tal de impedir a la Anbu la cual miró extrañada a su sensei, ella sabía de la relación entre su sensei y la médico pero no se sentía bien en ocultar que su sensei estuvo literalmente semanas en su propio apartamento sin que nadie lo supiera, sólo Nico, unos cuantos jounin, Umi y Dia.

La pobre pelinegra de ojos carmín estaba respirando algo agitada, sudando y con las manos sobre la cabeza como si algo no anduviera bien en la mujer mayor

-Uh, Sensei, ¿Está bien?

Nico puso sus manos sobre su cama pero su mirada era a las mantas blancas de su cama, era como si la propia jounin le imploraba que no hiciera nada al respecto

-Si ella no lo sabe, entonces dejarla estar así-Ahora miró a su vieja alumna ahora con uno de sus habituales sonrisas y esa alegría con la que se caracterizaba

-Bueno, la gran Nico Nii está recuperada y no quiere preocupar a su Maki-chan

Dia entendía completamente esa petición a lo cual decidió despedirse e irse como una especie de ráfaga negra que iba de en casa en casa haciendo que la pelinegra decidiera ir a la cama mientras pensaba en Maki como en la seguridad de ella y sus respectivas familias, no tenía sentido que ella lo supiera.

A veces se pasaba de cabezotas cuando involucraba las cosas raras en las cosas serias, en sí era molesto pero Nico le exigiría a su interlocutor que ellos jamás lo entenderían si es que lo tenía. De todas, ya se ha acabado ese sufrimiento que la carcomía en un largo sueño durante días atrás aunque el sueño le causaba una ligera flojera, la jounin loli decidió dormir de nuevo para volver a tener las mismas fuerzas.

De pronto abrió los ojos cuando de pronto se encontró en un lugar oscuro en donde caían muchas gotas hasta encontrarse en una especie de desaguadero solo que no había ningún olor desagradable era un lugar muy oscuro pero visualizado por ese lago brillante, caían gotas en todos lados y la jounin se puso a caminar por todo este camino, en menos de nada comenzaba a temblar debido a que hacía frío.

¿Qué era ese sitio? ¿Por qué estaba en un sitio así? La loli jounin decidió seguir su camino mientras miraba hacia todos lados pero no había nadie, sólo estaba ese lago y ese goteo incesante hasta que se encontró con una silueta de una persona a lo que la ojicarmín decidió correr hacia esa figura donde encontró a una mujer alta con la cabeza gacha y temblando en junta a unos sollozos

-¡Maki-chan!- Una vez más corrió hacia la médico, en efecto era la pelirroja que seguía ahí llorando parada- ¿Maki-chan? ¿Qué estás haciendo aquí?

Escuchó un desgarrador sollozo mientras la pobre medico trataba de usar su brazo para tratar de limpiarse las lágrimas como una niña pequeña pero sin voltearse de su sitio como viera algo, eso comenzaba a preocupar a la jounin

-¿Estás llorando?- La pobre medico siguió rompiendo en llanto haciendo que la pobre loli se acercara a ella con tal de consolarla- Maki-chan, ¿Por qué…?- Quedó de piedra al ver lo que estaba pasando, en verdad no podía creerlo y de pronto miró su mano derecha

-Nico-chan…-Decía la pobre pelirroja entre sus lloros junto a una voz destruida a lo que Nico también sentía ese agujero horrible como cuando te arrebatan todo e incluso a lo amas, Maki de pronto cayó de rodillas mientras su llanto era desgarrador a cada momento y en menos de nada el lugar cambió a un lugar, era un lugar con campo en él donde habían lapidas tipo diamante y nombres escritos en ella y ahora llovía bastante fuerte.

Maki seguía llorando y como siempre repetía incesantemente el nombre de la mujer que amó mientras Nico estaba ahora con una mirada destrozada y perdida mientras la lluvia incesante la mojaba hasta todo su cuerpo, esa lapida era de color rosa como su color favorito mientras un nombre en kanji estaba inscrito en kanji, esa fue la parte que la mataba por dentro.

(Insertar la música triste de Bardock o en su defecto la pista Athena´s Death)

Muerta, en una tumba bajo tierra y en una lápida vieja y sucia… Muerta en acción o posiblemente asesinada a manos de Raíz… Tal como decían los rumores Danzo Shimura nunca olvidaba ni perdonaba a los que consideraba un estorbo para sus planes usando como excusa el bien de la aldea, ahora Maki como su familia estaban solos y lo peor ellos podrían reunirse con ella pero en el infierno, lugar que Danzo aseguraba a aquellas escorias innecesarias de vivir en lo que él creía en su utopía.

La loli vio que su mano derecha ahora estaba desapareciendo y más con una frase que la destrozaba por dentro junto a su mente decidió bajar la mirada y entrar en un llanto silencioso mientras contemplaba ahora al maldito anciano sonriendo acariciando de manera algo sádica los cabellos de la pelirroja como si la consolarla o quizás era para dos cosas, matarla o usarla para ciertos usos prácticos (Ustedes me entienden).

En verdad lo sentía, realmente había fallado como ninja, hermana mayor, novia… En todo y ahora estaba viendo como ninjas como Kakashi, Gai, Tsunade hasta el ese "Maldito asesino" de cabello rubio, todos los shinobis caminaban ignorando su muerte, tal como se temía ahora etiquetada como suicidio o muerte de asunto pasional o pelea intrafamiliar, asuntos tan poca cosa en el mundo ninja.

Lo sentía mucho, aunque en el pasado se dijo a sí misma que nunca la haría tan infeliz y que nunca la haría llorar… Y ahora… Era un espejismo, una ilusión como anhelo en esta vida de sombras, sangre y muerte en eso se resumían los bemoles, lo sentía mucho.

De pronto abrió sus ojos para ver su mismo cuarto con sus cosas y su misma cama, todo esto era un sueño pero uno muy cruel y uno muy triste, el peor de su vida. Se alteró y se molestó poniendo sus manos sobre su cabeza, ese sueño, esa ignorancia de la aldea, Danzo acariciando a Maki… ¿Qué demonios era todo esto? Estaba llorando y probablemente habría hablado entre sueños pero ese sueño era… Bastante intrigante y quizás… Realista.

De pronto sintió unos sonidos que venían de la cocina y más cuando vio una bandana roja al lado de la suya que irónicamente estaba cerca de una foto donde ambas, Maki y ella eran genin y fue donde su romance se dio, de hecho al verla detenidamente era evidente que no era suya, ¿De quién era?. Pero temía que fuese Danzo o alguno de sus hombres por lo cual alistó su katana levantándose levemente, estaba con su suéter y sudadera negra arremangada, sus ropas comunes de jounin aunque también quería agua, para tomar y para bañarse ya que durmió por días enteros y sin bañarse posiblemente oliendo a mono.

La pelinegra caminó poco a poco llegando a la cocina donde se escondió para desenvainar su katana esperando algún movimiento a lo cual en silencio preparó su ninjato para dar muerte a algún ANBU de raíz hasta que salió a la cocina donde una vez más quedó en blanco cuando vio a dos figuras de color rojo, una pequeña pelirroja de coletas con los ojos verdes parecidos a los de Dia y la médico que ella amaba.

Fue ahí donde el momento se quedó en silencio hasta que de pronto la pequeña pelirroja de coletas empezó a llorar mientras se acercaba a la jounin, de hecho ella era su alumna

-¿Ruby…?

-Nico-sensei…-La mencionada abrazó fuertemente a su maestra la cual quedaba absorta, no tuvo más opción que colocar sus manos sobre el cabello de la pequeña genin que temblaba de llanto mientras Maki también estaba de piedra y ahora la vista de la ojicarmín estaba en los brazos de su amada que llevaba una toalla y unas vendas limpias y ahora volvió a donde estaba la pelirroja que de pronto estaba enfadada.

Con una mirada pidió a Ruby que saliera de la cocina a lo cual la pequeña asintió pero era evidente que no quería separarse de las dos mujeres que eran unas dos madres para ella, decidió ir a un pasillo cercano para acercarse y quizás escuchar lo que tenían que decirse entre ellas, no era nada bonito lo que saldría, era una pelea como de una pareja casada.

Maki había esperado ver a su jounin y solo quería hacer algo: Quizás abrazar y besar a esa loli pero en estos momentos quería golpear a esa estúpida enana.

-Maki-chan ¿Cómo estás? -Dijo Nico al ver a su pelirroja favorita sin embargo esta no le respondió y en vez de eso la agarro de la muñeca y la arrastro fuera de la cocina mientras tanto Ruby se apartó para no ser vista, ahora la discusión se haría en el cuarto de la pelinegra, típica pelea de pareja casada

-¡Eh! ¿A dónde me llevas Maki-chan? -Decía la pelinegra pero sin oponer resistencia Maki la llevó a su cuarto y miró a todos lados percatándose de que el apartamento como la manzana donde residían estarán lejos de miradas ajenas más si se trataran de los hombres de Danzo.

-¿Por qué me jalas de esa manera? Sé que no nos hemos visto durante mucho tiempo pero no es excusa para arrastrar a Nico. Estoy algo lastimada ¿Sabes? -Dijo con arrogancia.

La pelirroja no aguanto más, necesitaba liberar la tensión que había estado sintiendo desde que supo la noticia. Fue entonces que Nico recibió una bofetada en el rostro causando que esta perdiese el equilibrio y terminase en el suelo

-¿Saberlo? ¡Claro que lo sé, idiota! -Gritó contestando a su pregunta anterior.

-¿Eh? –Preguntó confundida mientras veía en su mano sangre que por alguna razón caía levemente de su frente la cual estaba vendada pero de pronto un punto rojo impregnaba en ella

-¡¿Eres estúpida o qué?!¡¿Acaso te quieres morir?! -Gritaba desesperada

-¿De qué estás hablando? –Preguntó intentando incorporarse.

-¿También perdiste la memoria, idiota? -Seguido de eso lo volvió a abofetear, logrando que cayese de nuevo mientras tanto Ruby arrodillada estaba tratando de limpiarse las lágrimas con sus manos, al menos de manera exitosa podía contener su voz

- ¡Ya basta!-Gritó Gintoki parándose y empujando a la médico hacia una de las paredes del aposento donde se encontraban.

- ¡El Vigilante Nocturno y sus raíces! -Dijo Maki casi como un murmullo. En ese instante la pelinegra la soltó y dio unos pasos hacia atrás. Dándose cuenta de lo hablaba su pelirroja, era otro nombre clave para denominar a Danzo y a sus huestes

-Ah… Eso te enteraste-Dijo rascándose la nuca

-¡Claro que me entere! ¡¿Cómo has podido hacer algo tan estúpido?! ¡¿Qué demonios tenías en la cab…-No pudo continuar pues Nico con la frente manchada en rojo la había tomado de la nuca para besarla. El beso fue largo y entregado.

Maki pudo sentir el sabor metálico de la sangre fluyente de su frente, se tapó las manos con su boca al ver la venda manchada de rojo, la destapó y en menos de nada su mirada era como aquellas que hacen en una película de terror. La pobre loli tenía la herida en su frente formando una extraña Y aparte de que le causaba una pequeña hemorragia, y lo peor fue hecha con un arma blanca, la pobre medico sintió como sus saladas le traicionaban contemplando esa herida horrible.

Decidió usar su chakra para frenar la pérdida de sangre sobre la frente de su loli la cual mantenía cerrado el ojo derecho debido a su herida. Hacía mucho que ambas no se veían y aunque ninguna de las dos lo admitiera habían extrañado la presencia de la otra.

-Yo también te extrañe Maki-chan-Dijo una vez pudo recuperar algo de aire.

-Idiota- Espetó la medico la cual tenía la voz ahogada, quería verla de nuevo con vida pero no se esperaba que Danzo la traería de vuelta y de esa manera… Definitivamente ese hombre era la maldad encarnada

-Sabes, nunca pensé que extrañaría el color rojo ni mucho menos tus ojos-Dijo la pelinegra riéndose entre dientes. La otra no dijo nada pero un sutil rubor apareció por sus mejillas.

-¡Oh! ¿Maki-chan, estas avergonzada? ¿Tanto extrañaste a Nico?

-¡Cállate, idiota! ¿Quieres qué te golpee de nuevo? –Amenaza a simple vista pero en realidad eran que sí, ella la extrañaba como también sus amigas y su familia más algunos compañeros de trabajo

-No, no. Ya entendí que Maki-chan se preocupa mucho por Nico Nii ¿No es así? -Preguntó con una sonrisa pícara en sus labios.

Y fue en ese instante en que Maki se dio cuenta que todo lo que había estado haciendo lo había hecho precisamente por eso: estaba preocupado por su Nico-chan. Lo que había sentido cuando se enteró de su aparente muerte e incluso la investigación que mando a hacer a Yamato sobre el incidente entorno a la persecución de Orochimaru como de Kabuto y del ataque sorpresa de Danzo y sus hombres de los cuales no sacó nada, había sido que por eso se preocupaba, no quería que nada le pasase y sobretodo entendió que la quería.

Y aparte esa horrible herida en su frente y para colmo había oído de que su jounin, su amada loli, su pequeña sonrisa había sido terriblemente apuñalada en repetidas ocasiones… No entendía como ella con esas heridas de arma blanca pudiera sobrevivir así como así.

-¡Hey! ¿Estás bien? -Preguntaba Nico después de observar a la mirar al suelo durante un largo rato.

-Te quiero-Respondió en un susurro casi imperceptible.

-¿Eh? ¿Qué has dicho? -Preguntó aunque había escuchado lo suficientemente bien, no era un secreto era una tsundere a rabiar pero servía a la pelinegra para jugar con esa parte

-Nada olvídalo…-Se excusó, dándose cuenta de lo que había dicho y en menos de nada rompió a llorar abrazando muy fuerte a su pequeña jounin la cual correspondió ese pequeño gesto

-Está bien, pero antes…-Dijo la azabache y acto seguido le dio un beso en la frente. Maki solo cerró los ojos. Nico se aproximó a su oído y pronuncio las mismas palabras que ella le había dicho y una vez más la pobre medico rompió a llorar mientras se aferraba a su amor.

Ruby estaba contenta de que al menos su sensei y la doctora pudieran arreglarse mientras que en un pasillo lejano cerca de la ventana estaban dos ANBU, de hecho eran dos mujeres una pelo negro largo como liso mientras otra era alta de composición algo musculosa y de cabello azul recogida con cola de caballo con la máscara de la cara de un delfín.

La mujer de cabello negro estaba en los brazos de la peliazul temblando mientras apretaba sus brazos y fue donde la ANBU delfín abrazó a su compañera de armas, era común que diera ese tipo de gesto cuando algo salía mal, era como una forma de dar consuelo a quienes se entristecían, decía entre susurros que dejara de llorar… No se preocupen, no eran hombres de Raíz, sólo eran Dia y Kanan, dos personas conocidas en la vida de la jounin.

La situación ahora estaba por buen camino… Por ahora…