Oneshot.
Un joven hombre de oscuros cabellos negros se mantenía quieto observando al muchacho rubio sentado en uno de los sofás de su oficina.
El joven no se inmutaba ante su penetrante mirada, tan solo seguía leyendo los documentos que minutos atrás el pelinegro le había entregado.
No aguantando más la lejanía del joven muchacho, se levanto de su lugar rodeando con algo de impaciencia su escritorio hasta llegar frente al alquimista.
El rubio alzo su mirada al sentirlo cerca y al ver en sus oscuros ojos aquella impaciencia y un tanto de molestia se levanto quedando frente a él, para poder enfrentarse a lo que el hombre quisiera, preguntándose internamente que era lo que el coronel pensaba como para estar tan tenso.
El hombre no resistió más y atrapo a acero entre sus brazos apretándolo con fuerza contra su pecho, el joven alquimista no se resistió, hacia días que venia venir aquel acto, o incluso otros actos esperaba por el extraño comportamiento del alquimista de la flama, por lo que solo lo acepto con tranquilidad.
Al ver la calma de Edward, Roy no pudo aguantar a continuar con lo que tenía en mente, por lo que se separo unos centímetros del joven muchacho listo para continuar.
Lo miro fijamente, aquel dulce rostro tan masculino que poseía aquella tan intensa mirada dorada.
Observo fijamente los labios del rubio, mientras este al ver a aquel acto sabía lo que seguiría, por lo cual al ver al azabache cerrar sus ojos copio su acto preparándose para lo que continuaría.
Ambos estaban tan metidos en aquella burbuja mientras se acercaban juntos para unir sus labios, que no oyeron la puerta de la oficina abrirse, ni se percataron del joven muchacho rubio que entraba dentro tampoco, hasta que este mismo los separo de golpe empujando con mas brusquedad a Mustang que a su hermano.
-Alphonse.-gritaron al mismo tiempo luego de ver al más joven de los Elric parado entre ellos con sus brazos cruzados.
-usted no sabe nada.-exclamo serio posando sus brazos en sus caderas mientras alzaba la voz.
-de que hablas niño ¿?-pregunto molesto Mustang al ser interrumpido por el recién llegado.
-así se hace…-susurro luego tomando a su hermano de las mejillas, para luego atrapar los labios de Edward con los suyos con suavidad, para luego comenzar a hacerlo con mas agresividad, para después introducir su lengua dentro de la boca de su hermano, atrapando con esta la de él.
Roy Mustang se quedo paralizado y helado observando aquella escena, aquel tan deseado beso que quería robarle a Edward Elric había sido arrebatado por el mismísimo hermano del alquimista, y no podía negar que a pesar de estar molesto se sentía excitado por aquel incestuoso beso.
-PERO QUE DEMONIOS.-grito luego obligando a los hermanos a separarse, Edward intento recuperar el aliento mientras Alphonse se daba media vuelta encarando a Roy.
-ya lo dije.-comenzó a decir colocando sus brazos en sus caderas-así se besa a mi hermano. Tengo experiencia en eso.-exclamo orgulloso dejando echo piedra al alquimista de la flama quien hace solo unos segundos creía que los labios del alquimista eran vírgenes.
