Disclaimer: Los personajes ni la serie Yuri!!! On Ice me pertenecen, solo los tomo un momento para crear estas historias :'v
Advertencias:
*свинина significa cerdo y se lee como "svinina".
*Yuri Plisetsky tendrá seis años y con el cabello medio largo (como lo tiene actualmente)
*Disculpen si sale muy Ooc :'v
Espero les guste
"Desde el fondo de mi alma te diré que no soy quién para estar junto a ti, pero si así lo deseas, daré todo de mí para hacerte feliz."
Al terminar de escribir miró una vez más su cuaderno y, sin más, arrancó la hoja, frustrado.
¿Qué estaba escribiendo? ¿Bazofia cliché? ¡No! Se supone que debe ser profundo, sentimental, capaz de meter al lector en la escena y que sienta lo que el protagonista, ¡no enseñarle algo que ya todos han leído!
Dejó sus cosas y se levantó de su asiento. Se retiró los lentes de vista cansada para poder cerrar sus ojos. Estaba cansado y frustrado. ¿De qué podía escribir ahora? ¿Qué impresionaría a las personas? Cada vez era más difícil y con toda la presión que se ha creado gracias a su fama era aun peor.
—Al parecer mi pasión está muriendo...—susurró, devastado. Un escritor sin pasión e inspiración estaba completamente perdido, capaz de caer en el peor abismo posible. Él no quería eso. Amaba escribir, era su vida, pero ¿Qué podía hacer? —Necesito salir.
Se colocó un abrigo y una bufanda, para después llamar a su querido amigo.
—¡Maccachin! Es hora de un paseo.— el caniche llegó corriendo con entusiasmo, listo para acompañar a su amo. Viktor sabía que sin su querida mascota abría sentido con pesar la soledad en la que se encontraba.
Cerró la puerta con llave y comenzaron a caminar en dirección a un parque que no estaba muy alejado de ahí. Tal vez si despejaba su mente y jugaba con su perro le llegaría una gota de inspiración.
Era un día bastante frío, pero nada comparado con los días de invierno. El cielo se encontraba despejado y lindo. Todo un buen día para inspirarse.
Al llegar al parque tomó asiento en una de las tantas bancas que había mientras Maccachin jugaba en el pasto. Recostó su espalda en el respaldo y suspiró, tranquilo.
—¡Quiero ir a los columpios, свинина*!— escuchó a lo lejos. Abrió los ojos y frunció el ceño. ¿Había dicho cerdo? —¡Camina más rápido, свинина!
—Sí, sí.— miró a la dirección donde provenían las voces y, sin esperarlo, encontró unos preciosos ojos chocolate. Miró a detalle al joven, cautivado; Piel rosada con unos tonos más rojos en sus mejillas y nariz, algo rellenito y con una mirada tímida, tal vez unos centímetros más bajo que él.
—Debo conocerlo.—Pensó de inmediato. No podía perder la oportunidad y tampoco iba a salir con: "Soy un galán y él caerá a mis pies solo con saludarlo.",eso era de idiotas. Iría, le hablaría como una persona normal y decente, y -si tenía suerte- conseguiría su número o verlo una segunda vez.
Lástima que se olvidó de aquél niño rubio con mirada desafiante y que tampoco contaba con que su lindo perrito se le adelantaría.
—¡свинина, cuidado!
Bueno, la primera impresión se había ido a la basura.
Recuerden, los reviews son muy bien recibidos :')
¡Hasta luego! 3
