Habían pasado 7 años desde que salieron del instituto y aunque prometieron estar en contacto ni siquiera una llamada se habían hecho. 7 años desde que dejaron de ser unas crías y a pesar de todo no se buscaron.
Pero aquella fría mañana de diciembre todo iba a cambiar. Quinn hacia un día que había llegado a la ciudad de Nueva York, después de pasar 6 años en Londres y caminaba por las calles con su abultada pansa de 7 meses. Estaba en busca de una cafetería para poder sentarse a desayunar antes de volver a casa. Pero quinn nunca se imaginó que en esa misma cafetería se iba a encontrar con una morena de ojos grandes y profundos, una morena que ella muy bien conocía y que hacia exactamente 7 años que no veía.
A medida que iba avanzando se chocó con alguien a quien todavía no había visto la cara. Cuando su vista se posó en el rostro de la persona con la que había chocado, grande fue su sorpresa cuando descubrió de quien se trataba.
-lo siento- decía la chica.
Q: Rachel?
R: Quinn?
Q: Rachel tanto tiempo que… que haces aquí?
R: vivo aquí. Tu qué haces aquí quinn?
Q: no, me refiero a que haces en esta cafetería?. Venís muy seguido por acá?. Sabes algo de los chicos?. Hace cuanto que no nos vemos?.
R: despacio, despacio que no te entiendo, y después soy yo la que habla mucho jajaja. Primero vengo a esta cafetería seguido porque vivo en el edificio de enfrente, segundo no sé nada de los chicos y hace como 7 años que no nos vemos, alguna pregunta más?.
Q: si hace mucho que dejamos de hablar, y no sé porque.
R: lo siento quinn ahí está mi pedido.
Q: si no te hagas problema, yo solo estaba de pasada y ya regreso al hotel donde me estoy quedando.
R: te estas quedando en un hotel?. Hace cuanto tiempo que estas en NY?.
Q: más o menos un día hace que estoy acá y si estoy buscando departamento pero todavía nada, con la pansa me cuesta caminar mucho.
Rachel en ese mismo instante se percató de la ya crecida pansa de quinn y se quedó impresionada, no porque la pansa sea muy grande sino porque nunca se imaginó ver a quinn otra vez embarazada, con lo que eso le preocupaba a la rubia después de Beth.
R: no me había dado cuenta de ese pequeño detalle. Este bien con esto? – dijo señalándole el vientre.
Q: si con pequeño te referís a mi pansa creo que te equivocaste, porque de pequeño no tiene nada, ajajaj y si me preguntas por lo que paso con Beth desde ya te digo que estoy muy bien.
R: y porque no te ayuda tu esposo a buscar departamento creo que es lo más justo ya que tú no puedes en ese estado.
Q: primero estoy embarazada no invalida y segundo no tengo esposo estoy soltera.
R: oh lo siento Q, no quería incomodarte, no… no era mi intención. Lo siento
Q: rach tranquila está todo bien… siempre estuve sola y esta no va a ser la excepción. Y vos? Algún pretendiente por ahí o varios?
R: ninguno por suerte. Eh quinn ya debo irme tengo que hacer las compras y lamentablemente tengo que dejarte.
Q: ok rach, yo voy a seguir caminando un poco más y me voy a comer al hotel. Cuídate.
Cuando Rachel salió de la cafetería un frio corrió por su espalda ya no sentía ese calor que se había instalado en su cuerpo al haber hablado con quinn. Y una idea se cruzó por su mente.
Vio a la rubia que ya se alejaba por la acera de la cafetería y corrió hasta ella.
R: QUINN! QUINN ESPERA…
Q: que pasa Rachel? Porque corres así y gritas como una loca? Ajja
R: me preguntaba si querías almorzar conmigo, yo tengo que pasar por el supermercado por unas cosas pero después podemos ir a comer a mi casa, si te apetece claro?.
Q:no quiero incomodar Rachel, yo puedo comer en el hotel tranquila vos tendrás cosas que hacer y no quiero molestar.
R: no molestas quinn tú vas a comer sola y yo también, que mejor que comer solas juntas… que te parece?
Q: está bien, acepto… pero te ayudo a cocinar, nada de hacer todo sola eh!
R: ok ok. Vamos?
Q: vamos.
Quinn había acompañado a Rachel a hacer las compras para poder comer y ahora se dirigían a la casa de la morena. En trayecto desde el supermercado hasta la casa de la morena fue tranquilo, hablaron un poco de todo lo que les había sucedido esos años sin verse, y ahí quinn se enteró que la morena no tenía novio no porque no quisiera sino porque sus gustos habían cambiado bastante desde el instituto.
Ahora Rachel podía decir que estaba orgullosa de ser lesbiana y sin ningún temor porque su carrera se hunda podía salir con quien quisiera.
Rachel descubrió que quinn quedo embarazada de su novio pero que este al enterarse la abandono y no quiso saber más nada de la rubia y su embarazo.
Q: gracias por invitarme Rachel. De vez en cuando hace bien un poco de compañía. Desde que llegue de Londres no he hablado con nadie, ni siquiera con mi madre. Santana me dijo que estaba viviendo en Los Ángeles con britt y no he vuelto a hablar con ella desde entonces. – Reconoció un poco triste.- Es bueno encontrarse con una cara conocida en esta enorme ciudad. Aunque sea la tuya jajaja
R: no es gracioso, que tiene mi cara de malo?
Q: nada solo lo decía por molestar, pero tu cara no tiene nada de malo, es perfecta así como esta.
R: no te creo, si lo dijiste es porque algo malo tiene.
Q: no rach enserio no tiene nada de malo, solo lo dije para molestarte porque sé que no te gustan esos juegos, nada más. Tu cara es perfecta como es, los ojos grandes y expresivos de un color hermoso e intenso, la boca perfecta – expreso sin poder evitar mirar la boca de la morena- esos labios gruesos que cualquiera estaría dispuesto a besar, tu nariz no importa si es grande pero es lo que te caracteriza y te hace diferente a todos los demás, nunca cambies nada de todo lo que aquí – dijo quinn tocando la mejilla de Rachel con dulzura. - Yo no cambiaría nada de lo que hay en ti.
Rachel estaba ruborizada con todo lo que la rubia le había dicho. Por suerte estaba aparcando el auto en el estacionamiento del edificio y eso las saco del trance en el que estaban.
R: creo que…. Que… que tenemos que bajar del auto si queremos comer pronto.
Q: si, tienes razón mejor bajemos.-
Que hiciste quinn? Tanto años de olvido y alejadas para poder olvidarla y ahora con unas pocas horas se va todo el tiempo pasado al caño. Veo que los sentimientos nunca se irán.
Esta será una larga cena. – pensó Quinn
