Katekyō Hitman REBORN! y sus personajes son propiedad de Akira Amano.
Cielo sombrío
Un golpe más y el dolor se extiende, intento retroceder, pero cayó al suelo y lo único que puedo hacer es protegerse la cabeza mientras escuchaba como revolvían sus cosas y las carcajadas de sus agresores, pero no hizo ni un solo movimiento pues sabía que de moverse solo los animaría continuar con el juego.
─ Nos vemos mañana dame Tsuna – oyó a la vez que una mano le tiro del cabello luego los pasos se alejaron y se quedó solo
El sol ya estaba poniéndose cuando el adolescente castaño llego a casa su madre lo recibió con una sonrisa, pero la sonrisa cálida bacilo y los ojos castaños de la mujer se desviaron cuando vio el estado en que llegaba el uniforme del muchacho.
─¿Te volviste a caer Tsu-kun? - pregunto
─ Sí, me tropecé - respondió el chico sonriendo aunque sus ojos se cristalizaron y las lágrimas quisieron brotar
─ A veces eres tan torpe - comento Nana sonriendo
─ Lo siento - susurro el chico y se encamino a su habitación
Tiro la maleta a un rincón y se dejó caer sobre la cama, las lágrimas no tardaron en acudir se sentía tan frustrado, quería defenderse, pero era débil y torpe también bastante cobarde y no entendía porque todos lo trataban así, él no les había echo nada, solo era un poco diferente a sus compañeros, no le gustaban los deportes porque era muy torpe y prefería el manga y la música pero aquello era una ofensa para sus compañeros.
Se sentó después de una rato y se cambió el uniforme, afortunadamente no estaba roto solo algo sucio nada que no se pudiese solucionar pero, el, por otro lado se miró al espejo y noto que tenía un raspón cerca de la mejilla pero era apenas notorio, más, cuando flexiono los brazos gimió de dolor, se subió las mangas y noto como grandes manchas moradas se habían formado en sus antebrazos y sus rodillas eran otra historia se volvió a cubrir los brazos suspirando estaba cansado.
No recordaba cuándo había empezado todo, solo estaba seguro que empeoro cuando ingreso a la escuela media Mochida y su grupo habían decidido que él era un desperdicio de espacio y lo pero era que nadie lo ayudaba él había intentado buscar ayuda pero aun recordaba aquella vez en que fue a la sala de profesores, se quejó sobre el acoso pero lo único que consiguió fue que el maestro lo regañase y que Mochida junto a más de sus amigos le diesen un buen recordatorio de porque era mala idea intentar acusarlos.
─¡Tsu kun ven a cenar! - grito su madre desde el primer piso
─ Voy ─ respondió
Nana sirvió dos platos y se sentó cansada la vida que llevaba no era para nada lo que ella había soñado cuando se casó con Iemitsu, y su hijo, no sabía que le había pasado a su querido Tsuna, era tan brillante cuando estaba en prescolar, aun recordaba a la maestra del niño felicitándola por el maravilloso hijo que tenía pero repentinamente todo cambio, desde la última visita de su marido Tsuna cambio por completo su brillante Tsu -kun se volvió torpe, tímido y bastante miedoso, con el tiempo lo único que recibió de los profesores fueron quejas sobre el muchacho y ahora las cosas parecían haber subido de nivel Tsuna siempre volvía del colegio lleno de tierra y moretones intento averiguar que pasaba pero él siempre decía que era debido a su torpeza natural, Nana se preocupó pero al final desistió y lo dejo pasar.
Un fuerte ruido proveniente de las escaleras la hizo alzar la cabeza y suspirar cansada cuando oyó el quejido del adolescente, el chico se tropezaba con el aire, era el peor de la clase además ser propenso a los accidentes, Nana ya estaba cansada.
Tsuna se sentó con cuidado y después de agradecer por la comida cenaron silencio él alzo la mirada y noto que su madre parecía perdida en sus pensamientos Tsuna decidió no romper el silencio y se quedó muy quieto apenas y moviéndose termino de cenar y subió a su habitación Nana volvió a suspirar si solo hubiera una forma de ayudar a Tsuna.
El nuevo día trajo otra vez la tortura del castaño que apropósito salió tarde para no encontrarse con sus compañeros pero tuvo la desgracia de hallar a Hibari, el prefecto demoniaco y no se libró de los golpes; al entrar a clase recibió las burlas de Mochida coreadas por el resto de la clase y Nezu sensei lo humillo más todavía. Tsuna se hundió en su asiento y cerró los ojos hasta que la campana anunciando el descanso lo hizo despertar se puso en pie rápidamente y huyo al baño se encerró en un cubículo
─ No estás cansado - susurro una voz, Tsuna cerró los ojos – déjame encargarme, ellos ya no te molestaran – continuo
─ Pero… no creo que ellos sean realmente malos – murmuro el castaño
─ Tu bondad es absurda – respondió la voz
Tsuna permaneció en el baño hasta que las clases terminaron y los sonidos de los alumnos marchándose desaparecieron, entonces, cuando el colegio quedo en absoluto silencio se animó a salir.
Ingreso a su aula y busco sus cosas pero no las hallo busco en todo el lugar y entonces vio su mochila en la basura la saco con cuidado pero entonces noto que todas sus cosas habían desaparecido. Busco frenéticamente mas no hallo nada. Se encamino al baño y se miró en el espejo tenía un moretón en la mejilla causado por Hibari y toda una colección de cardenales que adornaban su cuerpo causados por Mochida y sus malditos amigos.
Pero ya se había cansado, eso era todo, no aguantaría más mandaría todo al demonio, una sonrisa se formó en su rostro sus ojos marrones se volvieron un poco más oscuros y brillaron mientras sonreía
─ Yo me encargare de todo Tsuna, déjamelo a mí ─ dijo en voz alta
Nana se sorprendió cuando Tsuna llego tan sonriente la mujer le sonrió en respuesta y el solo le dijo que había sido un gran día antes encaminarse a su habitación Nana preparo la cena y se alegró cuando su hijo bajo muy feliz sin tropezar ni una sola vez Tsuna salió después a dar una vuelta, la mujer sonrió feliz por la nueva resolución del muchacho tal vez las cosas mejorarían partir de ahora se dijo.
Tsuna caminaba sonriente por las calles de Namimori, Mochida junto a Ikeda estaban saliendo de un puesto de ramen cuando vieron al castaño ambos rieron y cruzaron hacia el otro lado de la calle.
─ A dónde vas dame Tsuna – pregunto Mochida
─ Que pasa dame Tsuna – pregunto Ikeda cerrándole el paso al castaño
Tsuna los miro unos instantes sin decir nada Mochida se acercó y él dio un paso atrás pero Ikeda le puso una zancadilla, el castaño cayó al suelo.
─ Que torpes eres dame Tsuna – comentó Ikeda empujándolo con el pie
─ ¿Qué te pasa dame Tsuna estas llorando? ─ pregunto Mochida cuando el vio como el castaño se agitaba ligeramente.
El muchacho alzo la cabeza y en lugar de ver lagrimas los dos adolescentes se encontraron con unas fríos ojos marrón oscuro casi negro y una risa histérica que les helo la sangre ambos dieron un paso atrás mientras que el castaño seguía riendo histéricamente
─ Esta demente dijo Mochida dándose la vuelta y marchándose junto a Ikeda.
Un nuevo día llego a Namimori, el cielo estaba despejado y el sol brillaba intensamente pero para Tsuyoshi Yamamoto algo no se sentía bien, miro el reloj en la pared de su restaurant era ya tarde y su hijo aun dormía mas su instinto le dijo que lo mejor sería que Takeshi no asistiera ese día a la escuela así que dejo que el adolecente continuara durmiendo.
Tsuna llego a la escuela temprano y en la entrada estaba Mochida junta a Ikeda, ambos sonrieron en cuanto vieron al castaño tropezar y casi caer.
─ Pero mira nada más, dame Tsuna ha madrugado – dijo Mochida acercándose con una sonrisa
─¿Traes todos tus libros dame Tsuna o has olvidado la mochila por madrugar? - comento Ikeda riendo
─ Contesta dame - dijo Mochida dándole un fuerte palmada en el hombro
─¿Qué paso, te comió la lengua el gato? - siguió Ikeda, Tsuna se tropezó y cayó al suelo alzo la cabeza y vio Kurokawa suspirar, Sasagawa lo miro con pena pero nadie intervino, ni siquiera Kusakabe del comité disciplinario.
─ Párate dame Tsuna - dijo Mochida empujándolo con el pie, a su alrededor se empezaron a congregar los demás compañeros de clase pero nadie intervino.
─¡Ya basta! dispérsense y tu dame Tsuna deja de estar perdiendo en tiempo - dijo Nezu sensei mirándolo burlonamente
Entonces, ocurrió algo que nadie se esperó el muchacho en el suelo prorrumpió en una carcajada alzo la cabeza y se puso en pie riendo aun pero la risa del castaño era escalofriante y cuando vieron sus ojos todos dieron un paso atrás pues aquellos ojos marrones tan claros y vivos se habían opacado hasta volverse casi negros y ahora estaban muertos y fríos; a pesar de que el sol iluminaba el cielo todos sintieron un escalofrió.
─ Cre… creo que dame Tsuna finalmente enloqueció - comento Mochida cuando el adolescente castaño ingreso al colegio aun riendo.
La primera clase era la de ciencias y ya todos estaban en el aula, incluido el profesor, mas había dos asientos vacíos.
─ Creí que por una vez en su vida dame Tsuna llegaría temprano -
─ Tal vez se perdió – bromeo Mochida
Las carcajadas no se hicieron esperar, así que nadie oyó el suave click en la puerta y nadie presto atención a la otra puerta abriéndose Tsuna estaba allí tenía un balde en la mano sonrió admirando el interior del aula todos reían, se reían de él, sin pensarlo más lanzo el contenido del balde al suelo el líquido se fue esparciendo y mojo los primeros escritorios y los zapatos de las personas que se sentaban al fondo de la clase
─¿Qué rayos haces dame Tsuna? ─ pregunto Nezu sensei cuando noto al castaño en el fondo del aula
Tsuna sonrió y a la vez que en uno de sus dedos se encendía una llama que apunto hacia el suelo, el maestro y sus compañeros tardaron en reaccionar para cuando quisieron hacer algo Tsuna había cerrado la otra puerta con un suave click y se alejó jugando con el manojo de llaves que robo el día anterior de la oficina del comité disciplinario; quien se hubiera imaginado que Hibari fuese tan confiado aunque era obvio el porqué, nadie cuerdo se metería en la oficina del comité disciplinario por voluntad propia, claro que Tsuna no era precisamente alguien cuerdo.
Dentro de la clase en llamas los alumnos gritaban y forcejeaban la puerta, pero estaba cerrada y el combustible hiso arder toda la parte posterior las llamas crecieron más como si fuesen alimentadas por los gritos de todos los que estaban allí
Tsuna reía alegremente mientras oía los llantos y los gritos desesperados fueron unos minutos, pero el fuego se tragó ambas puertas y bloqueo las únicas vías de escape, los demás maestros y alumnos no tardaron en acudir alarmados por los gritos y llantos, quedaron horrorizados cuando vieron el fuego saliendo por debajo de la puerta la señorita Tachibana fue la primera en reaccionar y llamar a los bomberos con toda la conmoción nadie noto al castaño que observaba todo con una gran sonrisa
Hibari oyó los gritos y se apresuró en ir al punto de origen dispuesto a acallar al motón de herbívoros, pero entonces antes de alcanzar al grupo que se amontonaba fuera de una de las aulas una explosión lo hizo frenar, se asomó por una ventana y vio a uno de los maestros saltar desde la ventana de la cual salían grandes llamaradas de fuego maldijo y corrió asía el origen de todo a lo lejos ya se oían las sirenas de los bomberos.
Para cuando la ayuda llego muchos de los alumnos habían recibido serias quemaduras y entres los muertos estaban Mochida, Ikeda y Arata los demás también habían recibido serias quemaduras de tercer y segundo grado Hibari que fue el que tiro abajo la puerta tenía una gran quemadura en el antebrazo pues las tonfas que usaba se habían calentado dejándole una marca permanente.
Las familias estaban horrorizadas ante lo acontecido, aunque nadie buscaba culpables aun pues estaban más interesados en saber si sus hijos sobrevivirían.
Ajeno a todo Tsuna fue detenido pues al final Nesu sensei a pesar de haberse roto la columna lo acuso como el causante de todo.
Un perfil psicológico del muchacho lo declaro con un severo caso de esquizofrenia y trastorno de personalidad, nana estaba devastada cuando le sugirieron que se internara al chico en una clínica mental en Tokio bajo un fuerte sedante se llevaron a Tsuna.
Tres meses después nono el noveno jefe de la famiglia Vongola sugirió a Iemitsu que Tsunayoshi fuese nombrado heredero el hombre acepto, pero…
Cuando Rebon llego a Namimori se enteró de todo el desastre que había ocurrido tres meses antes y volvió a Italia con la lamentable noticia de que Tsunayoshi Sawada se lanzó del techo de la clínica donde estaba internado en un descuido de sus cuidadores, el muchacho estaba muerto y Nana Sawada había desaparecido después de sepultar a su único hijo Rebon fue a la tumba y suspiro no había nada que hacer la última esperanza de Vongola estaba cuatro metros bajo tierra, sin más el hitman volvió a Italia tenía que informar a nono de lo ocurrido.
Mientras los jefes de Vongola se preguntaban cuál sería ahora el rumbo que debía tomar la famiglia sin un heredero
En una oscura prisión un muchacho de cabello castaño azotaba con fuerza los barrotes de su celda
─ Tranquilo chico – dijo un hombre acercándose el muchacho lo miro con unos oscuros ojos
─¿Él va estar bien? - pregunto una mujer de cabellos rubios y ojos de diferentes colores
─ Hemos tratado con otros parecidos a él antes lo manejaremos.
─¿Vivirá? – pregunto
─ Sí, es fuerte y cuando terminemos con él será uno de seres más poderosos de esta dimensión
─¿Y su madre? - pregunto la dama
─ Cree que ha muerto y es lo mejor, su madre es inocente, un alma pura descendiente de un linaje muy antiguo nos encargamos de protegerla y mandarla lejos, su padre, por otro lado, tiene una interesante cantidad de sangre en sus manos y sus ancestros son aún más oscuros -
─ Una interesante línea sanguínea pero este chico debería ser un humano normal ¿porque ha desembocado en un drakei? - pregunto la mujer mirando al muchacho que lanzó un hondo gruñido sobrenatural
─ Algo altero el equilibro de su energía, su poder fue sellado dejando libre el lado oscuro de su mente y creo que su entorno no ayudo, pero no te preocupes estará listo dentro de cuatro meses me encargare personalmente de ello - dijo el hombre sonriendo
─ Cuento contigo - respondió la dama
Fin...
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tal vez jeje
No se, fue una loca idea que se me ocurrió cuando escuchaba soy más fuerte que tú y voces en mi interior.
Debería actualizar las historias que tengo pendientes, pero si no escribía esta no habría podido continuar las ya tengo en proceso
