Disclaimer: No soy Jotaká, no soy Warner. Inherentemente Harry Potter (Y mira que me duele), no es mío. Así son las cosas de muggles.

Este fic participa en el minireto de abril para "La Copa de las Casas 2016-17" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

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Esa Noche de Brujas en el Valle de Godric todo marchó normal. Los niños salieron a pedir sus dulces, los padres se quedaron charlando mientras los vigilaban y a los incautos que no daban dulces un truco les tocaba. Entrada la noche, los padres tomaron a sus pequeños y marcharon a casa.

Sólo el sonido del viento y el casual ulular de una lechuza interrumpían la paz del Valle, hasta que después de la medianoche una súbita aparición interrumpió la quietud.

Lord Voldemort usualmente mandaba a sus siervos a hacer esos trabajos, pero hoy era distinto. Hoy su vida estaba en juego y él no iba a dejar tal cosa en otras manos.

Así que deslizándose por las empedradas calles observó todas las casas hasta dar con la que buscaba. Se detuvo frente a una modesta casa de dos pisos, siseando satisfecho.

Con un simple hechizo, la puerta principal es abierta dándole paso a una estancia de acogedores colores rojos. Un hombre de negros cabellos salta ante la aparición del Lord, apretando los puños, observándolo altivo.

— ¡Lily, toma a Harry y vete! ¡Es él! ¡Vete! ¡Corre! Yo lo detendré.

Voldemort simplemente alza la varita y con un movimiento James Potter cae muerto.

Sin inmutarse sube las escaleras, dispuesto a terminar su cometido.

Y con otro hechizo abre la puerta de un cuarto, revelando a una pelirroja y a su objetivo, el pequeño niño que podía destruirlo.

Ya veremos como lo logra estando muerto.

— ¡Harry no, Harry no, por favor, Harry no!

— ¡Apártate, muchacha estúpida —ordena el Lord —, hazte a un lado, ahora!

— ¡Harry no! ¡Por favor... ten misericordia... ten misericordia!

A él lo que más le gustaba de torturar a las personas eran sus suplicas, sus inútiles suplicas. Sin embargo, se sintió verdaderamente complacido cuando escuchó las suplicas de Lily Potter, una asquerosa sangre sucia que tantos problemas le había dado.

— ¡Esta es mi última advertencia!

Porque después de todo, a él le divertía jugar con sus presas.

— ¡Harry no! ¡Harry no! ¡Haré cualquier cosa! —Voldemort sonrió sardónicamente —, mátame a mí... mátame a mí...

La sonrisa se borró del rostro del Lord y una súbita ira lo embargó, ¿cómo ella, una sangre sucia, podía ordenarle eso?

— ¡Avada kedavra!

Pero en vez de sentir la morbosa satisfacción que siempre sentía al realizar la maldición una corriente fría lo recorrió y todo se volvió negro.

— ¿Señor?

Voldemort observa la estancia tenso. Estaba en la Mansión Malfoy con sus más leales súbditos sentados frente a él.

¿Qué había sido eso?

— ¿Señor? —repite temeroso uno de sus vasallos —. ¿Llevaremos a cabo la misión, mi Lord?

Voldemort aclara sus pensamientos y pasa a prestarle atención a la reunión.

Sin embargo, una parte de su cerebro no deja ir el sueño, ¿o sería mejor llamarle visión?

No importaba, él era el gran Lord Voldemort, el temido Lord Tenebroso, un niñato de un año no lo mataría.

.*.*.*.

¡Hola, hola!
N° de palabras: 498.

Espero haber logrado lo que quería con este fic, que era demostrar lo pagado de sí mismo que era Voldemort.

Y si no lo hice, entonces al menos aporté algo de ayuda a mi casa.

¡Vamos Gryffindor que sí se puede!

Carly C.