Hola, se que he estado trabajando con ese fanfic miles de veces, pero estoy en completa seguridad de que esta sera la versión definitiva. Teniendo conocimiento de los 6 juegos que se han estado publicando en este tiempo, y haciéndome ideas del como hacer esta historia.
Y de una vez lo dire, tomare ciertos elementos que se han estado establecido, y otros los descartare como detalles menores o tramas de ciertos juegos
Agradezco como siempre a Cachy Ocura por la idea.
Disclamer: Five Nigths at Freddys y sus personajes son propiedad de scott cawthon. Por favor, apoyen la obra original.
Conexión del pasado
Mike por bromear, pide un deseo a una estrella fugaz: que uno de los animatronicos se hiciera humano y que sufriera como el guardia. Pero el afectado fue uno con quien tiene una conexión personal. Este le ayudara a salir de su pesar y averiguaran el origen de la maldición del restaurante. ¿Podrán salir vivos de esta situación? ¿Habra alguien que quiera que la verdad no salga a la luz? ¿Que secretos le aguardan a Mike por saber? (Basado "Mala combinación: Pasado y deseos" por Cachy Ocura)
Capítulo 1: Deseo entre rencores
A mitad de la noche de la medianoche, la luna estaba por llegar a su punto más alto en el cielo estrellado y libre de nubes, iluminando a la ciudad. Esta sería una vista que nadie, aun despierto, debería perderse, pero lamentablemente, había una persona que no le daba prioridad a este detalle. Mike Schmidt se encontraba en su la habitación de su departamento, se encontraba usando el uniforme que le correspondía para su trabajo como guardia de seguridad.
Por su puesto, su aspecto tampoco, a excepción del uniforme que traía puesto, eran de lo más propio de uno. Era un poco delgado y de baja estatura para sus veinte años, su cabello negro estaba totalmente desaliñado y sus ojos eran de un brillante color azul. La gente pasaba por alto que casi nunca se arreglaba el cabello, aparte que no se notaría por la gorra que llevaría.
Teniendo todo listo, salió de la habitación para ir a trabajar. Sin embargo, la idea le dejaba muchos sentimientos, y no unos positivos.
Mike trabajaba como el guardia de seguridad nocturno de un restaurante familiar: Freddy Fazbear Pizza. Podría decirse que le tenía un odio, principalmente por los personajes que había, unos animatrónicos, no solo era que estos se le hacían siniestros, sino que por las noches cuando no había nadie, estos intentaban cazarlo.
Según le habían explicado a Mike cuando empezó a trabajar, estos tenían un fallo en sus sistemas que les hacía confundirlo con un endoesqueleto (el "esqueleto" de los animatrónicos") sin traje, cosa los obligaría a meterlo en uno, cosa que lo mataría.
Podría simplemente renunciar a ese trabajo y seguir con su vida, pero debido a que se había alterado la inteligencia artificial de cada uno de ellos los personajes, y las evidencias que se encontraron apuntaban a que había sido el responsable, renunciar ya no era una opción.
No había duda que odiaba su situación. Es culpado de algo que no había hecho, y que si lo despedían por algún motivo así, también recibiría una multa que no podría pagar. Y lo peor de todo, podría morir de una manera lenta y horrible, por no decir que parecía no ser la primera vez que eso pasaba.
Odiaba a esa pizzería por ser in autentico tormento, odiaba a los encargados que no les importaba si moría y le culparan por algo que no hizo, sobretodo odiaba a los animatrónicos que lo matarían y le dejaban la incertidumbre de que cada noche a la que entrara allí, quizás sea su última con vida. Odiaba a todos.
-¡Maldita sea!- Grito con furia.
Otra cosa que pensaba de los animatrónicos es que a veces para ser perseguido solo por un "simple fallo técnico", sentía que iban por el de manera casi desesperada, como si el verlo muerto fuese su único objetivo existente. Incluso que estos lo miraban, es como si hubiera algo fuerte en ellos.
Mike divisó el restaurante a una cuadra de donde estaba. Sabía a la perfección lo que vendría dentro una vez fuese la medianoche, no quería pero debía ir.
Solo para dándole un toque más siniestro al ambiente, los postes de luz que rodeaban el recinto estaban apagados, dependiendo únicamente de luz natural.
Soltando un suspiro cargado con desesperación, miro al cielo, no había ninguna nube cerca, la luna estaba prácticamente encima de él, las estrellas se encontraban brillando. Mike no negaría que poseía un encanto místico. Sobre todo porque justo en ese instante paso una estrella fugaz.
Sorprendido, Mike se frotó los ojos, incrédulo de lo que acababa de ver, para entonces ya no estaba. Conocía la creencia de que al ver una debías pedir un deseo, pero no creía para nada en esas supersticiones tontas que solo eran para niños ingenuos.
Sin embargo, pensó que no estaría mal soñar algunas veces, su mirada descendió nuevamente al restaurante, en su rostro se dibujó una pequeña y maliciosa sonrisa, y cerró los ojos con un "deseo" en mente.
-Desearía que cualquiera de esos animatrónicos bastardos, se convirtiera en humano.–Murmuro para sí mismo.
La razón para imaginar eso era muy clara. Quería que sus acosadores sintieran en carne propia el que unos condenados robots los persigue deseando verlos muertos. Tanto que se le vino a la cabeza el escenario que sufriría cada uno de ellos.
Freddy Fazbear, lo veía como un hombre corpulento de tez oscura, tratando de correr casi agotado buscando salvarse, lo veía ridículamente patético.
Bonnie el Conejo se le asemejaba a un joven larguirucho con los dientes frontales largos y cabello de tazón, chillando con las puertas de la oficina cerradas, las cuales se abrirían pronto, le hacía sentir satisfecho.
Chica la Gallina, era perfectamente una mujer rubia, bajita y regordeta. Comenzaba a sonreír de oreja a oreja al imaginarla encerrarse en la cocina acurrucada en una esquina llorando mientras los otros la buscaban.
Por último Foxy el zorro Pirata un hombre bajo y desnutrido corriendo hasta las puertas de la oficina, pidiéndole que lo dejen pasar y refugiarse. Cosa que no ocurrirá.
Mike sacudió su cabeza, hasta el reconoció que era horrible ese último escenario, pero queriendo evitar sentir un poco lástima si alguien más estuviera en esa situación. Se recordó que ellos se merecían esa agonía y más, cosa que le levanto considerablemente el ánimo.
Mirando al reloj de mano que tenía, vio que faltaban unos minutos antes de la medianoche. Imaginar todo eso, le puso de un mejor humor, y motivado aceleró el paso para llegar rápido. Una vez dentro, tuvo que adaptar su visión a la escasa luz que hacía en el interior de la pizzería.
En su camino a su respectiva oficina, paso por el comedor, cerca del escenario, el trío principal de animatronicos seguían quietos. Podría decirse que los robots y el humano tenían una clase de pacto, que le permitan al último un tiempo antes de las doce. Simplemente los ignoro, y siguió avanzando, paso después por un escenario más pequeño, que tenía una cortina morada estrellada. Que no dejaba ver nada y un letrero de "Fuera de servicio" a los pies de este.
Cuando paso en frente de este, tenía el extraño presentimiento de que había algo allí, algo que no debería estar presente. Llegando a la oficina, Mike empezó a preparase mentalmente para lo que se vendría, y dándose palabras de ánimos.
-No me van a matar- Dijo con determinación a cumplir ese cometido.
...
Sin embargo, la noche empezó a avanzar paulatinamente, al igual que la intensidad con la que se acercaban.
Por supuesto, para mantenerse vivo contaba con un monitor que servía únicamente para ver las cámaras en el local, que le servía para saber dónde estaban; y principalmente, las puertas electrónicas de la oficina podían cerrarse para impedirles entrar. Su único defecto era que consumían energía, y si esta se acababa, quedaría completamente indefenso ante ellos.
Luego de varias noches, había logrado ganar experiencia en esto. Siendo cosa de habilidad, suerte y tener buenos reflejos. También evitar caer dormido, pero su determinación a no morir superaban su deseo de descansar por un solo instante.
Unas horas después, noche estaba avanzando como era normal entre esas paredes parcialmente cubiertas por dibujos de niños. Pero había algo que no estaba del todo bien. Foxy, el normalmente saldría de su escenario para correr directamente y sin pensarlo para entrar, cosa que no ha ocurrido en todo ese tiempo. Algunas veces verificaba la cámara que daba con ese punto, pero seguía sin salir.
No sabía cómo manera aquello, podría ser algo bueno, un problema menos del cual preocuparse de momento, estaba empezando a bajar la guardia con esto último. Cuando de pronto… Un grito.
Mike se sobresaltó, como si le hubiesen tirado una cubeta de agua helada. Era el grito de una persona. Un hombre. Eso lo dejo más anonadado. Rápidamente cerró las puertas metálicas. Miro las cámaras rápidamente, la de Foxy mostraba la cortina abierta, su interior, aunque oscuro, se podía ver vacío el escenario, y el letrero tirado en el suelo.
Viendo otra cámara noto a Bonnie acercarse por un pasillo, moviéndose a paso lento pero seguro, como si fuese buscando algo.
Después desde la oficina, so oyeron golpes desde la puerta, por fuera.
-¡Abre la puerta!- Grito el hombre de antes.
Continuara...
