LA VISITA

El hombre observa con desbordante emoción aquella postal que sostiene y admira cuan tesoro más preciado... ¡y es que no es para menos!! La vida no puede ofrecerle benevolencia mejor, ya que por fin, después de tanto tiempo, está por cumplirse su más anhelada voluntad, aquella que por años ha sido su compañera, aquella que cuenta con el poder inocuo de obligarlo a esbozar una sonrisa soñadora cada vez que el ocio hace de su imaginación la más inocente e ingenua felicidad.... ¡Es que ha llegado a dudar de la promesa, y por ende, del reencuentro!, pero esta tarde el destino le ofrece la culpabilidad misma, en elegante postal... ¡Oh, pero ni la culpabilidad es tal para arrebatarle la felicidad otorgada!!

-¡¡Nodoka!!- invocó a su mujer que bien sabe se encuentra en la habitación contigua, es decir, la cocina.

-¿Qué sucede, amor?- cuestiona Nodoka, asomándose por el comedor.

-¿Puedes ir a avisarle a Ranma y a Ryoga que los quiero aquí cuanto antes?- le pide y añade- tengo algo muy importante que comunicarles, y a ti también… ¡Esta mañana ha llegado una excelente noticia!- sonrió.

La mujer optó por mirarle inquisitivamente, no es común que en su marido la alegría pueda más que la seriedad que tan a menudo tiende a mostrar y con la que cree, se ha acostumbrado..., por esto, concibe que ha de ser 'aquella noticia' un hecho de suma importancia, así que, curiosa, se atreve a inmiscuirse:

-¿A sí? ¿De qué se trata?

-Ya lo verás, Nodoka… Ya lo verás... -persiste el misterio al igual que la sonrisa.

No, esto no sólo lo incumbe a él, es algo que incumbe a todos los Saotome..., pero ¿qué?

Lanza un suspiro y se encamina al dojo en dónde sus hijos, como cada tarde de domingo, se entregan a la práctica.


-¡Vamos, Ryoga! ¡Con más fuerza!- le exige el mayor, observando a su hermano en actitud desafiante y a esto contribuye la arrogante sonrisa- No porque seas un año menor tendré compasión de ti.

La frasecita no puede ser peor acogida por su receptor.

-¡Ya cállate, Ranma!- exclama Ryoga, con el ceño fruncido, exterioriza todo el coraje cuánto le causó la actitud que considera pedante, pero bastante propia con quién sostiene un vínculo sanguíneo.

Lanza una patada..., para su desgracia, perfectamente esquivada.

-Eres demasiado lento, hermanito- y le saca la lengua.

El chico aprieta los puños, detestando la repetida, y para él, desesperante situación en la que siempre es él el que pierde...., ¡¿No le basta acaso con su popularidad, con su atractivo al que considera superior al de él?! Todo en su 'querido' pariente es superioridad....

Ranma retrocede de un salto aún portando la sarcástica e inquietante sonrisa.

-¡Ya verás, Ranma!- reacciona, corriendo hasta él a una velocidad sorprende y no por ello insuperable, ya que las intenciones de golpearlo y aunque sea rozarlo, son poderosas y alimentadas de rencor dedicado a aquel que le espera confiado y sonriente.

-¡¡Basta!!- interrumpe Nodoka, y todo cuanto acontece se congela.

Ryoga a pocos pasos de alcanzar a su hermano, y éste que ha punto estuvo de esquivar el advertido ataque.

- Su padre, tiene algo muy importante que decirnos. -agrega.

-¿Algo importante?- cuestionaron ambos hermanos al unísono, con sus miradas clavadas en su madre con descubierta intriga y escondido recelo debido a la interrupción.

La mujer asiente.

-¿y no sabes qué es?- cuestiona el chico menor, olvidando por completo la molestia nacida, y es que la incertidumbre es justificada..., ¿qué puede ser, si en Nerima nunca sucede nada??

-Lamentablemente, no- responde, y añade con una pequeña sonrisa- Sólo sé que su padre ha estado muy feliz desde que una postal llegó. -hace una pausa para un pestañeo desconcertado, y añade- Los esperamos en el comedor- anuncia y seguidamente abandona el dojo en tranquilidad.

Transcurridos unos instantes en los que el par de chicos se halló sumergido en el mar de la incertidumbre, en un lapso de silencio en los que cada quién armó sus propias teorías...., sus propias, aunque absurdas teorías, y entre tanto, una interrogante escapó.

-¿Qué será?- cuestiona Ryoga, con la mirada perdida.

-No lo sé...-responde acompañando sus palabras, con el gesto de alzar los hombros con marcada indiferencia- pero para que papá esté contento, debe ser algo malo -y comenzó a andar en dirección a la salida, agregando con sinceridad- por cierto, haz mejorado mucho ¡te estás convirtiendo en un gran artista marcial!.

Ryoga se detuvo perplejo, ¡la frase sí que lo había pillado por sorpresa!! Nunca un elogio le fue entregado, ni siquiera de su padre quién parecía guardarlos todos para el hijo pródigo.

El chico clavó sus ojos castaños en la salida, por dónde su hermano desapareció de su vista...., ¡El corazón le impide hacer otra cosa que valorar las palabras cálidamente recibidas!!

Así bien, con los ojos vidriosos debido a la emoción que le corroe con energía, pronuncia:

-Lo dijo… -contento y de dispone a conducir sus pasos al cuarto de baño.


Golpea una y otra vez la puerta de madera.

-¡Ranma, ya quieres apresurarte, estoy seguro que ni las chicas se demoran tanto como tú!!- estalla, y tras esto gruñe, y es que no sabe en qué tarda tanto el chico, si en bañarse o en admirar su reflejo, porque bien sabe que esta última es una de sus actividades favoritas.

De repente la puerta se abre y el atractivo chico de coleta azabache y claro mirar, le dedica una sonrisa.

-Es todo tuyo....- y pasa por al lado de él en dirección a su cuarto.

Ryoga se introdujo al cuarto no sin antes lanzar a su hermano una mirada fulminante, olvidando por completo toda mínima muestra de afecto que pudo haber experimentado hacia él instantes antes cuando éste, generoso, le brindó una frase alentadora.


La mujer indaga en su mirar y la incomodidad le ha venido acompañando, precisamente, desde que su querida esposa entró en el comedor, y es que cada vez que posa la mirada sobre la suya, parece traspasar la gruesa barrera de la mirada para enfrascarse con osadía en sus más íntimos pensamientos. Así que, sus intentos por ignorar la presencia femenina le han sido vanos...

-Genma, ¿no me vas a adelantar nada?- soltó Nodoka de repente.

-Eres muy curiosa…- musitó él dando paso a una pequeña y prácticamente inapreciable sonrisa- pero no. Esto incumbe fundamentalmente a los niños.

-¿A los niños?- no esconde su indignación- Ranma tiene dieciséis y Ryoga quince, ya no son niños.

¡Vaya que ha de ser un gran bochorno si alguien -sin contar sus hijos- se llegase a enterar de la valentía que sólo esa mujer es capaz de arrebatarle con tan sólo una reprimenda o una mirada sagaz!!

-Bueno, a mi parecer se comportan igual que uno.... -se justifica, sosteniendo la seriedad.

-En eso tienes razón....- dice a modo de resignación.

Y luego, de vuelta al intercambio de miradas y una de ellas, es evadida, por la simple incomodidad que la fémina disfruta provocando en él...., aunque aparente no notarlo. ¡Y con qué facilidad ella ignora su poca estabilidad emocional!!


El menor de los Saotome, se halla sumergido en el agua caliente disfrutando en plenitud de toda la relajación que ésta es capaz de otorgarle. Los entrenamientos siempre consiguen su total cansancio, así como su abatimiento... ¡Oh, pero ésta vez no fue tan mal!! Aún las vanagloriosas palabras tienen cabida en su memoria..., y es que viniendo de un chico como su hermano, son estas dignas de toda adoración posible.

Con la cabeza hacia atrás y sus ojos cerrados..., llanamente esboza una sonrisa porque tanta paz es bien recibida.

No obstante, no puede evitar pensar en el pasado..., en aquello que otro posee y él no...

-Ranma… siempre has sido tú el favorito....- susurra entre dientes -desde pequeños fuiste tú mejor que yo en las artes marciales, el que tenía más suerte con las chicas…- abre sus ojos y con rencor continúa con su monologo sin audiencia- La verdad, aún no sé qué te encontraban, la mayoría de las chicas que conozco se acercaron a mí con la esperanza de acercarse a ti y no lo entiendo. Siempre fuiste tú…-suspiró y se puso de pie, ya que por lo visto, su tan preciada paz le fue interrumpida por quién ni siquiera está presente.


-¿Y tu hermano?- cuestiona la mujer.

El chico tras sentarse y lanzar una mirada suspicaz a su padre, le contesta con indiferencia:

-se está bañando- y vuelve a posar su mirada en el hombre- ¿Y bien, papá? ¿Qué tienes que decirnos?

Lo ve fruncir el ceño, y seguidamente negar con la cabeza.

-Falta tu hermano- responde y añade -No iniciaré hasta que él llegue.

Ranma resopla evidenciando su fastidio frente a lo escuchado..., desliza la vista con lentitud a su madre y en ella puede percibir la misma incertidumbre. Y se permite sonreír leve y brevemente, porque a la mirada que Nodoka le dedica a quién finge no percatarse de ello, le es denegado su sobrenatural propósito.

-Ya estoy aquí...- habló Ryoga, ingresando al comedor dando paso a una sonrisa por parte de Nodoka, otra por parte de Genma y un desagradable fruncimiento de labios por parte de su hermano... ¡y es que hasta su presencia le es un completo fastidio!

Con la clara intención de molestarlo un poco, se sentó al lado de su hermano y la respuesta le era del todo favorecedora, ya que, por el rabillo del ojo pudo deleitarse con la mueca que se trazó en el atractivo rostro.

-Comenzaré entonces- dice Genma esbozando una sonrisa, y mostró finalmente la postal-Hoy llegó esto.

-¿Una postal? ¿De dónde?- cuestiona su esposa, observando con curiosidad aquello que Genma sostiene y consigue reconocer que es el mismo preciado objeto que el hombre le derramó lágrimas hace un rato.

-De China.- contesta con sencillez.

-¿De China?- le es cuestionado en unísono.

-Sí, de China- responde con total naturalidad frente a un hecho de tanta importancia para él, y añade- Es de un viejo amigo mío que conocí en mi adolescencia, en mis años de entrenamientos. Resulta que en ese tiempo, él y yo hicimos el pacto de que nuestros hijos se casarían algún día y uniríamos de esta forma las escuelas: Tendo y Saotome.- explica.

-¿Casamiento?- saltan Ranma y Ryoga, frente al escandaloso término..., y por supuesto que las opiniones frente a la breve explicación, no se hicieron esperar para ser manifestadas con fuerza.

-¡Que estupidez!- clama el chico de coleta, fulminando a su progenitor con la mirada.

-¿Te refieres a un compromiso arreglado como en la antigüedad?- se atreve a indagar Ryoga, quién seguidamente agrega risueño- Qué interesante.. y qué 'lindo' se vería Ranma vestido de terno junto a una chica horrible.

La escena que ha acudido a su mente para hacer de sus labios una sonrisilla burlona y mal acogida, le sentó de maravilla...., oh, pero la crueldad sí que es gigantesca y más aquella que arremete prudentemente contra él, puesto que un golpe no se halla en la lista de sus conveniencias dadas las presencias paternales...., así que, por ello, puede jactarse de imaginar y comentar cuánto se le venga en gana.

-¿Y por qué no tú? Yo tengo mis propios planes… -recibe como contestación a su imaginación desbordante y dichosa, por aquel que con aparente indiferencia y tranquilidad, dicta en su mente cada una de las maldades que le esperan.

-No me digas...- sonríe el chico y se atreve a indagar - ¿Cuáles?

El aludido le dedica una sonrisa vestida de amabilidad y le contesta:

-Seré campeón del arte marcial estilo libre, ¿no es obvio??

-¿y eso qué demonios tiene que ver con el compromiso?- se permite fruncir el ceño.

-¡qué no tendré tiempo para tonterías!!- le responde altanero y seguro.

Sus oídos agotados de escuchar frases carentes de toda elocuencia, y su voz, de repente, cree conveniente hacerse escuchar para poder fin a tanta palabrería.

-¡¡Silencio!!- ¡Listo!! Sólo bastaba un poco de severidad para que el silencio volviera a hacer de las suyas, al menos por unos instantes, entonces, prosigue con un tono demandante- Uno de ustedes deberá casarse con la hija de Soun, por el honor de nuestra familia.

¡Y por supuesto!! Que la interrogante más lógica no podía aguardar demasiado.

-¿Es bonita?- pronuncia Ryoga, clavando con interés sus pupilas en el progenitor de faz neutra.

-¡Vaya! parece que mi hermanito está muy interesado en esa chica.....- sonríe un burlón y animado Ranma, observándolo de reojo para captar cada gesto que él hiciera y que evidenciase la verdad que cubren sus lanzadas palabras....,¡Oh, pero éste ha aprendido de las lecciones pasadas!! por ello, no se entretiene ni gasta su tiempo en inventar alguna respuesta agresiva, únicamente no despega la mirada de su padre porque la respuesta le es de suma importancia.

-La verdad es que... -hace una pausa, debatiéndose entre decir la verdad o inventarle a la desconocida una belleza de carácter dudoso..., recobrando un poco de cordura, de decide por lo primero-...., no lo sé- sin dar tiempo a alguna reprimenda, se apresura a agregar- Sólo sé que se llama Akane Tendo, que tiene la edad de Ryoga y que también practica las artes marciales.

Demasiada información....

-Interesante...- fue lo que escapó los labios de Ryoga, considerando lo dicho como una ventaja...., y es que ¡quién sabe!!, puede que sea esta su oportunidad de oro, después de compartir con su hermano la preparatoria siendo la diferencia entre ambos bastante notable, y que por ende las féminas se inclinen a quién luce ojos grisáceos, estupendo físico y uno que otro trofeo de artes marciales, puede que un compromiso componga una relación amorosa.... y le haga sentir un poco más feliz cada día, hasta llegar a alcanzar su autoestima extraviada en alguno de los recuerdos solitarios de una infancia plagada de preferencias.

-Akane.... Lindo nombre- comenta Ranma abiertamente- pero jamás me casaría con una chica a la que ni siquiera conozco.

El chico, sentado a su lado, consideró esto como otra ventaja.

Ajeno posa su mirada sobre a la callada mujer, que hasta ese entonces guarda cada improperio que se cruza por su mente por concebirlos inapropiados..., pero este que la observa, insensato se atreve a cuestionar:

-¿Nodoka cariño, qué es lo que te ocurre?

La mujer pestañea un par de veces antes de enfocar el rostro de quién le habla.

-Nada...., es sólo que no recordaba esa promesa- esboza una sonrisa pequeña y forzada-, seré sincera, cariño... No me gusta nada esto del compromiso.

Ryoga alza su rostro a una velocidad inimaginable, para mirarle con decepción y desaprobación...., y es que ya conoce cuán maleable puede llegar a ser su padre cuando se trata de la opinión de Nodoka, y ya puede dar por finalizada la idea porque si a ella no le parece, no se hace y punto.

-Estoy de acuerdo con mamá- coopera Ranma, sonriéndole.

El gesto trazado en el rostro de Genma, no podía significar otra cosa que neutralidad porque es esta una de sus mejores armas.

-Lo siento cariño, pero esta vez las cosas no se harán como tú quieres- dice autoritario, sorprendiendo a todos los presentes con aquella nueva actitud, y es que el hombre en realidad está decidido y ello puede leerse claramente en sus pupilas- Es mi sueño unir ambas escuelas...- añade, y eso ha sido todo...., pero en lugar de escuchar la reprimenda que creyó se le entregaría, lo único que escuchó es un dulce y cálido:

-Confío en ti Genma, sé que harás lo que mejor convenga a nuestros hijos ....- suspira y prosigue- estoy sorprendida, con esto me has demostrado que esto es muy importante para ti, y espero que las cosas resulten como lo tienes planeado- y tras esto, una sonrisa le es dirigida en señal de apoyo, una que es profundamente valorada.

-Gracias, Nodoka....- musita, esbozando una pequeña sonrisa.

Ranma y Ryoga continúan sin dar crédito a lo ocurrido. El hombre se reveló frente a su esposa, por primera vez considerando más sus propias opiniones...., una leve sonrisa tuvo lugar en ambos rostros.

-¿Y... Cuando llegan, cariño?- se aventuró a cuestionar Nodoka.

Le es respondido de forma inmediata.

-Llegarán mañana, no especificaron la hora- y seguidamente, desliza su mirada para posarla sobre sus hijos- Espero que sean amables...-era una advertencia, más clara no podía ser expresada.


A la tarde siguiente...

Es testigo del esperado estallido de su hija, esa chica furibunda que le ha lanzado cientos de maldiciones y uno que otro improperio que se le dedicó en un prudente susurro.

-¡Esto es ridículo!- reclama la joven de largo cabello azulado, devastando con la mirada al hombre que camina a unos cuantos pasos delante de ella- ¡No puedo creer que me hayas comprometido con un completo desconocido! ¡De todas las cosas por las que me has hecho pasar papá, ésta ha sido lejos la peor! -no se detiene, ¡Oh, porque esta vez no piensa guardarse las reservas de su furia, este sentimiento colosal que arremete contra aquel que se digna a responder un simple:

-Descuida hija…- utiliza voz ronca, y con un tanto de insensatez y cansancio, pronuncia- no pensé que te molestaría tanto.

¡Uyyy! ¡Cuán cansada está de aquel hombre que tan indiferente es!....., no le cabe en la cabeza que un padre pueda y tenga el derecho de hacer y deshacer cuánto de le antoje con la vida de su hijo, y como la paciencia nunca fue una de sus más relucientes virtudes...

-¡¿Qué demonios hablas?!! ¡Un compromiso NO puede tomarse tan a la ligera!! ¡¡Me conoces y debiste haber supuesto que me enfurecería contigo!!- continúa la chica con un apreciado tono rojizo decorando graciosamente sus mejillas, gruñe y apresura el paso- Mejor apurémonos en llegar a esa bendita casa antes de que nos pille la lluvia…

El cielo advertía silencioso su próxima revelación.

-Ay Akane, te casarás con el hijo de un amigo muy confiable. Es un pacto que hicimos, poniendo el honor de nuestras familias de por medio. -le habla, pero ésta parece inmune completamente a su irracional explicación, así que añade- Espero que tomes en cuenta eso.- sonríe

¡Ahí está!! Refregándole el honor... ¡Je! y dijo ignorar su actuar, pero sí puede tener en cuenta que para ella el honor es de suma importancia, ¡para eso sí la conoce!.

-¡No te aguanto!- se expresa y acelerada, cuestiona- ¡¿falta mucho?!

-No, es más, ya hemos llegado- dice un sonriente Soun, deteniendo su andar frente a un lugar en cuya entrada un letrero tiene su lugar.

-Dojo Saotome....- lee y entrecierra sus ojos para depositar sobre el hombre un mirar furtivo -¿Estás seguro que es aquí?

El hombre responde con plena elocuencia y seguridad en sus palabras:

-Sí, estoy seguro ¿No ves que ahí dice DOJO SAOTOME?- le frunce el ceño ligeramente.

La chica suelta una carcajada amarga y le responde:

-Pues sí, pero es que por lo idiota y distraído que eres… Puede que halla más de una familia con ese apellido en un lugar como este.

-¡No seas impertinente!- reclama el hombre mirándola con reproche, a lo que la chica es indiferente.

Ambos, padre e hija, expulsan un suspiro plagado de cansancio.

El hombre golpea un par de veces la puerta y seguidamente oye un tono de voz que poco se le brinda la oportunidad de escuchar:

-No estoy segura de esto...

A lo que no sabe cómo responder, y es que son muy pocas las veces en las que su hija se permite mostrar vulnerabilidad, una que bien sabe existe en ella y en abundancia.

La puerta se abre y una mujer de corta cabellera castaña, emerge del hogar.

-¿sí? ¿En qué puedo ayudarles?- cuestiona y hablar esboza una cálida sonrisa.

'Me recuerda a mamá...', se cruza por la mente de la chica, quién sonríe dulcemente y le responde con delicadeza.

-Soy Tendo Akane, y él es mi padre Soun- presenta, y ambos hacen una cordial reverencia.

-Vaya....- sonríe y coge entre sus manos el hermoso rostro de la jovencilla- Eres muy bonita, más de lo que yo pensaba...- y tras decir esto, conduce su vista al hombre a quién le dedica un-.... Genma estará muy contento de verlo.

Soun sonríe levemente, reteniendo la emoción reinante.

-Adelante por favor...- habló la mujer abriendo la puerta del todo para dar paso a sus visitantes- síganme.

El hombre observa de reojo a la chica quién sonriente acata la petición, percibiendo lo agradable que le ha parecido aquella mujer de bondadosa faz.

-¡por cierto!- les dedica la mujer mientras caminan- Me llamo Nodoka- voltea hacia atrás para sonreírles, y seguidamente vuelve la vista hacia delante conduciéndoles a la sala en dónde Genma les esperaba con una taza de humeante té entre sus manos.

-Querido, tenemos visitas- dicho esto, el hombre alza inmediatamente el rostro y reconoce con emoción al hombre de larga cabellera tiene lugar en la sala- ¡Tendo!- depositando el cálido objeto sobre la mesa para ir en encuentro de aquel que no ve hace un buen tiempo.

-¡Saotome, amigo! ¡no has cambiado en nada!- le responde el hombre y recibe el amistoso abrazo, con la misma emoción.

Akane se limita a observar sorprendida la conmovedora escena, y es que no se esperaba que entre ambos hombres existiera todavía tanta confianza, tal y como si el tiempo se hubiera detenido en total pereza en su relación.

Terminado el gesto, los curiosos ojos de Saotome se posan sobre la chica que le acompaña.

-y tú debes ser....- le sonríe con amabilidad y ésta le es devuelta con la misma.

-Tendo Akane, señor- se presenta la chica haciendo una cordial reverencia frente a aquel que, a diferencia de su padre, le era un completo desconocido.

-Es un placer- sonríe y piensa: 'Es muy bonita...., Ranma y Ryoga se pelearán por ella'

Y su mujer, como si divagara en los pensamientos de su marido, dice:

-Iré a buscar a los chicos- sonríe Nodoka, y dirigiéndose a los visitantes, añade- Señor Tendo, Akane, sientanse como en su casa… ¿de acuerdo?

La chica entrecierra sus ojos y por su mente cruza un arisco: 'Como si alguna vez hubiese tenido una casa'.

-Gracias…- contesta Soun sonriéndole con la misma amabilidad recibida.

Nodoka asiente con la cabeza y abandona la sala.

- tomen asiento por favor- les invita el hombre de escondida calvicie y oscuro mirar.

La chica se sienta al lado de su padre observando fijamente al hombre que al igual que esposa, muestra a cuántos conoce una faz pacífica y bondadosa que le es inspira infinita confianza.

-¿y qué ha sido de tu vida en todo este tiempo?- le pregunta Genma amistosamente con una amplia sonrisa.

-Entrenamientos y entrenamientos...- contesta con naturalidad.

El hombre al escuchar semejante respuesta, no puede evitar evocar los más benévolos recuerdos de una época preciada.

-Tuvimos una bonita juventud...- comenta, siendo ésta una frase que no surgiese de su boca sino de sus pensamientos, un eco de ellos que han buscado y encontrado una forma de manifestación.

-lo sé...- asiente a su amigo, también con una nostálgica sonrisa.

Akane comprende entonces que ambos compartieron gran parte de sus vidas y por ende se guardan un cariño verdadero e imborrable..., valioso por demás, y es que se refleja en sus miradas y hasta en aquella sonrisas distraídas.

-Y...., ¿ya le comentaste a Akane acerca del compromiso?- cambia radicalmente de tema, porque este que se ha planteado es considerado inapropiado.

-sí y he de decir que no se tomó muy bien la noticia -responde y seguidamente le dedica una furtiva mirada de reojo a la chica sentada a su lado.

Akane suspira hondo y fabrica previamente sus próximas palabras:

-Sinceramente creo que todo esto del compromiso es una completa estupidéz- dice francamente con semblante serio, y conduce la vista a su padre- Esas cosas ya no se hacen.

-Yo opino lo mismo- responde la voz masculina desde la entrada.

Todos voltean y visualizan al apuesto chico de coleta y ojos grisáceos, unos que conforman una mirada indescifrable, mientras su cuerpo se recarga con indiferencia en el marco de la puerta.... ¡Oh, pero qué incómoda experiencia fue la vivida cuando la adorable mirada se posó sobre ella!!

No, en ella la superficialidad carece de importancia...., por ello debería exterminar todas y cada una de las magníficas cualidades que acudieron a su mente y conforman a aquel ejemplar masculino, ese que la observa descaradamente tal y si estuviera examinándola.... y seguramente comparándola con quién sabe quién...., y ante semejante intuición, frunce el ceño.

-Él es mi hijo, Saotome Ranma- le presenta Genma, dada la indiferencia por el mismo al acto de educación.

La sonrisa en el chico se amplía, y dice:

-Buenas tardes.

-¡muy buenas tardes!!- le contesta Soun con entusiasmo, y es que pudo percatarse del intercambio de miradas entre su hija y el chico, lo que considera como 'un paso más'. No obstante, antes de que pudiera añadir algo más, un nuevo chico se hace presente al lado del de coleta, uno de ojos castaños y cabello negro...., pero éste, a diferencia de su hermano, emana una actitud más solidaria, más simpática.

-¡Sean bienvenidos!- fue la amable frase que escapó de él- Soy Saotome Ryoga, mucho gusto- y hace una reverencia cordial.

Los labios de Akane forman una leve sonrisa.

- Usted debe ser Soun ¿verdad?- prosigue Ryoga, dirigiéndose al hombre con un gesto amable.

-Vaya, veo que está muy bien enterado....- lanza Soun bastante complacido, y es que ambos chicos le sentaron de maravilla.

Ranma lo observa de reojo, ya intuyendo sus intenciones y solidándolas con cada palabra dicha por él.

-..., y tú debes ser Akane- le sonríe a la chica, y el gesto le es devuelto en generosidad en compañía de un asentimiento- ¡mucho gusto!- ¡y vaya que el gusto no puede ser mayor!! porque la considera hermosa, como ninguna otra.... ¡Es tal la bondad que emana que ésta se ve reflejada en sus finas facciones!, y entonces, puede recalcar dignamente que 'el amor a primera vista' sí es posible.

¡¡Qué está pasando con él!! Es decir, es Ranma Saotome, el mejor de los mejores, el invicto en las artes marciales y en todo cuánto a él se le antoje, y hoy el sonrojo aparece de súbito decorando sus mejillas siendo una sonrisa...., quizás la más inocente que sus ojos hayan visto, la culpable. Y es que es una inocua belleza nunca antes apreciada.

Frunce extrañada el ceño al ver a ambos sonrojados..., ¿la razón? desconocida completamente.

Genma se limita a sonreír de medio lado, porque puede jactarse de conocer a sus hijos plenamente y puede afirmar, con suma certeza, que ambos se han visto invadidos por la belleza natural de la chiquilla...., lo único que espera es que esto no conlleve complicaciones.

- Eres muy....- traga con dificultad y cerrando con fuerza sus ojos, con un tanto de empeño, termina la frase- bonita.

¡Listo! Ahora son tres los sonrojados en una misma habitación.

¡Y cómo no sonrojarse frente a un piropo dicho con tanto esfuerzo que conmueve!

'¿Se sonrojó?', era irreal, inverosímil completamente para ambos hermanos...., ¡ya ninguna chica se sonroja por un piropo que debiera ser para ella un hecho cotidiano!, pero no, la chica se sonroja como si no fuese merecedora de semejante halago.

¡Qué criatura más única y dulce!

Así que una sonrisa surge de los labios de Ranma, porque una proposición se ha presentado en su mente y él no descansa hasta dar por cumplido cuánto propósito considere conveniente: Akane debe ser suya.

-Ryoga, no la incomodes- le reprocha Nodoka ingresando al comedor, alcanzando a oír la última frase- ¡Genma me ha contado mucho de usted, señor Tendo! de sus viejas anécdotas- muestra una sonrisa y se sienta frente a la familia Tendo.

Y así es como inicia una plática amena entre dos viejos amigos.

-Quiero que nos conozcamos más- comienza Nodoka, hablándole a Akane en un tono sutil.

La chica halla la comodidad con la mujer, alcanzando así la diversión mediante intercambiadas anécdotas, siendo sus gestos firmemente capturados por aquel que sin disimulo la observa, entreteniéndose con cada sonrojo que por sus mejillas emergiera, con cada carcajada conformada por encanto..., ¡una criatura indudablemente llena de gracia!!

-Es linda.... ¿verdad?- le susurra Ryoga al oído- aprovecha, porque cuando mi compromiso con ella sea oficial no te permitiré que la observes de esa manera.

-¡No me digas!- clama Ranma sin discreción alguna y sin despegar los ojos de la chica- ¿y quién te dijo que será tu prometida? Eres muy poca cosa para ella, si de verdad te gusta debes de desearle lo mejor y créeme, lo mejor para ella es comprometerse conmigo.

-Akane se casará conmigo, Ranma- le dice entre dientes, ganándose así una carcajada burlona por parte del otro y la siguiente frasecita:

-¿qué fue lo que te hizo?- lo mira por fin con seriedad fingida- ¿por qué la quieres castigar? Akane será mi prometida, Ryoga, asúmelo- y vuelve la vista a la entretenida chica.

'ya lo veremos, Ranma.... ya lo veremos', piensa, mientras mira ceñudo y de reojo a aquel que tanta envidia le inspira.

Continuará...

¡¡Hola!! En tres días más, se cumple un año desde que subí un capítulo por última vez^^ ¡cómo pasa el tiempo!! xDjeje..... u.u perdón por esto de las historias incompletas.

¡Espero que les guste! prometo no cambiar nada de la historia, lo que sí, cuando estaba escribiéndola...., puees....., me fui de la trama e inicié otra utilizando la primera mitad de este capítulo. No sé si publicarla o no.... o quizás sea más conveniente hacerlo después, considerando mi situación u.u.... ¿Cuál es la lección aprendida? Respetar las historias ya publicadas y no escribir nada más hasta darles un final :)

¿Me escriben sus comentarios? ^^