Episodio 1

El chico de la trenza.

La habitación permanecía con las luces apagadas, sólo los pequeños rayos de luz que entraban por las persianas cerradas iluminaban a medias el escritorio. Sólo se escuchaba el sonido de las teclas siendo presionadas, mientras que en el monitor iban apareciendo sin fin de letras.

Por fin, después de aproximadamente una hora el sonido se detuvo. Akane levantó la vista del ordenador y estiró los brazos, al fin había logrado completar el artículo que llevaba escribiendo desde tres días antes, sólo le faltaba darle una revisada y estaría listo para enviarlo a la revista "Belle" la revista de moda más importante de Tokio, aunque no le interesaba en realidad la moda, sería excelente si aceptaran publicar su artículo.

Hizo tronar sus dedos y bostezó, estaba cansada, se dirigió a su cama y se tumbó sobre ella boca arriba, apoyando una mano en su frente; el techo estaba desgastado y había una que otra telaraña colgando por ahí... Ya limpiaria en otra ocasión.

Tomó un libro de su mesita de noche y comenzó a leer, no habían pasado ni cinco minutos cuando en la habitación de al lado se comenzaron a escuchar ruidos de cajas siendo arrastradas por aquí y por allá.

"Qué raro" pensó Akane "se suponía que nadie vivía en el apartamento de al lado".

Y así era, el departamento 3C había permanecido vacío desde que cuatro meses atrás, el anterior inquilino lo destruyó el mismo tras llegar borracho una noche, aún recordaba que se asustó mucho y se quedó encerrada en la habitación hasta que llegó la policía. ¿Tal vez ya lo habían reparado? Si era así, ella no lo notó. Intentó continuar con su lectura cuando el ruido terminó, pero en un momento un "toc, toc" en su puerta la interrumpió. ¿La casera?, rápidamente echó un vistazo al calendario en la pared, no, aún faltaba una semana para el día de la renta, tampoco había pedido comida a domicilio.

El "toc, toc" volvió a repetirse, Akane se levantó despacio y se dirigió a la puerta, antes de girar la perilla, maldijo que la dichosa puerta no tuviera mirilla. Al abrir, en su rostro se dibujó la sorpresa, un chico que nunca antes había visto estaba parado frente a ella con una taza vacía en la mano. Sus ojos eran de un azul profundo y llevaba el negro cabello atado en una trenza.

—Hola —le dijo el chico.

—Hola —respondió Akane con duda.

—Acabo de mudarme al departamento de al lado, el 3C —explicó el desconocido señalando a la puerta donde tenía pintado el número y la letra —lo siento por el ruido, estas paredes son delgadas, como sea, iba a tomar algo de té y me di cuenta que no tenía azúcar, ¿tú no tienes un poco? —mostró la taza con una sonrisa y Akane lo miró de forma extraña antes de responder.

—Claro, espera un minuto —y cerró la puerta levemente dejando una abertura pequeña. ¿Quién era ese chico? ¿Y que confianzas eran esas de venir a pedirle azúcar? ¡Ni siquiera se había presentado! Akane movió la cabeza de un lado a otro para despejarse, daba igual, si le daba lo que quería se marcharía y con suerte la dejaría leer.

Se dirigió a su muy compacta cocina, donde apenas y había una estufa pequeña, un refrigerador también pequeño y un lavamanos; tomó el recipiente de azúcar de la encimera y volvió a la puerta.

—Toma —le dijo al chico mientras le hacía un gesto para que acercara la taza, la lleno a tope para estar segura.

—Muchas gracias —el ojiazul ya había dado la vuelta para irse cuando cambió de opinión y giró nuevamente —por cierto, no me presenté, me llamo Ranma, un gusto conocerte ¡nos vemos!

Y se marchó, sin siquiera esperar respuesta de Akane.

—Que chico tan raro —murmuró Akane mientas cerraba la puerta. Miró hacia su cama, ya estaba todo obscuro y solo la luz de la luna proyectada sombras en la habitación, suspiró, seguiría trabajando mañana. Llevó el bote con azúcar a la cocina, apagó el ordenador, recogió las cosas sobre la cama y se acostó para poco después quedarse dormida.

A las 6 de la mañana en punto el fiel despertador de Akane sonaba con su habitual pitido, estiró la mano y lo apagó, se quito las sábanas y se quedó tumbada un rato pensando en nada, apenas estaba amaneciendo cuando se levantó de un salto diciéndose a si misma "Hora de empezar el día" con mucha energía práctico un poco de boxeo con un saco viejo que tenía colgado entre el baño y el sofá que hacía de sala de estar, después se ducho, desayuno algo ligero y salió de su departamento dispuesta para su trabajo. Al pasar por la puerta del 3C un pensamiento fugaz sobre el chico de la noche anterior cruzó su mente, pero no se detuvo.

—Buenos días —saludó a la casera cuando hubo llegado a la planta baja, era una viejita encorvada con el cabello canoso.

—Buenos días Akane-san —respondió cortésmente mientras continuaba su labor de barrer el pórtico.

—Disculpe Sachiko-san, no quiero parecer entrometida pero... ¿Cuándo arreglaron el apartamento 3C—preguntó Akane, picada por la curiosidad.

—Ah, no fue arreglado —dijo Sachiko sin inmutarse —se lo renté a un chico por la mitad de precio, dijo que no le importaba que el papel tapiz estuviera roto, ni los agujeros de las cortinas.

—Ya veo —dijo Akane para luego despedirse de la anciana e irse a su trabajo.

Así que el chico de la trenza había rentado el apartamento sin arreglarlo, eso lo hacía parecer aún más raro.

Sólo esperaba que no fuera como el inquilino anterior que había destrozado las paredes y agujereado los muebles, no quería otro loco como vecino y mucho menos problemas de ningún tipo.

Por supuesto, ella no podía saber todo lo que el destino tenía deparado para ella...

Continuara...

Hola chicos y chicas, este es mi primer long fic en fanfiction net, si no lo notaron esto es un Universo Alterno, pero no teman, aparecerán más personajes del mundo de Ranma 1/2.

Espero les haya gustado este primer episodio y si es así díganmelo con un review ¿siii? Se aceptan sugerencias :D

Hasta el próximo.

RANMA 1/2 PROPIEDAD DE R. TAKHASHI