Advertencia: esta historia contendrá violencia, tortura y menciones de violación.
En una casa bien cuidada y con un jardín un hombre en su habitación se pone la corbata mientras silbaba una melodía. Observó su reflejo en el espejo y sonrió satisfecho, se puso unas gafas de sol y salió de la casa en dirección a su coche, hoy fue la reunión del G8 y tenía que llegar temprano.
—¡Rana deprisa o llegaremos tarde! —Inglaterra miraba irritado a su rival.
—Tranquilo Anglerrete como ves los demas todavía no ha llegado a la sala de reuniones todavía— señaló a las otras naciones que seguimos mientras se dirigía a su destino.
Lovino puso los ojos en blanco - Bueno, ¿y qué? Seguro que el bastardo hamburguesa llegara después que nosotros—
Si es un niño, solo piensa en sus ideas extrañas, China también se quejaba de Alfred.
—Parece que no ha aprendido la lección ¿da? —El ruso con su espeluznante sonrisa.
Mientras que los demás continuaron hablando de América, Inglaterra no pudo evitar una sensación de hundimiento en el estómago cuando Iván mencionó (la lección).
Había pasado un tiempo desde que él y las otras naciones (castigaron) a Alfred, Arthur tenía remordimientos, pero era la crisis y América tenía que aprender. Pero no pudo negar que también lo hizo por resentimiento a Alfred por su independencia.
Cada cuatro de julio, Arthur recordó el peor momento de su vida, Inglaterra , tú que eras tan Grande . Cerró los ojos intentando alejar ese doloroso recuerdo.
El G8 entró en la habitación y para su sorpresa América ya estaba allí examinando los papeles, usando un traje de negocios y más curioso, no tenia puesto Texas, sino gafas de sol, la nación americana les sonrió.
—Bueno ya era hora—
Ojo, bastardo, aunque hayas llegado puntualmente por esta vez, no significa que presumas, Romano miró furioso al americano.
El otro se reía.
Las naciones observaron a Alfred desconcertadas, el americano estaba raro, pero se encogieron de hombros.
Francis miró a América cauteloso, se había recuperado mejor de lo que esperaba. El hombre sonreía y hacía bromas, pero ya no se reía una cosa que agradecía, el francés sentía que un peso se iba de sus hombros.
Canadá estaba preocupado algo no estaba correcto en Alfred pero no se puede ubicar qué era ¿Cómo y por qué llevar gafas de sol?
—Oye Alfred - le preguntó Canadá.
—¿Si Matt? -
—¿Por qué llevas gafas de sol aquí?
—¿Por qué Turkia va con una máscara? ¿O Grecia viene con un montón de gatos y Suiza va armado? —Alfred se rió - Con todo eso ¿Te extrañan unas gafas de sol?
Inglaterra tenía que admitir que Alfred tenía razón.
—Veréis que me desperté con los ojos irritados y sensibles y he tenido que ponerme estas gafas—
Las naciones se encogieron de hombros y continuaron el resto de la reunión.
Unas horas más tarde cuando acabó la reunión. Fueron unas vacaciones de cerveza, Francia, vino e intento de coquetear con los hermanos y Romano le mandaba al cuerno.
Arthur miró a su alrededor. Juraría que vio a Alfred salir con ellos en la sala de reuniones. Se volvió hacia su whisky, América debió volver a su habitación aunque actuó alegre con ellos supuso que todavía no quiero estar con ellos.
¡CRAS!
Inglaterra se volvió hacia la barra donde Ludwin se había desplomado, dejando caer su cerveza, las otras naciones se reían.
—¡Venga ya al oeste! ¿Te has tomado solo una cerveza y ya estás en el suelo? ¡Te ha oxidado bruder! —Gilbert hizo un carcajadas pero él también se desplomó.
—Vaya tanto, presumir y criticar a tu hermano, y tú tampoco has cumplido —el francis lo miró con burla.
Pero Francia también cayó en el suelo y así todas las demás naciones.
Poco a poco las naciones se despertaron, Alemania se frotó la cabeza y miró a su alrededor. Se trata de una habitación elegante con cortinas elaboradas, en una sala de reuniones pero que habían quedado antes.
"Oh, mierda, pero ¿qué ha pasado?", Se quejó. Prusia aturdido vio a su hermano de la misma manera, el alemán se dio cuenta de que sus muñecas estaban encadenadas.
Las naciones intentaron liberarse tirando de las cadenas con todas sus fuerzas.
¿QUÉ OCURRE AQUÍ? —Gritó Italia del Sur.
—Fratelo cálmate - Italia miraba asustado en su alrededor, lo curioso que es esta habitación era familiar para él.
—Bueno espero que estén cómodos, perdonad la demora—
Se volvió a la voz y todo el mundo estaba sentado.
Arthur lo miró tan incrédulo como los demás - ¿Alfred que diablos significa esto?
América soltó una carcajada, pero no fue una época alegre en el cambio.
—Es curioso que lo preguntes iggy ¿pero no os habeis preguntado qué motivos podrían tener? -
—Esto es por lo ocurrido hace meses—
—Correcto Yao, pues si digamos que esto es lo que sucedió hace unos meses. Todo por una crisis que en realidad fue culpa de todos, pero no me importó ni sirvió como cabeza de turco ni como abalanzasteis sobre mí como perros luchando por las sobras de la calle—
Suspiró de forma dramática - Sabes yo confiaba en vosotros y me apuñalasteis por la espalda—
Las naciones encadenadas se quedaron calladas ante sus palabras sin saber qué decir.
—Alfred-kun dijo Japan con cautela - No te odiamos solo lo hicimos para ayu ...—
—¡NO SE TE OCURRA DECIR QUE ERA PARA AYUDAR! —Rugió.
Luego, en segundo lugar se calmó y con un espeluznante sonrisa y se acercó a un Kiku.
—Kiku piénsalo bien ¿de verdad que creáis que tú, que todos vosotros hiciste lo correcto? ¿Como estariais vosotros en mi lugar?
—Vaya eres muy presumido cuando estamos aquí todos encadenados te lo tienes muy creído ¿no? —Francia miró a Gilbert idiota Francisco no tenía ni idea de lo que le pasaba a América pero no convenía enfadarlo más.
Alfred se volvió lentamente hacia Gilbert con esa sonrisa en su rostro.
—Tienes la razón, Gilbert, pero deberías aplicarte el cuento para ti y tu voz en grupo, eso no es muy valiente ni caballeroso, ¿eh?
De repente con una velocidad que supera a cualquier hombre o nación América se plantó ante Prusia y lo agarró del cuello levantándolo hasta que sus pies no tocaron el suelo y quitando las cadenas de las paredes y el suelo en el proceso. A continuación, se lanzó una Prusia hacia una gran parte del impacto, el prusiano se desplomó.
Luego se volvió a Canadá con una sonrisa psicótica y se acercó a él.
La sonrisa de Alfred desapareció y adoptó una expresión seria impropia de él.
—Canadá sé que cometí muchos errores, pero tú eres mi hermano y en realidad siempre he tenido envidia de ti, pero también estaba orgulloso de ti—
Canadá escuchaba esto incrédulo ¿Alfred? ¿Celoso de él? Si siempre era feliz y optimista además de ser la nación más fuerte.
—Pero me traicionaste, tú sabías perfectamente lo que pasaría ese día y no lo impediste ¿Tienes idea de cómo me sentí? Puedo ser muchas cosas hermano pero nunca te haría eso—
Matthew lo miró sintiendo que algo se rompió en su interior y sin darse cuenta las lagrimas escaparon de sus ojos.
Puso una mano en la mejilla de Canadá. Inglaterra y Francia observaron en tensión pero América se limitó a quitar su mano y alejarse de él. Suspiraron aliviados pero lo que dijo Alfred a continuación les heló la sangre.
—Bien ¿a quien voy a castigar primero? -
