Como estoy terminando algunos fics decidí empezar este, creo que los fics de vampiros se me dan bien xDD

Summary: Lucy es un vampiro sangre pura, muy raro entre los vampiros. Natsu, es un cazador de vampiros, junto con el gremio al cual se había unido la rubia sin saberlo. El día en el que descubrieron la verdad, fue el día que ambos se convirtieron en enemigos unidos por el hilo rojo del destino. ¿Cazadores y vampiros podrán estar juntos? ¿O tendrán que sacrificar el amor q tanto sienten y rendirse?


Colmillos y Espadas:

Capítulo 1:

~*Imposible*~

Lucy y Natsu se encontraban en el gremio, el calor era insoportable, tanto que la rubia había comenzado a tener sed, una sed insaciable, rogaba por no salirse de control, pero era tan intensa que apenas y podía estar allí encerrada. Natsu le toco su suave mano, estaba fría, esa sensación la había sentido ya varias veces antes, la rubia lo miro jadeante a los ojos, los cuales de la nada comenzaron a cambiar de color, él se sorprendió al verla, miro hacia su alrededor, los demás estaban tan sumidos en sus asuntos que no se habían percatado de ella, le agarro su mano fría y la comenzó a arrastrar gremio adentro, lo más alejados de los demás, pasaron por un pasillo hasta llegar a la biblioteca, donde Natsu la empujo hacia adentro haciéndola caer de golpe al suelo, cerró la puerta con llave y se agacho a su lado, la rubia intento incorporarse, pero no pudo, Natsu se acercó gateando hacia ella, donde se colocó enzima suyo, saco de su bolsillo una pequeña navaja y le apunto al cuello, la rubia lo miro con miedo.

-Natsu…- susurro ella, él acercó aún más su rostro al de ella.

-puedo sentirlo…- susurro el olfateándola- aquella aura… ¿Cómo fuiste capas de esconderla todo este tiempo?- apoyo la navaja en su cuello, ella lo miro con miedo.

-para…- susurro, el negó con la cabeza.

-dime, ¿eres una espía? ¿Quién te ha mandado?- la interrogo, ella negó con la cabeza.

-hace unos pocos días me entere que este es un gremio de cazadores, Natsu, te juro que no me ha mandado nadie, créeme, también es para mí algo nuevo esto, nunca antes había tomado sangre, hasta qué cumplí la edad en la que mis colmillos surgen- Natsu desvió la mirada sin apartar aquella navaja de su cuello.

-dieciocho años- susurro, ella asintió- te creo, por algo eres mi compañera, pero, no puedes esconder esto por mucho tiempo, tus ojos, están empezando a cambiar, dentro de poco tu cuerpo también lo ara, y serás inmortal- la rubia asintió, Natsu suspiro, aparto la navaja y se cortó la palma de su mano, se la extendió la rubia negó con la cabeza- si no tomas los demás se darán cuenta, tus ojos brillan, son rojos, eso dice que estas sedienta- ella volvió a negar con la cabeza.

-¿sabes lo que significa que yo beba tu sangre? O mejor dicho, que beba la sangre de alguien muy cercano a mí, de un ser querido- le pregunto el asintió.

-que no podrás dejarlo nunca, Lucy, soy un cazador, se todo acerca de ti, más que nada, se todo acerca de un puro- el suspiro, ella arqueo una ceja.

-y, como no saberlo si has matado a más de veinte puros y más de noventa impuros- dijo con sarcasmo la rubia, el inflo sus mejillas cansados, guio la palma de su mano hacia su rostro y comenzó a beber su sangre, la rubia lo miro atontada, con su otra mano, agarro sus mejillas, se inclinó aún más asía ella apartando su mano herida y la beso sorpresivamente.

Esa era la única manera de hacerla tomar su sangre, a la fuerza. Sentir el sabor de su sangre era raro, pero, tenía que hacerlo, si no, ella se negaría hasta hartarlo. Lentamente y con cuidado, fue haciéndola abrir sus labios más y más, llevándose por aquel beso, su primer bes, el primer beso para ambos. La sangre pasaba desde los labios del peli rosado hacia los de ella, quien gimió del placer al sentirla caer por su garganta, cálida y sabrosa, un sabor único, que jamás había sentido, ni siquiera era como la sangre que ella acostumbraba a tomar, sangre en pastillas. El placer la cautivo enseguida, Natsu se quiso separar de ella al terminar de darle su sangre, pero, ella fue rápida y lo volvió a besar, su sangre la había excitado, su piel ardía, sus mejillas estaban sonrojadas, la rubia jugaba con su lengua y con la de el mientras lo besaba más y más, Natsu tan solo le seguía el juego, esa era como la primera vez que ella tomaba sangre, esa sensación de querer más del portador de aquella sangre, de darle deseo, placer, excitación, solo por un simple mordisco, un mordisco lleno de sentimientos, Natsu se intentó separa otra vez de ella, pero, ella no se lo permita, tenía sus manos alrededor de su cuello y lo atraía con fuerza. Llego un momento en que el ambos se habían quedado sin aire, Natsu había aprovechado esa oportunidad para separarse de ella, jadeante.

-Lucy…- susurro el, sus mejillas se encendieron, su mirada inocente perdía disculpas, aquellos ojos lo habían cautivado- ¿eres virgen?- pregunto sorprendiéndola.

-¿q-que?- susurro ella, el reacciono ante sus palabras, había expresado mal la pregunta.

-hablo en el sentido de los vampiros….- susurro el- quise decir si tus colmillos aún son vírgenes, n-no malpienses- ella asintió lentamente, aunque se tratase de sus colmillos igual le avergonzaba hablar de aquello.

-s-sí, me han dado pastillas de sangre…- la rubia se sonrojo aún más- ¿y-y tú?- pregunto, él se sonrojó y desvió su mirada.

-nunca me han mordido, tu hubieses sido la primera…- susurro, ella asintió.

-s-sabes que esto es mucho mejor que el sexo ¿no?- pregunto, el la miro y asintió.

-ya Lucy, no hablemos más de estas cosas, que me éxito- dijo con total sinceridad, lo que le provocó una extraña sensación a la rubia.

-Natsu… ahora que sabes lo que soy… y que yo sé lo que tú eres…- susurro ella, el la miro mientras se apartaba de ella y se sentaba a su lado, Lucy se incorporó y lo miro a los ojos-nosotros dos somos…- ella bajo su mirada, no podía pronunciar aquellas dolorosas palabras.

-enemigos, lo siento, Lucy, pero, toda nuestra relación termina aquí, olvídate de todo lo que hemos pasado juntos me temo que no podrás ocultarte por mucho tiempo, escapa de aquí, deja atrás esta vida- la mirada de Natsu no tenía vida alguna.

Él se levantó con la intención de irse, camino lentamente hacia la puerta, la rubia se paró de golpe, de la nada, comenzó a llorar, bajo su mirada y apretó sus manos en forma de puños conteniéndose, le dolía, aquellas palabras, todo lo que vivieron juntos se esfumaba como si nada, tanto tiempo a su lado había estado, para que él le dijese aquellas cosas. Se arrepentía, en lo más profundo de su corazón, no haberle podido decir lo que sentía por él, lo que ella sentía, no era algo pasajero, era algo mucho más fuerte, más encantador, doloroso y asfixiante, desde la primera vez que lo vio, ella supo que él era el indicado, aun que podía ser idiota a veces, pero, el siempre estuvo con ella, siempre la consoló y la ayudo. Natsu apoyo su mano en la llave, la rubia no soporto más y corrió hacia el para abrasarlo por detrás sorpresivamente.

-te amo- susurro abrasándolo con fuerza-¡te amo, Natsu te amo!- grito, el abrió los ojos de par el par, podía sentirla llorar desconsolada, aquellas palabras retumbaban en su cabeza, su corazón latía con fuerza, se sonrojo, estaba confundido.

-¿q-que?- susurro el, ella se separó lentamente de él, Natsu se dio vuelta y la miro a los ojos.

-te amo… por favor… no puedo dejar estos sentimientos atrás, no puedo dejar el gremio, no puedo dejarte, Natsu, tú eres todo para mí, aquellas palabras me duelen, no quiero irme de tu lado- sus ojos puros decían toda la verdad, los ojos de Natsu se llenaron de lágrimas, la abraso de golpe.

-también te amo estúpida, pero, lo nuestro no puede ser, soy un cazador, tu un vampiro, nuestras especies se odian- ella le correspondió el abraso rompiendo en llanto- Lucy… no me lo hagas más difícil por favor, no quiero separarme de ti, tu eres todo para mí, pero, ¡entiende que somos enemigos!- la abraso con más fuerza, no quería dejarla ir por nada, aquello le dolía tanto como a ella, no entendía por que las cosas tenían que ser así, desde el primer momento en que la vio, ella lo había cautivado, y no, no era por su belleza sobrenatural, si no, por todo su ser, esa sonrisa, su actitud, la manera en la que hablaba, caminaba, todo de ella lo había cultivado.

-no… Natsu por favor… te amo, no me importa lo que seamos, no me importa si voy contra las reglas vampíricas, yo… hasta moriría por esta junto a ti, me importas demasiado- él se apartó un poco más de ella y la beso bruscamente, ella le correspondió aquel beso. Pero, no duro mucho, ya que la alarma del gremio comenzó a sonar, Lucy se apartó de el bruscamente.

-eso es…- susurro Natsu mirando hacia la puerta- aquella aura maligna…- la rubia abrió los ojos de par en par, un escalofrío recorrió su espalda, una horrible sensación de odio, maldad, desprecio recorría todo ese lugar, era tan grande aquella aura, no había duda alguna esa aura era de un puro.

-un puro…. Clase M, no es tan poderoso como un clase S bestia, pero, puede llegar a matarte con tan dolo un golpe si Heres un humano- le informó ella limpiándose las lágrimas- solo hay un solo vampiro con esa categoría, y creo saber quién es- susurro, Natsu la miro de rojo.

-¿Quién?- pregunto, el rostro de la rubia se tornó serio.

-mi padre- le dijo, Natsu asintió antes de abrir la puerta y salir corriendo, ella lo siguió pensativa.

¿Qué estaría haciendo su padre allí? Sabiendo que el gremio Fairy Tail era un gremio cazador de vampiros, era un estúpido, lo matarían con las armas que tienen. Natsu y Lucy salieron hacia afuera del gremio, donde todos estaban reunidos atentos a aquella persona quien se acercaba junto a otros vampiros detrás suyo, lucía una capa negra, su barba larga, sus cabellos largos y descuidados, el maestro estaba por dar la orden para que atacasen, alzo su mano, pero, la rubia corrió hacia el espacio que los separaba y extendió sus brazos temblorosos.

-¡esperad, no hagan nada!- les grito, en eso, Jude sonrió y se acercó a su hija.

-Lucy apártate, él es un puro clase M, tenemos que matarlo, ¿desde cuándo los defiendes?- le grito Levy, pero lo único que consiguió fue que la mirase con odio, el maestro bajo su mano.

-¡¿Lucy, que estás haciendo?!- le llamo la atención, la rubia temblaba, Natsu la miraba atento, cada movimiento de ella, si hacia algún movimiento en falso podía ser su fin. Ella trago saliva y se armó de valor, cerró fuertemente sus ojos.

-¡él es mi padre!- grito con todas sus fuerzas, sorprendiendo a los demás, ya era tarde, todos lo sabían, con tan solo verla detenidamente se darían cuenta, Natsu agarro su vieja amiga, la catana que siempre usaba en combate y camino lentamente hacia ella, quien abrió lentamente sus ojos.

-eres una estúpida, te he dicho que escapes cuando tuviste tu oportunidad- le dijo este, ella asintió bajando sus brazos.

-lo sé- susurro. El maestro se puso serio, había cometido el error de dejar entrar al gremio a un vampiro.

-¿Natsu desde cuando lo sabes?- grito Erza enfurecida, el la miro de reojo, serio.

-me he enterado hace poco, pero aun así, no he podido matarla- le dijo este, enfureciéndola aún más.

-¡sabes que nuestra obligación es matarlos, no importa si son amigos, familiares o lo que sea!- el negó con la cabeza, Jude apoyo una mano en el hombro de la rubia.

-gracias- les susurro a ambos- gracias por intentar proteger a mi hija, cazador, pero, de ahora en más, yo me encargare, la rubia se dio vuelta sorprendida.

-¿de que estas hablando? ¿No has tenido suficiente en tu última batalla? Casi te matan- Jude negó con la cabeza, apoyo su pulgar en la frente de su hija.

-yo no seré quien pelee, ya estás en edad, Lucy, ya es hora que los humanos tiemblen ante la reina de las tinieblas- la rubia abrió los ojos de par en par, Natsu arqueo una ceja.

-¿conque…Lucy es la reina de las leyendas?- pregunto indiferente, Jude lo miro y asintió- imposible… - susurro.

-no… espera… padre… no puedo… s-sabes contra quien debo pelear, no quiero hacerlo- los ojos de la rubia se volvieron a llenar de lágrimas, miro a su amado con miedo.

-tendrás que pelear contra la persona a la cual a mas, lo siento, Lucy, pero, te lo he dicho, soy un cazador, eres una vampira, nunca pero nunca podremos estar juntos- le contesto Natsu, ella negó con la cabeza.

-abre tus alas y vuela hasta aquí… princesa que hace temblar a los inframundos… sal de tu sueño eterno, para retomar tu venganza contra los humanos…- Jude cerró los ojos mientras relataba aquella oración, Lucy lo miro con miedo.

-para…- susurro, pero nada- padre por favor… no…- susurro, pero al instante, sus ojos se cerraron, su cuerpo se paralizo por completo, no podía moverse, no podía hablar ni mirar.

-¡despierta demoño sediento y has que tus deseos se hagan realidad!- grito con todas sus fuerzas.

El cuerpo de Lucy emitió una luz roja, todo se tornó rojo, rojo, los cielos he incluso el sol, una gran aura maligna apareció de la nada, el cuerpo de Lucy cayó al suelo como un muñeco de trapo, desapareciendo poco a poco, consumida por murciélagos, una espesa neblina apareció, aquella aura maligna era aún más grande que la de un puro de clase P, hacía temblar hasta a su propio padre. Todos se pusieron alerta, incluso Natsu. Una risa malvada se escuchó, antes de que la neblina se dispersase poco a poco, en el suelo, arrodillada, había una hermosa muchacha desnuda, sus cabellos largos hasta sus muslos rubios, brillaban con aquella luz roja y tapaban sus partes íntimas, su cuerpo era delgado, y muy detallado, grandes atributos bien marcados, una perfecta silueta, su piel blanca como la nieve, pero, hermosa, suave, parecía una muñeca de porcelana, abrió sus ojos, rojos, como la sangre misma, sonrió dejando ver sus colmillos, se levantó lentamente y miro hacia los vampiros que estaban enfrente suyo.

-¿Quién… me ha despertado?- dijo con un tono de voz frio, y aterrador.

-Lucy, hija mía, al fin tienes el placer de conocerme- le dijo Jude, ella asintió.

-conservo todos los recuerdos y sentimientos de mi otra yo, ahora, por favor, ¿podrían darme algo de ropa y mis llaves?- los vampiros que estaban atrás de su padre le extendieron lo que ella tanto pedía. Como si nada, comenzó a cambiarse delante de todos, desvergonzada ante la vista de los demás, por suerte, aquella neblina que había aparecido todavía no se iba, así que, mucho no podían ver. Se cambió con unas botas blancas ajustadas y con un vestido negro apegado a su cuerpo, el cual no tenía mangas, y, resaltaba sus atributos femeninos, agarro sus cabellos y se los recogió con una larga cola de caballo, sus llaves las engancho a un cinturón, se colocó una capa negra y agarro una catana.

-Lucy- la llamo Natsu, ella se dio vuelta, al verlo, los sentimientos de su otra yo aparecían, pero, aún más fuertes que antes, no pudo evitar sonrojarse al oler su sangre.

-Natsu- dijo esta con una leve sonrisa atrevida, la neblina se dispersó del todo, dejándolos cara a cara.

-lo siento- susurro desenvainando su catana, ella apretó fuertemente sus labios mordiéndoselos con sus afilados colmillos, los cuales parecían dos abuja filosas, blancas.

-no tienes por qué disculparte- le dijo ella siguiendo su ejemplo, ambos se apuntaron con sus catanas.

-de ahora en más, tu eres mi presa- le dijo conteniendo el dolor que sentía en su interior.

-de ahora en más, tu eres mi enemigo, el enemigo al cual tanto amo- los ojos de aquella hermosa criatura se llenaron de lágrimas, sus compañeros del gremio se quedaron petrificados, aun consumiendo la noticia de que su querida amiga era un vampiro.

-te di la posibilidad de escapar, pero no, tu solo has corrido hacia mí- le dijo este sin sentimiento alguno.

-¡ja!- se burló ella- mira quien habla, la persona que me declaro su amor justo después de enterarse que soy un vampiro, sabiendo, que vampiros y cazadores jamás podrán estar juntos- se burló, su voz fría y atrevida le dio rabia en aquel instante.

-¡Vete ya!- estallo el- ¡Vete, vete o te mateare aquí mismo!- ella se sorprendió.

-¿Qué?- pregunto confundida.

-¡juro que la próxima vez que te vea te matare, Lucy Heartfilia, hasta ese entonces, dejare de amarte!- le grito, la rubia lo miro seductoramente.

-has el intento, Natsu Dragneel, pero, te aseguro que jamás podrás olvidarme, jamás podrás olvidar a quien amas- le dijo dándose vuelta y comenzando a caminar guardando la catana, levanto su mano derecha, mostrando la marca del gremio, la cual desaparecía poco a poco.


¿Y? ¿Qué les pareció? Este es el segundo fic de vampiros que escribo, y se me da bien la cosa e.e (ya me agrande xDD) espero que les haya gustado, se me ocurrió cuando pensaba en cómo podía hacer los últimos capítulos de mi fanfictio ¿Qué soy yo?, gracias a esta idea me desvele toda la noche armando una historia fatal! xDD mucho drama, romance, odio, de todo! Incluso sangre! (Ya me puse cursi xD) no pude evitar no escribirlo, la cosa es que amooooo los vampiros (pero odiooo los vampiros de la saga Crepúsculo, aunque, debo admitir que tengo la saga entera de libros ya que me la compre creyendo que será algo así como Alucard los vampiros, pero naaah fueron una mierda para ser cansera ._.) bueno me fui un poco de tema, Gracias por leer y dejen sus comentarios.

PD: amoooo los vampiroooos! Quiero ser inmortaaal! (?

Se despide Naomi-chan ^^