Capítulo: I

La carta que cambiará la vida de una chica… para siempre

Lily Evans era una chica de once años, recientemente cumplidos, inteligente, de ojos verde esmeralda, cabellos rojizos, era una chica muy bonita que acababa de terminar su último año de primaria en la escuela de Stratford College, un instituto de excelentes formaciones académicas (N/a: y que mierda es eso????? XD ni si quiera se lo que escribo)

Ella era una chica que vivía junto a sus padres y junto a su hermana, Petunia, la cual siempre había sentido cierta envidia y algo de celos por su hermana. (Como si fuese novedad, petunia ODIABA a Lily)

Esa mañana, Lily se despertó con dispuesta a salir a pasear junto con su familia, era casi una rutina dominguera, que se había formado cuando Lily cumplió los ocho años.

Se puso una pollera negra con vuelos (no esos vuelos de los vestidos de princesa, esos son horribles, me refiero a esas faldas con vuelos leves o sea…ustedes me entienden xD) que le llegaba hasta la mitad de la pierna bajo la rodilla, una blusa de un color rosa palo (ya saben ese rosa muy clarito) y unos zapatos negros.

Bajó con dirección a la cocina, con el propósito de tomar unas tostadas untadas con mantequilla y un gran vaso de leche bien fría.

Luego se dirigió al jardín, en donde se encontraba un lindo auto de color azul oscuro, que su padre había comprado hacia tan solo cinco días, en donde su familia ya la estaba esperando.

-valla, hasta que llegó la "niñita consentida".-dijo celosamente su hermana petunia poniéndole énfasis a esta última palabra.

-petu¿cuantas veces te hemos dicho que no nos gusta que trates así a tu hermana mayor?

-pero…mamá si sabes que lo que digo es verdad…Lily es la consentida de ustedes.-dijo con la cabeza agachada.

Se hizo un silencio, algo incómodo, durante unos varios minutos para la familia. Era cierto lo que decía petunia, pero en cierto modo, ya que sus padres las trataban, generalmente, iguales.

-hum… ¿les parece si nos vamos?-preguntó Lily rompiendo ese incómodo silencio.

-claro hija, emm… ¿a donde te gustaría ir?

-ma…prefiero que se lo preguntes a petu…yo elegí el lugar la vez pasada.

-está bien…petu… ¿dónde te gustaría ir?

-me gustaría ir a la playa…es el único lugar en el que me siento cómoda y…-se quedó en silencio al darse cuenta de que habia hablado y dicho cosas que no devía decir.

-bueno, entonces que espera…vamos a comprar unos trajes de baños para toda la familia y luego nos vamos a… …. la playa.

-hurra pa por fin salió una buena idea de tu cabeza u

-Lily se más respetuosa conmigo ¬ ¬-

-lo siento .´

La familia completa subió al auto y partieron rumbo a la tienda favorita de Lily…la de ropa de verano.

Lily escogió un bikini del color de sus cabellos, mientras que petunia escogía un traje de baño de una pieza, de color blanco con negro (cuack que feo pero le viene al estilo de vestir de petunia)

Su mamá eligió uno mas censillo, de color celeste, que le venia a corde el color de sus ojos, pero su papá escogió uno de un muy llamativo azul con flores celestes (na como los trajes de baño de los tipos que practican deportes marinos)

Al llegar a la playa, lo primero que hicieron fue guardar todo en el auto, a excepción de las toallas y un pequeño bolso con frutas, protector solar y las llaves del auto.

Ya pasadas unas horas, se subieron al auto. Todos estaban muy exhaustos y llenos de arena, reían y cataban muy animados en el viaje de regreso a casa.

Almorzaron tranquilamente, unos deliciosos platos que había preparado la mamá y cuando estaban terminando el postre…TOC, TOC, TOC

Los cuatro se sobresaltaron al oír el ruido que provenía del otro lado de la ventana.

Lily, que era la más cercana a la esta, con cierto temor haló de ella y en ese instante, apareció una bonita lechuza castaña oscura con un pecho de color blanco-nieve.

Está entró revoloteando y se pesó sobre el regazo de Lily. La chica se dio cuenta que esta llevaba un sobre amarillento y, por lo que notó al verlo, estaba escrito con tinta y en un viejo pergamino, atada a su pequeña y arrugada pata derecha.

Los padres de Lily se miraron extrañados y le pidieron a Lily que abriera pronto la carta.

Esta no perdió ningún minuto en pensarlo dos veces y desató lo más rápido posible el sobre de la pata del animal que acababa de entrar por la ventana y abriendo la carta con manos temblorosas leyó:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERIA

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, primera clase,

Gran Hechicero, Jefe de Magos,

Jefe Supremo, Confederación

Internacional de Magos)

Querida señorita Evans

Tenemos el placer de informarle que dispone de un puesto en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería…

-¿magia y hechicería? Se preguntó resaltándose-mamá ¿la magia realmente existe?

-no hija, como crees que la magia exista.

-por favor hija sigue leyendo, tal vez sea una broma de tus amigas o algo por el estilo.-pidió el padre algo incómodo.

Encontrará la lista de sus materiales junto con este sobre y le informamos que tendrá que tomar el tren el día 1º de septiembre a las once de la mañana en la plataforma 9 ¾, en la estación de trenes de King´s Cross-Londres su ticket está adjuntado a esta carta.

Como sabemos que usted es de origen muggle (personas no mágicas), le enviaremos una profesora del colegio para que la acompañe a realizar sus compras escolares.

Su profesora pasará por usted este domingo a las 15:30 PM.

Esperándola con mucho agrado

Muy Cordialmente,

Minerva McGonagall

Directora adjunta

-si es cierto lo que dice la carta-empezó a decir la mamá de Lily- ese profesor o profesora llegará en… ¡CINCO MINUTOS!

Lily, Petunia y su madre empezaron inmediatamente a ordenar las cosas, mientras el papá de Lily se encontraba atónito y aún no salía de su impresión por el contenido de la carta.

En eso sonó el timbre de la casa, lo cual sobresaltó y sacó de su estado al señor Evans.

Lily corrió apresuradamente para abrir la puerta y se quedó asombrada al ver a una señora de unos 39-40 años de edad.

-buenos días, usted debe ser la señorita Liliana Evans ¿no?

-s…sí profesora…-le respondió algo temerosa a la profesora que tenía delante suyo.

-Minerva McGonagall.-le dijo ella muy cortésmente.

-us…usted fue la que…la que me...

-si querida, yo te envié la carta, dado que soy…la directora adjunta

-disculpe profesora ¿McGonagall?, me preguntaba…ejem -la mamá de Lily miró significativamente a su esposo.- mejor dicho, con mi esposa nos preguntábamos si es posible que nos aclare este tema sobre la magia, porque para serle franco, yo no creo mucho en eso.-preguntó el papá de Lily algo molesto.

- ¿en qué señor Evans?-preguntó muy calmada la profesora.

-¿Qué demonios significa eso de que nuestra pequeña Lily a sido admitida en un colegio de magia?-soltó rápidamente el señor Evans.

-a eso, mire lo que le voy a contar es algo sumamente privado y les ruego a los tres.-dijo dirigiéndose a los padres de Lily y a petunia.-que lo mantengan en secreto.

Estos asintieron y se acomodaron en el sofá de la casa mientras que Lily se quedó de pié junto a un sillón que se encontraba vacío.

-veamos…emm… como se los explico…-empezó a murmurar la profesora.-a ya se...miren lo que les voy a contar es algo emm…complicado de explicar y también de entender.

Verán, en este planeta hay dos tipos diferentes de mundos, el mundo de ustedes, los muggles-gente no mágica, y el mundo de nosotros, los magos…En los tiempos antiguos, los muggles sabían de nuestra existencia, por eso éramos perseguidos y quemados, dejando como consecuencia nuestra casi extinción, pero algunos magos y algunas brujas empezaron a hacerse pasar por muggles, para casarse con ellos y así poder salvar nuestra existencia…Con el paso de los años, familias muggles han tenido hijos magos, por el solo hecho de que tuvieron un tataratataratataratatara-abuelo mago o tataratataratatara-abuela bruja y como este es el caso de Lily…

- estamos orgullosos de tener una bruja en la familia.-dijeron a dúo los padres de Lily, maravillados y muy asombrados.

-bien creo que ya es hora de ir a comprar tus útiles escolares, Lily.-dijo la profesora levantándose de su silla y caminando en dirección al rincón donde estaba Lily.

-pe…pero profesora yo…yo no…no entiendo…no entiendo que es lo que…que está pasando…quien o que soy.-dijo Lily con voz entrecortada y algo asustada.

-niña tú eres Lily Evans, una nueva alumna del colegio Hogwarts de magia y hechicería, eres una bruja y estoy segura que serás una de las mejores alumnas que tenga este colegio. ¿Tal vez te preguntes que es lo que se te enseñará en el colegio?-le preguntó a la pequeña Lily que, al acostumbrarse a la presencia de la profesora, estaba mucho mas tranquila.

-la verdad es que no se me había ocurrido preguntarle eso .. pero ahora que lo dice…¿Qué me enseñarán en la escuela o que asignaturas me van a enseñar este curso?

-bien, las materias que se te enseñarán en estos cursos son muchas y cada una igual de difícil, o fácil según el punto de vista del mago o bruja, por ejemplo está…astronomía, que es el estudio de las estrellas y de las deferentes constelaciones…también está encantamientos, que es en donde se le enseñará a conjurar hechizos y encantamientos y la utilidad de cada uno…también está Defensa Contra las Artes Oscuras (las próximas veces que lo escriba, lo escribiré como DCAO), que te enseña los maleficios, las maldiciones y el como protegerse de ellas…luego está también pociones, en la cual te enseñarán a elaborar diferentes pócimas y el propósito de cada una de las que te enseñen…también está transformaciones, en la cual se te enseñará a transformar algo en otra cosa y cuando estés en quinto o sexto, se le enseñará a transformar objetos en animales y cosas por el estilo.

-y…emmm…usted… ¿Qué materia enseña?

-bueno pues…yo imparto la rama de transformaciones.

-disculpe profesora-preguntó tímidamente la mamá de Lily.- pero me preguntaba si alguno de nosotros la podríamos acompañar con sus compras.

-claro que sí pero solamente un acompañante, no nos gusta mucho que los muggles vean nuestro mundo (aunque es muy parecido al de ustedes)

-en ese caso voy yo.-dijo sin pensarlo dos veces la madre de Lily.

-y que hay conmigo.-dijo el padre de Lily intentando convencer con la mirada a su mujer.

-tu te quedarás cuidando de petunia hasta que nosotras lleguemos.-respondió la señora Evans sin prestar atención a los quejidos de su esposo y a las miradas envidiosas de petunia. Esta última tomo del brazo a Lily y la acercó hacia ella.

-solo yo se quien eres, eres una monstruosidad; no espero nada especial de ti pero como siempre, tu eres la afortunada, a ti te pasa todo lo extraordinario y yo que, yo solo tengo que poner una estúpida sonrisa cínica y aparentar estar orgullosa de mi hermana.

-pe…petunia…creo que estas algo…confundida…-Lily se separó de su hermana y fue donde la profesora como si nada hubiese pasado (al nada hubiese pasado me refiero al arranque de celos de petunia)

-emmm….disculpe profesora…e…yo me preguntaba que como lo haremos para comprar mis útiles del colegio, ya que aquí en Londres, bueno el Londres que yo conozco, no tiene en ningún lado alguna tienda en donde vendan libros de magia y cosas así.

-o estaba esperando que lo preguntaras. Para llegar al lugar en donde se harán las compras solo necesitamos los polvos flu.-dijo esto mientras sacaba de su bolsillo una saquito de color marrón, que contenía un polvo medio café y algo brilloso.-este polvo nos permitirá trasladarnos a todos los lugares, mágico obviamente, que tengan una chimenea. Como este es un caso especial, le hemos pedido al departamento de transportes mágicos, mejor dicho a la dirección de la red flu, que conectaran la chimenea de su casa con la chimenea pública del callejón Diagon.-todos los presentes pusieron una cara de incredulidad-es el lugar en donde Lily podrá realizar sus compras.-les respondió la profesora adivinando el por que de sus caras de desconcierto.Sacó su varita y murmurando unos pequeños conjuros encendió fuego en la chimenea.

-lo que deben hacer es muy sencillo.-acercándose a Lily le dijo.-coge un puñado.-la chica obedeció de inmediato.-luego acércate a la chimenea y con voz clara y firme di: Callejón Diagon.

La pequeña Lily obedeció todo lo que dijo y se asustó un poco al ver que luego de tirar los polvos al fuego, este se tornó de un color verde esmeralda.

-recuerda solo debes entrar a la chimenea y hablar con voz clara y firme.

Lily tomó aire, dio un paso hacia la chimenea y al darse cuenta que ese fuego verde no quemaba se posó dentro de él.

-al callejón Diagon.-dijo tal cual le había dicho la profesora.

De pronto todo se desvaneció para la vista de Lily, sintió que era llevada por túneles.-que termine pronto, que termine pronto.-se decía para si misma.

"que confuso es todo esto, es muy extraño y… ¡AY!!!!!!!!

Los pensamientos de Lily pronto fueron reemplazados por un fuerte dolor en su cuerpo. Había caído a un lugar lleno de gente.

"Esto es muy parecido a las avenidas comerciales solo que…todos visten tan extraños"-era cierto, la gran mayoría iba vestida con túnicas de colores extravagantes y otras muy sencillas y unos que otros llevaban unos sombreros de punta.