Disclaimer: todo lo que reconozcáis, los personajes y demás pertenecen a Stephenie Meyer y su editorial. El título del fic y la frase que lo abre pertenecen al grupo musical Meg and Dia. Nada de esto nace con ánimo de lucro, es sólo que tengo demasiado tiempo libre -mentira-, así que no me sacará de pobre.

Nuevo fic, sip. Esto va a ser una recopilación de cinco mini-oneshoots sobre la relación de Rosalie y Bella a lo largo de los cuatro libros, todo ello visto desde la perspectiva de Rose. Después de leer "Breaking Dawn" me pareció interesante hacer esto y ver un poco cómo se han ido desarrollando las cosas y bla blá. Sólo me queda avisar que he cambiado el estilo de narración habitual.

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"I am no masterpiece where inocence is painted green."

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01. Vanidad

Todavía no te lo crees. Piensas que todo es una broma pesada o un extraño espejismo que deseas poder olvidar, pero no puedes. Es verdad y lo estás viviendo, lo estás escuchando. Se lo estás escuchando. Alice ya os ha avisado igual que si hubiese hecho una obra benéfica, como si se lo fueses a agradecer. Aunque, realmente, al menos ella no te miente. No te esconde sus visiones ni a ti ni a los demás, pues lo vive demasiado intensamente como para conseguirlo. Aún tienes eso, su sinceridad.

No quieres mirar y no vas a hacerlo. No te permitirás hacerlo. Te reprendes a ti misma por tener solamente las ganas, aunque no las tienes. Es algo diferente, crees, más obsesivo. Y ya no sabes cómo debes sobrellevar todo aquello, ni cómo deberías sentirte, porque nada tiene coherencia para ti. No ves lógico lo que está sucediendo, eso no debería estar pasando porque no está bien. Tu cabeza no se encuentra preparada para soportar nada semejante.

Intentas alejar tus sentidos de su mesa porque te asusta demasiado lo que estás escuchando, ¿y si no la trae de vuelta? ¿Y si la mata allí mismo? ¿Se marchará? ¿Tendréis que marcharos todos? Son demasiadas incógnitas que no necesitas asumir sobre tus hombros debido a que no eres la responsable de aquella atrocidad y no deseas ser partícipe de ella, tampoco. No vas a apoyarlo nunca, va contra tus principios, si es que los tienes. Todo te parece un circo, y de los peligrosos.

Mucha gente los ha visto juntos, todos lo saben. Estáis en boca del pueblo entero, prácticamente, sobre todo Edward, pero eso es lo peor porque ya hay pruebas al respecto. Testigos. No podéis dejar un rastro a vuestro paso, ni un vestigio de vuestra existencia, es mejor que nadie se dé cuenta de que habéis formado parte de la comunidad. Y si a ti eso te molesta y aún así lo acatas, ¿por qué él no puede hacerlo? ¡Así os está poniendo en peligro! Y ella con su simple existencia lo está avivando todo. No quieres tener que lamentarte después.

Has decidido que ya no vas a preocuparte por las acciones de Alice puesto que ella tampoco lo hace. Y su burbuja propia te inquieta porque tampoco la has entendido nunca; no has tenido nada parecido y no sabes cómo funciona, ni comprendes por qué desea tanto hablar con la chica. ¿Que va a acompañar a Edward? Bien, que haga lo que quiera, tú ahí no te metes ya. Estás harta de que nadie te escuche y consideras que te mereces más.

—La mayoría con incredulidad —escuchas que dice tu hermano, hablando sobre vosotros. Incredulidad, interesante definición para lo que sientes o percibes de todo esto. Edward es bastante blando, aparte de idiota.

Decides mirar al techo, no quieres escucharlo. Maldita sea, no lo escuches, no quieres hacerlo.

Y ahora sabes que os estará mirando, es el modus operandi de los humanos. Sin embargo, ya te has olvidado de ellos o, al menos, lo estás intentando. Sigues con tu rutina habitual de resultar indiferente a todo lo que te rodea, ya que la indiferencia es más segura que la curiosidad o el interés. Es mejor no mostrar que enseñar demasiado, siempre lo has sabido. Asimismo, esa es una de las reglas que debéis seguir, así que tú lo haces sin rechistar. Más que nada porque te cansaste hace mucho tiempo de intentar seguir siendo algo que ya no eres.

No pasan muchos segundos hasta que te ves ofuscada dentro del mismo tema, viendo cómo todos los demás no les prestan más atención de la debida –igual que deberías estar haciendo tú–, si bien te sientes dolida. Tu hermano ya no os encuentra lo suficientemente interesantes como para sentarse con vosotros a perder el tiempo entre clases, prefiere estar con esa humana. Esa estúpida y aburrida humana. Incluso le da igual si llama la atención sentándose allí, qué más da si ya está rompiendo todas las normas. Una más, una menos, no marca la diferencia para Edward.

—No les gusto —ahora es esa absurda vocecilla la que llega hasta tus oídos, y deseas, aunque sólo sea un poco, no tener la capacidad de escucharles.

¿Gustaros? Esa chica es tonta, piensas, ¿le importa más gustaros que lo que eso puede suponer para ella? Se te plantean un par de dudas sobre si la muchacha tiene en consideración sus prioridades y conoce el significado de la palabra peligro, pero eso es algo que tú misma ya has puesto en duda con anterioridad, así que ya ni te sorprende. Quizá sea eso lo que Edward está buscando. No obstante, no puedes asegurarlo precisamente porque nunca le has conocido bien. No has sabido cómo era tu hermano ni cómo veía el mundo.

—Te lo dije, no te ves a ti misma con ninguna claridad. No te pareces a nadie que haya conocido. Me fascinas.

Vuelve la rabia, esa que has estado soportando desde hace tantas semanas y que te hace sentir estúpida. Terriblemente estúpida. ¿Con claridad? ¿Verse con claridad? Ahora ya sí intuyes en serio que Edward ha perdido la cabeza por completo. ¿Desde cuándo le habla así a nadie?

Sigues sin saber qué es lo que ha hecho que se fije en esa muchacha y no en otra. No, realmente lo que te interesa es saber qué tiene ella que no tengas tú. Qué tiene que le ha parecido tan interesante, qué la hace tan hermosa a sus ojos. ¿Por qué ella y no tú? Eres arrebatadoramente hermosa, perfecta en todos los sentidos; ya lo eras siendo humana y ahora más todavía, incluso entre los vampiros. Con total seguridad, eres la mujer más perfecta que Edward ha podido ver nunca y, sin embargo, jamás te ha encontrado atractiva. Ninguna vez te ha querido como todos los demás.

Hace muchos años que has mantenido enterrado ese pensamiento, concretamente desde que viste que él nunca mira a una mujer. Además, pensabas que si tu belleza no le había interesado nunca, no lo haría ninguna otra. Decidiste que ya no te importa. Tampoco es como si tú le hubieses querido de esa forma, porque no ha sido así, pero te molesta que él no te admire aunque sea en secreto. Sabes que todos los demás lo han hecho en un momento u otro y por eso te sientes herida cuando ves que no era por falta de interés, sino por ser tú. Tu alta autoestima echa chispas desde que lo sabes.

Me fascinas, es como un eco molesto e incesante dentro de tu cabeza. Te marea.

Tú eres la que ha fascinado a los hombres desde que tenías doce años, ese es tu papel y no el suyo. No es su territorio, ya que ni siquiera puede alcanzar a parecerse una milésima a ti. Es plana, aburrida y no tiene brillo. Es una chica del montón.

Una simple humana ha llamado la atención de tu hermano y quieres saber el porqué. Ahora sí deseas saberlo. Ya no tienes nada que perder, pues ella ha logrado lo que tú no has podido en setenta años. Lo único que puedes pedir es una explicación para todo eso. Sin embargo, jamás clamarás por ello, ni siquiera te gusta saber a ciencia cierta que has dejado que Edward lo escuche ya un par de veces debido a que no has conseguido resistirte lo suficiente como para mantenerle alejado de cómo te sientes.

Te paras a pensar en la situación y en cómo está sucediendo todo; nunca has visto a Edward interactuar así con nadie, tan predispuesto, tan sociable. Él ha cambiado y crees que todo se debe a ella y a su presencia, pero no lo entiendes. No comprendes el hecho de que alguien cambie su forma de ser por otra persona. ¿Qué busca en ella? Si fuese su sangre, ya la habría matado en cualquiera de las ocasiones que ha tenido. No, no es eso, pero te niegas a aceptar que exista otra posibilidad. No lo ves plausible, se trata de Edward, él no ve el mundo de esa forma.

—Esa parte es fácil de explicar, pero hay más, y no es tan sencillo expresarlo con palabras…

El tono de voz que usa tu hermano nunca lo has oído antes, y te parece raro. Te encuentras en medio de la duda por seguir escuchando, profundizando en su conversación. Si bien no eres, precisamente, alguien demasiado paciente y te dejas llevar fácilmente por tus propias emociones. La curiosidad es la más potente, así que te giras con rapidez.

No eres especialmente indiscreta, eso se lo dejas a Emmett, a ti no suelen interesarte las cosas que atañen a los demás, pero no puedes evitar cambiar en ese momento.

¿Desde cuándo hay algo que Edward no sepa expresar con palabras? Eso no es propio de él, siempre lo sabe todo. Presume de ello, aunque no delante de Esme, por supuesto.

Crees que así vas a encontrar la respuesta al comportamiento de tu hermano, así que la miras. Sabedora como eres de lo imponente de tu aspecto, ni te molestas en intentar intimidarla, ya que lo vas a obtener de todas formas. Y sigues sin ver nada especial en ella: pelo oscuro, ojos oscuros, piel muy clara aunque no tanto como la tuya. No hay nada en ella que te haga pensar en la palabra "belleza", ni tampoco en la palabra "especial". No ves qué tiene ella que la hace más interesante que tú porque, verdaderamente, no lo es. Todo debe de ser producto de la misteriosa mente de Edward. Siempre seguirá siendo igual de raro.

La chica se ha quedado de piedra, incluso has notado cómo se encogía cuando la mirabas. Es normal, al menos algunos de sus sentidos todavía están en funcionamiento. Oyes bufar a Edward y sabes que ha vuelto a escucharte, ya ni le maldices por ello. Estás cansada.

Te vuelves hacia la mesa como si no hubiese pasado nada, sintiéndote, quizá, un poquito mejor contigo misma. No es como si hubieses visto a una belleza humana, así que no te preocupas de eso mientras sigues siendo la misma Rosalie Hale de siempre. Hermosa y perfecta.

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N/A: ya he dicho que el fic serían cinco oneshoots, pero sólo hay cuatro libros. Bien, de "Twilight" a "Eclipse" será una sola por libro, pero llegados a "Breaking Dawn" es necesario usar dos. Imagino que los que lo hayáis leído entenderéis el porqué. Evidentemente, llegado el momento habrá spoilers, pero avisaré con antelación por si acaso.

No os voy a decir una fecha para publicar la siguiente porque, aunque ya están todas escritas, tampoco quiero prometer cosas que luego quizá se me olviden. Sep, mi memoria es un asco.

Gracias a Sango por el beteo, antes de que se me olvide del todo. Y ya sabéis, flores, quejas, dudas, todo es bien recibido en un RR. Me haréis feliz como una perdiz, no imagináis cuánto.