¡Hola! Este es un fanfic formado por pequeñas para rellenar huecos en mi otro fanfic, historias que puedan a llegar a pedirme porque no se entiende algo o historias que se me vayan ocurriendo. Mi recomendación es que leáis el otro fanfic antes.
A los que se han leído el otro, esta basado en un momento antes de que llegasen otros niños, el único que existe es Ulrich, tiene unos cinco años. Que os guste:
Segundo uso de una bandera blanca
Habían pasado dos meses desde que me habían encontrado con el tío Gilbert y el tío Lovi en ese lugar tan grande. Era un bonito paisaje, pero era más divertido estar aquí, Gilbert siempre Jugaba conmigo, aunque algunas veces me llamaba West y después, se ponía muy triste. No sabía lo que significaba, pero ¿Por qué iba a ser malo el oeste? No lo podía comprender.
Era con tío Lovi y tío Antonio con quienes pasaba más tiempo, siempre estábamos en la cocina preparando pasta, pizza o "paela". También íbamos mucho al huerto a coger tomates, me encantan; me acuerdo de cuando Gilbert me dio una comida muy rara, wurst. Estaba buena, pero cuando le dije que prefería un tomate, tío Lovi se puso a brincar y a decir cosas muy raras como "En tu cara, macho patatas", "Sabía que Alphonse no me defraudaría" o "Eso demuestra que los italianos somos mejores cocineros", mientras Gilbert no se lo podía creer.
Hoy quería ponerme a pintar, pero las pinturas estaban en el ático y tenía que pedirles permiso a mis tíos para subir, además de que no llegaba al botón que bajaba las escaleras del ático.
Entre en la habitación de mis tíos, los dos estaban durmiendo, así que decidí despertar a Antonio; Lovi daba miedo cuando le despertaban y no quería enfrentarme a él.
-Tito Toni, tiiitooo, despiedta-Susurré al mismo tiempo que le sacudía- Tiiiitooo.
-Loviii, ¡no te tires encima de mi barriga! -Dijo ya despierto- Ah eres tu Alphonse, ¿Qué quieres mi tomatito? ¿Has dormido bien?
-Sí, tío ¿Podríaz baja las ezcaledas del ático? Quiero coger mis pinturas por supuesto.
-Ahora voy- murmuró- Espérame fuera.
-Vale
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Antonio dio al botón y me dejo solo para volverse a ir a dormir. Así era más divertido, podría jugar y mirar en las cajas, había muchíiiiisimas, seguro que en algún sitio había algún tesoro.
Tras encontrar las pinturas y un lienzo, Abrí todas las cajas para ver lo que guardaban. Había de todo: Disfraces venecianos, fotos, uniformes militares, pinturas, muebles...
Así seguí hasta que llegué casi al final de la habitación, no había mucha luz salvo por la que entraba por una pequeña ventana.
-"Aquí deben de estar las cosas más importantes, en el lugar más escondido"- Pensé, mientras movía varias cajas hasta encontrar un viejo baúl- ¡Bingo!
Era un baúl bastante grande. Después de un rato descifrando lo que había escrito, llegué a la conclusión de que ponía "Feliciano Vargas, Norte de Italia Siglo XX". Era un baúl de mi papá, seguro que había cosas interesantes.
Primero encontré en su interior un casco, que me lo puse en la cabeza; después encontré un montón de fotos: Mis papas juntos, mi papa con tío Lovi y tío Antonio, mis papas con kiku (Es muy bueno conmigo, cada vez que viene, siempre me trae juguetes de su país que todavía no han salido), en otras salían con los demás países Hungría nee-chan, América, Inglaterra, tío Austria, tío Francia...
Me di cuenta de que en casi todas las fotos mis papas llevaban dos cruces negras como las que yo siempre llevaba colgando; eran mi mayor tesoro, nunca me separaría de ellas. Las tengo desde que tengo memoria, desde el momento en que parecí en ese lugar que los demás llaman "cementedio".
Los más interesante estaba debajo de todas las cosas, era una bandera blanca unida a un palo con una inscripción "Para Doitsu, 1941", medía un metro y medio. Quería saber lo que significaba por lo que baje con ella hasta llegar a la cocina, donde me encontré a mis tres tíos.
-Titos, ¿Sabéis qué ez esto?- Pregunté poniendo delante la bandera y el palo.
-Mi hermano siempre las estaban haciendo.
-Bahhh, no sirve para nada, tírala-Comentó Gilbert, mientras daba un sorbo a la cerveza que tenía en la mano.
-¡Ezo ez mentida! Con ella puedo vencedte- Le grité.
-Deja de decir tonterías, con ellas solo puedes rendirte.
-Lucha conta mí- le reté- ¿O tenes medo?
-Ya verás chaval, tú ganas. Vamos afuera, nadie puede ganar a mi awesome persona.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: ::::::::POV GENERAL::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::
Los dos salieron al patio, mientras sus otros dos tíos le seguían.
-Idiota como le hagas daño te voy a golpear hasta la muerte-le amenazó Lovi.
- No te preocupes, solo le voy a demostrar lo inútil que son las banderas blancas. Te dejo dar el primer golpe.
Primer error de Prusia, dejar que un niño con la altura perfecta para golpearle en la rodilla cabreado con un palo pueda dar el primer golpe y además que ese niño en cuestión heredase la velocidad de Feliciano para huir del país más mayor que corría detrás de él.
Desde ese momento, el arma por excelencia de Ulrich fue una bandera blanca y Prusia aprendió que cualquier cosa se puede convertir en un arma si se lo das a un niño que te quiere golpear.
FIN
Las faltas de ortografía son la forma de hablar de un niño pequeño que yo pienso que tendría.
Esta historia se me ocurrió cuando el hijo pequeño de unos amigos de mis padres trajo un bate de beisbol para niños pequeños (Recubiertos de poliespán con dibujitos de Mickey). Salió el tema de si podía ser peligroso o no y no nos pusimos de acuerdo hasta que golpeó a su padre al intentar dar a la pelota n nU Cosas que pasan.
Hasta el próximo capítulo. Mandadme un review para saber que os ha parecido o tomates para el gazpacho que hoy tengo hambre.
