Otra cosita vieja. Quiero terminar pendientes e ir atando cabos, tengo demasiadas cosas inconclusas u.u (la mayoría de One Piece, a si que no se me asusten quienes me leen por ese fandom xD) Esto lo publiqué hace eones en mi tumblr, antes de hacerme una cuenta aquí, pero quiero tener las cosas ordenadas xD
Iré poniendo los drabbles de The Lost Canvas que vaya escribiendo. De momento sólo tengo uno, pero me parece muy escueto como para dejarlo solito, tomando una perspectiva a futuro. Algún día escribiré una que otra cosa para que le haga compañía, jaja
Drabble n°1
Disclaimer: Saint Seiya pertenece al maestro, Masami Kurumada, mientras que The Lost Canvas y sus personajes, a Shiori Teshirogi, cuyo trabajo amo con pasión y locura
Rating: K
Extensión: 300 palabras
Personajes: Dégel de Acuario, Kardia de Escorpio
Advertencias: Ninguna. La ligera insinuación shonen-ai no tiene porqué ser tomada en serio. (Aunque yo me la tomo muy en serio)
La mirada del Escorpión
Yo sabía que no lo era, esa no era. Su mirada siniestra y retorcida, la que rozaba en los límites de la locura y por la que muchos temían al santo de Escorpión no era la verdaderamente aterradora. Mentiría si dijese que esa forma perversa que tenía Kardia de encarar a sus enemigos no me perturbaba, pero no tardé en acostumbrarme a esa intensidad en sus ojos azules. Incluso me tranquilizaban, pues la emoción en su mirada se traducía en mi mente a un lenguaje que podía entender perfectamente y siguiendo el curso de sus acciones podía trazar un plan que nos conduciría a la victoria. Si Kardia no seguía los planes, los planes habrían de seguir a Kardia. Probablemente esto sea debido a tantas batallas que hemos librado juntos. O quizá se trate de… No, esa mirada no tenía nada de aterrador para mí.
Y es que nunca he visto a Kardia mirar de esa otra forma a nadie más que a mí. No hay maldad. No hay rastros de perversión ni de malicia. Son ojos como de niño, que atraviezan la mente y arriban al alma, que provocan un escalofrío tan intenso que a veces me hace olvidar como es el frío verdadero. Ojos que se adentran en lo más profundo de mí ser, que me escudriñan con paciencia y sinceridad. Que examinan todas mis heridas muy de cerca, pero jamás las tocan.
Y uno se da cuenta. Huyes de sus ojos, no permites que te afecten. Pero al mirarle de reojo y ver su sonrisa pícara, pero buena, confirmas tus sospechas: Él ya lo sabe todo. Kardia no pronuncia palabra, pero su expresión complacida te demuestra lo que estabas temiendo: Él ya es el soberano de tus secretos y no podrás volver a ocultarle algo nunca más.
Quienes conozcan a un Escorpio muy Escorpio comprenderán mejor a Dégel en esta breve historia xD
