Inquieta travesura
Una mañana fría, nublada, muerta…y una niña de cabellos castaños corriendo por el bosque de piñas. Le dedica una sonrisa al gran roble que divide la zona central de los campos de cultivo, comienza a trepar. Nada la pone más contenta que ver a su madre y hermanas como pequeñas hormigas bajo el árbol.
Entonces, un tiro en lo cercano, corta el acosante silencio en el que se sumían los prados…Un águila de dorado plumaje y pico encorvado se desplomaba para caer en medio de los jardines del Sr. Hawkins. Un alarido de desagrado hace que Elizabeth desvíe la mirada hacia las rosas blancas que cultiva su vecina. Una anciana de cabellos grises se acerca rapidamnete a su madre.
La curiosidad fue inevitable…Baja del árbol raspándose varias veces con las ramas del roble… otro tiro y un llanto ahogado vuelven a resonar, ahora en la lejanía…El eco cometió gran escándalo entre los pacíficos y aburridos vecinos.
La niña volvió los ojos hacia su madre y fue a pararse al lado de Jane que ahora yacía sentada en las raíces de un pino. Se agacha y con la mirada llena de inocencia pregunta
-¿que fue eso?-solo era una niña de 9 años, que podía esperar…, no importó, no obtener respuesta, su curiosidad venció sus temores y hasta sus sueños…Se levanta y comienza a correr hacia los jardines donde minutos antes había caído el águila dorada.
Cuando estuvo a su lado, se inclina para mirarla, era tan hermosa,…vio sangrar su pecho, y pego su frente contra la crin del ave
Es mágica-pensaba tratando de darle vida con su esperanza, pero el agila no se movió. Una mano en su hombro le recordó donde estaba: en medio de un jardín, se levanta cabizbaja después de tomar una pluma dorada entre sus manos. Una lágrima resbala por su mejilla, hoyó la voz de un niño a sus espaldas cuando comenzaba a alejarse
-era mágica- la misma ilusión…Elizabeth voltea tratando de no revelar la pena que sentía al tener la pluma del ave muerta más hermosa que había visto, acaricia la pluma, y levanta el rostro, para encontrarse con la cara somnolienta de un niño, su expresión le resulta extraña, ve restos de lágrimas alrededor de sus profundos ojos cafés, él también llora, lleno de culpabilidad, pero… ¿Porqué? Sus rulos caían rebeldes sobre su frente y su piel blanca contrastaba con las pecas que tenía salpicadas sobre su nariz. La niña frunce el seño y enseguida comienza a escuchar los gritos de sus hermanas y de su madre buscándola entre los prados, se acercan…Una mano la jala por el brazo, y tropieza tratando de desviar la vista de aquel chico tan familiar…
De donde lo conozco?-piensa y se aleja con la mano de jane entre la suya. Siente la mirada del niño clavada en su espalda, voltea, se miran…
Alegre sonríe coqueta…no importaba de donde lo conocía…y ahoga una sonrisa alegre para dedicársela a su madre cuando llegara a casa…mira la pluma, piensa en él,
Puede ser…-piensa sumiéndose de nuevo en el acosante silencio de una inquieta travesura
