Hola! Este es mi primer Fic como notaran es un Mimato, decidí hacer mi primer fic con ellos como personajes ya que el primer fic que leí fue un mimato, realmente considero que debieron terminar juntos, los productores difirieron con esta idea en fin.

Respecto al titulo, esta historia estará llena de romance, suspenso, misterio y un toque de humor por ello el titulo originalmente seria "My story it's to you" haciendo referencia a que Mimi contaría su historia, una historia que había nacido por alguien y de esta forma transmitir sus sentimientos, pero después de que mi mente decidiera incluir un diario en la historia creí que debiera tener por titulo "Diario de mis 23 años" pero temí que pudieran creer que seria narrada a partir de la perspectiva de un diario al igual que "El diario de Anna Frank" o quizá que pensaran que seria similar al "Diario de Brigit Jones", tras pensarlo varios días decidí consultar con un ser muy querido por mi, mi sobrino, creí que no entendería pero con su dedo me mostró el cielo con la luna al que casi llegaba al atardecer, pensé que seria un nombre muy simple "Atardecer", mi sobrino al ver que no comprendía su idea me mostró el color verde y luego nuevamente el cielo, por ello esta historia se llama "Sky Green" (Cielo Verde) para darle mas sentido confirme mis definiciones en google, note que encajaba perfectamente con las emociones y sentimientos que tratare de plasmar en la historia y mas adelante explicare.

Agradecimientos especiales a mi Senpai BlueFlower21 quien amablemente me cedió un poco de su tiempo para revisar y aportar su opinión respecto a mi fic, también agradezco a mi sobrino, quien como comente antes aporto con el titulo de la historia. (Es toda una eminencia, apenas tiene un año y ya propone títulos awww lo amo!).

Sin mas que decirle los dejo leer en paz.

Disclaimer: Digimon no me pertenece.


Destino

"….No existe la casualidad y lo que nos parece un mero accidente, surge la más profunda fuente del destino….."

-….."Ultima llamada para abordar el avión 557 con destino a…"

El reloj marcaba las 17:56 p.m., el aeropuerto se encontraba tan ajetreado como siempre, un lugar de gigantescas proporciones, con enormes ventanales, iluminado por la vaga luz que emitía el atardecer iba poco a poco iluminándose por las luces del aeropuerto, el suelo de un tono marrón era limpiado constantemente, en los extremos del aeropuerto se podían ver pequeñas tiendas, recorriendo directamente el pasillo se hallaba la boletería que conectada con varios pasillos seguidos de escaleras eléctricas llevaban a las distintas terminales que poseía .

La multitud de personas que asistían constantemente al aeropuerto caminaban de una terminal a otra, otras por el contrario se encontraban sentadas, todos ellos esperando abordar su vuelo y llegar a su destino.

Fuera del aeropuerto se encontraba una mujer, aquella mujer era joven, de cabellos de un castaño claro al igual que sus ojos, alta y delgada, de tez blanca, delicadas facciones faciales, sus ojos emitían cierta tristeza, sus pensamientos la turbaban, poco a poco su rostro tomaba una expresión grave, una leve sonrisa dibujo su rostro al oír el tono de su celular.

- Hola- contesto rápidamente con tono entusiasta

- Hola, como estas?- no espero respuesta alguna cuando de repente indago con otra pregunta- te llame para saber si él había ido?

- No, aun no ha llegado... pero…lo esperare un poco más, estoy segura que llegara-comento casi inaudiblemente. Parecía haber perdido la confianza.

- Lo lamento, hay algo que tengo que decirte – dijo tratando de disculparse, espero una respuesta para continuar, pero al no oír ninguna prosiguió-lo vi con ella… -paro al pensar que aquella noticia debía de ser tratada con cuidado. Lamento sus palabras.

- …- no se oía respuesta por parte de ella

- Estas bien?- pregunto muy preocupado, aun sin obtener respuesta.

- Si estoy bien, solo esperaba su respuesta, regresare, lamento irme sin despedirme – rápidamente su voz había cambiado de un tono entusiasta a uno mucho más apagado – Gracias por todo.

- No cuelgues…- El permaneció con el teléfono cerca a su rostro aun cuando ya sabía que ella había colgado. Intento tratar el tema con delicadeza, pero sabía que no era posible tocar un tema como este de manera delicada. Poco a poco la culpa lo invadió, sus intentos habían fallado y a pesar de no ser el responsable de las tristezas de aquella mujer, la había herido.

Fuera del aeropuerto aquella mujer permaneció parada por algunos minutos, giro rápidamente, con grandes pasos atravesó la puerta, recorrió el pasillo directamente hacia la boletería, segundo más tarde se encontraba en camino a la terminal. Ese momento le parecía un sueño, sin darse cuenta ya había abordado el avión, al notarlo se sintió liberada, el avión alzo vuelo mientras ella se encontraba recostada en su asiento, permanecía viendo a través de la ventana con cierto aire de nostalgia, un sonido fuerte se oyó desde lo lejos y de pronto….

Despierta… se dijo así misma.

- Despierta… - esa pesadilla la había estado atormentado durante los últimos meses, cada noche.

- Estas bien? – pregunto Michael desde la puerta, era un joven muy bien parecido, alto, de tez blanca, sus ojos azules estaban cubiertos por algunos mechones de su ondulado pelo rubio, con una mano recogió los mechones que caían sobre su rostro ingresando a la habitación.

- Si, muchas gracias-respondió con dulce voz la chica, sentándose en su cama.

- Otra vez tuviste el mismo sueño?

- Aja- dijo al mismo tiempo que inclinaba su rostro - lo he tenido muy seguido últimamente.

- Finalmente lograste recordar a quien esperabas?- pregunto mientras poco a poco se recostaba en la cama junto a ella envolviéndola con sus brazos.

- No, aun es confuso… pero sé que pronto lo recordare!, gracias por preocuparte por mí, siempre estas cuando te necesito – dijo al mismo tiempo que correspondía el abrazo de Michael.

- Es hora de dormir Mimí, mañana será un día muy pesado. -Michael beso en la frente a Mimí, mientras ella volvía a quedar dormida.

Michael y Mimi se habían conocido 10 años atrás, Mimi originaria de Japón se había mudado a Nueva York por los negocios de su padre, tiempo después de que mimi llegara a Nueva York se aventuro a conocer la gran ciudad, su primer destino fue Central Park, estaba maravillada, aquella inmensa ciudad la hacía perecer pequeña, sentada en una banca del parque bajo un árbol se preguntaba si podía tener una vida similar a la que había vivido en Japón, había pasado poco tiempo desde su partida pero cada momento tenia presente a sus amigos, sus memorias, fue tan grande el deseo de querer volver que al cerrar sus ojos en un intento por revivir esos momentos algunas lagrimas rodaron por sus sonrojada mejillas, al abrir sus ojos fue sorprendida por un joven que sonreía amablemente, portando en su mano un blanco pañuelo que le ofrecía, a manera de consolarla le dijo "No debes llorar, en ocasiones somos propensos a sentir dolor o estar tristes por cosas que nos pasa, casi siempre ignoramos la razón por la que suceden las cosas, pero ten por seguro que esas situaciones suceden por algo, el que hoy nos hayamos conocido no es coincidencia ", Michael la había estado observando, desde el primer momento en que la vio supo que él había nacido para amar a esa muchacha, con su mirada había estado siguiendo los pasos de Mimi, pensó en acercarse a ella varias ocasiones, pero su timidez lo hacía dudar, el momento en el que la vio derramar lagrimas olvido sus dudas y corrió a ofrecerle consuelo, desde aquel momento ellos se habían vuelto amigos, ellos tenían una relación que con el pasar de los años se había vuelto un lazo inalterable, hasta convertirse lentamente en amor.

Simultáneamente en otra ciudad se podía escuchar la plática de dos jóvenes.

- Hola…. Como estas?, tiempo sin vernos- espero una respuesta pero al no oírla prosiguió - mañana regresare a la ciudad para el aniversario de su muerte

- Perfecto… mañana nos veremos, regresaras solo? – pregunto el otro muchacho.

- No, volveré con mi hermano, ha estado presionándome para volver, quizá porque quiere ver a tu hermana.

- No bromees de esta forma, jamás permitiría que ellos lleguen a relacionarse, me entiendes! – comento gritando pues el siempre había sido sobre protector con su hermana– Mañana los esperare en la estación, dile a tu hermano que llevare mi escopeta – menciono en un tono de burla.

- Una leve carcajada se oyó por el teléfono – claro se lo diré, intentare no olvidar mi impermeable – dijo el joven rubio tratando de seguir el juego y calmar a su amigo – Hasta mañana.

Era verano, una de las mejores épocas del año, el mes de agosto iniciaba, los parques estaban cubiertas con hermosas flores que se abrían lentamente después de recibir los primeros rayos del alba, lentamente esta luz recorría la ciudad de Nueva York anunciando la llegada de un nuevo día.

Mimi había sido despertada por la alarma apenas había empezado a desvanecerse la oscuridad se levanto de la cama cuidadosamente para no despertar a Michael, camino directamente hacia el balcón que estaba en el lado derecho de su cuarto, abrió la puerta y permaneció parada fuera por algunos minutos, en el horizonte lentamente el sol comenzaba a salir, en varias ocasiones había podido presenciar amaneceres hermosos, pero ninguno se comparaba con este simbolizaba en su vida un nuevo amanecer, con los ojos cerrados podía sentir como la cálida luz recorría su cuerpo, inhalando lentamente por la nariz podía sentir el aroma de las flores que decoraban su balcón, al abrir su ojos miro con entusiasmo los botones de rosas aun cerradas abrirse con la luz del sol, la ciudad ciertamente obtenía un aspecto diferente cuando era iluminado con la luz solar pensaba, se inclino por la baranda del balcón para mirar la avenida y cerciorarse de que los automóviles aun no se habían adueñado de ella, ver a la ciudad de esta manera la inundaba de felicidad, se sentía como si hubiera encontrado un tesoro.

- Podrías resfriarte si permaneces parada aquí mimi.- Michael camino sigilosamente hasta el balcón para observar a Mimi, recostado en la pared permaneció mirándola sin que esta se dé cuenta.

- Creí que estabas dormido – contesto mientras volteaba para verlo – tu también te resfriaras! - dijo a modo de regaño mientras caminaba hacia él y tomaba su mano.

- Entremos, podrás regañarme cuanto quieras dentro – sonrió ampliamente mientras ingresaban nuevamente al cuarto.

- Oh! lo había olvidado…. debo prepararme! Creo que te regañare luego.

- Y pensar que lo habías olvidado. – Michael se sentó en la cama.

- Sabes que debo ir, prometo que no olvidare discutir contigo al regresar.

- No lo decía por eso, te extrañare bastante, promete que no dejaras de pensar en mi y que volverás pronto Mimi. – extendió su brazo hasta mimi buscando su mano para sostenerla.

- Prometo que volveré lo más rápido posible - dijo mientras su mano se encontraba con la cálida mano de Michael.

- No planeas pensar en mi?

- No necesito prometer nada mas – dijo mientras se acercaba a la cama y abrazaba a Michael.

Permanecieron abrazados por algunos segundos más, Mimí retrocedió y se dispuso a prepararse para su viaje. Michael no había estado de acuerdo con el viaje de Mimi, su corazón se sentía intranquilo y preocupado ya que el no podría acompañarla, tenía varios compromisos que cumplir, obligaciones adquiridas de su trabajo, Michael era actor y por ello su tiempo era reducido, a pesar que las preocupaciones que rodeaban su corazón eran bastantes no podía hacer más que confiar, confiar en que todo permanecería como hasta ahora. Mientras Michael se adentraba en sus pensamientos Mimi cambiaba su pijama por una prenda más formal y preparaba sus maletas, ponía cuidadosamente sus prendas y algunos artículos de limpieza personal.

- Ya estoy lista! – giro rápidamente ante Michael para probárselo – Debo irme ahora o llegare tarde. Adiós Michael Te Amo – dijo mientras caminaba hacia la puerta.

- Espera….- exclamo Michael corrió rápidamente hacia Mimi y la abrazo, aquella despedida le parecía tan real, como si nunca mas pudiera volver a verla, como si esta despedida fuera el fin de su relación. – Realmente debes volver pronto!

- No me voy para siempre, prometo que volveré pronto y que todo el tiempo pensare en ti, te llamare en cuanto llegue a Odaiba, antes de dormirme, al amanecer, cuando coma y después también, prometo que pensare todo el tiempo en ti y que no hablare con ningún otro chico, incluso si me pierdo prometo buscar a una policía mujer para preguntarle donde estoy aun si con eso me pierdo mas, eso está bien?.

- No actúes tan despreocupada, no necesitas hacer todo eso, solamente no me olvides, es lo único que necesito que prometas – La abrazo aun con más fuerza.

- No podría olvidarte, te amo Michael, ahora debo irme o perderé el avión.

Michael se paro frente a la puerta mientras Mimi la atravesaba y se despedida sonriendo, el permaneció parado frente a la puerta por varios minutos más analizando ese momento.

- Solo puedo esperarte Mimi….

Mimi bajo por el ascensor hasta el lobby, cruzo la pequeña sala de estar de el edificio y salió a la avenida, inclino su cuerpo hacia la avenida tomo el primer taxi que apareció con destino al aeropuerto, llego sin contratiempos. Mimi atravesó el aeropuerto hasta llegar a una de las terminales, observo su pase y confirmo que esa era la terminal que le correspondía descanso en los asientos y dejo descuidadamente su maleta en el corredor, pensó en el abrazo de Michael y en sus palabras, estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no presto atención a la llamada para abordar el avión, realmente había sonado preocupado pero nada podría pasar para que sus sentimientos hacia el cambiaran afirmaba para si misma cuando un sonido la saco de sus pensamientos.

- Ahhh…. – gemía un hombre mientras se levantaba del suelo.

- Lo lamento mucho no pensé… discúlpeme señor, no era mi intención… en verdad lo lamento mucho – Mimi se disculpaba muy apenada, su descuido había causado que un hombre tropezara y cayera al cuelo.

- No te preocupes, también fue mi culpa, si hubiera llegado un poco antes no habría tenido la necesidad de correr y no hubiera tropezado con tu maleta – sonrió para tratar de calmarla- Disculpa debo retirarme mi avión está a punto de partir y si no me apresuro puedo perderlo, debo abordar esa terminal así que no te preocupes por un desconocido que no veras mas.

- En verdad yo lo lamento… Por aquella terminal? – señalo mimi

- Si – respondió afirmativamente con la cabeza mientras cogía su maletín del suelo

- Oh! Ya es hora? Yo también debo abordar ese avión!- tomo su maleta y corrió a la terminal – Muchas gracias y discúlpeme señor- grito mientras corría.

- Es una joven muy atenta – se dijo al tiempo que recordaba que el avión partiría y aun no había llegado a él.

El avión se preparaba para iniciar su vuelo Mimi pudo llegar antes de que las azafatas cerrasen la puerta, estaba aliviada de haber llegado a tiempo ahora podía descansar todo el vuelo.

Descansaba recostada en el asiento mirando por la pequeña ventana del avión, volteo para observar a sus compañeros de vuelo quienes eran una mujer y su hija adolescente, la mujer dormía plácidamente en el asiento mientras su hija escribía en un pequeño cuaderno, Mimi sonrió aquella escena le recordaba a su familia años atrás, también le recordó el pequeño cuaderno que había guardado la pasada noche, esculco en su bolsa para al fin sacar un pequeño cuaderno verde decorado con algunas flores que en la parte delantera con letras doradas decía "Diario", aquel había sido su diario de la infancia y uno de los únicos recuerdos que tenia de sus amigos, paso su dedo índice por el borde del cuaderno ubicándolo en el centro del mismo para después abrirlo, sonrió al ver los escritos de aquella pagina, sin duda habían sido escritos por una niña, el borde decorado por flores de colores le daba tanta vida a aquella pagina Mimi comenzó a leer.

"31 de julio 1999

Hoy es un grandioso día! Por fin empiezan las vacaciones de verano, este verano papa no podrá llevarnos de vacaciones, su jefe le pidió que las pospusiera para ayudarlo en un nuevo proyecto.

Papa estaba apenado, realmente quería que viajáramos pero eso ya no importa porque este verano ire al viaje de campamento de la escuela, iré con algunas amigas del salón de clases, he decidido divertirme mucho pero como será la primera vez que iré a un campamento aun no se qué es lo que debo llevar, habrán insectos? odio los insectos, quizá tome prestadas las herramientas de papa. Eso es! Las tomare prestadas así no me faltara nada!.

Mañana 1/8 será un grandioso día!."

Su yo de la infancia era realmente expresiva pensó, aun si ella actualmente no podía recordar esos momentos con solo leerlos la felicidad la llenaba de la misma forma que si los hubiera recordado, habían pasado 13 años desde que había escrito ese diario, en este tiempo su vida había cambiado tanto ahora había madurado se decía, los recuerdos olvidados, sentimientos perdidos ahora se dirigía hacia ellos, volvía al lugar en el que había sido tan feliz ahora volvería a su hogar para encontrarse con sus amigos, miro el diario con mucho cariño y lo cerro para después guardarlo en su bolsa.

Mimi volvió a recostarse en el asiento, tenía la intención de descansar algunos minutos el viaje era bastante largo y estaba un poco cansada, después de recostarse no tardo mucho para que cayera dormida.

Varias horas después despertó, un pequeño bullicio empezaba a crecer, levanto la vista rápidamente a lo que parecía un alboroto en los primeros asientos de la fila, se levanto y camino hasta lo que parecía ser el problema, varias personas estaban paradas alrededor todas tenían una mirada preocupada, una mujer embarazada gemía de dolor por la proximidad del alumbramiento de un bebe.

- Oh dios! va tener un bebe – dijo uno de los pasajeros.

- Que pensabas, que gritaba por gusto?- le contesto el que parecía ser su acompañante.

- No hay algún médico en el avión? – pregunto Mimí mientras se abría paso hasta la mujer.

- Una azafata fue a buscar entre los pasajeros – respondió otro pasajero.

- No se preocupe, todo saldrá bien se lo prometo. – dijo mimi a modo de calmarla – respire hondo y exhale lentamente, necesitamos saber cuan dilatada esta del uno al diez dígame cada cuanto son las contracciones, así podremos ver cuán dilatada esta.

- Es doctora? – pregunto alguno entre los presentes.

- Yo!... Yo soy doctor – grito un joven mientras corría seguido por la azafata.

- Gracias a Dios …. – exclamo la mujer mientras respiraba agitada.

- Con permiso señores – decía aquel hombre mientras pasaba - buen trabajo señorita – felicito a mimi al tiempo que se acercaba a la mujer.

- Solo intente ayudar – soltó mimi poniendo su mano en su cabeza, al verlo noto que aquel joven era el que había tropezado con su maleta en el aeropuerto. Mimi había permanecido sentada al lado de la mujer sosteniendo su mano, viendo como aquel joven daba indicaciones a los demás. Era un joven alto de complexión atlética, de pelo un tanto largo color azul, sus ojos de color negro estaban ocultos tras unas gafas, vestida un saco azul, camisa blanca y pantalones marrones que le daban una apariencia aun más profesional, un hombre que sin duda alguna inspiraba confianza.

- Esto no será nada fácil, no tenemos los instrumentos necesarios para procurar el cuidado del bebe adecuadamente, pero hare lo mejor que pueda. Señores necesitaremos de su ayuda! – se dirigió a los pasajeros alrededor y a la azafata - si alguien tuviese un poco de alcohol y un encendedor por favor agradecería que me los prestaran – miro a la azafata –necesitaremos todas las toallas limpias disponibles además de agua caliente – la azafata entendió las indicaciones y corrió hacia la cabina. – Señores si alguien tiene alguna navaja estaría agradecido – espero en silencio mientras veía como algunos pasajeros buscaban en sus pertenencias.

- Esto es….. un poco de cerveza – mostraba una botella un pasajero – servirá? – pregunto obteniendo una afirmación por parte del joven.

- Yo tengo un encendedor – grito un señor mientras lo aproximaba al joven.

- Puedo prestarle mi navaja solo la use una vez - dijo otro mientras se acercaba.

- Acá están las toallas doctor, mi compañera traerá el agua en segundos – dijo la azafata- acabo de preguntar al piloto y me aseguro que aterrizaremos en 45 minutos.

- Es una gran noticia, así el bebe recibirá la atención necesaria pronto. – dijo el joven - Muchas gracias señores – se dirigía a los pasajeros al tiempo que tomaba la navaja y la bañaba en cerveza para luego pasarla por el fuego.

- Ahhh! …. Ya está por nacer – gritaba la mujer.

- Ya estoy preparado señora – se arrodillo en el suelo para luego mirar a Mimi quien ahora sostenía la mano de la mujer – señorita necesitare de su ayuda, solo debe mojar una de esas toallas en el agua caliente, cuando el bebe nazca debemos limpiar con esa toalla los restos de sangre de su cuerpo. También necesitare que con el resto de ella intente formar una cama para el bebe, para poder envolverlo y que no enferme, me comprendió.

- Si, enseguida – dijo Mimi. Ordeno las toallas en el suelo una sobre otra, una pasajera toco su brazo y le extendió una pequeña frazada de algodón, mimi sonrió con cortesia, tomo la frazada y la puso sobre las toallas.

- Llego el momento, cuando le indique puje. Ahora! - se oyeron quejidos por parte de la señora – Nuevamente puje!- Los rostros de los pasajeros cambiaron de seriedad a preocupación. El joven seguía pidiéndole a la señora que pujara – Esta será la última vez ya veo su cráneo. Ahora…!

Un llanto estruendoso inundo el avión, el niño había nacido, los pasajeros intercambiaban miradas alegres, otros soltaban suspiros de alivio. El joven cargo al bebe en su brazo izquierdo, en su brazo derecho sostenía la navaja que uso para cortar el cordón umbilical. La madre sonreía mientras sus ojos dejaban salir lágrimas de emoción. Mimí tomo la toalla mojada y se la paso al joven con otra lo ayudo a limpiar al bebe lo más rápido posible para luego envolverlo en la camita improvisada que había preparado y entregarlo a su madre quien lo recibió con los brazos abiertos.

- Debe alimentarlo, sabe cómo ¿cierto? – dijo sonriendo el joven mientras se levantaba para arreglarse un poco.

- Muchas gracias por todo doctor, gracias señorita gracias a todos – lágrimas de alegría empezaron a correr por su rostro, miraba a su pequeño con dulzura.

Mimi la miraba sonriente, aquella escena realmente la conmovía, se preguntaba si pronto ella podría dar vida, la idea no le disgustaba se había realizado profesionalmente, su sueño de ser una chef reconocida se consolidaba día a día y no hace mucho se había comprometido con Michael, sonrió, para completar su felicidad solamente necesitaba encontrar a sus amigos de la infancia.

Una azafata y un hombre ayudaron a la mujer a recostarse en el asiento y la cubrían con una frazada, el joven doctor daba algunas indicaciones mas a la azafata para después retirarse al baño a asearse. No faltaba mucho para que aterrizara el avión, los pasajeros comentaban emocionados en sus respectivos asientos esta situación, otros incluso bromeaban, el momento de tensión había pasado.

- ¿Cómo piensa llamarlo? – mimi se arrodillo frente a la señora y la miro tiernamente.

- Lo decidimos con su padre hace algún tiempo, se llamara Matt al igual que su abuelo.

- ¿Matt…?. Tengo un amigo con ese nombre, era algo reservado pero sin duda una gran persona. Tiene mucha suerte su hijo es muy lindo, seguro romperá corazones.

- Esperemos que no – sonrió levemente. Era una mujer preciosa, de ojos negros y tez blanca, cabellos cafés hasta los hombros.

- Lo había olvidado completamente- dijo Mimi mientras cubría sus mejillas con sus manos – Mimi Tachikawa, es un gusto conocerla. – extendió su brazo

- Ericka Moss, es un placer Mimi– extendió su mano con cuidado de no despertar al bebe. Ambas compartieron una sonrisa

- ¿Por qué decidió viajar en su estado?

- Veras Mimi mi esposo cumple años esta semana, es ingeniero de sistemas y está trabajando temporalmente en Odaiba, no quería dejar pasar esta ocasión, pensé que le daría una sorpresa al llegar y festejar su cumpleaños. Jamás creí que el parto se adelantaría.

- Ya veo. De todas formas le dará una sorpresa. Deberá llamarlo al llegar – Detuvo la conversación cuando escucho un sonido que acompañado de una luz roja indicaba que pronto aterrizarían- Debo ir a mi asiento. Adiós bebe, hasta pronto señora Ericka. – movió su mano y corrió a su asiento.

Al llegar a su asiento se percato que la mujer con la que compartía lugar se había despertado y oía con mucha atención el relato de su hija sobre lo acontecido minutos atrás. Paso cuidadosamente, al sentarse abrocho su cinturón. El segundo anuncio para el aterrizaje se había encendido, el avión aterrizo sin cuidado. Los pasajeros intercambiaban palabras con la señora Moss mientras bajaban del avión. Mimi espero para despedirse y no pudo evitar pensar en el médico, se pregunto si ya había bajado del avión quizá aun permanecía en el baño, cuando todos los pasajeros habían bajado Mimi se acerco y para su sorpresa el médico estaba alado de la señora Moss hablando con algunas azafatas.

- Fue un placer señora Moss, ojala algún día podamos encontrarnos.

- Y que no sea en la misma situación – se incorporo a la plática el médico.

- Esperemos que no. – sonrió la señora Moss. – Ustedes no se conocen ¿Cierto?.

- Donde están mis modales – hizo una pequeña reverencia – Soy Kido J….. – fue interrumpido por una azafata.

- Doctor los paramédicos quieren hablar con usted, podría por favor…..

- Discúlpenme, vuelvo enseguida. – se dirigió hacia los paramédicos.

- Adiós señora Moss, adiós Matt. – Inclino su rostro e hizo un ademan con su mano al tiempo que caminaba a la puerta del avión.

- Adiós Mimi! – grito la señora moviendo la mano del bebe.

- Mimi…. – susurro mientras ponía su atención en la chica que cruzaba la puerta, ciertamente él conocía a una Mimi y el parecido era asombroso pero eso no era posible pensó.

- Doctor Kido…- dijeron los paramédicos notando la distracción del joven

- Discúlpenme.


Muchas gracias por haber leído el fic, XD bueno el primer capitulo, buena la primera parte del primer capitulo. Me disculpo por los errores ortográficos que haya podido tener, al igual que los errores de descripción, no he estado en un aeropuerto así que guiada de algunas imágenes y mi imaginación describí uno.

Por favor envíen sus Reviews, háganme saber que no lo hice tan mal, o quizás que lo hice mal todo cuenta mientras sea una opinión constructiva XD.

Se despide muy agradecida Rockiesliz.