Advertencias: Soy una escritora terriblemente lenta. Además apesto haciendo resúmenes. El primer capitulo iba a ser un prologo pero la longitud se salió de control. El resto serán más cortos, creo, lol. Dada la temática del fic hay un time skip de un año.

Parejas: Juzo/Munakata. Además de Juzo/El pobre diablo con el que intenten emparejarlo Asahina y Fukawa en el capitulo correspondiente.

Disclaimer: Danganronpa no me pertenece, es una obra creada por Kodaka (creo), yo hago esto sin ánimo de lucro y bla, bla, bla.

1. Objetivo: Verdad.

She said you don't know nothing so shut your mouth

so I shut my mouth

Brunettes (Do It Better); KIDFORCE.


En algún momento su relación se volvió lo suficientemente cercana. Quizá fue en el aniversario de su supervivencia (el aniversario de la muerte de Yukizome, de Kirigiri...). Quizá fue el día en el que terminó convenciendo a Sakakura de que practicara natación con ella (y fue algo que le costó mucho). Quizá fue en el momento en el que aquellas sesiones de natación se convirtieron en rutina. O tal vez fue cuando empezaron los rumores que Juzo acalló a tiempo con un par de mandíbulas rotas.

Y, como era natural, hablaron. Hablaron de muchas cosas, sobretodo Asahina que era incapaz de soportar el silencio por más de cinco minutos.

Le habló de Sakura, de su hermano, le habló de la matanza, de lo que sintió, del miedo, también le habló del pasado, de tiempos más felices que echaba de menos y Sakakura correspondió, más o menos, esas vivencias; le habló por encima de su pasado (una infancia difícil, una madre soltera), le habló de su tiempo con Munakata y Yukizome en la Academia, le contó como Junko lo había chantajeado y de como él había cedido a las exigencias de esa psicópata (y Aoi jura, jura que aún quiere revivirla solo para volver a matarla).

Pero Aoi sabe que hay algo más. Algo que aún no le está contando.

—Aún no puedo creer que sigo haciendo esto —la voz de Juzo es grave, a veces a Asahina le recuerda al arrullo de una canción de cuna (claro que no va a decírselo nunca, no quiere morir)—. Recuérdame por qué sigo haciendo esto cuando odio la natación.

—Porque eres un buen amigo —canturrea Asahina, se mueve como una sirena debajo del agua, en la piscina de las instalaciones—. Además, necesitas hacer ejercicio y como tú prótesis resiste muy bien el agua... ¡Además yo necesito un compañero! ¡Es más emocionante cuando compites con alguien!

—Necesito recuperar masa muscular —reconoce el moreno. La recuperación no ha sido fácil. Hacer ejercicio con la dieta del principio un suicidio—. Pero debería estar golpeando un saco o algo similar no... bañándome en cloro.

Asahina sonríe un poco porque siempre tienen la misma discusión pero siempre que ella se lo pide él la acompaña. Le había costado entender por cual razón Sakakura parecía tan reacio a practicar natación y aunque había llegado una conclusión, al final, no dejaba de ser una mera elucubración. Ella piensa que a Sakakura no le gusta el tema de estar casi desnudo, no parece demasiado cómodo mostrando su cuerpo, ¿quizá por las cicatrices? A pesar de la confianza que había nacido entre ellos Asahina no se atrevía a preguntarle ciertas cosas.

Cosas como Kyosuke Munakata.

¿Qué era exactamente lo que Juzo sentía por él?

Aoi Asahina no era la persona más inteligente del planeta y sus dotes de investigación distaban seriamente de parecerse a las de Kirigiri pero era una mujer terriblemente intuitiva y su intuición le decía algo que no le gustaba en lo absoluto. Porque si su idea era correcta implicaba demasiado sufrimiento para alguien a quien le había cogido demasiado cariño.

—Bueno, es un poco complicado que golpees cosas o, ya sabes, hagas pesas teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra el gimnasio ahora mismo... —le recuerda la chica. Juzo chasquea la lengua y Asahina sabe que no va a replicar. Aún sufren ataques de vez en cuando, aún están lejos de acabar por completo con la desesperación. De hecho, en el último ataque varias alas han quedado destrozadas, entre ellas el ala que solían usar los miembros para mantenerse en forma (aunque lo peor siempre es la pérdida de vidas humanas).

—Como sea —acaba respondiendo. Juzo sale de la piscina y Asahina no puede evitar contemplar la totalidad de su cuerpo. Piensa que debe ser terrible tener un recordatorio perenne en el cuerpo del maldito juego. Sakakura tiene tres. Una cicatriz de un tamaño considerable en el vientre, una mucho más pequeña en el hombro izquierdo y, finalmente, una prótesis que recordaría toda su vida el peor momento de su existencia.

Finalmente le sigue fuera del agua y se sobresalta cuando una toalla le da bruscamente en la cara. Casi resbala y se sonroja por la vergüenza de haber sido descubierta observándole.

—No sé en qué demonios estás pensando pero para. Es raro cuando te concentras tanto en algo —Asahina no sabe si sentirse ofendida. Es algo malo pero por otro lado también bueno. Significa que Sakakura la conoce. Significa que él se preocupa.

—Ha pasado algo más de un año ya —odia lo melancólica que suena su voz, odia recordar y recordarle algo tan doloroso pero es necesario. Es necesario porque a esas horas y en ese lugar están solos y ella necesita saber para poder ayudar—. Y creo que en este tiempo hemos conectado, tú y yo. Te considero un gran amigo, Sakakura.

—Córtalo. Si no te conociera lo suficiente empezaría a pensar que vas a mudarte a la otra punta del planeta. Ve al grano, Asahina —la paciencia de Juzo es explosiva y Aoi lo sabe, sabe que debe ir con cautela con ese tema. No quiere fastidiar en una sola tarde lo que tanto le ha costado construir.

—No voy ni a irme a otra División —lo tranquiliza—. Solo... siempre me escuchas y yo quería... quería devolverte el favor de alguna de forma. Porque me hace sentir importante que te preocupes y me escuches incluso cuando son pequeñas cosas sin importancia. ¡Quiero ser también esa clase de amiga! ¡Quiero apoyarte de la misma manera que tú lo haces conmigo!

Y es raro y es vergonzoso para ambos. Sakakura está tan rojo que parece que le va a estallar la cabeza y Asahina quiere esconderse debajo de su cama. Pero necesita dejarlo claro porque no quiere que Juzo huya cuando saque el maldito tema.

—Estás... dando rodeos otra vez —replica su amigo y la mira con algo de recelo, algo de miedo y algo que se parece demasiado al cariño, a la esperanza—. Pero aun así... gracias, supongo.

Asahina aspira lentamente y sabe que es ahora o nunca. Porque si se detiene ahora no sabrá cómo sacar el tema la próxima vez.

—TuspupilassedilantancuandoestásconMunakata —suelta, de golpe, sin respirar, su rostro se ilumina como una bombilla, rojo. Se siente estúpida porque esa NO es la manera en la que quería decirlo y a juzgar por la expresión mortificada de Juzo la cosa ha empezado mal—. ¡Q-quiero decir! ¿Eres como una bombilla que se ilumina cerca de Munakata? —Sakakura se pone más pálido y ella quiere golpearse la cabeza contra la pared—. Oh, dios, olvida lo que he dicho, sé que él te gusta. Solo...

—Él no me gusta —se apresura a replicar Sakakura con el rostro cenizo y la voz ahogada. Por un momento, a Asahina le duele el pecho. Por favor, por favor, confía en mí; quiere suplicarle.

Nadie debería sentirse avergonzado por estar enamorado.

Nadie.

—Sé que las cosas entre tú y él no son como... te gustaría. Lo sé, lo sé, no puedes negármelo —da un paso hacia delante y le agarra con sus dos manos la buena suya, la que aún es de carne y hueso, la que aún siente—. Así que quiero que sepas que no me importa, me da igual, yo voy a apoyarte porque eres mi amigo. ¡No importa qué! Así que no pienses que estoy disgustada o que me da asco que te guste otro hombre, por favor. ¡No soy esa clase de persona!

Aoi reza en silencio para que Sakakura no la lance a la piscina de nuevo, para que no se enfade. Ha sido cuidadosa, se ha asegurado de que no haya nadie cerca para sacar e tema (porque sabe, sabe que hay gente que no lo comprende. Sabe que hay gente que podría hacerle daño).

—Yo... no sé qué decir —Asahina ve el miedo, ve la parte más asustadiza de Sakakura y le tiembla el corazón. Porque es su parte más humana, porque es lo que ella más quiere proteger en esos momentos. Él no está haciendo nada malo; quiere decirle—. Creía que era... mejor ocultando... esta cosa que siento.

A Aoi no le gusta la manera en la que se refiere a sus sentimientos. El amor es algo malditamente hermoso.

—Entonces... ¿Munakata no lo sabe? —la sola pregunta hace que el moreno luzca horrorizado y la mujer casi lamenta haberlo preguntado, casi.

—Dioses, no, ¿cómo podría? Si lo perdiera yo... yo me... —le ve morderse el labio inferior con fuerza—. Preferiría morir —y traga saliva y Aoi siente deseos de empujarlo a la piscina. No quiere que vuelva a decir eso. Ni en broma—. Te conté que... Enoshima Junko me chantajeaba —Asahina asiente. Lo recuerda. Lo tiene clavado en la memoria—. Yo hice algo estúpido. Guardé... una foto de Munakata de nuestros días escolares. Yo... usualmente la observaba cuando estaba deprimido. Cuando miraba esa fotografía yo... sentía como si todo pudiera ir a mejor, sentía... esperanza. Tsk, incluso yo puedo ser así de estúpido... La cosa es que ella lo descubrió, descubrió lo que significaba y como resultado yo... cedí a su presión.

—Te amenazó con contárselo a Munakata.

—Sé que lo que hice estuvo mal. Si yo decía que era culpable entonces ella... fui egoísta y estúpido. Quiero creer que si la situación se repitiera yo... haría lo correcto por una vez —en algún momento empezaron a andar. En algún momento llegaron al lugar dónde habían dejado su ropa. Aoi mira como Juzo se coloca la camisa, le marca todos los músculos de la espalda.

—¿Aún tienes la fotografía? —pregunta curiosa.

—No. Eventualmente tuve que deshacerme de ella. No podía tomar más... riesgos.

—¿Desde cuándo te gusta? Munakata, quiero decir —se siente una total cotilla pero ella... quiere saber hasta qué punto su amigo está jodido por el cubito de hielo.

—¿Honestamente? Creo que ya he perdido la cuenta —guarda silencio—. Da igual ya, no es como si yo pudiera reemplazar a alguien como Yukizome —no cree que nadie pueda, en realidad—. Ahora mismo, de hecho, incluso me pregunto si nuestra amistad volverá a ser como antes. Si él... si nosotros encontraremos la manera de volver a confiar en el otro.

Lo encuentra un poco ridículo. Que Munakata no confié en Juzo (casi dio la vida por él, joder). Lo podía entender al principio cuando la herida estaba fresca pero ya ha pasado un año. Le molesta. Sakakura se equivocó, sí, lo entendía y tenía derecho a estar enfadado con él, ¿pero acaso Juzo no ha demostrado ya una y otra vez que puede confiar en él? ¿Acaso no está siempre buscando a Munakata para cumplir cada uno de sus malditos caprichos? Aprieta la toalla contra su abultado pecho y decide que es primordial que Juzo pase página de una vez. Necesita poner sus ojos en alguien más accesible, superar al señor cubito de hielo.

—Entonces, ¿se trata solo de Munakata o es con los chicos en general? ¿Te ha atraído alguna vez una chica? —pregunta con el ceño fruncido por la concentración. Necesita una lista de posibles candidatos y necesita saber cuál es la preferencia romántica de Sakakura.

—Supongo que soy... —no le sale la palabra homosexual de los labios. Siempre ha sido incapaz de aceptarse a sí mismo—. Solo chicos, supongo. Nunca me ha pasado con ninguna chica —había tenido a la mujer perfecta como amiga y no se había enamorado de ella. Eso significaba algo, ¿no?—. ¿De verdad... no te disgusta?

—¿Ah? ¿Qué? ¡C-claro que no! ¡Amor es amor! No importa el sexo —prácticamente se echa encima de Sakakura al responder, entusiasta. Tiene que hacerle entender que está a su lado. Ya ha visto lo duro de mollera que él realmente puede llegar a ser—. Así que si necesitas hablar con alguien sobre el tema... ¡puedes contar conmigo! ¡Siempre!

—Yo... —él luce avergonzado aunque intenta mantener la compostura y es bastante gracioso ver a Sakakura tratar de ser estoico mientras se está derritiendo por dentro—. Gracias. Yo... nunca se lo había contado a nadie —no a Yukizome. No a Munakata. ¿Cómo iba a contárselo a ellos? Al único hombre que había amado en su vida, a la mujer que lo amaba y él amaba de vuelta. No había manera de que él hiciera algo así. Incluso su egoísmo tiene un límite—. Supongo que me estoy haciendo viejo —porque aún oye las risas y las palabras de Enoshima Junko y aunque duelen y sabe que siempre dolerán ya no lo hacen como antes. Ya no le parten en dos... aunque siguen dejandole sin respiración.

—Está bien. Lo entiendo, quiero decir, no he estado en tu situación pero sé que no debe ser fácil. A veces las personas dan verdadero asco —aprieta los dientes y se pone su propia camisa. Su descanso ha terminado y es hora de que vuelvan al trabajo.

—Yeah... —oye que Sakakura dice y se quedan en silencio. Y no es, no es algo realmente incómodo. Se siente en paz consigo misma en esos momentos, al menos un poco. Está segura de que siempre habrá algún que otro secreto entre ellos pero al menos puede respirar tranquila por el momento. Puede ayudar y va a ayudar. Aún está formulando el plan en su mente pero tiene claro que va a conseguirlo. Al principio se siente un poco culpable porque sabe que Juzo verdaderamente ama a Kyosuke Munakata.

(Lo ve en su cara cuando salen de la sala dónde se encuentra la piscina y ven a Munakata pasar por allí).

—Ah, Sakakura, te estaba buscando, ¿puedes venir? Necesito tu ayuda un momento —Munakata es frío o quizá es el aire frío del pasillo el que hace que a su cuerpo húmedo se le erice todo el vello del cuerpo, de la cabeza a los pies.

Asahina Aoi quiere creer que Munakata quiere o aprecia de alguna forma a Juzo.

Pero.

Cuando los ve juntos como ahora con Sakakura caminando unos pasos por detrás de él como una sombra preocupada. Cuando ve el ademán del moreno de querer llamar su atención para acto seguido arrepentirse de ello y retirar su mano...

Ella solo siente como el corazón se le retuerce dentro del pecho.


NdA: Y yap, como dije esto era un capitulo introductorio. Habrá otro capitulo introductorio más (porque el primer capitulo se salió de control en cuanto a longitud, lol) y luego el esquema será "Capitulo = Candidato" (en principio) hasta el final donde ya decidiré si tiro por el drama o el happy ending, lol. En cuanto a la longitud es de catorce capítulos.

Nos leemos.