Unas inocentes palabras.

Era temprano. El Sol hacía poco que había salido y las tiendas de Konoha empezaban a abrir. En frente de la entrada, se encontraba la persona a quien menos se esperaba ver a esas horas de la mañana. Con su habitual chaleco verde y su pelo castaño recogido en una coleta, Shikamaru Nara el genio de la Aldea de la Hoja, esperaba de pie junto a la entrada de la villa.

Para la gente que pasaba por allí, se le hacía muy raro ver al joven Nara despierto tan temprano. Tenía la mirada perdida en el horizonte. Parecía esperar a alguien.

De pronto, una silueta apareció en la lejanía. Vestía una kimono negro y una faja roja alrededor de la cintura. Llevaba su pelo rubio recogido en cuatro coletas. A sus espaldas, cargaba con un gran abanico. Temari de la Arena, era la hermana mayor del quinto Kazekage y embajadora de Suna. Cuando llegó hasta donde la esperaba el moreno, le sonrió con una mirada pícara:

–No me digas que has madrugado, solamente, para darme la bienvenida.

–Que va mujer.– decía bostezando –Lo que pasa es que la Hokage me encargó que viniera a recibirte. Es un rollo, pero las órdenes son órdenes.

–Veo que sigues siendo tan vago como siempre.

–Oye, que he venido. ¿No es eso los que cuenta?

–Con esa actitud no me extraña que aún seas chunin.– pasó por su lado y empezó a alejarse caminando –¿Vienes o no?

–Sí, sí.– decía con desgana. "Sigue siendo igual de problemática que siempre" pensó.

Las calles de Konoha empezaban a llenarse de gente con los primeros rayos de luz. Entre la multitud, los dos shinobis iban caminando hacia el establecimiento donde se iba a hospedar la kunoichi:

–Hace tiempo que no sé nada de ti.– le dijo la rubia.

–Es que con todo lo de Akatsuki, hemos estado muy liados.

–Oí lo de Asuma. En verdad lo siento.

–Sí…– su expresión se volvió triste y ensombrecida.

–¡Perdón!– se apresuró a decir –No debería haber hablado de eso.– no le gustaba ver así a su amigo.

–No te preocupes. Ya lo he asumido. No puedo permitirme desanimarme con esas cosas.– apretó el puño –Algún día seré maestro y tendré alumnos a mi cargo. Debo convertirme en un modelo al que puedan seguir. Como lo fue Asuma para mí.

–¿Tú, maestro?– no se creía lo que oía –No te imaginaba diciendo algo así.

–No soy tan vago como crees, mujer.

–Se me hace difícil de creer.

–Tsss...

Siguieron caminando un buen rato hasta que pasaron por enfrente de un edificio circular. El gran estadio de Konoha, donde hace unos años, había estado la sede de la tercera prueba de los Exámenes Chunin. A su alrededor, había agrupados un montón de paletas y constructores. La parte superior del estadio estaba siendo desmontada mientras varias grúas iban moviendo el material de un lado a otro:

–¿Están remodelando el estadio?– preguntó Temari.

–Sí. Hace unas semanas, hubo unos problemas en la infraestructura. Lady Tsunade decidió que ya era hora de hacer reformas.

La rubia miró de nuevo el estadio:

–Me trae muchos recuerdos.

–Y a mí.

Recordaba como su maestro les había inscrito a Choji, a Ino y a él en el dichoso examen. Había ido pasando las diferentes etapas del examen con sus compañeros, hasta que al final, él fue el único de su equipo, que llego a la última prueba. Fue allí donde se encontró a Temari, quien fue su oponente en el combate. No fue fácil, pero gracias a sus dotes estratégicas pudo atraparla en su jutsu de la sombra imitadora. No obstante, en el último momento, se retiró del combate, dejando un público consternado y a una sorprendida kunoichi delante de él.

Ella también lo recordaba. El verdadero propósito de ella y sus hermanos, había sido colaborar con la Villa oculta del Sonido sirviéndose de Gaara durante los Exámenes Chunin para destruir la Hoja. Las dos primeras pruebas habían sido un juego de niños para ella. Cuando llegó la tercera prueba, se encontró con Shikamaru Nara. La mejor ninja de la Aldea de la Arena y su oponente iba a ser un vago sin ninguna pizca de motivación. Quien se hubiera imaginado que al cabo de poco rato, iba a caer en su jutsu de sombra. Ella, Temari de la Arena, hija del cuarto Kazekage, vencida por semejante enclenque. Por mucho que había intentado liberarse de su control, fue inútil. Él la controlaba como una marioneta. Era humillante. Ser derrotada de esa forma delante de todos. Por un momento sintió que los ojos se le humedecían y los cerró para que no la vieran llorar.

"Me retiro".

Esas fueron las palabras que el chico dijo, antes de deshacer el control que tenía sobre ella. La tenía a su merced. Había ganado. Y, sin comerlo ni beberlo, se retira.

Una duda se le pasó en ese momento por la mente. "¿Por qué se rindió?"

Siguieron caminando un rato más hasta que por fin podían ver el lugar donde se hospedaría la rubia durante su estada en Konoha. Estaban a punto de llegar cuando de pronto, se les apareció Shino enfrente de ellos.

–¿Shino qué haces aquí?

–La Hokage te ha llamado.– le dijo el encapuchado.

–¿Qué es lo que quiere?

–No lo sé, pero quiere que vayas ahora mismo.

El Nara se giró hacía Temari:

–Lo siento, me llama la Hokage. Es un rollo, pero tengo que ir.

–No te preocupes. Más vale que vayas o te va a caer una buena.

–Bueno, ya nos veremos.

Shikamaru se marcó con el domador de insectos, dejando a la rubia enfrente del establecimiento.

Se fue hacia la puerta pero cuando estuvo a punto de entrar, se percató de que alguien la observaba desde una esquina:

–¿Quién está allí?– decía acercando la mano a su abanico –¡Sal ahora mismo!

De la esquina salió una niña. Por su aspecto debía tener unos seis o siete años. La miró extrañada:

–¿De donde sales? ¿Me estabas siguiendo?

La pequeña hizo una risita

–¿Qué te pasa? ¿Acaso tengo algo en la cara?

Ella se le acercó. La kunoichi se agachó para quedar a la altura de la niña:

–Temari-sama. ¿Usted y Shikamaru sensei… tenían una cita?

La rubia se quedo atónita por la pregunta. Sus mejillas tomaron un color rojo intenso:

–¿¡Pe-pero qué dices niña!?

–¡Se puso roja! Entonces, sí que está saliendo con Shikamaru sensei.

–¿¡Porque iba yo a salir con ese vago rematado!?

–¿Entonces no estaban saliendo?

–No, no estábamos saliendo.

–Pero… creía que estaban saliendo– le dijo algo decepcionada.

–¿Por qué diablos creías que estábamos saliendo?

–Porque cuando Shikamaru sensei supo que venía, se alegró mucho.– la niña recordaba bien lo que le había dicho su senesi:

Sensei, ¿ por qué está tan alegre?

Es que mañana viene un amigo muy especial a la villa.

¿Un amigo muy especial?– la niña esbozó una sonrisa maliciosa –¿No será una chica?

Dios... ¿Es que las mujeres tenéis que saberlo todo?

¿¡Entonces sí es una chica!?– decía emocionada –¿Cómo es ella?

El Nara se quedo pensativo:

Es una chica guapa y fuerte. Le encanta mirar las plantas. Y aunque a veces puede ser problemática, es muy tierna y amable.

La rubia estaba allí mirando a la niña sin dar crédito a lo que oía. Cuando acabó, se levantó:

–Mira niña no sé lo que estabas pensando, pero no estaba saliendo con ese vago. Ahora vuelve a casa que es tarde y tus padres deben de estar preocupados:

–Sí Temari-sama.

La rubia vio como la niña se alejaba corriendo por la calle. "Desde luego, menuda imaginación tienen los niños. ¿Una cita con ese bebé llorón? Por favor." Pensaba mientras entraba en el edificio. Fue a la conserje y está le dio las llaves de su apartamento. Subió las escaleras hasta llegar al segundo piso. Su puerta era la numero 4. Abrió la puerta, entró en el piso y se quitó los zapatos. No era muy grande. Tenía comedor con una mesita y un sofá. A un lado de la habitación había una puerta que daba a la cocina. Al otro estaban el baño y el dormitorio. La luz del sol entraba por las ventanas iluminando la sala.

La kunoichi dejó su abanico a un lado y se dejo caer sobre el sofá. Quería descansar del viaje. Clavó su mirada en el techo. Desde hace rato, solo podía pensar en una cosa: Es una chica guapa y fuerte. Le encanta mirar las plantas. Y aunque a veces puede ser problemática, es muy tierna y amable. Un leve rubor apareció en las mejillas de la rubia:

–¿De verdad dijo eso de mí?

Hasta aquí el primer capitulo de este fic.

Soy un gran fan de Naruto y hacía tiempo que quería hacer una fanfic de esta pareja.

Esperó que colguéis vuestros review, aprecio mucho cualquier tipo de sugerencia u opinión a la hora de hacer mis historias.

Bueno yo os dejo que aún tengo mucho que escribir

Próximo capítulo: "Lo que siento de verdad"