Perdónenme por haber inventado un nuevo personaje para ser la pareja de Woo Bin, pero me encanta el Jae Kyung/Ji Hoo, Jun Pyo/Jan Di, y en especial el Yi Jung/Ga Eul, ¡Por favor perdónenme la vida! Pero les prometo que también podrán tomarle cariño a Kyu Ri… y si no les gusta la asesinaré a mediados del fic, lo prometo…

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¿Se imaginan qué habría pasado si Jan Di hubiese sido criada en el mismo mundo que "el gran Jun Pyo"? claro, nadie se habría puesto en contra de su relación, salvo por un pequeño problema… ¡Ella lo odiaba tanto cómo él la detestaba a ella!

¿Qué decir de nuestro atractivo alfarero y la tímida Ga Eul? ¿Qué pasaría con los sentimientos de ambos si ella no fuera otra que la hermana menor del silencioso Ji Hoo? Ga Eul seguía siendo tan inocente, con la diferencia de que ahora estaba protegida por el apuesto miembro de los F4.

F4… ya no sólo existían ellos, también estaban sus sobreprotegidas hermanas menores. Yi Jung era capaz de asesinar a cualquiera que molestara a su querida y loca Jae Kyung, Woo Bin no toleraba que alguien tocara a la agresiva Jan Di, Ji Hoo olvidaba todo su pacifismo cuando de defender a la tímida Ga Eul se trataba, y Jun Pyo no se quedaba atrás con la bondadosa Kyu Ri.

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La joven metió rápidamente todas las cosas al elegante bolso que su hermano le había obsequiado para su pasado cumpleaños, ajustándose luego el cinturón de seguridad mientras el piloto anunciaba que se aproximaban a aterrizar. Mordió su labio inferior con nerviosismo, pensando en lo mucho que debieron haber cambiado todos en durante los 5 años que estuvo estudiando en Estados Unidos. Estaba ansiosa por volver a ver a sus amigas, la última vez que la habían visitado fue hace más de un año.

Extrañaba Corea, y en especial a su hermano. Nunca había perdido contacto con él, pero no era lo mismo una llamada a poder verlo y abrazarlo como siempre lo hacía de niña. Además, estaba segura de que él también la había necesitado.

El avión tocó al fin la pista de aterrizaje y ella soltó un suspiro de alivio. Estaba acostumbrada a viajar, pero los aterrizajes no era algo a lo que le hubiera perdido el miedo aún. La joven camarera que la había servido durante todo el viaje le anuncio que podía bajar del jet privado en el que su hermano había enviado a buscarla, el cual probablemente le pertenecía a Jun Pyo.

Apenas puso un pie en el sólido piso del aeropuerto, la alta silueta de su hermano apareció frente a ella, sonriéndole calmadamente mientras alguno de sus sirvientes bajaba las maletas de ella del avión.

-¡Ji Hoo! –gritó emocionada, corriendo para abrazarlo, rodeando el cuello de su hermano con sus diminutos brazos, obligándolo a inclinarse un poco hacia ella. Llevaba años deseando abrazarlo de esa forma, y verlo al fin había sido mucho más emocionante de lo que había pensado que sería –Oppa, te he extrañado demasiado

-y yo a ti, me alegra tanto verte –aún cuando él era mucho menos expresivo que ella, sus palabras estaban cargadas de emoción –mira que bella te has puesto Ga Eul, casi ni te pareces a la niña que despedí en este mismo aeropuerto hace 5 años

-g-gracias… aunque fue muy descuidado de tu parte enviar a tu hermana de apenas 12 años sola a Estados Unidos –él hizo un gracioso gesto que la hizo sonreír –Oppa también está muy guapo –agregó soltándolo al fin para que pudiera respirar mejor. Ji Hoo sonrió también, volviendo a abrazarla a la vez que depositó un pequeño beso en la frente de su hermana menor.

La había extrañado, en especial sabiendo que era su única familia luego de aquel accidente en el que habían perdido a sus padres, y a la vez, sufrido el abandono de su abuelo. Pero ahí estaban los hermanos Yoon, tan firmes como siempre.

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La tenue luz que bañaba su estudio aumento de golpe, mientras que fuertes ruidos provenían de la parte trasera, donde la hiperactiva joven hacia un inmenso ruido, buscando quien sabe qué cosa esta vez. No le molestaba que fuera a su estudio, de hecho le agradaba pasar tiempo con ella, pero ¿Por qué demonios tenía que ser tan infinitamente ruidosa? Se limpio las manos con fastidio, colocándose de pie para ir donde la joven de cabello oscuro y linda sonrisa que destruía cosas en su sagrado estudio.

-Jae Kyung… -la llamó masajeándose la sien, implorando por paciencia. La joven se alzó levemente, apareciendo tras uno de los muchos muebles para observarlo con fingida inocencia

-hermano… ¿Has visto mi otro pendiente? –una maldición se escapo de los labios del joven alfarero al momento de volver a fijar su mirada en ella -¿Qué?

-¿Es necesario destruir todo por un mísero pendiente? ¡Cómprate otro y ya!

-no… -se quejó ella haciendo un mohín –es que es de los que me regalaste la navidad pasada, son mis favoritos, ¿Me ayudas a buscarlo? ¡Por favor! –Él resopló fastidiado, llevándose ambas manos a la cintura –hermanito…

-de acuerdo –bufó realizando una rápida inspección por sobre las diversas mesitas repletas de jarrones y otras cosas. Rodó los ojos al distinguir el hermoso pendiente de esmeraldas tirado, irónicamente, sobre el bolso de su hermana -¿Ya revisaste tu bolso?

-¿uh? ¿Por qué…? –Sonrió nerviosamente al ver la bella joya, que había permanecido todo el tiempo a simple vista de todos –tienes tan buena visión

Él suspiró, volviendo a su tarea mientras su hermana ordenaba el desastre que había provocado. No pudo evitar sonreír de medio lado pensando que, a pesar de todo, era gracias a Jae Kyung que aún creía en el amor familiar. Porque él amaba a su hermana, y haría todo lo posible por defenderla y ayudarla siempre que lo necesitara.

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Observó de reojo la hora en el reloj más cercano, llevándose el vaso a los labios, para devolverlo de inmediato a su lugar sobre la mesa que había junto al sofá en el que se encontraba reclinado con pereza. Ese día era en especialmente aburrido para él, Ji Hoo debía de estar ocupado con la llegada de su hermana, Yi Jung se preparaba para su próxima exposición, y de Jun Pyo… bueno, lo más probable es que estuviera durmiendo. Rodó los ojos, dudando de si debía o no beber el contenido del vaso rechazado, haciendo un gesto con la mano al momento de colocarse de pie.

Puso más atención a los ruidos de coches que salían de la mansión Song, sabiendo que la larga reunión que había mantenido su padre con sus "socios" había llegado a su fin. A veces desearía que su familia no tuviera ningún nexo con la mafia, su vida sería sin duda mucho más tranquila. Aunque pensándolo bien… claro que no sería tranquila, ¿Cómo podría serlo teniendo hermanas como las que tenía? Mi Nam no era un problema, una niña de 5 años no podía ser una molestia para nadie, se la pasaba jugando con sus animalitos o dibujando cosas en el estudio que su padre había construido especialmente para ella, pero la mayor…

-¡Song Woo Bin! –sonrió de medio lado, preparándose para el ataque que se le venía. Las puertas de su casa de la piscina se abrieron de golpe, dejando entrar a una muy molesta Jan Di, eso era lógico por el fuerte ruido que hacían sus pisadas. Solo pisaba fuerte cuando estaba muy enfadada. Esperó pacientemente que llegara donde él, moviendo sin mucha clase el vaso con su mano -¡Tú…!

-¿De qué se me acusa esta vez? –sabía muy bien lo que había hecho, pero fingirse inocente la hacía enfurecer aún más

-¡Sabes muy bien lo que hiciste! –lo acusó señalándolo directamente con el dedo alzado

-pues no… tú dime

-¡Llenaste la piscina de comida para perros! –Gritó casi al borde de un colapso que hizo reír a su hermano mayor –sabes lo mucho que me gusta nadar, solo lo haces para molestarme

-claro que sí, me encanta cuando estás furiosa, es divertido –le comentó en tono burlesco

-escúchame bien Song Woo Bin, la próxima vez que te atrevas a hacer algo…

-hoy llega Ga Eul, ¿Lo recuerdas, verdad? –la interrumpió él, sabiendo muy bien cómo evadirse del tema. Jan Di parpadeo un par de veces, analizando cuidadosamente sus palabras antes de ahogar una exclamación en su garganta –lo olvidaste, ¿Y te dices su mejor amiga?

-¡Ga Eul! –Gritó ella ignorando el resto de sus palabras -¡Debo ir a verla! ¡Woo Bin, llévame a la casa de Ji Hoo Oppa!

-sólo si prometes dos cosas…

-¿Qué?

-lo primero, me perdonarás por lo de la piscina –ella asintió frenéticamente –lo segundo… yo también quiero que me llames Oppa

-de acurdo, cómo quieras, ¡Ya vámonos! ¡Debe de haber llegado hace mucho! –Él permaneció muy quieto, haciéndola rodar los ojos –Oppa, vámonos

Bueno, su segunda hermana era por lo más agresiva, pero nadie cómo él para hacerla ser una chica más tranquila y despistada. Disfrutaba tenerla de hermana realmente, Jan Di era quien lo divertía en esos días, ella y su eterno mal humor.

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La tímida sirvienta salió casi tan rápido como entró a la habitación, escondiendo el rostro entre sus manos mientras el resto la consolaba de una de las experiencias más traumáticas de trabajar en esa mansión. La joven seguía sollozando al momento que una chica de lindas facciones, cabello oscuro que caía hasta la altura de los hombros y piel pálida (Si quieren hacerse más o menos una idea, se parece mucho a Kyu Ri, el personaje principal de "Never Ending Love") apareció tras ellas, colocándole una mano en el hombro a la afectada sirvienta, quien pareció tranquilizarse al ver su sonrisa.

La muchacha menciono unas palabras a modo de consuelo y entró a la terrorífica habitación de golpe, haciendo que hasta los jardineros de la casa de Ji Hoo saltaran del susto. Esa chica era una de las personas más cálidas y bondadosas de todo Corea, pero sólo con las personas que ella consideraba inocentes… con respecto a su hermano mayor…

-¡Ya levántate de una vez maldito perezoso! –le gritó con toda la fuerza que al aire en sus pulmones le permitió, lanzando la frazada lejos de la cama de su hermano, quien sólo gimió escondiendo la cabeza bajo la almohada –te lo juro Jun Pyo, te levantas o no me importara dejarte sin la posibilidad de tener ningún heredero

-¡Kyu Ri! –la llamó su hermano sentándose de inmediato -¿Por qué molestas tan temprano?

-¿temprano? ¡Ya casi es mediodía y debes llevarme a la casa de Ji Hoo Oppa! –Le recordó frunciendo el ceño –Ga Eul llega hoy y quiero verla cuanto antes

-¿Estará también la hermana de Woo Bin?

-¿Jan Di? Claro, es una del grupo también

-entonces no voy

-¿En verdad quieres que te golpee?

-¡Aish! ¡Sí que eres molesta! –Bufó el líder de los F4 levantándose -¡Y dile a la inconsciente que vino a despertarme que esta despedida!

-¡No puedes despedirla por hacer su trabajo Jun Pyo! ¿Qué clase de persona eres?

-¡Ya Kyu Ri! ¡Sal de mi cuarto si en verdad quieres que te lleve donde Ji Hoo!

La joven salió lanzando maldiciones al viento. ¿Por qué su hermano tenía que ser un maldito ególatra al que solo le importaba dormir mucho? Negó en silencio, calmándose. Ese día vería a Ga Eul, luego de un largo año al fin vería nuevamente a su amiga, debería estar feliz ¿No?