N/A: En un mismo día ya he subido dos prólogos. Yo molo (?) OKNO. Espero que os guste esta historia, ya que es en la que más me voy a volcar, por el hecho de que The Lorax es una de mis películas favoritas, ASDF *-*
Parejas: Once-ler/Greed-ler x Oc.
Disclaimer: The Lorax ni sus personajes me pertenecen. Para mi desgracia D: Mi Oncie ;/; Pertenecen en toda su plenitud a el .
Advertencias: La historia está situada mucho antes de que Once-ler conociera a El Lorax, incluso antes de que creara el Thneed. La trama principal de la historia es mía, después empezaré a llevarme por la película.
Si era realmente sincero, nunca había tenido una infancia del todo satisfactoria. Nació en una pequeña casa muy, muy a las afueras de la ciudad. Rodeado por pastos y más pastos en cincuenta kilómetros a la redonda. La única forma de vida con inteligencia que había por aquellos lares eran su familia (si es que realmente tienen cerebro), y su burro Melvin, como no.
Su familia constaba de su madre Isabella, sus dos hermanos (gemelos) Bret y Chet, su tío Ubb y su tía Grizelda. Y por supuesto él mismo, Once-ler. Un nombre muy peculiar.
Siempre desde pequeño Oncie tenía una aspiración, un sueño: llegar a ser un famoso y millonario inventor de éxito. ¡Quería demostrarle a toda su familia que no la palabra "fracaso" y su nombre no podían ir en la misma oración! Él sabía que había nacido para algo más (a parte de ser constantemente insultado y menospreciado por su familia), para ser alguien que resaltase entre todos los demás.
Además de que estaba harto de trabajar de dependiente en aquella tienda de dulces. A parte de mal pagado; estaba muy lejos (tenía que ir en carretilla para llegar hasta la ciudad) y además... estaba muy mal pagado.
¡Él crearía un invento que cambiaría el mundo!
Pero la pregunta que rondaba su cabeza era siempre la misma: ¿Qué podía crear (que ya no estuviese creado ya) que fuera para todas las personas de todas las edades y algo que todo el mundo necesitara?
Así en un principio sonaba algo descabellado. Pero Once-ler no era de las personas que se rendían a la mínima de cambio. Algo se le ocurriría.
