D.o.t.E: ¡Minna-san, Ohayo! He regresado. He aquí otra historia de nuestra pareja favorita. Esta historia es la pre cuela de ¡No lo Acepto!...mmmm…realmente no veo que sea necesario leer primero ¡No lo Acepto! Para entender esta historia, así que si no la han leído aún, no creo que importe. Espero que les guste esta historia y no me maten antes de tiempo. Ha sido algo difícil pensar en una buena historia, pero creo que he concluido con una y espero que la disfruten tanto como yo escribiéndola. Sin más preámbulos… ¡Kazemaru!

Kazemaru: ¡Hai! Inazuma Eleven y sus spin off no son propiedad de Dawn of the Empress…de lo contrario, todos viviríamos en un mundo muy raro donde la lógica ni las leyes de la física rigen el mundo.

D.o.t.E: ¡Claro, como jóvenes que pueden saltar mil metros sobre el suelo y patear un balón rodeado de fuego o hielo o aire o pingüinos voladores es TAN NORMAL!

Kazemaru: Inazuma Eleven esta por comenzar.

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-¿Qué está pasando?- pregunto un chico de cabellos ondulados, todo a su alrededor era iluminado por una luz roja mientras que en sus oídos retumbaban las alarmas. Algo muy malo estaba pasando.

-¡Minna, cúbranse!- grito en pánico otro chico de cabellos verde menta. Los demás, sin dudar la orden, obedecieron, cubriendo sus cabezas con sus brazos mientras sentían todo el mundo a su alrededor moverse bruscamente.

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-¿Me pregunto quién será nuestro próximo contrincante?- pregunto emocionado el capitán de Inazuma Japan. Después de su victoria contra el equipo de Quatar, los leones del desierto y el descubrir las verdaderas habilidades de Toramaru, el equipo…no, todo Japón tenía esperanza de ganar as preliminares y ser parte del Torneo Futbol Frontier International.

-Bueno, no tenemos otra opción más que esperar.- dijo Fubuki con una suave sonrisa. Ese fue el peor partido que ha jugado en su vida, y esto contando el partido donde su personalidad doble estallo dejándolo casi como zombie. Detestaba el calor, odia el sol y si fuera por él, el mundo puede convertirse en un cubito de hielo y él podrá vivir feliz como una lombriz.

-¡Toramaru-kun fue sorprendente!- dijo Haruna emocionada. Aun no podía olvidar el gran tiro que este joven menor que ella logro hacer. ¡Con razón su nombre empieza con Tora (A/N: Al parecer Tora en japonés significa Tigre…y yo soy una idiota que hasta ahora se da cuenta de esto -_-)!

-Cuento contigo en los siguientes partidos, Toramaru.- dijo Goenji con una sonrisa. Sin saberlo, cierto chico de ojos grises azulados miraba entretenido al goleador de fuego. Era fácil ver como su cuerpo estaba levemente tensado y su sonrisa no era del todo honesta.

-¡Hai, Goenji-san!- respondió emocionado Toramaru. Jamás pensó que un equipo lograra cambiar tanto sus pensamientos. Tanto tiempo en la oscuridad, siempre manteniéndose en las sombras para no estar solo…pero ahora que ha tocado la luz, por nada del mundo regresa a ese oscuro y abandonado lugar.

Todos subieron a la caravana con destino al campamento. Fue un gran partido, estaban agotados y, en estos momentos, compartían el mismo odio por el sol y calor que Fubuki. ¡Al infierno la ciencia y la necesidad de luz para la vida!

-¡Chicos, hay que seguir luchando con todo nuestro esfuerzo para ganar!- animo Endou, sacándoles a los demás un grito de guerra. -¡Mañana hay que entrenar hasta que se oculte el sol!-

Las tres managers escuchaban los gritos emocionados y la alegría que irradiaba todo el equipo, no preocupándose por nada más. Las pequeñas vibraciones en su bolsillo sacaron a la joven manager de sus pensamientos, sacando rápidamente su celular azul y encendiendo la pantalla para averiguar qué era lo que estaba pasando. -¿Un correo?- pregunto en voz baja, no queriendo llamar la atención de los demás. Con rapidez, leyó el correo y sonrió para sí misma. Su día cada vez mejoraba. Tras responder rápidamente el correo, suspendiendo su celular, Haruna observo el cielo a través de su ventana, imaginando que pasaría.

Desde lejitos (pero no tan lejitos que digamos) un chico de ojos negros miraba atentamente la sonrisa de la chica. Apretó los puños ligeramente y enfoco su mirada al paisaje que le daba su ventana. – ¿Por qué esta tan alegre…? Mejor no pienso en nada…- concluyo el chico, pero aún con esa decisión, en su cabeza no pudo evitar pensar las mil razones por las cuales la chica de cabellos azules pudiera estar tan alegre y emocionada. -¿Qué rayos me pasa? No es como que Otonashi se vaya a fijar en mi de la nada…-

-Interesante…sumamente interesante…- pensó el chico de ojos griseados azules mientras miraba el lenguaje corporal de nuestro querido jugador de fuego. A su lado, otro chico de ojos marrones miraba con el mismo brillo de maldad que el primero.

Tras terminar su viaje, todos fueron recibidos por dos grandes amigas y admiradoras que se autodenominaban como "las diosas de la victoria". Tokou y Rika esperaban ansiosamente el regreso de Inazuma Japan, todo con la idea de celebrar a su lado la victoria contra un fuerte equipo. -¡Minna!- gritaron, saludando desde lo lejano con sus brazos.

-¡Tokou, Rika!- grito Endou, rápidamente bajando del autobús para recibir a las dos chicas.

-¡Minna, felicidades por ganar!- felicito Tokou con una sonrisa. -¡Solo falta las preliminares y luego el mundo!-

-¡Chicos, deben de ganar en nuestro nombre, Las diosas de la victoria!- les ordeno la chica de cabellos celestes.

-¡Por supuesto!- respondió Endou.

-A todo esto, Endou… ¿Tu sabes quién es él?- pregunto Tokou, apuntando a un joven de cabellos negros alborotados con destellos azules y ojos verdes. –Desde que llegamos, él ha estado ahí.- explico la chica.

-No…nunca le he visto…-respondió Endou, mirando a sus demás compañeros, esperando que alguno lo identificara pero todos quedaron igual de callados que el capitán. Con una sonrisa, el equipo completo se acercó al extraño, todos con la misma pregunta en la cabeza.

–¿Podemos ayudarte en algo?- pregunto Kidou con los brazos cruzados sobre su pecho.

El misterioso joven los miro sorprendido, pero aun así, su mirada parecía rápidamente buscar algo o a alguien, ignorando por completo la pregunta del estratega. –Disculpa… ¿Qué estás haciendo?- pregunto Endou.

-Lamento mi comportamiento. Mi nombre es Mitsuru Yukio, mucho gusto.- se presentó, sacándoles unos cuantos suspiros y sonrojos a las managers. –A decir verdad, estoy buscando a—

-¿Yukio-kun?- llamo una suave voz, confundiendo a todos.

-¡Haruna-san!- llamo Yukio con alegría, rápidamente haciéndose paso entre las personas para quedar cara a cara con la joven manager. Esta reacción no fue muy bien recibida por dos jugadores, pero si logro sacarle una sonrisa perversa a tres más. -¡Que alegría que logre encontrarla!-

Haruna rápidamente se acercó al chico con la misma sonrisa para recibirlo. –Ha pasado mucho tiempo.-

-En realidad—

-¿Haruna, quien es el?- pregunto Kidou, su porte mostrando seriedad y peligro. Sus ojos rojos fulminando al chico, logrado que este se pusiera nervioso y se alejara de manera disimulada del de rastras (quien se estaba acercando, como un león en asecho).

-Cierto. Chicos, él es Mitsuru Yukio-kun, fue compañero mío en el club de periodismo.- explico la chica de cabellos ondulados con una sonrisa inocente y traviesa, ignorante ante el aura asesina de su hermano.

-¿Eh, así que eres amigo de Haru-chan?- pregunto Kazemaru con una sonrisa pícara, levantando las cejas en señal de perversión, sacándole un sonrojo al joven de cabellos negros y azules.

-¿Ne, Yukio-kun, ha pasado algo?- pregunto la chica, salvando a su amigo e ignorando las miradas picaras que ahora le lanzaba todo el equipo. Estaba alegre de ver a un gran amigo, pero aun así, era algo extraño de verlo justamente aquí en el campamento, esperando por ella.

-Sí. En realidad, hay un nuevo miembro en el club y ha estado preguntando por ti.- explico Yukio, tratando de ignorar las miradas fulminantes que recibió alado de las insinuaciones que también recibía.

-¿Por Otonashi-san?- pregunto Aki sorprendida al igual que los demás. ¿Quién podría ser?

-eh, Haruna es más popular de lo que pensábamos.- dijo divertida Rika, poniendo nerviosa a la manager e incrementando la ira de ciertos jugadores.

Ignorando las palabras de Rika, Haruna miro igual de confundida que el resto. Ella no seguía siendo parte del club de periodismo. ¿Por qué alguien estaría buscándola a ella? Su curiosidad rápidamente se hacía presente, haciendo que su mente combatiera entre ir y averiguar que pasaba o simplemente quedarse y decirle a su amigo que ella no está interesada…pero…-Entiendo, mañana iré al club para presentarme…-dijo Haruna con sus ojos brillando de la emoción, su alma llamándola ante la misteriosa aventura que tendrá.

-¡Perfecto, mañana a las nueve te esperaremos!- dijo Yukio mientras abrazaba a Haruna y se despedía rápidamente con una sonrisa. -¡Inazuma Japan, felicidades por ganar!- grito mientras corría. Pudieron solo ser segundos, pero él capto rápidamente el peligro a su vida (y masculinidad) que presentaba Kidou Yuuto. -¿Así que esta es la razón por la cual nadie se atrevía a hablarle antes…?- pensó Yukio mientras corría lejos de ahí y era rodeado por un aura deprimente. –Suerte Takushi-kun…la necesitaras…-

De regreso con nuestro equipo, el silencio reino rápidamente, todos y cada miembro mirando a Haruna con una pregunta diferente marcada en sus ojos, sacándole una gota en la cabeza a la más joven manager. –Así que…Yukio-kun…- comenzó Fubuki.

-No es lo que piensan.- dijo rápidamente la menor, fulminando tiernamente a Midorikawa, Fubuki y Kazemaru quienes ya tenían esa característica mirada pervertida que siempre tienen cuando tratan de emparejar a alguien. –Yukio-kun fue compañero del club de periodismo y me ayuda a conseguir información acerca de equipos rivales para ustedes.-

-Pero tú ya no eres del club, así que… ¿Por qué vino hasta aquí para avisarte que "alguien te busca"?- pregunto Midorikawa con una sonrisa pervertida.

-No lo sé, supongo que mañana averiguare.- dijo como si nada Haruna, tratando de no mostrar su interés y emoción ante la idea de resolver un misterio.

-Pero—

-Bueno, eso es esto y esto es esto. Por ahora, enfoquémonos en entrenar para los siguientes partidos.- dijo Haruna, caminando el tema por completo debido a que ya podía sentir como la mente de su hermano planeaba encerrarla en alguna torre lejana. Suspiro resignada, estaba segura que morirá sola gracias a él.

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-¿Lo lograste?- pregunto un misterioso chico de coletas a su amigo de cabellos ondulados.

-No, ella no estaba presente…hasta mañana podré verla.- respondió el chico ondulado con ojos cafés a su amigo.

-Con ella a nuestro lado, podremos averiguar lo que está pasando.- dijo un chico de cabellos azules oscuros.

-¿Están seguros que ella nos ayudara?- pregunto preocupado un chico de ojos azules y cabello castaño. –Es decir, ni nosotros sabemos que paso antes…-

-No tenemos otra opción. Debe de ser ella…ella es demasiado inocente como para dudar en nosotros.- dijo de manera seria y llena de culpa el de cabellos ondulados. Esto será un largo viaje.

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D.o.t.E: ¡Finalizado! ¡Espero que lo hayan disfrutado muchísimo! Un like o un comentario sería muy bien recibido. ¡Como lo notaron, esta historia trae consigo un giro inesperado y muy sorprendente (si es que logre ser disimulada y conserve el misterio…sino pues ni modo)! Espero contar con su apoyo para seguir escribiendo.

Matta ne!