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Capítulo I

Encontrando a Su Majestad la Dama de la Corona Encantada

A principios de la era colonial, era muy común ver a un Rey o Reina entre los habitantes del reino de los castillos de oro, a lo largo de sus vidas hubieron reyes de mal carácter, malvados y depravados, pero también era muy buen visto el linaje de realeza de la bondad. Se destacaban por tener sentido de pertenencia con su pueblo, de manera que la paz era lo primordial.

A mediados del siglo V el reino estaba devastado, la esperanza era una virtud desconocida en los tiempos del malvado emperador de Roma, llamado Esterlino, el cual con la fuerza, gobernaba un pueblo que nunca había sido manchado con lágrimas de dolor, y rastros de tristeza. Hasta la Reina Su Majestad Cecilia II y su esposo el Rey Fernando de los Montes, estaban llenos de dolor.

A lo largo del tiempo Los Reyes presenciaron un esperado nacimiento, que no era muy común entre sus vidas, el nacimiento de una niña que no tuvo llanto alguno, ni mucho menos signos de vida. Ellos estaban empañados de dolor, puesto que no esperaban que sucediese una tragedia que marcara sus vidas más de lo que ya están, mientras lloraban desconsoladamente; del cielo ha descendido un rayo de luz, una brillante y misteriosa lucecita que se poso sobre el rostro de la niña que poco a poco fue tomando vida, ella abrió sus ojos los cuales destellaban grandes cantidades de esperanza. Era algo tan especial que sus padres se olvidaron del sufrimiento al que su reino ha sido obligado a vivir. Entre ellos surgió alegría la cual no podían expresar se miraron fijamente a los rostros preguntándose a sí mismos:

—Pero, ¿Cuál es ese nombre que debe llevar?

— ¿Cuál será ese nombre que marcará la historia de nuestras Vidas? –Comentó la Reina.

A lo que el Rey responde:

—Querida, en este Reino muchas cosas han de suceder, y este es el nombre que le debemos de poner, si conmigo estás de acuerdo no dudéis en responder, Leyaliz Isabel De los Montes, por su belleza rebosante y simpatía por montones.

La reina estuvo de acuerdo, y exclamó a su querido Rey:

—Ese es el nombre que durante tantos años yo pensé, y ahora que tú lo has escogido, me sanó él corazón oprimido.

Con el pasar de los años la Joven princesa crecía, con su alegre sonrisa recorriendo todo el pueblo, ya ni la gente se acordaba del mal por el que estaban pasando, y he aquí el comienzo de su primera aventura:

Adentrándose en los bosques a las afueras del castillo, se oye un grito, de dolor y de desespero, la princesa de lejos acude al momento, y observa una joven mujer la cual estaba siendo atacada por uno de los guardias del régimen romano, ella se llenó de impotencia, y no hallaba que hacer, no encontraba la manera de ayudarla.

Mientras que en un muy remoto lugar:

— ¡Ya se siente! ¡Es la hora! ¡Sí! Es lo que todos hemos esperado.

Fue la reacción que tuvo uno de los mensajeros ocultos del Rey, el cual en sus manos albergaba un poder, un tesoro indescriptible, ese tesoro era lo único por lo que el régimen malvado torturaba al pueblo, ya que conocían de su poder, y sabían a quien debía pertenecer, pero ellos lo deseaban para dominar el mundo entero.

El mensajero corre rápidamente a buscar en lo más oculto de su hogar un cofre de oro, el cual al ser abierto se observaba un destello, que no dejaba ver las telas cálidas y rojas que decoraban el inmenso interior de tan elegante cofre, de repente comenzó a flotar desde su interior, una corona, los ojos del mensajero estaban totalmente iluminados por tal acontecimiento. La corona era de Oro con diamantes de diferentes colores y perlas de mar, tallado de manera que solo podía ser de origen celestial, la corona sobrevoló desde lo lejos, y se poso sobre la castaña, dulce y delicada cabellera de la princesa, y la hizo sentir de manera tal, que ni ella en ese momento tenía palabras para explicar tal sensación, En ese momento acudió con rapidez a defender a la joven mujer, y con un simple soplo de aliento hizo que la tierra temblara he hiciera caer al malvado opresor, las ramas de los árboles lo retuvieron de las manos, y las olas del mar lo dejaron empapado. El rostro de la joven mujer era de asombro, no sabía qué era lo que acontecía, en lo que la princesa la toma de la mano, salen huyendo rápidamente de aquel sombrío lugar.

Al salir del oscuro monte, la joven mujer abraza a la princesa y solo lloraba, puesto que estaba a punto de ser marcada a causa del malvado opresor, de allí luego de haber superado el dolor, surgió una muy agradable amistad.

Pasaron varios días y la amistad de la princesa y de la joven mujer ya estaba tomando un gran camino. En un recorrido por los valles del palacio, desde la lejanía; una voz jocosa y de gran pasión, se oyó desde una torre aumentando su furor, era una chica, la llamaban la gorda de los vasos rotos.

— ¿Y por qué?

Se preguntaron las dos cuando lo supieron, y ustedes ahora sabrán escuchando la letra de su sublime canción…

— (8) Entrando en la sima de un grande mesón, observe varias formas de dulce sabor, carnes y panes, llamaron mi atención, pollos y pavos, enamoraron mi corazón (8)

(8) Que traigan comida, yo quiero sabor, comer como manda el deber comelón, saborear dulces postres y aumentar mi pasión, y mostrar las delicias de ese mesón (8)

La princesa y su amiga, asombradas quedaron, puesto que nada en la mesa, había quedado, pero lo bueno del cuento, es que con la sabrosa canción, más de una carcajada sin límites expresaron, motivadas y atraídas por la chispa de la dama cantora, las dos muy alegres, se le acercaron y así muy alegres una amistad comenzaron…

Pero sin saber que era el fin de las risas que se encontraron, un problema había comenzado, el malvado emperador, escuchó un rumor, de que en la lejanía de los valles, el brillo de una corona, llenó de poder a la princesa que salvó a una triste persona, el emperador envió escuadrones de soldados, para que la secuestraran a como dé lugar, pero la princesa ya se esperaba que algo que se temía iba a pasar. El clima se prestó para la ocasión, todo se oscureció y de una fría y oscura niebla todo se tapó, una fuerte brisa batía los arboles, era susurrante y no se detenía. El malvado emperador, tenía a su servicio varios hechiceros los cuales mostrarían cual era el paradero de la princesa, y de sus dos amigas.

La princesa caminaba y con voz preocupada les dice a sus compañeras:

—Tengo la sensación de que el peligro está cerca.

En lo que la amiga comelona le contesta:

—No me digas ¡ya pasó la hora de comer!

La princesa le replica:

— ¿Puedes prestarme atención?

A lo que con cara sonriente la comelona le dice:

—Díganos princesa, que a nada ni nadie debemos temer, yo soy poderosa, con tal de comer.

La joven mujer, con risas dice:

— ¡Pero cómo hablas!, nada mas no te comas lo que nos corresponde.

«Suena un estruendo como de terremoto»

— ¡Atrápenlas! Grita uno de los generales.

El cual tenía una apariencia robusta, de tez pálida, con cicatrices en la cara, era enorme como un oso, y la voz resonaba de tal manera, que todo aquel que se cruce en su camino, en problemas se metía.

La princesa, sin temor, estaba acompañada del poder de la brillante corona, y con el apoyo de la amiga glotona y la joven mujer, los duros escudos lograron romper, y a cada soldado pudieron vencer, y así les mostraron que nadie, podría acabar con tan grande poder.

Se marcharon derrotados, y uno de los generales, le dice al emperador:

—Señor no pudimos, tiene mucho poder ¿Qué haremos?

Enfadado lo mira, y con su mirada malévola le da a entender, que moviendo cielo y tierra esa corona el debía poseer, y furioso les reclama:

— ¡Es que acaso no han aprendido nada! ¿Tengo que ser yo mismo quien acabe con esa alimaña? ¡No!, pero piensen, algún punto débil ella debe tener, no crean que es invencible, algo podremos hacer.

— ¡Hechicera! Llama el emperador, y se escucha una voz que le responde:

—En que le puedo servir. Muchas cosas le puedo predecir.

El emperador le ordena, que busque un punto débil en la corona, para así lograr vencer a la princesa poderosa. La hechicera le advierte que no será fácil, y que cosas muy oscuras, deberán realizarse y por tal motivo le tomara mucho tiempo.

El emperador ansiado de poder, sin mucha calma le responde:

— ¡Bien! Tómate tu tiempo, ¡Pero eso sí! No descansaré, hasta que esa corona esté a mi merced, ¡Guardias! Llevadme a la fortaleza, hay mucho que hacer.

Habiendo solicitado la ayuda, a su fortaleza militar él se marchó, y la hechicera en su mente muy preocupada susurró:

—Terribles cosas, y mucha maldad, están albergadas en ese emperador, ¿Qué pues podré hacer yo? Puedo predecir el destino de muchos, pero el mío hasta ahora no he podido resolver…

Pasaban los días y la princesa seguía con sus dos compañeras, la una comía, y la otra pintaba lo que a la princesa le gustaba, pero era notable que hubiera preocupación, pues debían estar atentas a cualquier situación. Se dirigieron al castillo, donde su madre Su majestad Cecilia II la llama para narrarle una heroica historia que hace muchos siglos en el reino ocurrió:

—Hija, ven, siéntate a mi lado, tengo algo importante que revelarte, esto te ayudará, pues presiento que el destino para ti, una tarea preparó, amada mía, en tiempos memorables, algo grande sucedió, lo que nadie se esperaba fue lo que más nos sucumbió, erase una sirviente de mi tátara tía, la cual muy alegre en los bosques vivía, su nombre era; Artritis de los Dolores, que cada mañana regaba las flores, su felicidad no se apagaba, en los sótanos de su casa, había una especie de túnel, o una excavación, no sé supo con claridad que era lo que albergaba, no se sabía si algo debían hacer así que todo comenzó, durante ya varios años se estaba excavando, se dice que el que lo inició todo, había descubierto una especie de sonido musical, ese sonido era tan hermoso, que se puso a cavar, debido a la influencia del oído, sabía hacia qué dirección debía dirigirse, unos tantos pies de distancia, tenía el túnel.

— ¡Yo supongo que eran 50 lisos de pan!, -intervino la gorda.

A lo que la princesa le dice: - ¡Pero qué locura! no me digas que ya tienes hambre, acabas de comer, síguenos contando madre no te vayas a detener.

— Bien mucho tiempo duraban y la melodía nunca paraba, mas sin embargo un día se detuvo, y encontraron un cofre que albergaba un pergamino, el cual lo siguiente tenía escrito ''Debajo de esta tierra se encuentra un gran destino, solo el oidor de la melodía sagrada, puede proteger lo que le sobrevino, en tiempos futuros donde el dolor sea presentido, los villanos atacantes sin contemplación no tendrán más que ambición por los poderes del dinero, el portador de esta Magnificencia, debe saber bien que con su vida debe proteger, de cualquier maleficencia, si necesario fuera, que pasare de generaciones a generaciones, debe estar cerrada o soltará los terrores'' al proseguir, de la tierra se extrajo un cofre, era de oro, con piedras preciosas, pero estaba cerrado, con una cerradura tan misteriosa que nunca jamás estaría insegura, muchas guerras fueron padecidas, pero a la final el lado bueno fue el vencedor, y así hoy en día veo que en tus manos hija mía estaba predestinada la libertad de nuestro pueblo, una corona tan hermosa, pero ahora debes saber que debes estar cautelosa, puesto que el punto débil que tiene está en tu corazón, nunca dejes mujer que nadie te haga daño, no creas en todo lo que veas, tu inocencia y tu amor es lo que le da su resplandor, y si la fuente se llegase a apagar, nuestros enemigos nos vencerían, y como el momento llegó te doy mi bendición, y ahora te comento que tienes una misión, deberás viajar hacia el norte, hacia los lugares fríos deberás caminar, allí encontrarás un mensajero, no temas si no lo ves, tu corazón te ayudará para guiarte hasta donde debes ir, apóyate de tus amigas, y lleva mucha comida, puesto que por lo que aquí veo, no durará para toda la vida.

Habiéndose despedido, la princesa emprendió su camino, no sabemos exactamente a dónde se dirige, pero de lo que sí estamos seguros es que nada bueno a ella la sigue.

En las temibles montañas del imperio romano se planeaba un plan macabro, apoyado por lo oculto, la adivina del emperador solicito al bajo mundo una herramienta poderosa, para adueñarse del poderío y así lograr tener esclavos y todo lo que se ha querido, pero esto es ambicioso y de temible poder, el Rey del imperio romano no lo sabía, estaba muy viejo, para recibir malas noticias, y sobre las murallas de su castillo, no se esperaba lo que este malvado emperador estaba tramando, usurpó las fuerzas reales, y sin coraje atacó, a todo aquel que en su camino se interponía, debía ser destruido sin clemencia ni misericordia, el emperador al recibir las noticias de que el artefacto estaba listo, procedió a su encuentro con la vil adivina, era una coraza, de metales desconocidos, tenía una apariencia cruel, oscura y tenebrosa, y muy difícil era de vencer, al él colocársela, a todo lo que él quería podría poseer, tomó su espada, y con todas las fuerzas armadas al palacio enemigo a la princesa iba a detener, pero antes de que se fuera la adivina lo llamó:

— Aguarda Esterlino!, hay algo que debes saber, la princesa ha emprendido, un viaje misterioso hasta los confines del norte, si quieres vencer y la corona poseer, no se con franqueza si huyendo está, pero sospecho que un poder ella fue a buscar, algo que puede destruirte, y si primero que tu ella llega sería tu fin. – El emperador se enfado grandemente, pues había creído que sería invencible y de prisa el salió a la búsqueda.

Mientras la princesa caminaba, la comida se acababa y después de tanto caminar, a ella la sorprendió un árbol caminante:

— ¿Quién osa a cruzar el valle de los desafiantes?

La princesa le responde:

—Siento no haberme presentado, Me llamo Leyaliz Isabel, vengo del sur, de donde los castillos de oro resplandecen los grandes bosques, y donde la paz sin medida llama a todo aquel que esté muy triste y estoy en la búsqueda de un destino, ni si quiera se cual es pero lo ando buscando.

— ¿Entonces no sabes si quiera lo que encontrarás? Preguntó el árbol refunfuñante.

Luego interrumpió la conversación un mensajero parlante, el cual tenía pinta de buen comediante, saludó diciendo lo siguiente:

— «Chistes, chistes maravillas las villas chistas, en el rio de la orilla»

— ¡Que! —Dijo la princesa, no le he entendido nada.

—Es que estoy muy alegre por haberte encontrado, sabía que eras bella, mucho más que de lo que imaginé, ante ti todo parece que no prevalece.

—Gracias buen caballero, ¿Cuál es su nombre?, Preguntó la princesa.

— Me llamo Daulin querida su majestad, y vengo a guiarla camino a la verdad, en lo más frio de este bosque, encontraremos un arcoíris, y en uno de sus lados un oasis resplandeciente, al cual el frío congelante no le afectaba, al pié del arcoíris hay una puerta de cristal, la cual alberga el cetro celestial, con eso y su corona al malvado vencerá, entonces la princesa preguntó:

— ¿Qué tiene esta corona?, ¿Por qué alguien muy malo la quiere?, No entiendo ¿Qué cosas oscuras podría cometer?

Respondió el mensajero, con un tono abrumado:

—Esta corona tiene, el poder de la libertad, con ella se puede liberar paz, otorgar felicidad, y todo lo que toque puede ser prosperado, donde reinaba la esclavitud, reinará la libertad, un ser muy malo la quiere, porque su poder puede ser usado para la maldad, pondría a todos a merced de sus placeres, nadie tendrá más el sentido propio, no podrán elegir, su única salida será obedecer, peores cosas pasarían, un mundo del abismo podría ser liberado, el autor de la maldad no sabe, que hasta el saldrá muy afectado.

La princesa le responde muy preocupada:

— ¡Locura! Mucha locura e ignorancia de un ser que no mide, ni analiza sus actos, ¡Esto no se puede permitir!

Avanzaron, y el frío soportaron, lastimosamente la gorda la comida se había acabado, la prueba era, soportar con el hambre, un total de cinco días duraron en llegar, pero ya muy cerca venía el emperador, con sus fuerzas poderosas y su cara bien amargada, gritaba sin razón y la violencia se evidenciaba, más tarde la princesa la puerta de cristal halló y un mensaje del cielo con voz fuerte sonó:

— «Quedaos atrás todos ustedes, ¡Ha llegado la hora! puesto qué, lo que pasará será lo que cambiará el pasar de sus días»

todo fue obedecido al pié de la letra, la princesa entró, y la puerta se cerró, un sujeto de ropajes rojos, y destellos como de oro, quito de sobre su cabeza la corona de poder, y la uso como llave para un enorme cofre sellado, cuando esto aconteció la corona se elevó y la melodía que ayudó al encuentro de la corona, comenzó a sonar, y afuera aguardaban muy ansiosos, el mensajero, la dulce mujer y la dama de las comidas, los cuales veían con gran temor al malvado emperador, que se les acercó con tono refunfuñante y les dijo:

— ¡Alto! Ustedes: ¡Apartaos de mi camino!

¡Soldados!, derriben esa puerta e impidan que la princesa cumpla con su cometido,

Un fuerte valor y seguridad fue lo que llenó a los seguidores de la princesa, esto generó mas molestia en el emperador enaltecido, las tropas atacaron y como el poder estaba del lado del bien, de la nada los árboles se levantaron, aves de lejos llegaron, la creación se levantó puesto que todo estaba en juego en el mundo, una guerra inició mientras la princesa se preparaba, habiendo concluido la melodía, se le entregó un cetro dorado, con cuerpo de cristal y se le indicó: no esperes más, posa la punta del cetro sobre el suelo fuertemente, al cielo te vas a elevar y en lo más alto que estés, al sol debes apuntar y ese reflejo te dará la energía para acabar con la armadura del emperador, y así al salir de la puerta, la princesa corrió y observó la guerra, el emperador estaba en una cúspide alta maravillado por su gran ejército, que para su desgracia la derrota estaba por conseguir, a su majestad se le hizo complicado avanzar hacia él, entonces los guerreros del emperador que estaban a su favor le ayudaron despejándole el camino, entonces la princesa estando cerca de él; le miro y le dijo:

— «No podrás acabar con lo que apreciamos más que el oro y la plata, tu ambición no tiene más poder que el pueblo unido por el amor»

— ¿Enserio? No me digas ¿Y tu quien te crees que eres niñita? ¿Crees que podrás acabar conmigo? ¡Una insignificante jovencilla que ni si quiera sabe donde está! Eres una debilucha. «Risa malévola»

La princesa llena de valor le respondió:

— Pues veamos los límites de mi poder, primero derribaré tu coraza y destruiré tu espada, con respecto a tu armada, no podrán con el bien, y desaparecerás de la faz de la tierra.

Entonces la princesa hizo tal cual como le fue dicho en el compartimiento de cristal, y el sol revitalizó el cetro con su poder, y de lugares inhóspitos, surgieron guerreros, la coraza malvada estaba reforzada de poder oscuro, eso la protegía, pero por dentro era un simple y frágil metal, que se quebraba con el más mínimo golpe, pero mientras el poder oscuro no fuese destruido no se podría vencer, así que la princesa tuvo que ingeniárselas, para buscar el punto débil, luego uno de sus guerreros, le comentó gritando:

— ¡Majestad! Por el costado izquierdo hay un punto ciego apunte con el cetro a esa dirección.

La princesa, intentó dispararle al punto ciego, pero era tanto el movimiento que había mucha dificultad, ella exclamó a sí misma:

— ¡Solo un poco, si lo puedo lograr!

El emperador dándose cuenta, intentó huir, y la princesa, se armo de concentración, todo fluyó lentamente, solo podía intentar con un tiro o ya sería muy tarde, así que disparó, y lentamente el destello penetró en el punto ciego, destruyendo la protección externa, y de esa manera el emperador perdió su defensa y los poderes que le había entregado, la espada no sería suficiente, pero el emperador estaba decidido, en obtener su victoria, así que recurrió en atacarla, ella no tenía arma, pero inusualmente el cetro se transformó en una hermosa espada, con una empuñadura de diamante, tan sólida como fuese posible, irradiaba luz, los guerreros, no comprendían que clase de poder era este,

Así mismo la princesa se enfrentó en una dura batalla, el emperador mostraba firmeza, y ya que durante casi toda su vida fue entrenado con mucha disciplina, cualquier movimiento de la princesa era vital, para no perder su vida.

El emperador después de tanto forcejeo le grita:

— Voy a vencerte, tu poder no es suficiente para derrotarme, ¿Crees que tienes oportunidad?

La princesa sin nada que decir, tenía la certeza de que al final del día podría regresar la paz que hace tiempo, les habría sido quitada, y finalmente la princesa de un golpe certero traspasó el costado del emperador, hiriéndolo de gravedad, el cual tuvo un largo momento de agonía, y manifestaba dolor y vergüenza al haber sido vencido, y así ella pudo acabar con su vida.

Mientras que sus guerreros eran neutralizados, y tenían muchas bajas, todo fue más intenso, y al final quedaron los soldados renegados del emperador, que comprendieron que era mejor estar del lado del bien y poder así obtener una vida tranquila con sus familiares, y se pusieron a la orden de su majestad, y ella se agradó en esto, el reino fue restablecido, y mucho después, el Rey del imperio romano tomo cartas en el asunto, y en una ceremonia en el Reino de los castillos oro; se firmó un tratado de paz con el reino de su majestad la reina Cecilia II, el imperio romano mucho después era ya gobernado por un hombre justo, este emperador tenía mirada firme en el progreso de su pueblo.

Fue entonces que regresó la princesa a su encuentro con sus seres queridos, pero antes la puerta de cristal se le fue mostrada una vez más, y las voces que custodian la unidad, la fortaleza y la paz, expresaron su gratitud, y el cetro y la corona fueron entregados, para seguir a la orden de su majestad, y como símbolo de agradecimiento se le entregó una corona de diamantes, la cual rebosaba de líneas de oro y plata, y su belleza y majestad hacían mostrar el más grande honor nunca antes entregado, y sobre la faz de la tierra y donde quiera que fuera se oía el nombre de la valentía femenina, la cual con su encanto en el reino no se esperaba venir ningún acto de maldad, y así el reino pudo regocijarse, celebrando en paz mientras, estaban en una fecha oportuna en la que se acercaban las fiestas tradicionales, que era una atracción para todo aquel que venía a conocer, el lugar que era famoso, el lugar de donde brotaba la paz y daba a la tierra el equilibrio necesario, pero manteniéndose siempre alerta, puesto que nunca se puede bajar la guardia ante las amenazas de quien tiene intenciones de maldad.

Y así concluye este célebre y colorido primer capítulo.

«Notas especiales»

Agradezco a todo aquella persona que se ha interesado en leer esta historia, en la cual gustosamente me inspiré en escribir, no soy de grande talento, ni poseo vastos conocimientos de la literatura en general, por lo que agradezco a ustedes y valoro, sus críticas y comentarios, que se que generalmente, venga de quien venga, son en pro de mejorar, y enaltecer esta obra que aspiro llegue a muchos lugares del mundo, debido a su contenido, manifestaré que es de mi autoría, y traté en lo posible de no ser similar, y repetitivo en las obras que ya existen.

SIN MAS NADA QUE DECIR, LES ANUNCIO QUE EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE ESTA HISTORIA SE LLAMARÁ: CELESTIAL, Y CONTARÁ CON UN SINFÍN DE AVENTURAS, Y EMOCIONANTES MISTERIOS QUE SERÁN DESCUBIERTOS A MEDIDA QUE VAYAMOS LEYENDO.

Siempre agradecido

—MD 82 Un futuro desconocido—