Descargo de Resposabilidad: Glee y sus personajes no me pertenecen.
# Friendzone #
Su relación había cambiado desde su época escolar. Solo dos años después de la graduación habían pasado de ¨enemigas¨ a amigas. Era extraño como dos personas tan diferentes entre si podían entenderse tan bien. Rachel seguía igual de extrovertida, impulsiva, controladora y amante de los musicales como siempre. Quinn era más introvertida, celosa de su intimidad y capaz de encerrarse en su mundo de lectura sin importar nada más. Aun así y para sorpresa de quienes las conocían a ambas, su relación había continuado después del instituto.
La poca distancia que las separaba ayudó a forjar esa amistad. Solo eran unas horas con la rubia en New Haven, estudiando en Yale, y ella en Nueva York, en la NYADA. La primera visita de Quinn fue una sorpresa. No la había visto ni hablado con ella en todo el verano, ni los dos primeros meses de curso y de pronto apareció allí un fin de semana. El viaje no fue para verla a ella, sus planes eran otros, pero ya que estaba allí…
Las visitas se repitieron de forma esporádica, una vez cada dos/tres meses. Alguna llamada aislada. Uno o dos mensajes de texto al mes. Casi siempre era Quinn la que viajaba y Rachel esperaba impaciente su llegada. El tiempo entre viaje y viaje, los mensajes y entre las llamadas fue disminuyendo considerablemente durante el primer año, hasta tal punto que hablaban a diario, y se veían cada fin de semana.
La confianza adquirida era tal que la rubia comenzó a llamarla cariñosamente ¨peque¨. Lo hizo desde que escuchó a sus padres llamarla así en una de sus visitas, coincidiendo en NY con los hombres. A decir verdad, se había burlado de eso en cuanto se quedaron a solas en la habitación de la morena, pero después le había gustado. En cambio Rachel lo odiaba.
No tenía muy claro como ni por que había empezado a molestarse cada vez que la rubia la llamaba así. No le importaba cuando sus padres lo hacían, o cuando Kurt y Mercedes lo mencionaban, era algo intimo, algo que su familia y sus amigos, los únicos que había mantenido después de salir de Lima, usaban para demostrarle su cariño. Al fin y al cabo ella era pequeña.
Pero si había algo que odiaba más que eso era estar como estaban, había caído en la zona de amigos y desesperadamente tenia que salir de ahí. Antes quería ser su amiga. Desde hacia dos meses quería algo más.
Fue una noche como cualquier otra. Quinn estaba en Nueva York y habían salido de compras todo el día, luego a cenar y luego habían vuelto a su habitación en la residencia, donde la rubia solía dormir en sus visitas. Era estúpido que pagara un hotel cuando en su cama había sitio para dos, le decía para convencerla y convencerse a si misma. ¿Que solo quería evitarle gastar dinero inútilmente? ¡Já!
¿Vas a parar? Llevas diez minutos riéndote de mi – exigió cruzándose de brazos en medio de la habitación mientras Quinn la miraba ya desde su posición en la cama
No me rio de ti… es tu pijama. ¿Ositos? ¿En serio? – cuestionó con una risa burlona pero controlada
Es tan valido como tu aburrido pijama – espetó haciendo referencia al conjunto de dos piezas del mismo color y sin ningún dibujo o letra por ningún lado
¿Aburrido?- alzó la ceja mirándose a si misma – Cualquier tío daría su vida por verme con este pijama
Si tu lo dices – le siguió la corriente acomodándose a su lado dándole la espalda – Buenas noche Quinn
Buenas noches peque – le deseó cerrando sus ojos. Rachel cerro los suyos conteniendo las ganas de decirle que dejara de llamarla así
Quinn tenía razón, cualquier chico o chica habría dado lo que fuera por verla así. Ella podía hacerlo y de hecho lo hizo. Cuando quiso darse cuenta se había girado en la cama quedando de lado hacia la rubia, y pasó hora repasando cada rasgo, cada milímetro de su cuerpo. Ahí lo supo. Supo que ella quería ser la única que la viera así, nadie más. Ella quería ser la única en tocarla, la única en hacerla reír hasta llorar, la única en besar sus labios. Ella quería ser la única.
Aguantó los dos meses siguientes a ese dichoso fin de semana como pudo. Tratando de disimular frente a ella y muriendo por dentro cada vez que le nombraba a alguien nuevo que había conocido en New Haven. Conteniendo las ganas de besarla de forma nada amistosa. Sonriendo a las bromas sobre su ropa o cualquier cosa que tuviera que ver con ella. Pero había acabado. Iba a enfrentar sus sentimientos y acarrear con las consecuencias.
La llamó pidiéndole que fuera ese fin de semana, necesitaba su ayuda, supuestamente para preparar una cita con un chico al que había conocido en el teatro y que la había invitado a salir. Era mentira por supuesto.
El sábado a primera hora de la mañana la tenía ahí, golpeando con firmeza la puerta de madera de su habitación, sacándola de la cama. No parecía muy contenta.
¡Llevó media hora ahí fuera! ¡¿Qué mierda hacías?
Lo siento, estaba durmiendo.
¡Genial! Me pides que venga a ayudarte y tú duermes felizmente. Odio madrugar – confesó al final tirándose en la cama boca abajo
Te pedí que vinieras. No hacia falta que lo hieras a las siete de la mañana – sonrió la morena. Incluso de mal humor le gustaba, lo suyo tenia que ser grave
¿Podemos dormir un poco más o quieres empezar ya con tu supercita?
Tú puedes dormir – le concedió su permiso besando su mejilla y recibiendo una sonrisa como respuesta – Yo voy a ducharme. Quiero que me acompañes a comprarme algo nuevo para esta noche. ¡Necesito estar perfecta! – gritó desde el interior del baño tratando de ocultar sus nervios. Iba a ser un largo día.
Tres horas más tarde estaban de camino a Macy's para encontrar algo ¨adecuado¨ tal y como Rachel había señalado. Pero primero Quinn exigió hacer una parada para desayunar, sino no iba a ser capaz de sobrevivir a aquella mañana.
Y donde te piensa llevar ese tal…
Nick – se apresuró en darle un nombre. El primero que se le vino a la cabeza al ver al mismo chico que las había atendido pasar por su lado y recordar el pequeño cartelito con su nombre. Rezó para que la rubia no se hubiera fijado en eso – Recuerdas esa exposición de la que hablamos hace unos días, la de la galería en la calle…
¡NO! – gritó interrumpiéndola - ¿Cómo? Las entradas están agotadas hace meses
Parece que conoce a alguien que conoce a alguien – Rachel la miró sintiéndose culpable por todas las mentiras – Lo siento, prometo contarte como es, detalle a detalle – dijo a sabiendas de las ganas de Quinn por acudir a esa exposición de fotografía. Pasó una semana entera hablando de como le gustaría haber conseguido una entrada.
La momentánea culpabilidad se vio suplantada por una mezcla de nervios y temor al tener a una Quinn demasiado seria repasando cada uno de los conjuntos que se iba probando, dando su visto bueno o no. Unos le parecían demasiado sexys, otros muy elegantes… ninguno le gustaba. Finalmente Rachel tomo las riendas decidiéndose por una corta falda negra, un top rojo atado al cuello y la cintura dejando al aire su espalda y unos bonitos zapatos también negros.
De pronto Quinn se vio arrastrada a uno de los probadores con un montón de ropa elegida por Rachel y fue obligada a probarse cada uno de los modelitos. La diva quería por lo menos tener unas buenas vistas de la rubia, por si todo salía mal. Además era una forma de pasar un buen rato. Por no hablar de lo divertido que era ver a la ex animadora ruborizarse cada vez que alguna de las prendas enseñaba más piel de la que a ella le gustaba enseñar.
¿Podemos irnos ya? – suplicó
¿No vas a comprarte nada? Creo que la ultima falta te quedaba muy bien – fue comedida en sus palabras, no quería asustarla antes de tiempo
¿Para que? Yo no soy la de la cita, además yo llevaría unos simples vaqueros y un top, y si le gusta bien y sino a otra cosa – espetó tirando de Rachel hacia la salida
Comieron en la residencia de la morena y pasaron la tarde viendo viejos clásicos de cine, hasta que llegó el momento de que Rachel se preparara para su supercita. Quinn se iba a quedar allí hasta que ella volviera pero antes, le había prometido llevarla hasta la galería.
No quiero ser mala pero un chico que no te recoge para la primera cita, no merece la pena eh – advirtió sin apartar la vista de la carretera - ¿Te dejo en la puerta o también quieres que espere contigo? – preguntó con cierta burla, era evidente que estaba nerviosa y la rubia no se lo explicaba
Por favor…
Dejaron el coche aun par de calles de la galería y caminaron juntas y en silencio hasta la entrada del lugar. Los nervios de Rachel aumentaban según se acercaba el momento de decir la verdad, incluso empezaban a sudarle las manos, lo que hacia que a su vez se pusiera más nerviosa. No quería declararse a su amiga con las manos sudadas.
¿A que hora dices que habéis quedado? – interrogó después de estar diez minutos esperando, los mismo que su amiga llevaba intentado tomar valor para hablar
A las ocho – respondió sin pensarlo mucho
Pues no solo no pasa a por ti sino que llega tarde… muy mal – repitió tras comprobar su reloj
¿Qué?
Que son las ocho y cuarto ¿estas bien?
Si, si – afirmó aunque la palidez de su rostro no indicaba eso – A decir verdad… tengo que decirte algo – tartamudeó mirándola a los ojos
Dime
No hay ningún Nick
¿Qué?
Quinn llevo diez minutos intentando encontrar las palabras para decirte esto y que no me mandes al diablo
Rachel no estoy entendiendo nada ¿Qué hacemos aquí? ¿Y tu cita?
Yo… - la morena respiró profundamente preparándose para lo que fuera – No tengo ninguna cita, a menos que tu digas que si – medio sonrió nerviosa – Todo esto es para ti, me gustas – confesó tomando sus manos – No puedo dejar de pensar en ti, y cada vez que me llamas para decirme que has conocido a alguien, desearía estar ahí y patearle el culo – sus ultimas palabras consiguen sacar una sonrisa a la incrédula rubia, que no sale de su asombro – Me gustas como algo más que una amiga…Di algo… por favor… - pidió ante el mutismo de Quinn
Otra vez por aquí !
Tengo que decir que esto iba a ser un one shot, pero después pasó a tener dos
capítulos y finalmente acabe escribiendo tres jeje
Espero que disfrutéis esta mini historia, Se aceptan todo tipo de comentarios siempre y cuando
se hagan con respeto y sin insultos eh
Subiré la 2ª parte pronto. Depende de vuestra reacción jeje Y sera lo mismo solo que desde el
punto de vista de Quinn xD Ya veremos como se toma todo esto la rubia ajaja
Saludos y buen fin de semana ;)
