CAPITULO 1:

¿Somos Novios?

Luego de capturar al Comandante Udehara Daizo mediante una lucha abrupta contra su gran masa de tinta, que era utilizado en contra de la voluntad de Brushogun, lo entregaron a las autoridades de Tokio. Para su curiosidad, el Alcalde de Tokio y algunos agentes sabían de él y sus tropas, pero por miedo decidieron no hacer nada. Al parecer, según lo que explicaba el Alcalde, Daizo estaba entrelazado con otros comercios criminales que sabían de su secreto, él los ocultaba a cambio de que nadie dijera nada. Un agente secreto del gobierno japonés se infiltró en uno de esos comercios y logró capturar a un muy buscado criminal, el cual confesó el secreto de Daizo. Entonces fue que el Comandante, con la ayuda de esos criminales, amenazó al gobierno con matar a cada familia de cada miembro si decían algo o accionaban en su contra. De ahí el por qué el Alcande parecía muy "unido" con él: Debía hacerlo a cambio de la seguridad de su familia y de sus compañeros. Los titanes quedaron estremecidos después de oír semejante "maldad" por parte del Comandante.

Más allá de eso, había otro problema que el líder titán mantenía en su mente: Starfire. Desde 2 horas estuvo evitando a su "novia", con el pretexto que debían concentrarse con el tema de la excarcelación de Daizo. En plena reunión con el Alcalde, Robin no podía dejar de pensar en lo que hizo. Mientras tanto, la tamaraniana se sentía confundida y anonadada. Ok, se besaron y Robin dio a entender que podrían ser algo más que "amigos". Pero Starfire se preguntaba: ¿Serían novios o Robin sólo lo dejaría pasar como siempre? Ya que las acciones posteriores del petirrojo hacian que ella dudara demasiado.

-En fin-dijo el alcalde, sacándo de sus pensamientos al líder y a la pelirroja-Esto no solo se merece un gran agradecimiento... Se merece mucho más-sonrió levantándose de su asiento.

-¿Tendremos una fiesta en nuestro honor?-El Chico Bestia preguntó algo emocionado. Su comentario le hizo ganarse un buen golpe en la cabeza por parte de Raven como hacía unas horas le había dado.

-Chico Bestia-regañaron todos menos Raven y el Alcalde, que pareció bastante a gusto con esa pregunta.

-No es mala idea-dijo gustoso el de cabellos canosos-Más bien pensaba en una pequeña ceremonia.

-No tiene porque molestarse...-Robin habló algo avergonzado.

-No sería una molestía, al contrario, estaría feliz de hacerlo-se apresuró el Alcalde-Ustedes han hecho un gran trabajo y también salvaron a los ciudadanos de Tokio, sería un gran gesto de agradecimiento por su duro trabajo. Por favor, acepten mi propuesta.

-Bueno... No creo que esté bien...

-¡Oh vamos Robin!-le interrumpió Cyborg acercándose a él-El Alcalde ya dijo que no es molestia-sonrió mientras lo señalaba al canoso.

Robin lo dudó un poco. Hasta que cierta pelirroja habló.

-Sí, además creo que sería descortés decirle que no al Alcalde-habló Starfire...

Su novia...

-Creo que eso lo convencerá-le susurró Chico Bestia a Cyborg con una mirada pícara a la nueva pareja.

-¿Lo dudas?-el metálico enarcó una ceja con la misma mirada que sostenía el metamorpho

-Supongo que no estaría mal una pequeña ceremonia-finalmente aceptó el petirrojo.

-Te lo dije-refregó el verde.

-Nunca dije que no-comentó Cyborg.

-Está decidido-exclamó gustoso el Alcalde-Mañana será su ceremonia. Les pido que esten a las ocho en punto en la Torre Tokio.

-¿La Torre Tokio? ¿Por qué?-preguntó Raven.

-Solo estén ahi a esa hora. Muy bien Titanes...

El Alcalde les agradeció de nuevo por haber detenido a Brushogun, luego de eso se retiraron al hotel donde él les había recomendado que se hospeden por cuanto quisieran ya que para ellos les sería gratis por haber salvado la ciudad. Al llegar al hotel, uno muy bonito por supuesto, cada titán dejó sus cosas por cada lado de la gran habitación que les había tocado. Chico bestia no paraba de cambiar de canal de la televisión, le sorprendía cuantas caricaturas japonesas daban (N/A: Obvio -.-). Cyborg harto por no poder ver tranquilo un programa comenzó a pelearse con el verde para obtener el control remoto, sin escuchar los consejos pacíficos de la extraterrestre. Mientras tanto, Robin comenzó a buscar algo en su mochila-o parecía que buscaba-no sabía que pero quería lo que sea. Raven se le acercó a él algo preocupada.

-Robin ¿Estás bien?-preguntó la hechicera mientras

-¿Ah? Sí sí, lo estoy-dijo algo avergonzado y exaltado.

Eso era raro, más en el chico maravilla.

-¿Realmente lo estas?-insistió.

-Sí-dijo en tono seco volviendo a colocar la mirada en su mochila.

Raven volteó su vista hacia sus amigos, aún peleando y Starfire trataba de que se tranquilizaran.

-¿Es todo?-preguntó

-¿Ah?-Robin pareció no entender.

-¿Es todo lo que harás?-continuó-¿La besas y le dices que te gusta para qué luego la ignores y hagas como si nada pasara?

Raven parecía... decepcionada. Sí, esa era la descripción perfecta para ese sentimiento que ella tenía. Nunca se lo dijo a nadie, pero Robin era su modelo a seguir: Siempre firme y tratando de ser un gran héroe y líder y dando sabias palabras en un momento crítico. Al mismo tiempo, a veces ella sentía que él era su reflejo en una versión masculina por muchas similitudes en ciertos comportamientos, más por el detalle que ambos no saben expresar sus sentimientos. Pero ese día, al ver como Robin admitía delante de todos sus compañeros titanes lo que sentía por Starfire sin importarle lo que dijeran los otros realmente hizo que su admiración aumentara. No creía que él sería capaz de decir o admitir cuanto le gustaba cierta chica, y además se esperanzaba con que las cosas no siguieran como siempre, que las cosas cambien entre ellos. Quería verlos felices a los dos. A su "hermano" y a su mejor amiga-por más que no lo diga. Y ver que ahora las cosas entre ellos estan como si nada, realmente le molestaba.

-Yo... No es algo que había planeado-admitió-Supongo que no me esperaba de mí mismo poder atreverme a declararme, bueno, si se le puede llamar una "declaración"-rió- Es más, pensaba que ella me rechazaría-dijo recordando con mirada triste cómo la hizo quedar en la "Frienzone" cuando le dijo que él solo sería un héroe, sin rodeos ni amores en su vida-Pero al ver ese momento, creí que sería la oportunidad perfecta. Ya sabes, si se lo decía después tal vez se presentarían más complicaciones, como en esas cosas románticas que Cyborg y ella ven.

-Realmente eres observador-dijo aún mirando la escena de sus compañeros de grupo, ahora Starfire estaba tratando de que se calmaran, usando violencia. No los escuchaban.

-Soy muy tímido, por más que no lo parezca-aceptó el de cabellos negros algo serio-No se cómo pude hacer esa escena delante de ustedes-se ruborizo, raro-Y no sé cómo llevar la situación ahora-Robin ahora parecía decepcionado de sí mismo.

-¿Quieres un consejo?-Raven colocó una mano en su hombro-Sé tu mismo pero al mismo tiempo piensa que NO te gustaría que te hagan si estuvieras en una relación. De acuerdo a ello, fíjate qué hacer-dijo en tono serio. Realmente quería que las cosas entre Starfire y él cambiaran.

Robin lo pensó por un segundo, pero tenía razón. Él era tímido pero no era una excusa para evitar a Starfire. Tenía que comportarse de manera adecuada.

-Gracias Raven-le agradeció con una pequeña sonrisa en el rostro, luego volvió a "buscar algo". La hija de Trigon observó satisfecha al líder y fue con sus compañeros.

Finalmente, el control quedó en manos de Raven, quién solo utilizó sus poderes para tomar el control y quedárselo. Chico Bestia y Cyborg tuvieron que rendirse y limitarse a explorar el hotel mientras tanto. Robin dijo que iría afuera, dejándo a una tamaraniana confundida. Quedaron sólo Raven y Starfire. Pasaron cinco segundos hasta que una de ellas habló.

-¿Qué esperas? Síguelo.

-¿Ah?-volteó Starfire.

-Eres su novia después de todo.

Starfire volteó al frente, triste. Aún no sabía si la palabra "novios" era oficial para llamarlos a ellos dos.

-Raven, estoy confundida-se abrazó a sí misma-Esto, actúa como si nada pasara-suspiró-Supongo que será así siempre. No lo se...

-Exactamente-Raven la miró a los ojos-No sabrás lo que pasa a menos que intentes saber qué sucede. Así que ahora anda, ve-vio que Starfire aún estaba confundida-De otra forma, ¿Cómo sabrá cuanto lo amas?

Starfire finalmente sonrió luego de esa palabra-¿Cómo la canción de la película?-preguntó emocionada.

-Ah... Sí, cómo la canción de la película-dijo recordando aquella encantadora película que vieron antes de ir a Tokio.

Starfire sonrió de oreja a oreja y se fue hacia el pasillo del hotel. Robin estaba en el ascensor subiendo a la terraza, noto algo extraño: estaba el piso 1, 2 pero luego del tercer piso cambiaba al piso 5.

-Que extraño-frunció el ceño, pensando que los japoneses no sabían contar.

Al llegar a la azotea, miró el paisaje que se le brindaba: toda la ciudad de Tokio iluminada por luces brillantes y encantadoras, junto con la Torre Tokio que la hacía más hermosa por sus luces blancas. Parecían estrellas.

Estrellas...

Robin nunca notó que el sobrenombre de Star significaba en inglés "Estrella", y si lo notó, jamás le dio importancia, hasta ahora.

Finalmente encontró a su Estrella...

Se sentó casi en el borde del edificio, abrazando piernas mirando el paisaje que le brindaba la ciudad japonesa.

-"Que no me gusta que me hicieran en una relación" ah...-suspiró recordando las palabras de Raven-Ella no me rechazó... es más... me besó-sonrió-No pensé que sería capaz de declararme, eso significa mucho má , no soy tan frívolo después de todo.

-No, no lo eres-le dijo alguien detrás de él.

Volteó para ver quien podría ser: Era Starfire, con una sonrisa cálida acercándose a él.

-No creo que seas "frívolo", Robin-se sentó junto a él con las piernas abrazadas en su pecho.

-¿Enserio?-le preguntó sorprendido-Creí que lo pensabas... Quiero decir, ya sabes, por lo de Slade.

Starfire le miró confundida, pero después sonrió.

-Jamás pensaría algo así de tí, Robin-contestó. Al pelinegro no le convenció eso. No porque no confiara sino porque si empezarían una relación quería que fuera completamente sincera con él, más que nada en lo que pensaba del chico.

-¿Ni siquiera por todo lo que he hecho?-le preguntó desafiante-Como cuando fui Red X o aprendiz de Slade-Starfire abrió los ojos sorprendida, pero su expresión cambió a un tono de tristeza mientras recordaba.

-Cuando sucedió lo de Red X, una parte de mí se decepcionó de tí-prosiguió. El petirrojo escuchó-Pensé que confiabas en nosotros, que confiabas en mí, que no me contaras lo que te sucedía realmente me dolió.

-Starfire...

-Aún así-siguió-Yo no estaba molesta contigo, estaba molesta conmigo misma, por no haber sido más de confianza para tí o intentar ayudarte. Lo mísmo me sucedió cuando te volviste aprendiz de Slade, yo realmente estaba triste por no haberte seguido ese día, de haberte dejado solo e irme con los demás. Pero cuando te vi atacando a nuestros amigos me limité a pensar que tú eras como Slade. Que tal vez te habías enfadado con nosotros o decidiste hacer lo mejor para tí mismo. Todo cambió cuando notamos que lo hacías por nosotros, para que esas sondas que teníamos en el cuerpo no nos causaran dolor, para que Slade no nos destruyera. Sentí decepción por mi misma por haber dudado de tí y de lo que hacías-suspiró.

-Starfire...-se sintió una pésima persona por haberle causado esos sentimientos a Starfire sólo "por caprichos suyos"-Yo... yo no sabía eso. Creí que me odiabas...

-Nunca experimenté el odio-corrigió-Sólo una vez: Cuando Slade colocó ese reagente químico que hacia que tú solo lo pudieras ver-estaba realmente seria-Al tener que lastimarte con mis starbolts para que quedaras inconsciente, y que hallamos tenido que atarte yo...-sus ojos se pusieron vidriosos. Robin tuvo un gran impulso de abrazarla y decirle que todo lo malo habría pasado ya, pero cambio de idea al verla sonreír-Lo siento, cada vez que lo recuerdo me siento culpable.

Y no lo resistió. La tomó por los hombros y la estrujó en un abrazo que, tal vez desde la muerte de sus padres, no le había dado a ninguna persona. Starfire se sintió extraña ante el afecto de su líder, pero aceptó gustosa al abrazo. Este era diferente, era como si el petirrojo tratara transmitirle algo a la pelirroja: Cariño. Eso era. Mucho cariño.

Robin, al pensar que lo que estaba haciendo era precipitado, cortó el abrazo y se sintió avergonzado.

-Yo...-se ruborizó mientras se sobaba su nuca-Lo siento. Soy tímido para estas cosas. Soy de esas personas que no piensan bien antes de actuar-y no fueron las palabras adecuadas.

Starfire entendió muy mal.

-¿Quieres decir qué no quieres estar conmigo?-preguntó con determinación y miedo a la respuesta. Robin se sorprendió pero suavizó su mirada.

-Claro que quiero estar contigo, Starfire-le dirigió una cálida mirada-Siempre lo he querido.

-Pero...-balbuceó-Tú dijiste que no había tiempo para ser...

-Mentí-confesó-No es que no quisiera, sólo quería protegerte en ese entonces.

-¿Protegerme?-preguntó confundida.

-Si te decía que quería algo más contigo ese día, tal vez Daizo hubiera usado eso en contra nuestra. Como nuestro punto debil. Nunca quise hacerte llorar, pero no podía dejar que dañaran luego. No lo soportaría.

La tamaraniana escuchaba atentamente, cada palabra hacía que su corazón latiera con ansiedad y sorpresa. Las cosas que Robin le estaba aclarando le hacía darse cuenta que a él si le importaba. Que la quería. Que quería protegerla pero más importante: la quería.

-Robin...

-Cuando vi que las cosas habían terminado, decidí decirte la verdad: Estaba equivocado-Prosiguió-No quiero tener que volver a casa como siempre-confesó-Lamento si todo este tiempo he sido muy frío. Lo lamento. Pero quiero volver siendo algo diferente. Creo que decirte que me equivoqué fue un gran paso.

-Puedes hacerlo, Robin-colocó una mano en el hombro del chico, confortandolo-Y sí, fue un gran paso-le sonrió

-Lamento si fui descuidado contigo en estos momentos, Star. Soy tímido-repitió-Por más que no parezca.

-Todos tenemos nuestros puntos débiles, y no esta mal ser tímido debes en cuando. Además, creo que es tierno de tu parte-dijo ella.

-Star...

-¿Sí?

-¿Quieres ser mi novia?

Qué directo, pensó él al darse cuenta de la pregunta que había hecho. Starfire quedó helada, parecía tan neutral pero por dentro saltaba de alegría, como una niña pequeña en navidad. Se ruborizaron ambos pero Starfire fue la que le colocó un pequeño beso en la mejilla al líder.

-Claro que sí me gustaría, novio Robin-y sonrió con los ojos vidriosos de la felicidad.

Novio, nunca pensó que esa palabra le hiciera tan feliz.

Se fueron acercando hasta que dieron un tierno beso, dándole comienzo a su relación, de una vez por todas. Starfire abrazó el cuello de Robin y él la tomó por la cintura. Más tiernos.

Al acabar de besarse, ellos se sonrieron y ella colocó su cabeza en el hombro del petirrojo y él se encargó de abrazarla.

-¿Star?

-¿Sí?

-Dime Novio Robin-aconsejó pícaramente. Ella rió de forma divertida.

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Notas de Autora: Bien el primer capítulo terminado nwn espero que les haya gustado. En realidad me sobrepasé en lo romántico En fin c: Comenten si les pareció una linda historia y o por si quieren más capítulos. Les estaré agradecida. Saludos 3